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La Desilusion De La Revolucion Mexicana De 1910, Vista En La Obra De Carlos Fuentes (Spanish Text)
(USC Thesis Other)
La Desilusion De La Revolucion Mexicana De 1910, Vista En La Obra De Carlos Fuentes (Spanish Text)
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Content
LA DESILUSION DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
DE 1910, VISTA EN LA OBRA
DE CARLOS FUENTES
by
Dagoberto Fuentes
A Dissertation Presented to the
FACULTY OF THE GRADUATE SCHOOL
UNIVERSITY OF SOUTHERN CALIFORNIA
In Partial Fulfillment of the
Requirements for the Degree
DOCTOR OF PHILOSOPHY
(Spanish)
August 1971
gM ¡ ¡
f e ) ' •
§ ■ 72-6054
FUENTES, Dagoberto, 1940- ^
LA DESILUSION DE LA REVOLUCION MEXICANA DE 1910,
VISTA EN LA OBRA DE CARLOS FUENTES. [Spanish
Textil.
University of Southern California, Ph.D., 1971
Language and Literature, modem
University Microfilms, A XEROX Company, Ann Arbor, Michigan
©COPYRIGHT BY
Dagoberto Puentes
1971
THIS DISSERTATION HAS BEEN MICROFILMED EXACTLY AS RECEIVED
U N IV E R S IT Y O F S O U T H E R N C A L IFO R N IA
THE GRADUATE SCHOOL
U N IV E R S ITY PARK
LOS ANGELES, C A L IFO R N IA 9 0 0 0 7
This dissertation, written by
......... Dagahejsla. fuentes........
under the direction of h.:k®.. Dissertation Com-
mittee, and approved by all its members, has
been presented to and accepted by The Gradú
ate School, in partial fulfillment of require
ments of the degree of
D O C T O R O F P H IL O S O P H Y
Dean
D a(e September 1971
DISSERTATION COM M ITTEE
PLEASE NOTE:
Some Pages have ¡ndistinct
p rin t. Fílmed as received.
UNIVERSITY MICROFILMS
A MI ABUELITA: CARMEN DIAZ
ii
By using a mirror of brass
you may see to adjust your cap;
by using antiquity as a mirror
you may learn to forsee the rise
and fall of empires.
— T'ai Tsung
iii
RECONOCIMIENTOS
Primeramente deseo expresar mi gratitud a Carlos
Fuentes por haberme concedido una entrevista en Cuernavaca,
México, la cual fue de gran utilidad en el desarrollo de
esta disertación. Doy las gracias al Dr. Robert Curtis,
jefe del comité de mi disertación, por su paciencia en leer
y ayudarme con mi trabajo; al Dr. Richard Mark Reeve quien
contribuyó como una verdadera fuente de información, y cuya
magnífica bibliografía anotada sobre Carlos Fuentes me
ahorró muchas horas de trabajo; así como a todas las per
sonas, especialmente Lorhermy Almada, que de alguna o varias
maneras contribuyeron en el desarrollo de este trabajo.
Deseo, por supuesto, dar mis más expresivas gracias
ja The Ford Foundation por haberme otorgado la magnífica
beca de un año, por medio de la cual fue posible terminar
mi disertación. La beca N.D.E.A. Title IV Fellowship fue
de gran utilidad en mis estudios antes de dar principio a
mi tesis.
iv
INDICE
Pagina
RECONOCIMIENTOS ..................................... iv
Capítulo
I. INTRODUCCION ................................ 1
El problema y propósito de esta tesis
Justificación de este estudio
Organización de esta disertación
Fuentes informativas
II. VIDA Y OBRA................................... 11
Biografía
Política
Influencias
Obra
Cuento
Novela
Drama
Ensayo
III. LA BURGUESIA PROVINCIANA Y LA DESILUSION . . 110
Las buenas conciencias
Argumento y personajes
La burguesía provinciana y el pueblo
IV. DE LOS MACEGUALES A LA BURGUESIA........... 148
Argumento y personajes de La región
más transparente
Maceguales y burgueses
v
Capítulo Página
V. LOS HEREDEROS DE LA MALINCHE................ 192
Argumento y personaje principal
Artemio Cruz, heredero de la Malinche
VI. LOS DOS MEXICOS.................... 230
VII. CONCLUSION................................... 267
BIBLIOGRAFIA....................................... 277
APENDICE........................................... 299
vi
CAPITULO I
INTRODUCCION
El problema y propósito de esta tesis
En esta disertación, "La desilusión de la Revolu-
¡
ción Mexicana de 1910, vista en la obra de Carlos Fuentes,"
(1) presentamos una biografía de Carlos Fuentes; (2) desa
rrollamos análisis críticos sobre los escritos de Fuentes
haciendo hincapié especialmente en sus novelas La región
j más transparente (1958), Las buenas conciencias (1959), y
!
La muerte de Artemio Cruz (1962), e (3) interpretamos en
detalle las ideas de Carlos Fuentes en cuanto a la Revolu
ción Mexicana y la actitud de las diferentes clases sociales
frente a este acontecimiento.
Justificación de este estudio
Es de notar que la Revolución Mexicana no ha sido
traicionada ya que no fue una revolución proletaria sino
1
2
que por el contrario fue y ha sido una revolución burguesa.
lAl haberse hecho el pueblo la ilusión de que la revolución
j sería para el pueblo surgió la desilusión al ver que no lo
lera. Lo curioso del caso es que aún dentro de la propia
l
!
i revolución de la burguesía existe un fracaso dentro de sus
jpropósitos. Carlos Fuentes habla sobre esto en una entre-
í
jvista con Alberto Díaz Lastra:
Yo creo, pues, que la Revolución Mexicana no fue
i traicionada porque fue fiel, fue fiel a todos sus
principios políticos reales, sus intereses de clases
j reales; nunca pretendió ser una revolución proletaria,
| socialista.— Es como cuando el Señor Schlesinger o el
Señor Kennedy hablan de la traición a la revolución
I cubana? en efecto, desde el punto de vista de ellos ha
sido traicionada, debía haber sido una revolución de
adecos y balaúndes ... y resultó que no. Y en México
sólo se puede hablar de traición de la revolución si
nos hacemos la ilusión de que la Revolución Mexicana
fue realmente una revolución con una intención popular.
Y no lo era. Lo dramático es que hoy ha dejado de ser
fiel, incluso a sus principios burgueses.-*-
I
| La Revolución Mexicana desde Francisco I. Madero
fue una revolución política, y de social no tenía nada;
esto queda de manifiesto con el lema maderista de: "Sufra-
I
igio efectivo, no reelección," como se puede ver, esta frase
¡ Entrevista de Alberto Díaz Lastra con Carlos
;Fuentes, "La definición literaria, política y moral de
Carlos Fuentes," Siemprei, No. 719 (abril 5 de 1967),
p. IX.
3
es puramente política. Hay que hacer notar, sin embargo,
■que junto a esta revolución nacional se desarrollaba otra
!
¡de alcance regional que era la revolución agraria, encabe-
!
i
■zada por Emiliano Zapata, en el sur del país.
I
I Carlos Fuentes a pesar de contar con sólo 42 años
de edad queda catalogado en cualquier escala literaria mun
dial como un novelista, ensayista, hombre de letras, e
intelectual de primer orden. Con esto es suficiente para
¡
¡justificar un estudio sobre este autor. Para nuestro pro-
i
ipósito, sin embargo, lo que más nos interesa son las ideas
;que Fuentes desarrolla en sus escritos. Es Carlos Fuentes
i
i , ^
¡un escritor sumamente consciente de su profesión y pone a
i
tela de juicio cualquier cosa para presentar sus ideas
vigorosamente y dar su versión de la realidad que concibe
jsin temor a consecuencias o represalias en contra de lo que
!
!expresa o implica en sus novelas y que recalca abiertamente
jen sus entrevistas y artículos literarios,
j Carlos Fuentes es un ser que ama a su patria pro-
j fundamente y se preocupa porque quisiera que México fuera
I
jun lugar mejor donde vivir para la mayoría de los mexicanos,
ipero desgraciadamente esto no ha sido posible ya que todavía
existen principalmente dos clases sociales: la aristocracia,
4
que es la gente acomodada, y la gente humilde que realmente
íes pobre, siendo estos, por supuesto, la mayoría de la
población. Fuentes nos muestra este contraste en casi
Itodas sus obras como quedará provado en subsiguientes capí-
Itulos; este contraste de los "dos Méxicos" se verá especial-
i
jmente en el capítulo VI, que tratará la novela Cambio de
¡
¡piel. Fuentes se enoja ante la realidad mexicana y al ver j
i ¡
;lo que acontece en su patria. Carlos Fuentes, como él mismo¡
l
| lo ha dicho, está completamente a favor de la izquierda como
;en contra de la derecha. Es pues Fuentes un portavoz de la I
i i
I
conciencia liberal de México, de los mexicanos que se pre- j
i I
¡ocupan y se dan cuenta de la realidad y el futuro de su •
; i
I
jpaís. Es Fuentes una voz valiente y vigorosa que expresa
lo que otros no se atreven a decir, y cruza terrenos que
otros no se arriesgan a pisar; es pues un verdadero hombre
i
■y sus ideas se merecen indudablemente un estudio. No cabe
¡duda que la primera profesión de Fuentes es el ser hombre,
I
¡razón por la cual expresa con verdadera sinceridad la ver-
idad de todo lo que circunda a nuestra patria, México.
No se puede hacer una evaluación final de la apor-
i
¡tación literaria de Carlos Fuentes ya que como queda dicho
¡es un autor sumamente joven y todavía esperamos muchas
obras más de su pluma.
¡ Tocante a tesis de maestría que sobre Carlos Fuentes
se han escrito tenemos las siguientes, que tratan temas en
|la ficción del escritor mexicano: Patricio Alba, "Un con-
!
¡cepto de la sociedad en obras selectas de Carlos Fuentes";
¡Norma Lee Blackwell, "The Mexican Bourgeoisie in the Novéis
!
jof Carlos Fuentes"; Eugenia W. Francis, "La preocupación
¡con el pasado en la obra de Carlos Fuentes"; John R. Franco,
¡"The Inescapable Past in the Works of Carlos Fuentes";
jüonald M. Logan, "El concepto nacional en las novelas de ;
|
Carlos Fuentes"; George E. Maynes, "The Corruption of the j
¡Mexican Society as Seen by Carlos Fuentes"; Mildred C."”' 1 Wise-
man, "La sociedad mexicana en las novelas de Carlos Fuen-
jtes." Una tesis estudia a los personajes femeninos de La
!región más transparente: Víctor Xavier Villarreal, "La
I
■región más transparente: An Analysis of the Female Charac-
1ters in Carlos Fuentes." Otra investigación analiza la
técnica novelística de Carlos Fuentes en esta misma novela:
Lois S. Grossman, "A Descriptive Analysis of the Novelistic
j
'Technique of Carlos Fuentes in La región más transparente."
!
¡Una tesis está dedicada a La muerte de Artemio Cruz en
donde se investigan los temas y se hace un análisis técnico
i
I
6
de la obra: Judy Kapp, "La muerte de Artemió Cruz: a
Thematic and Technical Analysis"; existe otra investigación
dedicada a la misma novela donde se estudia el tiempo, el
espacio, y el símbolo de la obra: Delynn McLellan de
Zomilla, "Tiempo, espacio y símbolo en La muerte de Artemio
Cruz," Dos estudios se dedican al conjunto de la obra
literaria de Carlos Fuentes: Lino García, Jr., "Las obras
de Carlos Fuentes"; y Connie Ray Todd, "The Works of Carlos
Fuentes— A General Analysis." Por último hacemos mención
de la tesis de Jesús Ernesto Zamora, "Carlos Fuentes ante
la crítica," que presenta esencialmente una bibliografía
anotada sobre Fuentes.
En cuanto a disertaciones doctorales se refiere hay
una que se dedica exclusivamente a la técnica narrativa de
Carlos Fuentes: Richard Mark Reeve, "The Narrative Technique
of Carlos Fuentes: 1954-1964." Otra disertación trata sobre
Fuentes y la novela mexicana: "González, M. A. Carlos
2
Fuentes and the Mexican Novel." Una investigación doctoral
trata sobre tres novelistas mexicanos, entre ellos Fuentes:
Norman Luna, "In the Land of Xipe Totee. A Comparative
2
Richard M. Reeve, "An Annotated Bibliography on
Carlos Fuentes, " Hispania, LUI (octubre de 1970) , 651.
¡Study of the Experimental Novéis of Agustín Yañez, Carlos
Fuentes, and Juan Rulfo." Dos disertaciones dedican una
j
! sección a La región más transparente: Samuel J. O'Neill,
I
!"Psychological-Literary Techniques in Representative Con-
!
!témporary Novéis of México"; y Raymond Davis Weeter, "The
!
|Modern Novel of the City in México." La discusión de La
i
¡ muerte de Artemio Cruz constituye un capítulo de la tesis
i
¡de Armand Fred Baker, "El tiempo en la novela hispano
americana: un estudio del concepto del tiempo en siete
! . |
¡novelas representativas." Están en preparación varias j
i !
tesis doctorales que intentan desarrollar temas en la obra j
! i
! I
¡de Carlos Fuentes: John Philip Farrance, "Certain Aspects
of the Fiction of Carlos Fuentes"; Joyce Laricheliere, "The
i
jLexicón of México City as Seen in the Novéis of Carlos
¡Fuentes"; Margarita López Urrutia, "México y lo mexicano
en la obra novelística de Carlos Fuentes"; Judy Salinas,
"Social Reform in Selected Works of Carlos Fuentes." Ade-
¡más se halla en preparación otra investigación que incluye
¡a cuatro novelistas mexicanos, Fuentes entre ellos: Robert
¡Crespi, "The Mexican Revolution and the Church in the Novel
I
iof the Revolution— Yañez, Azuela, Guzmán, Fuentes." Algu
nas de las obras de Fuentes serán tratadas en un estudio
8
doctoral: "Larson, Ross F. 'Fantasy and Imagination in the
3
Mexican Narrative.'"
El estudio que aquí presentamos trata las ideas de
Carlos Fuentes en cuanto concierne a la Revolución Mexicana
de 1910 y su posterior desilusión con el México posrevolu
cionario. Como puede verse, esta investigación se limita
a una porción de las ideas de Fuentes. Debido a su gran im-
iportancia en el mundo de las letras, Carlos Fuentes merece
i
jla atención de los estudiosos para cubrir otros aspectos
|literarios como lo ha hecho Richard Mark Reeve con su tesis
doctoral sobre la técnica narrativa de Carlos Fuentes.
Organización de esta disertación
La biografía de Carlos Fuentes que presentamos en
el segundo capítulo de este estudio es la más completa que
se haya escrito hasta hoy día. La vida de Carlos Fuentes
í
I
nos servirá para entender mejor a este escritor. Dentro de
la biografía se incluirá, por supuesto, una bibliografía
literaria de este autor mexicano. En este segundo capítulo
trataremos por primera y última vez ciertas obras, ya que
^Ibid.
j 9
j en realidad tienen poco o nada que ver con la Revolución
i
¡Mexicana.
i
I El tercer capítulo cubre la novela, Las buenas con-
ciencias en donde se discutirá a las familias de la bur
guesía provinciana en el centro ultra-conservador que es
Guanajuato. En este capítulo se tratarán a "las familias
¡decentes" y sus actitudes.
i
El capítulo cuarto estará dedicado exclusivamente
a La región más transparente donde desfilan las diferentes
clases sociales de la capital mexicana; usamos como fondo
j
i
la Revolución Mexicana y la interpretación de los persona
jes de la novela ante este fenómeno.
Consideramos el quinto capítulo una especie de
i „
¡herencia de la Malinche ya que Artemio Cruz es el símbolo
¡prolongado de Doña Marina. En La muerte de Artemio Cruz
!
¡se ve al personaje todopoderoso que ha sabido utilizar a
la Revolución para beneficios propios; aunque esto se ve
¡en La región más transparente con Federico Robles, es aquí
¡
¡donde el tema se desarrolla más. Artemio es el hombre que
¡abre a México a las empresas extranjeras para que la patria
!
¡vuelva a ser violada.
Los diferentes aspectos de la Revolución Mexicana
en Cambio de piel quedarán de manifiesto al discutir esta
10
obra en el capítulo sexto de este estudio? sin embargo se
hará hincapié en lo que consideramos el desarrollo y sub-
desarrollo de los "dos Méxicos."
Finalmente en el séptimo y último capítulo hacemos
conclusiones de las ideas discutidas en los primeros seis
capítulos, haciendo hincapié en lo que concierne a la desi
lusión de la Revolución Mexicana de 1910.
Fuentes informativas
Para el desarrollo de este estudio hemos utilizado
esencialmente todas las novelas y cuentos de Carlos Fuentes
que han sido publicados; igualmente hemos estudiado cuantos
artículos y ensayos escritos por Fuentes nos ha sido posible
conseguir. Hemos asimismo consultado artículos sobre el
novelista mexicano y su obra así como algunas tesis de
maestría que sobre él se han escrito; también hemos empleado
la tesis doctoral de Richard Mark Reeve.
Además tuvimos el placer de entrevistar a Carlos
Fuentes en Cuernavaca, México el 27 de agosto de 1969, con
relación al estudio que de él presentamos.
La entrevista que le hicimos a Carlos Fuentes la
presentamos en el apéndice de este estudio.
I CAPITULO II
i
VIDA Y OBRA
I
i
| i
j - Este capítulo está constituido por una recopilación j
¡de datos biográficos de Carlos Fuentes basados principal
mente en una entrevista nuestra con Carlos Fuentes; la tesis|
¡doctoral de Richard Mark Reeve;'*’ el ensayo de Luis Harss,
^ 2 '
!"Carlos Fuentes o la nueva herejía"; se utilizaron además !
i j
l i
¡varias entrevistas al autor como por ejemplo la de Emmanuel j
jCarballo que apareció en Diecinueve protagonistas de la
¡literatura mexicana del siglo XX; también nos fue bastante
i
¡útil una conferencia que dió Fuentes en el Palacio de Bellas
¡Artes y que apareció en Los narradores ante el público.
¡Utilizamos varias historias de literatura, así como artícu-
I
¡los referentes al autor. Además hemos hecho algunas
!
! l"The Narrative Technique of Carlos Fuentes: 1954-
¡1964" (tesis no publicada escrita para el departamento de
¡español de la Universidad de Illinois, 1967).
¡ 2
! Este ensayo se encuentra en Los nuestros (Tercera
¡ed.; Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1969), pp. 338-
380.
11
I interpretaciones de dos de sus novelas que indudablemente
i
i contienen aspectos autobiográficos, las obras son Las buenas
í
¡conciencias, y Cambio de piel. Para hacer estas conclusio-
I
¡nes es necesario determinar cuales personajes de las novelas
¡son en realidad autobiográficos; además se debe distinguir ¡
i
i i
jentre los que verdaderamente está encarnado de Fuentes y lo ¡
jque es ficción. Dentro de la biografía presentamos tanto el
sentir político de Carlos Fuentes como las influencias que
¡ !
ha recibido en su carrera literaria; presentamos como parte !
í
i
final de la vida del autor una bibliografía literaria con !
j i
¡algunos de sus futuros planes literarios. La siguiente i
¡parte del capítulo está compuesta por análisis de varias de I
, i
lias obras de Fuentes incluyendo novelas, dramas, cuentos
i
jy ensayos. Mencionamos brevemente varias de sus obras más
¡importantes ya que serán tratadas más detalladamente en
|
capítulos subsiguientes; estas obras son las novelas La
región más transparente, Las buenas conciencias, La muerte
1
de Artemio Cruz, Zona sagrada, y Cambio de piel; y el cuento
i"El costo de la vida," de Cantar de ciegos.
j
i Biografía
j
Cualquier biografía sobre Carlos Fuentes tiene que
ser necesariamente incompleta ya que es todavía bastante
13
joven al contar con sólo cuarenta y dos años de edad. Ade
más no se ha escrito nada en detalle sobre la vida del
autor el ensayo más extenso que hasta la fecha se ha publi
cado es el ya mencionado de Luis Harss.
Cierta información de interés biográfico se en-
3
cuentra en la tesis de maestría de George E. Maynes; entre
otras cosas, tocante a la infancia de Fuentes, nos hace
saber que:
Carlos spent his infancy in Rio de Janeiro until
1932 when his father was transfered to Washington D.C.
It was in this capital that Fuentes began his formal
education at Cook Public School.^
Maynes menciona en lo referente a la curiosidad literaria
de Fuentes que:
It is said that the boy's interest in literature
was aroused early in life since even before he could
read he was fond of leafing through books in his
father's library when his parents were out of the
house.^
3
"The Corruption of the Mexican Society as Seen by
Carlos Fuentes" (tesis no publicada escrita para el departa
mento de español de Texas Western College, El Paso, Texas,
1964).
4
Maynes, "The Corruption of Mexican Society as Seen
by Carlos Fuentes," citado por Reeve, "The Narrative Tech-
nique," p. 32.
5
Ibid., pp. 32-33.
14
En 1941 la familia Fuentes partió a Chile ya que el jefe
¡
jde la familia había sido asignado a la capital chilena en
i
t
¡donde Carlos Fuentes estudió en el Colegio Grange. Su
i
jpadre fue transferido a la Argentina en 1944 y sobre esto
¡Maynes nos dice:
i i
i
With his father's transfer to Buenos Aires in 1944, ¡
Carlos encountered difficulties in having his Chilean ¡
studies accepted in Argentina. Private tutors were
¡ employed for a time but eventually Carlos and his
sister Berta were sent to México to continué their
€\ í
¡ education. j
|
Carlos Fuentes es hoy día uno de los grandes lite- j
j !
¡ratos no sólo de México o de Latino América sino de las !
7 '
|letras mundiales. Nació el 11 de noviembre de 1928, pero ¡
¡ i
¡su niñez la pasó en diferentes ciudades de América como
¡Río de Janeiro, Santiago de Chile, Quito, Montevideo,
^Buenos Aires y Washington. Vivió en estas ciudades debido
i
¡a que su padre, Rafael Fuentes, ha trabajado por cerca de
¡40 años en el cuerpo diplomático mexicano y es hoy día
i
|embajador de México en Portugal; anteriormente lo fue en
| 6Ibid., p. 33.
! 7
j Algunos críticos citan la fecha de nacimiento de
¡Carlos Fuentes equivocadamente ya que no nació en 1929 sino
¡en 1928. Durante la entrevista con Fuentes le preguntamos
en cuanto al año de su nacimiento y nos dijo en una forma
muy simpática que no se quitaba la edad y que en realidad
había nacido en 1928 (ver infra, apéndice, p. 315).
15
Roma y en La Hague. Debido a su formación un tanto nómada
!se puede creer que Fuentes perdió ciertas raíces pero a la
|
jvez esto lo ha llevado a tener perspectivas verdaderamente
juniversales como lo es especialmente su novela Cambio de
|piel. Ve por medio de esta universalidad la verdadera
l
realidad mexicana de una manera objetiva como es la de
presentarnos los dos Méxicos que se desarrollan paralela-
!mente.
¡ Sobre el árbol genealógico de Fuentes, Luis Harss
i
|nos dice:
Los antepasados alemanes y canarios de Fuentes ya
! trotaban mundos. Entre ellos, por el lado paterno,
S figuraba un bisabuelo de Darmstadt, socialista
! lasalliano que se exilió bajo el régimen de Bis-
! marck y desembarcó en México en 1875 para plantar
j café en Veracruz. Su hijo se hizo banquero y cuando
¡ lo desalojó la Revolución se mudó a la capital. Por
j el lado materno Fuentes recuerda a un abuelo que era
j comerciante en el puerto de Mazatlán. Su mujer
| era inspectora de escuela. "Una típica souche petite
: bourgeoisie," dice Fuentes alegremente refiriéndose
a su genealogía.®
¡ Fuentes ha recibido una brillante educación en las
¡mejores escuelas del continente americano, por ejemplo
I
estudió en el famoso Colegio Grange de Chile; así como en
las instituciones europeas como en Ginebra, Suiza donde
g
Los nuestros, p. 343.
16
se doctoro en derecho internacional. Fuentes es un verda
dero políglota ya que además del español domina el ingles,
!
|idioma que aprendió desde niño cuando vivió en Los Estados
'Unidos; también habla francés con facilidad. La influencia
I
!de estas lenguas se refleja en sus escritos ya que en
varias ocasiones usa palabras y hasta oraciones y párrafos
en idiomas extranjeras.
En cuanto a la forma en que Fuentes empezó a apren-
jder francés Harss nos dice:
| El francés, que maneja menos bien [que el inglés], lo
fue recopilando en sus lecturas, a partir de 1950
cuando acometió la Peau de Chagrin de Balzac con un
¡ diccionario en alta mar, navegando hacia Europa.^
j
! Mientras estudiaba en Europa derecho internacional
¡
1
jfue agregado cultural de la embajada mexicana así como
] miembro de la delegación de México en la Oficina Inter-
i
¡nacional del Trabajo. De regreso en México colaboró con
i
ensayos en la Revista de la Universidad de México además de
¡ocupar algunos puestos burocráticos. En la Universidad de
iMéxico trabajó como jefe del Departamento de Relaciones
I
!
¡Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores. En 1954
i
!se publicó la colección de cuentos Los días enmascarados;
^Ibid., p. 344.
17
así que para cuando se recibió de abogado en 1955 ya había
i
j
¡entrado de lleno a la literatura. Fue uno de los funda
dores de la Revista Mexicana de Literatura»
... cuyos principios editoriales han reflejado siempre
! su convicción de que la disciplina es el nombre coti-
j diano de la creación y de que una cultura sólo puede
; ser provechosamente nacional si es generosamente uni
versal. ^
En esta revista imprimió dos segmentos de novelas que iban
a ser publicadas posteriormente pero que nunca aparecieron.
¡Los fragmentos son "La tarde" y "Palabras del escritor"
J
|respectivamente de las novelas Guadalupe Villegas y La
patria de nadie. ^
!
j Carlos Fuentes tiene su residencia permanente en la
I
¡Ciudad de México con su hija Cecilia y su esposa Rita
Macedo; sin embargo hay que clarificar que Fuentes ha radi-
i
|cado por largos espacios de tiempo en distintas capitales
|
!europeas, especialmente en París y Londres. Fuentes nos
i dice:
Vivo en un caserón de San Angel, propio de una novela
; de Emily Bronte, con escotillones, escaleras de cara-
¡ col, máscaras de piedra y chimeneas feudales. Con mi
^Revista Mexicana de Literatura, Nos. 8-9 (febrero-
marzo de 1960), pp. 13-21.
18
j hija, una niña de tres años [en 1965] que parece anun-
I ció de la sopa Cambell [sic], y con mi mujer.12
i
j Es interesante notar la condición física de Fuentes
!
¡al escribir la cual él mismo nos la describe:
| Todos los días le saco punta al lápiz, combatiendo
j contra una hipocondría que no alcanzo a resolver:
! escribo con los nervios del estómago y lo pago con una j
úlcera duodenal y una colitis crónica. Debo hablar de j
mi enfermedad, porque gracias a ella, a pesar de ella ¡
y en contra de ella escribo.13 |
¡ i
: ¡
i Esto nos recuerda indudablemente a Javier, uno de ¡
! ¡
jlos protagonxstas de Cambio de pxel, quxen sufre de una en- ¡
j fermedad similar a la de Fuentes así pues se pueden notar i
i !
¡similitudes entre el autor y su personaje en el cual refleja!
¡ j
I
¡notas autobiográficas como la de haber vivido en los Esta
dos Unidos.
En otra obra en que se refleja el propio autor es
jen Las buenas conciencias en donde vemos a un jovencito,
Jaime Ceballos, luchando entre dos mundos el de la burgue
sía de su familia y el de la realidad circundante; la
¡diferencia radica en que Jaime Ceballos sucumbe ante la
¡burguesía y se vuelve una persona de "buena conciencia"
12
"Carlos Fuentes habla de su vida y de sus libros,"
Siempre. 1, No. 640 (septiembre 29 de 1965), p. VII.
13Ibid., p. VIII.
19
mientras que Carlos Fuentes, en contraste, se libera y
actúa por sus propias convicciones. Veamos lo que dice
jFuentes en una entrevista con Emmanuel Carballo:
i
— Desde niño mi vocación fue la de escribir. Sen
tía la necesidad de oponer un mito personal, válido
para mí mismo, al mundo en que nací: el mundo de la j
i burguesía cristiana. Frente a los mitos impuestos
I desde afuera y desde arriba, quise crear mi propia
¡ mitología. Y esta mitología sólo podía realizarla por
j medio de palabras: escribiéndola.
I — ¿Hasta que punto tu obra es un intento de derri
bar ese mundo sólido de tu infancia y crear tu propio j
mundo? ¿Nunca fuiste un Jaime Ceballos? !
j
j — Estuve a punto de serlo, pero, ¿me salvé? Al- !
| guien dijo que era mi alter ego, que me cebaba contra ;
él porque era mi otra posibilidad. Y que al ser Jaime
i Ceballos lo que yo pude haber sido, le tenía rencor y
j odio. Quizá haya algo de cierto en ese juicio.^ í
| Durante la época en que escribió Los días enmasca
rados Fuentes sostenía una lucha interna consigo mismo por
! '
el peso burgués que llevaba sobre sus hombros pero al con-
itrario de Jaime Ceballos, Fuentes entra en lo que llegaría
!a ser su propio mundo. El propio autor expresa que:
1
! — Soportaba por esos años un terrible peso familiar,
! social y religioso que me inclinaba hacia la burguesía;
¡ como contrapeso, hice el juego a un mundo que, a la
Emmanuel Carballo, Diecinueve protagonistas de la
literatura mexicana del siglo XX (México: Empresas Edito
riales, S.A., 1965), p. 442.
20
postre, vendría a ser el mío. Tuve que optar. Y las
opciones se sucedieron una a otra, en cadena. La
etapa que recoge Los días enmascarados es el reflejo
del querer mantener lo mejor de ambos mundos. A la
larga esta situación se torna insostenible. Tienes
que optar por el cielo o por el infierno.
— ¿Y por cuál optaste?
— Por el infierno, que es mucho más divertido.
i r
Allí está toda la gente más agradable. 3
Carlos Fuentes vive completamente de su trabajo
|
i como escritor; su pluma cubre todo género literario: el
cuento, la novela, el drama, el ensayo, el artículo, y
hasta guiones cinematográficos como por ejemplo el de la !
¡película Pedro Páramo basada en la novela del mismo nombre, j
| I
| Además:
Ha colaborado con Abby Mann en una versión cinemato-
j gráfica de Los hijos de Sánchez, y con Buñuel ha
¡ adaptado a la pantalla El acoso de Carpentier. Re-
| cientemente, con una pequeña vanguardia de artistas
! jóvenes, entre ellos el conocido ilustrador José Luis
| Cuevas, ha ensayado el cine experimental, un movi-
! miento recién nacido en México que cuenta con la
' pericia de un grupo de técnicos en rebelión contra la
I notoria tiranía comercial del Sindicato de Productores.
I Fuentes ha contribuido con guiones, uno que otro deri
vado de sus propios cuentos.^
Fuentes se expresa en lo referente a sus ingresos
I
de la siguiente forma:
15Ibid., p. 443.
16
Harss, Los nuestros, pp. 344-345.
21
Vivo, en cierta medida, de una ya larga colabora-
i ción con Manuel Barbachano Ponce en los meandros del
¡ cine; en medida mayor, de escritos en publicaciones
norteamericanas, inglesas, francesas y alemanas que,
por un solo artículo, pagan más que la edición entera
de una novela en México; y, en máxima medida de mis
libros, cosa que no es difícil con ediciones perma
nentes en Nueva York, Londres, París, Milán, Amsterdam,
Estocolmo, Copenhague, Oslo, Helsinki Stuttgart, Berlin
| Oriental, Zagreb, Praga, Varsovia, y Moscú. 7
Como puede verse sus obras han sido traducidas a
varias lenguas y su novela Cambio de piel apareció simul
táneamente en inglés e italiano, aun antes de publicarse en
español. A propósito de esta novela fue premiada en España ¡
¡con el Premio Biblioteca Breve; cabe además mencionar que
|esta obra originalmente iba a aparecer bajo el título de
i
I
i El sueño pero el autor decidió cambiarlo a Cambio de piel.
Política
Políticamente Carlos Fuentes se sitúa a la izquierda
|y como se verá posteriormente en este mismo capítulo, al
jtratar la revolución de mayo en Francia, es en realidad un
¡revolucionario heterodoxo. Sus propias ideas lo demuestran
jal expresar en una conferencia en el Palacio de Bellas
j
jArtes:
17
"Carlos Fuentes habla de su vida y de sus libros,"
p. VII.
22
Pero la revolución permanente es sólo la heterodoxia
permanente no el momento luminoso y total pero aislado
| y condenado, entre dos ortodoxias; la revolución perma-
j nente es la conquista diaria del margen excéntrico de
¡ la verdad, la creación, la duda, el desorden que pode
mos oponer al orden ortodoxo.18
Fuentes sin embargo no se adhiere a ninguna doctrina esta-
¡
¡blecida ya que su ideología está basada en un socialismo
í
|revolucionario y permanentemente cuestionable cosa que
j
¡hasta la fecha no se ha logrado en ninguna parte de este
1 i
mundo; es pues Fuentes un libre pensador. Luis Harss ha
escrito:
i En la política está con la izquierda— es amigo de !
| Mailer y gran admirador de C. Wright Mills, "la verda- j
¡ dera voz de Norteamérica," simpatías que le han eos- !
i tado más de una visa para los Estados Unidos— , pero
i como libre pensador, no como agente publicitario para
ninguna doctrina particular.18
Fuentes pone de manifiesto algunos de sus senti
mientos en lo que se refiere a Cuba, Vietnam y el periodismo
!
I (si se le puede llamar así) en México.
I
| Ellos [los funcionarios del Departamento de Estado
j de los Estados Unidos] saben que mi oposición a la
i invación de Cuba perpetrada por Kennedy en 1962 es
! idéntica a mi oposición a la guerra criminal de Johnson
en Vietnam hoy. Ellos saben que mi solidaridad con la
18
Ibid., p. VIII.
19
Harss, Los nuestros, p. 345.
23
Revolución Cubana es hoy la misma que en los momentos
de la Bahía de Cochinos. Y ellos saben que mi oposi-
I ción no obedece a una consigna de partido» sino a una
í convicción personal a favor de algunas cosas muy
| sencillas: la no intervención y la libre determinación
j de cada país.
! Si en todo esto coincido con los comunistas, mejor
que mejor: me sentiré menos solo. Y si defender estos
I principios significa ser comunista, prefiero esta j
| designación y no la que, en nuestro país considera
"patriotas" a los periodistas y demás "fuerzas vivas"
que practican la acrobacia y la demagogia cotidianas
para no perder su miserable lugar en la pirámide toto-
naca.
i Como puede verse Carlos Fuentes sostiene que no j
I
pertenece a ningún partido sino que es un libre pensador |
j
i que sabe formarse sus ideas y que se da cuenta de la sitúa- !
; i
¡ i
ición política de los países que menciona. En cuanto al ¡
i
¡periodismo en México se refiere, es obvio que lo detesta
l
pero veamos que más expresa en cuanto a la prensa mexicana:
' No hablo sólo por mí. Hablo por el respeto que
i los escasos escritores mexicanos, independientes merecen
í de parte de la canalla de lambiscones, maromeros y
■ oportunistas auténticos que han convertido el perio-
¡ dismo mexicano en uno de los más pobres y risibles del
! mundo.^
¡ 20
| Entrevista de Alberto Díaz Lastra con Carlos
¡Fuentes, "La definición literaria, política y moral de
¡Carlos Fuentes," Siempre.', No. 719 (abril 5 de 1967),
ip. VII.
i
: 21
¡ Ibid. Es de mencionar que Fuentes hizo estas
¡declaraciones como autodefensa de un ataque de un editorial
anónimo del periódico El Heraldo.
| 24
En relación a la prensa y la Revolución Mexicana
jLázaro Cárdenas expresó que: "Es una ironía que la Revolu-
|ción Mexicana haya conquistado la libertad de prensa y que
Ihoy la llamada 'gran prensa' impida la libertad de expre-
I , 22 i
Isión." Es verdaderamente desilusionante que la situación
|
en México esté llegando a ser idéntica a lo que era bajo el
i
jporfirismo.
i En cuanto a sus ideas que tratan sobre la Revolu- ¡
i
ción Cubana, Puentes expresa:
Al cabo debemos ver a la revolución cubana como
¡ un éxito, como una revolución que ha triunfado, que
¡ está en el poder y que se va a quedar en el poder,
porque ya es un hecho afincado con obras, con la sola-
ridad de su propio pueblo: es un fenómeno irrevisible. \
i
Tanto las simpatías de Fuentes como su defensa de
Latino América ante el imperialismo norteamericano han dado
|como resultado la negación de visas para entrar a los Esta-
¡ dos Unidos pero a pesar de esto ha. logrado obtener permisos
i
i
Ipara visitar este país. Las negativas estadounidenses para
Jadmitir a Carlos Fuentes como visitante de los Estados
j _______________________
22
Carlos Fuentes, "Cárdenas: diez instantáneas,"
Siempre.', No. 907 (noviembre 11 de 1970), p. VII.
í
23
Entrevista de Díaz Lastra con Fuentes, "La defi
nición literaria, política y moral de Carlos Fuentes,"
p. VII.
25
Unidos se deben principalmente al ex-embajador, en México,
iThomas C. Mann. Fuentes nos lo hace saber a su manera:
¡
i
j La verdad es que, una vez que el ex-embajador
| Thomas C. Mann, a fin de impedir mi aparición en un
I debate televisado de la NBC, me clasificó como "peli-
¡ gro comunista" para los efectos migratorios de la ley
| McCarran Walter, los presupuestos de esa ley, en su
| aplicación individual a mi persona, tendría que dedi
carme— y ésta es la previsión de la propia ley— ,
durante cinco años consecutivos a comprobar, mediante
mis palabras y mis actos, mi "devoción a la causa del
anticomunismo," devoción que deverá ser atestiguada
I por "personas honorables," por ejemplo, por mi "obispo
local." Puesto que carezco de obispo local y no estoy
dispuesto a emplear cinco años o cinco minutos en
tareas anticomunistas impropias de mi condición, edad
y sexo, sigo condenado, ad aeternitatem, a figurar en
j el librito negro con el que la policía migratoria
| norteamericana recibe a los huéspedes indeseables.
¡ Aunque ha sido acusado de comunista en diversas
í
ocasiones Carlos Fuentes no ha aceptado que se le catego-
rice de tal manera; por lo tanto él mismo se considera
!izquierdista y en contra de la derecha pero no por eso
i
i
!comunista, sino en favor de la libre determinación de los
i
i pueblos. Veamos lo que dice en cuanto a la invasión de la
Bahía de Cochinos y el comunismo:
! ... resulta que los funcionarios del Departamento de
| Estado, al contrario del menguado editorialista de
! El Heraldo, saben que yo no he dado ninguna maroma.
24
Ibid., p. VI.
26
Ellos saben que mi solidaridad con la Revolución Cubana
es hoy la misma que en los momentos de la Bahía de
i Cochinos. Y ellos saben que mi oposición no obedece
a una consigna de partido, sino a una convicción per
sonal a favor de algunas cosas muy sencillas: la no
intervención y la libre determinación de cada país.^
A pesar de estas disposiciones Fuentes ha logrado
viajar a los Estados Unidos por presiones de amigos suyos
a la burocracia estadounidense.
... gracias a la acción sostenida de múltiples amigos
míos, artistas, escritores, cineastas, editores y
periodistas de la magnífica comunidad intelectual de
los Estados Unidos, cuya capacidad para presionar a una
burocracia esclerótica resulta, a la luz de la realidad
mexicana, ejemplar.
Sin embargo durante sus cortas visitas a los Estados
Unidos ha sido vigilado muy de cerca por agentes federales
estadounidenses. Al hablar sobre una estancia limitada en
Nueva York, Fuentes nos lo hace saber así:
Y Norman Mailer, pugilista existencial, de mirada azul
y burlona y pelo alborotado, mientras corremos en su
auto, como los policías de Mack Sennet, por las calles
de Nueva York para evadir a Humphrey Bogart— trinchera
amarilla, sombrero de fieltro de ala caída, cigarrillo
en la esquina de la boca— que me asignara la FBI durante
una visita limitada a cinco días y a la isla de Man
hattan. ^
O K o/!
Ibid., p. Vil. Ibid.
27
"Carlos Fuentes habla de su vida y de sus libros,"
p. VI.
27
El 22 de febrero de 1969 se le negó a Carlos Puen
tes hasta simplemente desembarcar del buque turístico
Virginia de Churruca, para dar un vistazo en Puerto Rico
en su paso hacia México procedente de Barcelona. Esta
acción del gobierno de los Estados Unidos ha causado fuer
tes críticas de parte del senador J. William Fulbright
quien ha catalogado a este incidente así: "certainly no
contribution toward winning friends in the intellectual
28
community of Latin America. 1 1 Además otros grupos de
literatos se han unido al senador Fulbright. "American
P.E.N. has deplored the immigration officials' actions and
has affirmed its support for Mr. Fuentes. The Authors
League has called the incident 1shocking and reprehen-
29
sible.'" Carlos Fuentes explicó que fue tratado por los
oficiales de emigración como si fuese un criminal: "In a
letter made public by his literary agent, Cari Brandt,
Mr. Fuentes said that immigration officials had torn up his
30
transit card and treated him like a common criminal."
28
R. H. S., "The Fuentes Case," Publishers' Weekly,
March 17, 1969, p. 37.
29^.^
Ibid.
30
"Carlos Fuentes Barred Admission to U.S.," Pub
lishers 1 Weekly, March 10, 1969, p. 52.
28
No es sorprendente pues que Fuentes demuestre su
¡antiyanquismo tanto en su obra literaria como en sus ar-
|
jtículos o entrevistas. El novelista resume su sentir en
¡una frase que es en verdad muy cierta:
| Mi oposición a la política imperialista norte
americana, más que de otra razón, deriva de esta: de
que los Estados Unidos siguen siendo el factor que
anacroniza nuestras vidas y nuestros problemas, el
apoyo visible a las viejas estructuras y a sus repre
sentantes que sin el respaldo del gobierno de Washing-
| ton, se desplomarían, no resistirían la insurrección
popular o la presión social progresiva.^
Influencias
En cuanto a las influencias literarias que ha tenido
¡Fuentes son múltiples, tanto en el nivel nacional como en
el internacional. Los autores que Fuentes reconoce como
¡sus principales influencias son Alfonso Reyes, Salvador
1
¡Novo y Octavio Paz. Fuentes nos lo hace saber de la si-
Iguiente forma:
■ Pero no hay libro huérfano, y a la hora de los
reconocimientos, creo que son tres los escritores mexi-
¡ canos que continuamente han flotado sobre mi máquina
| de escribir. En primer lugar Alfonso Reyes. Reyes
I libró la guerra contra el chovinismo estéril con el
31
"Carlos Fuentes habla de su vida y de sus libros,"
p. VIII.
29
argumento de que una cultura sólo puede ser provechosa
mente nacional si es generosamente universal. Primer
arquitecto de la literatura moderna en México, practi
caba lo que decía: en su obra y en su persona. 2
Al tratar sobre Salvador Novo, Fuentes nos dice:
Pocas lecturas me han importado más que las de los
ensayos profanos de Salvador Novo, que pusieron de
cabeza a la solemnidad mexicana. ... Creo que Novo puso
a hacer gimnasia el rígido lenguaje decimonónico de
nuestra prosa; ofreció la primera imagen moderna de
nuestra vida urbana.^3
El lenguaje es una de las preocupaciones más impor
tantes de Carlos Fuentes ya que al igual que otros escri
tores latinoamericanos contemporáneos como Vargas Llosa,
García Márquez, y Cortázar está creando un nuevo lenguaje
que es en sí revolucionario para expresar a Latinoamérica
y en el caso de Fuentes más específicamente a México. En
otra entrevista Fuentes agrega sobre Salvador Novo:
Entre los escritores mexicanos que han ejercido in
fluencia decisiva en mí se cuenta Salvador Novo. Las
razones son las que tú has expuesto. Novo es el escri
tor que moderniza en el más amplio sentido del idioma
la literatura mexicana. Es el hombre que le quita el
espadín y la borla a nuestras letras y les da una tona
lidad moderna, las lanza a una serie de aventuras in
sospechadas, las pone a hacer gimnasia. En la lectura
32
Una conferencia que dio Carlos Fuentes en el
Palacio de Bellas Artes apareció más tarde en Narradores
ante el público (México: Joaquín Mortiz, S.A., 1966),
pp. 141-142.
^Ibid. , p. 142.
30
de libros como Return ticket y Continente vacío/ en
contré una intención gemela a la mía. Novo influyó y
dio impulso a mi preocupación básica de tomar el espa
ñol que se habla en México y convertirlo en otra cosa:
en algo que exprese certeramente a nuestro país, a su
gente y a su realidad.^4
Tocante a la influencia de Octavio Paz sobre Fuentes
l
l
|es simplemente palpable esto se nota particularmente en el
esfuerzo por asimilar intelectualmente el pasado de México
especialmente lo relacionado con lo indígena además de la
¡filosofía misma de Paz que se ve reflejada en la obra de
Fuentes especialmente en Los días enmascarados, y en La
¡región más transparente, en donde vemos al personaje Zama-
¡cona llevando bajo el brazo El laberinto de la soledad.
i
i El reconocimiento de Fuentes hacia Paz queda expre-
!
sado así:
; Pero de Paz, para regresar a la literatura, creo haber
aprendido que la novela es el encuentro de una visión
del mundo con su necesaria construcción verbal y que
un escritor huye de la seguridad para dar los saltos
mortales de la espontaneidad y la elaboración.
La amistad con Octavio Paz, y el contacto con su
j obra, fueron estímulos originales y permanentes de mis
! propios libros que tuvieron, asimismo, la fortuna de
i poder formar parte de una corriente viva: la que en
j la literatura mexicana inician Agustín Yáñez y Juan
Rulfo.
Carballo, Diecinueve protagonistas, p. 434.
35
Conferencia de Fuentes, Narradores ante el
público, p. 143.
31
En referencia a Octavio Paz y su influencia sobre
|La región más transparente ha declarado:
Se ha dicho y repetido que en esta novela soporto
el influjo de Paz. Lo confieso: se localiza en la
intención y en la intensidad de ciertas expresiones.
Nunca va más allá.36
| Internacionalícente Fuentes señala a Balzac, Dos
Passos, Faulkner, D. H. Lawrence, y Huxley como sus más
!notorias influencias. De Balzac nos dice:
i
Si he de hablar de influencias, Balzac en primer
término. No el Balzac de los manuales, sino el otro,
el verdadero, el gran perseguidor de las pasiones, de
la energía y de la voluntad, el Balzac que— para citar
i a Michel Butor— entregaba el espíritu del tiempo en vez
| de narrar penosamente los hechos conocidos, el Balzac
i que inventa el principio de la variación y de la ex~
¡ ploración sistemáticas de la forma novelesca, el Balzac
que conduce la realidad a su etapa de resistencia final
al lenguaje, el Balzac— añado— que hoy, muerta la
vanguardia, revive para decirnos que todos los estilos
de la novela están vigentes si son fieles a las premi
sas personales del escritor, y si revelan, a través de
| lo posible, lo real.37
j
! En relación a Dos Passos, Faulkner, y D. H. Law-
;rence, Fuentes habla sobre ellos refiriéndose especialmente
i
!
.en lo tocante a los tiempos:
¡ Yo estaba haciendo un juego de tiempos, y me interesa-
! ban mucho esos tres modos de verlos. Además de lo que
36
Carballo, Diecinueve protagonistas, p. 435.
37
Conferencia de Fuentes, Narradores ante el
publico, pp. 148-149.
32
toda mi primera novela tiene de muestrario, leía mucho
a Dos Passos como una posibilidad de dar en una novela
| mexicana un tiempo muerto. En Dos Passos todo fue.
Aun cuando él escribe en presente una cosa, sabemos
que fue. En Faulkner todo está siendo siempre. Aun
el pasado más remoto es un presente. Y en D. H.
Lawrence, lo que hay es este tono profético, de inmi
nencia. Está siempre arañando un futuro; está cargado
de futuro. Entonces yo muy conscientemente tenía esas
| tres influencias, por que eran tres tiempos que quería
yo imbricar y organizar y contraponer y mezclar en
La región más transparente.
í
| En una entrevista con Emmanuel Carballo, Fuentes
discute las influencias conscientes en la creación de la
novela La región más transparente. Además de Faulkner, Dos
iPassos, y Lawrence incluye a Huxley. Fuentes contesta,
|refiriéndose a las técnicas que lo han influido;
— Fundamentalmente son las de Faulkner, Dos Passos,
¡ Lawrence y Huxley: las cuatro grandes influencias que
admití conscientemente en la creación de esta novela.
— Tal como citas las influencias, toca turno a
Faulkner.
— Es el gran escritor del siglo XX que convierte la
novela en una búsqueda de la novela. En toda su obra,
lejos de existir categorías a priori, argumentos e
! intrigas a la usanza de la novela del siglo XIX, se
! encuentra una búsqueda incesante de la novela a través
| de la novela misma. La novela se va construyendo en el
| trascurso de la novela. Los personajes se están bus-
í cando continuamente, continuamente se están constru-
! yendo: no buscan su vida, su pasado, buscan su novela,
j Esa es, creo, la gran aportación de Faulkner.
— Viene, luego, Dos Passos.
38
Harss, Los nuestros, p. 361.
33
— Es ésta la influencia fundamental y, al mismo
tiempo, la más obvia. La lectura de Manhattan Transfer
me apasionó a los quince años. La trilogía USA obtuvo,
también, mi aprobación irrestricta. Dos Passos fue mi
biblia literaria. Al escribir una novela sobre nuestra
gran ciudad, me influyó naturalmente la técnica del
novelista norteamericano.
— Ahora Lawrence.
— Vi a Lawrence como el escritor capaz de llegar
al fondo de ciertas mitades oscuras, de ciertas noches
del alma, de ciertos sedimentos lodosos del hombre.
Como tales eran algunos de mis propósitos, no desatendí
sus enseñanzas.
— Cierra la lista, Huxley.
— Su influencia es un tanto malhadada. Es una in
fluencia intelectualizante, esnobista, que, sin embargo,
me pareció interesante en relación con el ser y el
habla de esa costra flotante de la ciudad de México
que se llama el set internacional, al que yo conocí
minuciosamente. Esas personas usan un argot "in
telectual" de referencias vagas, un tanto criminales,
aplicado a las letras y a los artes. Se trata de un
Huxley trasplantado de Inglaterra a México, con todo
lo que esto significa.
Fuentes considera que en el futuro Alejo Carpentier
influirá bastante en su obra en lo que al mito se refiere.
A través del mito, re-actuamos el pasado, lo reducimos
a proporción humana. Este es el sentido de las des
lumbrantes novelas de nuestro clásico moderno Alejo
Carpentier. Esta concepción va seguramente a influir
mucho más sobre otras novelas que voy a escribir en el
futuro.40
39
Diecinueve protagonistas, pp. 434-435.
40Rodríguez Monegal con Fuentes, "Situación del
escritor en América Latina," Mundo Nuevo, No. I (julio de
1966), p. 15.
34
Una de las grandes influencias en la obra de Carlos
Puentes ha sido y es el cine como ya ha quedado expresado
anteriormente al haber contribuido directamente con guiones
de películas además de ser un admirador de Luis Buñuel y
¡Orson Welles. Es tan grande la influencia del cine sobre
1
|Fuentes que decidió ser escritor desde niño cuando vio la
¡película "Citizen Kane," de Orson Welles. En la entrevista
!
!con Fuentes en Cuernavaca dijo:
| ... admito que decidí ser escritor el día que vi una
película que me conmovió, yo tenía doce o trece años,
| que fue "Citizen Kane" de Orson Welles. Recuerda
! usted que la unidad narrativa de esa película es dada
por una serie de entrevistas por un reportero a la
j gente que conoció al ciudadano Kane. Bueno hay also
i de esto en la figura de Ixca Cienfuegos.^
| Finalmente Fuentes ha sido influido por el gran
i
i
¡joven artista mexicano José Luis Cuevas; y lo manifiesta
! así:
1
¡ No quisiera terminar este Korán de los reconoci-
¡ mientos sin una referencia al más brillante artista
joven de México, sobre todo porque sentí la temática
i de su obra muy^cerca de mí durante la redacción de mi
¡ última novela.
I
i
I ...
!
¡ 4^Ver infra, apéndice, p. 310.
! 42
Conferencia de Fuentes, Narradores ante el
público, p. 144.
35
La biografía de Carlos Fuentes nos ha servido para
poder conocer mejor al autor mexicano y a la vez poder
interpretar y comprender mejor sus ideas. Además de que,
como dice Emmanuel Carballo:
De aquí en adelante, Fuentes como el México de
nuestros días juega a ser alternativamente' dependiente
y revolucionario, fiel a sus raíces y descastado,
orgullosamente viejo y coherentemente innovador. Fuen
tes ofrece la imagen de lo que somos y de lo que que
remos ser, de lo que hemos padecido y de lo que nos
falta por sufrir. 3
Obra
Carlos Fuentes nos hace saber que escribía desde
niño; en una entrevista con Emmanuel Carballo, Fuentes nos
dice:
Escribí desde muy niño. A los seis años redactaba
crónicas de viaje y cuentos de brujas y fantasmas.
El mundo de la segunda realidad siempre me ha apa
sionado, aunque a veces logre ocultarlo.^
Agrega al hablar con Luis Harss:
Yo escribo desde muy niño y tengo cosas publicadas en
Chile, por ejemplo, de cuando tenía doce o trece años:
cuentos en el Boletín del Instituto Nacional de Chile,
43
Diecinueve protagonistas, p. 447.
44
Ibid., p. 427.
36
en la revista del Grange de cuando yo estudiaba allí,
i etcétera.^
Jsin embargo Carlos Fuentes realmente inició su carrera
!
¡literaria en 1954 con la publicación de su primera colec-
|ción de cuentos, ^ Los días enmascarados.^ Después de
esta publicación hubo un largo intervalo hasta 1958 año que
marca la publicación de su primera novela La región más
48
transparente, que trata sobre la Ciudad de México. En
1959 apareció su novela de tipo galdosiano, Las buenas
49
conciencias, que trata la burguesía provinciana. Su
conocida novela sobre un oportunista de la Revolución Mexi-
! cana de 1910 que llega a ser "un gran chingón, 1 1 La muerte
' 50
‘de Artemio Cruz, fue publicada en 1962; en este mismo año
45
Los nuestros, p. 347.
46 . . .
Las notas a continuación, que se refieren a la
obra de Carlos Fuentes, hacen mención de las ediciones es
pecíficas que se usaron para las citas de esta disertación.
47
Los días enmascarados (México: Editorial Novaro,
1S.A., 1966).
I
i 4 8
! La región más transparente (Cuarta ed.; México:
¡Fondo de Cultura Económica, 1968).
I 4 9
j Las buenas conciencias (Primera reimpresión;
México: Fondo de Cultura Económica, 1967).
50
La muerte de Artemio Cruz (Segunda ed.; México:
Fondo de Cultura Económica, 1965).
apareció una pequeña obra maestra, la novela corta Aura.
37
51
En el año 1964 fue impresa su segunda colección de cuentos,
52 53
Cantar de ciegos. Zona sagrada, su quinta novela,
aparece en 1967 y es en este mismo año cuando surge su
novela más ambiciosa y en nuestra opinión la de más alcance
54 „ 55
universal, Cambio de piel. París la revolución de mayo
es el título de un ensayo importante sobre los aconteci
mientos estudiantiles y del proletariado ocurridos en Fran-
¡
Icia en 1968, año de la publicación de este ensayo. La
j
¡nueva novela hispanoamericana,^ una colección de ensayos
i
i
sobre la novela actual de Hispanoamérica, es impresa en
1969. El año 1969 también señala la publicación de Cumple
años, ^ su novela más corta con la excepción de Aura. Es
51
1 Aura (Tercera ed.; México: Ediciones ERA, 1966).
i
' 5 2
¡ Cantar de ciegos (Tercera ed.; México: Joaquín
¡Mortiz, S.A., 1967).
I ^ Zona sagrada (Segunda ed. ; México: Siglo XXI Edi
tores, S.A., 1967).
i
| 54.
i
Cambio de piel (Segunda ed.; México: Joaquín Mor-
¡tiz, S.A., 1968).
55
París la revolución de mayo (México: Ediciones
ERA, 1968).
56
La nueva novela hispanoamericana (México: Joaquín
Mortiz, S.A., 1969).
57
Cumpleaños (México: Joaquín Mortiz, S.A., 1969).
en 1970 cuando una colección de ensayos de diferentes años
I
¡es impresa en conjunto bajo el título de Casa con dos
58 _ ,
puertas. Finalmente en este mismo ano 1970 se escn-
59
bieron sus primeros dos dramas Todos los gatos son pardos
y El tuerto es rey.^
¡
En cuanto a los escritos futuros de Fuentes se
jrefiere diremos que el propio escritor ha dicho estar pre-
I
¡parando una novela que se intitulará Los años por venir y
que será traducida al inglés con el título The Years to
Come. Inmediatamente después de terminar su novela Cambio
|de piel, Fuentes le comunicó lo mencionado a Sam Hileman,
i
I
|su traductor al inglés al cual le hace saber que la obra
i será bastante larga. "I'm now well into the planning stage
of THE YEARS TO COME. That is about 1,000 pages."61
58
Casa con dos puertas (México: Joaquín Mortiz,
S.A., 1970).
! 59
I Todos los gatos son pardos (México: Siglo XXI
|Editores, S.A., 1970).
í 60
i El tuerto es rey (México: Joaquín Mortiz, S.A.,
|1970).
i
I 61
í Carta personal de Fuentes a Hileman, París, 5 de
!febrero de 1967. Esta es además la fecha en que da por
¡concluida su novela Cambio de piel. Sam Hileman Papers
(MSS of Carlos Fuentes1 novéis translated into English,
also personal letters, Special Collections, University of
California, Los Angeles).
39
En marzo de 1967 Puentes se encontraba en París,
en donde en una entrevista con Alberto Díaz Lastra mencionó
su futura novela, además de hablar de sus planes para visi
tar México, "En todo caso, cuando regrese a nuestro país
iré a vivir a los lugares que necesito y me gustan. Michoa-
cán y Veracruz me harán falta para Los años por venir,
6 2
Morelos para otro proyecto." Esto lo hizo en febrero de
i 1969, y radicó allá por más de un año; en abril de 1970
partió hacia Europa nuevamente para asistir al estreno de
su primer drama, El tuerto es rey, en París, Londres y
i
I
¡Zurich.
| Según José Luis Cuevas, Fuentes publicará proxima-
! mente un libro intitulado Las viejas. Cuevas lo menciona
i
í
jal decir que prepara unos dibujos para esta obra; "... los
i
¡dibujos que ya empecé, para un libro de Carlos Fuentes
¡
i „ 63
i'Las viejas,' que editara ERA."
6 2
j Entrevista de Díaz Lastra con Fuentes, "La defi-
jnición literaria, política y moral de Carlos Fuentes,"
!p. IV. El proyecto a que Fuentes alude, en esta cita, es
!el de escribir una novela sobre Zapata. Durante la entre
vista con Fuentes, en Cuernavaca, dijo que precisamente esa
era la razón por la cual se encontraba allí (ver infra,
apéndice, p. 316.
' 6 3
"¿Usted también votó por Cuevas?" (una encuesta
de Margarita García Flores? [sic] ) , Siempre. 1, No. 899
(septiembre 16 de 1970), p. V.
40
En una encuesta, Federico Campbell implica que
Fuentes pronto publicará otra novela intitulada Tántalo.
"En la colección Novelistas Contemporáneos Carlos Fuentes
64
dará a conocer su más reciente novela: Tántalo."
Desde hace ya algunos años Fuentes tiene pensado
i
I
escribir una novela sobre Zapata y que posiblemente se
intitulará Héroe sin vida. Al preguntarle Emir Rodríguez
¡Monegal sobre esta obra en una entrevista Fuentes le con
testó:
Tengo que llegar a ella pero no le encuentro el
modo todavía. Tengo la idea. No será una novela sobre
Zapata en el sentido tradicional; será una novela, casi
de un lirismo objetal frente al mundo que rodea a
Zapata en ese último día de su vida, nada más; pero
no encuentro aún los procedimientos para entrar a la
novela. Espero llegar algún día.^
El escuchar esta respuesta Rodríguez Monegal se
acuerda de un párrafo resumiendo la novela. "Recuerdo una
especie de sumario redactado por ti en un solo párrafo
I
'brillante, que se publicó en un folleto del Fondo de Cul-
I 66
i tura Económica hace más de un año."
64
"Lo que espera al lector en 1971," Sxempre.,
No. 918 (enero 27 de 1971), p. VII.
^"Situación del escritor en América Latina," p. 15,
^Ibid.
41
El párrafo al que se refiere Rodríguez Monegal lo
i
I
j reproducimos a continuación por su belleza en verdad
¡
jlírica.
I
La novela relata el último día de vida de Emiliano
Zapata, pero no como una crónica histórica, sino bus
cando la esencia de un día en la vida de un campesino
! y guerrillero que desconoce que durante esa jornada la
vida terminará. Escrita en un solo párrafo inin
terrumpido que ni siquiera encuentra el punto final
en la muerte, la novela pasa sin transición del flujo
interno de Zapata a la presencia del mundo objetivo
que le rodea y de nuevo a su interioridad, en un largo
río de horas que se inicia en el estado de semiconcien-
cia del hombre que despierta, asalto todavía por sus
sueños, y descubre el mundo exterior de la mañana: los
ruidos, los olores, la presencia cotidiana de aves y
árboles, tierra y comida, río y sol. Sus actos físi
cos, sus conversaciones, su memoria, su sentido de
¡ presencia sobre la tierra, las sensaciones inmediatas
i de la naturaleza, los actos de montar a caballo, orde
nar los movimientos de tropas, conversar con los otros
jefes, escuchar las quejas de los campesinos, dudas de
la invitación de Guajardo para encontrarse en Chinameca,
convencerse al saber que Guajardo ha luchado contra los
¡ carrancistas en Jonacatepec, cabalgar en el mediodía
! hacia el encuentro fatal en Chinameca, siguen la linea
| de las últimas horas de vida de Zapata pero rompen y
i detienen en el objeto externo o el instante interno
¡ que, misteriosamente, definen más esos últimos momentos
que toda la tragedia histórica. Sólo al entrar al
patio de Chinameca y caer acribillado, Zapata es tra
gado por la historia y convertido en un héroe: un
sacrificio más en México y de México. Toda la novela
¡ la conduce a ese sacrificio, gracias al cual el hombre
j se convierte, gracias a la muerte, en un héroe. "En
¡ México no hay héroes vivos.
67
Reevé, "The Narrative Technique of Carlos Fuentes:
1954-1964, ■ ' p. 84, citando a "Anonymous Review El héroe sin
vida, La Gaceta, [suplemento] No. 11 (primer trimestre,
1964), p. 7." Sin embargo, como se puede ver en esta nota
42
Cuento
Los días enmascarados
El primer libro de Carlos Fuentes, Los días enmas
carados, consiste en un grupo de seis cuentos, fue publi
cado en 1954. Los títulos de los cuentos son: "Chac Mool";
j"En defensa de la Trigolibia"; "Tlactocatzine, del jardín
i de Flandes"? "Letanía de la orquídea"; "Por boca de los
dioses"? y "El que inventó la pólvora." En estos cuentos
¡Fuentes nos presenta un mundo de fantasía el cual se com-
i
ibina con el plano de la realidad. Emmanuel Carballo escri-
i
I
¡bió en 1955, sobre esta colección, lo siguiente:
| Los días enmascarados (1954), primer libro de
Carlos Fuentes, nos pone delante de un cuentista am
pliamente dotado, capaz de colocarse, en forma rápida,
1 entre los principales del país. No constituye una
i hipérbole afirmar que su autor fue la revelación más
{ importante del año que acaba de transcurrir: tiene
sentido de la proporción, del diálogo; sabe pintar,
(número 107 de la página 94) de la obra de Reeve, el su-
¡mario apareció como anónimo; pero el diálogo de Rodríguez
¡Monegal con Fuentes clarifica quien es el autor de ese
!resumen; además de que el estilo y expresión es inconfun-
jdiblemente de Fuentes. De que se trata del mismo extracto
¡en ambos casos no hay duda puesto que Reeve nos ha dicho en
!la página 84 de su estudio: "The publishing house of Fondo
de Cultura Económica printed a brief summary of the novel,
which they thought was to appear shortly." Reeve procede a
reproducir el sumario que nosotros a la vez hemos duplicado.
43
en unas cuantas frases una situación, un personaje?
posee la facultad de contar una historia, de urdir una
trama, de combinar el plano de la realidad con el de
la más pura fantasía.®"
En estos cuentos se encuentran temas que más tarde
I
j Fuentes desarrolla en su obra. Temas como el del México
|
|pre-histórico que en la actualidad continúa vigente en
nuestro siglo; esto queda tratado escencialmente en "Chac
Mool," en "Por boca de los dioses"; el tema del amor a
¡través del tiempo es expresado en "Tlactocatzine, del
jardín de Flandes" este tema casi idéntico queda reflejado
i posteriormente en la novela corta, Aura, Fuentes comenta:
i Es un texto importante no sólo dentro de Los días
| enmascarados, sino en el conjunto de mi obra y mis
i preocupaciones. En él intento recrear la historia, sin
| caer en los vicios propios del reportaje sobre el pa-
| sado. El pasado aparece allí como nostalgia, como
| espíritu que actúa sobre el presente e influye en las
¡ proporciones, las texturas y el habla. Es un cuento
j sobre la perseverancia del amor a través de los años.
| Este tema lo vuelvo a tratar en mi novela corta Aura.
' El interés en la política es notorio especialmente
i
en dos de los cuentos: "En defensa de la Trigolibia," en
que por medio de "Nusitania” Fuentes parece simbolizar
i 68
I Emmanuel Carballo, "Los días enmascarados," Uni-
jversidad de México, IX, No. 7 (marzo de 1955), 4.
69
Carballo, Diecinueve protagonistas, p. 430.
44
a los Estados Unidos ya que convierten la política inter
nacional a la forma que más les conviene; interpretan la
jdemocracia a su manera. El autor considera "En defensa de
lia Trigolibia" al comentarlo que: "Es una especie de sátira
l
jsobre la retórica contemporánea. No posee otro sentido.
70
Esta retórica tiende a reducir las cosas al absurdo." En
"Letanía de la orquídea" Fuentes obviamente se refiere a lo
]acontecido a Panamá debido a la intervención de los Estados
!
ÍUnidos. Muriel, el protagonista, simboliza a su país; ya
¡que al cortarse una orquídea que le había crecido en la
! i
írabadilla, por el interés de ganar unos dólares vendiéndola,!
i !
¡muere y queda rajado en dos por la mitad, al igual que le
i
aconteció a Panamá con el Canal. "El que inventó la pól
vora, " consiste en una sátira de la sociedad materialista
i contemporánea ya que el principal objetivo del ser humano,
i
¡en esta obra, es el de producir, producir, y producir hasta
;llegar a tener como objetivo en la vida el de vivir para el
imaterialismo sin hacer otra cosa que trabajar sin descanso
¡y consumir ellos mismos lo que producen. La destrucción de
i
!la civilización es el resultado del materialismo en este
relato.
45
El cuento considerado el más importante de esta
colección es "Chac Mool," obra que da comienzo dentro de
un realismo que nos lleva del final al principio del cuento;
es aquí donde la realidad se vuelve fantasía. Veamos que
estimuló al autor para escribir este relato. En una charla
con Emmanuel Carballo Fuentes ha descrito el porque y como
nació "Chac Mool" de la siguiente manera:
— El "Chac Mool" surgió, como numerosas obras lite
rarias de una gacetilla de periódico. Una exposición
de arte mexicano visitó Europa en 1952. En ella figu
raba el Chac Mool, dios de la lluvia. Este, a su paso,
produjo tempestades y cataclismos. La gente le ponía
centavos en la barriga, e inmediatamente se desataba
una tormenta espantosa. Los datos de la nota roja
artística enfocaron mi atención en un hecho evidente
para todos los mexicanos: hasta que grado siguen vivas
las formas cosmológicas de un México perdido para siem
pre y que, sin embargo, se resiste a morir y se mani
fiesta, de tarde en tarde, a través de un misterio, una
aparición, un reflejo. La anécdota gira en torno a la
persistencia de nuestras viejas formas de vida.7^
Argumento de "Chac Mool"
El cuento da comienzo con la siguiente noticia:
72
"Hace poco tiempo, Filiberto murió ahogado en Acapulco."
El narrador amigo de la víctima, quien lleva el cadáver a
71Ibid., p. 428.
72 *
Fuentes, Los días enmascarados, p. 15.
46
la ciudad, presume que Filiberto se ahogó debido a la im
prudencia. Después vamos conociendo como había sido el
protagonista, por medio de unos apuntes que había dejado.
Sobre esto Emmanuel Carballo nos dice:
Lo que más luz arroja sobre el desenlace son los "apun
tes" del propio Filiberto. Con ellos entra en juego
el elemento fantástico: primero diluido, después con
más fuerza hasta lograr borrar la realidad, sumir a los
lectores en una pesadilla obsesionante.73
Lo que se convierte en el personaje central es un
ídolo Chac Mool, dios de la lluvia y del trueno. Filiberto
empieza a ser poseído por el Chac Mool que de una simple
estatua del mercado de la Lagunilla se va humanizando hasta
parecer convertirse en carne al humedecerse por el agua que
cae de la tubería al sótano donde se encontraba el "Chac
Mool." Filiberto mismo nos hace saber que:
Hay en el torso algo de la textura de la carne lo
aprieto como goma, siento que algo corre por esa figura
recostada ... volví a bajar en la noche. No cabe duda:
74
el Chac Mool tiene vello en los brazos.
El dios de la lluvia se va adueñando de la casa de
Filiberto, éste nos cuenta: "Los primeros días bajó a dormir
73
Carballo, "Los días enmascarados," p. 16.
74
Fuentes, Los días enmascarados, p. 22.
47
75
al sótano; desde ayer, en mi cama." Después agrega: "el
iChac Mool estaba rompiendo las lámparas, los muebles; saltó
hacia la puerta con las manos arañadas, y apenas pude
i 76
¡cerrar e irme a esconder al baño." Filiberto trata de
!
!
|librarse de su amo, el dios azteca, huyendo a Acapulco en
i
donde muere. Todo lo acontecido parece haber tenido lugar
en la mente desiquilibrada del protagonista, pero el cuento
deja de ser psicológico al darnos por enterados de que el
i
jehac Mool en realidad existe y que se va humanizando tanto
[que es ya un indio amarillo; de esta manera se convierte
¡"Chac Mool" en un cuento de la fantasía, en donde se juntan
i
!
jrealidad e imaginación.
I
¡ Es además de notar que en "Chac Mool" aparece la
idea de que México es un país que tiene sólo héroes muertos;
fuentes discurre así: "Y todo en México es eso: hay que
! 77
imatar a los hombres para poder creer en ellos." Este es
iuna idea que preocupa a Fuentes razón por la cual se verá
¡reflejada como una constante en su obra. En la entrevista
con Rodríguez Monegal se expresa así: "A las oligarquías
| 75Ibid., p. 25. 76Ibid.
77Ibid., p. 19.
48
locales que se disfrazan con el carisma de las banderas, la
I
i patria y los héroes muertos, porque los héroes vivos están
78
prohibidos en América Latina."
i
En la entrevista que le hicimos a Fuentes en Cuerna-
vaca le preguntamos, en referencia a dos jóvenes personajes
l
idealistas de sus novelas La región más transparente y La
muerte de Artemio Cruz, el por qué de su muerte prematura
y esto fue lo que contestó:
Es un país [México] que necesita héroes muertos.
Se les da oportunidad de seguir adelante; entran a la
dialéctica de la corrupción y dejan de ser héroes.
| ¿Se imagina usted a Emiliano Zapata como ministro de
■ agricultura de Miguel Alemán?, pues no sería héroe
! ¿verdad? El héroe hay que matarlo en México, y un
| poco el idealista busca la muerte, busca la salida de
| la muerte porque sabe que sólo así podrá ser un héroe,
¡ que sólo así sus días podrán tener vigencia.^
Muchas de las ideas que se mencionan en Los días
!enmascarados son desarrolladas posteriormente, como ya hemos
i
¡mencionado, pero donde más se notan estas ideas es en La
¡región más transparente. Algunas de las características de
¡
¡estas dos obras son las siguientes: la sátira y crítica
¡social; la preocupación por la política y el antiyanquismo,
! 78
! Rodríguez Monegal con Fuentes, "Situación del
escritor en América Latina," p. 9.
79
Ver infra, apéndice, p. 308.
49
más directo aún en La región más transparente; la realidad
¡y la fantasía circundada por los mitos indígenas; y el
interés por el pasado especialmente lo relacionado con la
cultura india.
Los cuentos de Los días enmascarados son pues impor
tantes porque en ellos se ven temas e ideas características
de Fuentes que aparecen posteriormente más marcados, desa-
!
jrrollados y pulidos en sus novelas.
"Calavera del quince"
i
"Calavera del quince" es un cuento que no pertenece
ja ninguna colección sino que apareció en la obra de Emmanuel
jCarballo, Cuentistas mexicanos modernos, en 1956.
Este cuento aparece con algunos cambios en La región
más transparente. Los nombres de los personajes han cam-
ibiado y la sección en la novela es más extensa que el
'cuento. Además de ocurrir hechos no acaecidos en el cuento
i como es la muerte de Norma Larragoiti.
| Los acontecimientos de este relato tienen lugar el
quince, y diez y seis de septiembre en la ciudad de México.
¡"La calavera" en el título hace referencia a la muerte
durante las fiestas de la Independencia Mexicana. Los
hechos se desenvuelven en diferentes secciones de la capital
| 50
j de México que se encuentran unidos por la muerte y un am-
!
ibiente de pobreza. Durante la narración acontecen tres
muertes? la de un niño de familia pobre, la de un joven en
una cantina de barrio, y la de un líder sindical.
Existe una terrible desilusión al notar la pobreza
I
mexicana, como es el hecho de la muerte del niño que sería
sepultado en una pobre caja de ocote con su juguete favo-
i
¡rito un "Judas" de cartón, veamos los preparativos un poco
l
antes de su muerte:
— ¿Ya trajeron la caja?
i — Ahí está afuerita nomás. Ojalá no tengan que
usarla.
j — Que poco sabe usted. ¿De que color la trajeron?
j — Blanca para el angelito. De ocote bueno. ¿No
quieren el respaldo de seda?
! — La tierra y los gusanos se contentan con poco,
j Bastante es carne y madera.
j Doña Zenaida se asomó al cuarto, alumbrado por dos
j veladoras. De su rebozo, sacó un Judas pequeño, pin-
i tado de amarillo y morado, con gran nariz de cartón
| y un rabo puntiagudo:
¡ — Esto lo mete de una vez. Es su juguete que más
le gusta.
! El enterrador tomó el Judas por la nariz y lo metió
| en el féretro, de lado, para que cupieran los dos.
j — ¿Me hace usted otro servicio? Nadie vendrá acá
I hasta que se muera. Avísele al pulguero que hoy hay
j otro velorio. El café lo hago yo.^*-*
i 80
, Carlos Fuentes, "Calavera del quince," p. 240.
¡Este cuento apareció en la antología de Emmanual Carballo,
Cuentistas mexicanos modernos, Tomo I (México: Editores
Libro-Mex., 1956), pp. 231-246.
51
No hay duda de la pobreza de la gente afectada por
;esta muerte; obviamente esto es notorio en el uso del pul
que como bebida alcohólica ya que generalmente el pulque
es tomado por las clases menesterosas. Veamos el interior
de la habitación donde se hallaba el cadáver. "Su vista
¡
¡recorría el aposento, desnudo, el comal y los braceros, las
i
ollitas pintadas, la masa en el suelo, y los racimos de
' -U-1 H81
ichile seco."
t
| A esta gente como a muchos más la Revolución no les
i
¡ha ayudado en lo absoluto, puesto que hoy día se encuen-
i
¡
;tran igual o peor de como podrían haber vivido bajo el
i
i Porfirismo.
! En México la vida vale muy poco y esto se refleja
hasta en las canciones populares como el corrido que dice:
82
"no vale nada, la vida, la vida, no vale nada."
i México es un país en donde hasta las miradas matan.
1 La forma de mirar de un individuo puede ser la causa de su
I
propia muerte. Esto es precisamente la razón de la muerte
I
¡del Fifo quien muere acuchillado en una cantina.
81Ibid.
82
Ibid., p. 241, citando el "Corrido de Guanajuato,"
de José Alfredo Jiménez.
52
— Sentido» sentido— suspiraba el Fifo pisando pies
y apartando codos, su mano en todos los hombros, su
! aliento en todos los oídos, la mirada opaca y vaci-
I lante. . .. Brilló el metal y Fifo pegó un grito.
— A mí nadie me mira así ... — silbó el gordo, con
la navaja ensangrentada en la mano morena, donde se
podían contar los poros abiertos.
Fifo se retorció en el piso de la cantina, regado
de pólvora y serpentinas. El mariachi volvió a cantar,
¡ con los petardos y los buscapiés, los gritos y las
j banderitas de papel de china.
La mujer pintarrajeada le dijo a Nacho: — Ya se
• * 83
muño. J
| Un caso sumamente parecido acontece en La región
más transparente en donde Manuel Zamacona muere de una forma
parecida ya que a alguien no le había gustado la manera de
! mirar de Zamacona y sin decir palabra lo asesina. Esto
| aunque podría parecer una exageración de la realidad, en
¡verdad no lo es y para convencerse hay que vivir en México.
¡
JOctavio Paz ha apuntado sobre lo deseable de la muerte y
t
jla indeferencia ante ésta; además la falta de importancia
i
¡que el mexicano le da a la vida.
i
Nuestras canciones, refranes, fiestas y reflexiones
populares manifiestan de una manera inequívoca que la
1 muerte no nos asusta porque "la vida nos ha curado de
| espantos." Morir es natural y hasta deseable; cuanto
¡ más pronto mejor. Nuestra indiferencia ante la muerte
es la otra cara de nuestra indiferencia ante la vida.
83
Fuentes, "Calavera del quince," pp. 243-244.
I
53
Matamos porque la vida, la nuestra y la ajena, carece
de valor.
i
La actitud del mexicano ante la muerte es única ya que
hasta tenemos una fiesta en noviembre para conmemorar a los
difuntos. Octavio Paz ha escrito que un país pobre des-
¡cubre su indigencia por su gran cantidad de fiestas: "Nues
tra pobreza puede medirse por el número y suntuosidad de
85
|las fiestas populares." Veamos la actitud del mexicano
hacia la muerte y la forma de tratarla:
El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la
acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus
| juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto
¡ en su actitud hay quizá tanto miedo como en la de los
i otros; mas al menos no se esconde ni la esconde; la
! contempla cara a cara con impaciencia, desdén o ironía.
"Si me han de matar mañana, que me maten de una vez."8^
i
I
Esta actitud se manifiesta de una forma excepcional
con Pito Pérez y su novia, "La Caneca," un esqueleto que lo
acompaña y duerme con él. Existe en el mexicano una es-
I
pecie de seducción y fascinación con la muerte y parece
¡vivir enamorado de ella. Jesús Pérez Gaona, Pito Pérez,
¡nos hace saber que "La Caneca" ha sido, "— ¡El amor más
! 0 4
j Octavio Paz, El laberinto de la soledad (Quinta
¡ed.; México: Fondo de Cultura Económica, 1967), p. 52.
I
*^Ibid. , p. 43. ^ Ibid. , p. 52.
54
87
fiel que he tenido en mi vida.'" Más tarde agrega:
!
i
¡ Ahora vivo con ella, muy a gusto; me espera en casa
I con mucha sumisión, teniendo siempre una copa en la
¡ mano; duerme junto de mí, digo mal, vela mi sueño,
¡ jamás cierra los ojos, en cuyo fondo anidan todas las
ternuras.
Durante las fiestas y con la ayuda del alcohol el
i
mexicano se abre y expresa su verdadero ser al arrancarse
de su faz la máscara que lo niega. "Gracias a las fiestas
!el mexicano se abre, participa, comulga con sus semejantes
y con los valores que dan sentido a su existencia reli-
89
giosa o política." Hablando sobre las fiestas y la
!
íreacción de los mexicanos ante ellas Paz ha expresado que:
i
¡ En esas ceremonias— nacionales, locales, gremiales
! o familiares— el mexicano se abre al exterior. Todas
I ellas le dan ocasión de revelarse y dialogar con la
divinidad, la patria, los amigos o los parientes. Du
rante esos días el silencioso mexicano silba, grita,
canta, arroja petardos, descarga su pistola en el aire.
Descarga su alma. Y su grito, como los cohetes que
tanto nos gustan, sube hasta el cielo, estalla en una
| explosión verde, roja, azul y blanca y cae vertiginoso
: dejando una cauda de chispas doradas. Esa noche los
amigos, que durante meses no pronunciaron más palabras
87
José Rubén Romero, La vida inútil de Pito Pérez
(Duodécima ed.; México: Editorial Porrúa, S.A., 1961),
p. 175.
QQ
Ibid., pp. 177-178.
89
Paz, El laberinto de la soledad, p. 47.
55
que las prescritas por la indispensable cortesía, se
emborrachan juntos, se hacen confidencias, lloran las
mismas penas, se descubren hermanos y a veces, para
probarse, se maten entre sí.90
Esto precisamente es lo que ocurre en "Calavera del
quince," ya que Nacho abre su interior y expresa sentimien
tos que generalmente son mantenidos en silencio. Veamos el
diálogo que sostienen Nacho y Fifo dentro de una cantina:
— Tienes razón, Fifo. Te empiezas a acordar de
! todo la noche del quince. Te hace falta contárselo a
j tus cuates, para sacarte las cosas del pecho. ¡Cada
! recuerdo que te dan ganas de llorar.'
— Sufre, Nacho, sufre. ¿Si no es con tus meros
hermanos como yo, con quién? ¡Palabra que te quiero,
i Nacho, palabra que eres mi hermano!
: — Si no fuera por los amigos, Fifo. Si yo te empe- |
| zara a platicar de mis cosas. ¿Conoces a Yolanda, esa j
¡ que dizque acá está tu mamacita, y a la hora de la hora
¡ resulta más apretada que un culo de chinche?^
| La tercer muerte que tiene lugar en este cuento es
|
| la de Feliciano Ramos, un líder sindical encarcelado quien
i
es sacado de su celda en la madrugada del diez y seis de
| septiembre y llevado a las afueras de la ciudad en donde
jes asesinado por la espalda por los soldados para después
jdecir que el prisionero había querido escaparse. Feli-
i
i
j ciano se encontraba enfermo de gripe y al decirle esto a
^Ibid. , pp. 43-44.
91
Fuentes, "Calavera del quince," p. 242.
56
un soldado éste le contesta sarcásticamente que lo van a
¡curar del catarro, por supuesto que la forma de curarlo es
jasesinándolo; esto sin lugar a dudas es una curación muy
I efectiva.
— Oh, señor me siento muy mal. Todavía no amanece.
¡ — De eso se trata. ¡Vamos a curarle el catarro.'
Feliciano se levantó, abotonó la camisa sin saber
qué lo movía, siguió al soldado fuera de la celda y
sintió súbitamente, el látigo de la mañana de sep
tiembre. Subió al camión, entre dos guardias.
— A dónde vamos— ensordeció su voz, le robó la
interrogación, el escape del motor.
— A celebrar el Quince— dijeron las encías blancas
del soldado; — Entrele al tequila. Se le quita el
catarro.93
|
Finalmente como queda dicho Feliciano es asesinado
l
| así:
— Agárralo bien, de espaldas— dijo uno de los sol
dados, mientras la luz bañaba, serpenteando a Feliciano.
Una lluvia suave, hipnótica, entró por su espalda,
i y Feliciano pegó en la tierra, de boca entre los mato-
! rrales enanos y la superficie de plomo.93
Estos acontecimientos nos recuerdan al Porfiriato
í
y el sofocamiento de las huelgas de los mineros de Caborca
jy la huelga de los textiles en Río Blanco en que fueron
j
¡asesinados cobardemente los huelgistas por las fuerzas
i
i
¡opresoras de Díaz. El asesinato de Feliciano causa una
92 93
Ibid., p. 244. Ibid., p. 245.
57
desilusión al darnos cuenta de que el tiempo ha seguido su
¡marcha pero aparentemente en forma circular puesto que
¡
¡parece que vamos regresando a hechos similares acontecidos
I
antes de 1910. Cabe decir que el líder sindical de los
ferrocarrileros, Demetrio Vallejo, fue encarcelado en 1959
|
por tratar de organizar una huelga y hasta el año de 1970
se anunció que quedaría en libertad y así dejaría de ser
un preso político. Esta noticia fue recibida con gran
jubilo por parte del pueblo y especialmente por los ferro
carrileros. Veamos lo que expresa Elena Poniatowska en una
;entrevista con el líder ferrocarrilero:
i Vallejo movió a todo el sindicalismo en México; atizó
; los fogones, lo cambió de rieles y la presión del
vapor, su fuerza, hizo que los ferrocarrileros se lim
piaran el hollín de los ojos, y que iniciaran las
luchas ferrocarrileras de 1958. Peticiones justas de
aumento de salario, emplazamiento a huelga, paros,
huelgas, desembocaron el día 28 de marzo de 1959, en
la aprehensión de Vallejo.^
|
¡ El fragmento de "Calavera del quince" referente a
i
jFeliciano Ramos aparece muy similar de La región más trans-
Ipárente en la sección intitulada "Feliciano Sánchez" por
j
supuesto que ha habido algunos cambios como el apellido
"¿Qué piensan qué esperan qué sienten Vallejo
y Campa al recobrar la libertad?" Siempre. 1, No. 894
(agosto 12 de 1970), p. II.
58
del personaje pero el resultado es el mismo y la muerte de
!
Feliciano en las dos ocasiones es idéntica.
I
i
| A continuación veamos la síntesis que Paz hace
i
tocante a las fiestas, el alcohol, y la muerte:
En suma, si en la Fiesta, la borrachera o la confiden
cia nos abrimos, lo hacemos con tal violencia que nos
desgarramos y acabamos por anularnos. Y ante la muerte,
como ante la vida, nos alzamos de hombros y le oponemos
un silencio o una sonrisa desdeñosa. La Fiesta y el
crimen pasional o gratuito, rebelan que el equilibrio
! de que hacemos gala sólo es una máscara, siempre en
peligro de ser desgarrada por una súbita explosión de
nuestra intimidad. ^
Finalmente como se ha visto la pobreza en México es
¡todavía abundante como último ejemplo vemos al Fifo de
¡
¡carterista y vendiendo "gorditas" en el zócalo la noche del
i
¡quince: "Desde que tenía uso de razón, Fifo venía a la
fiesta del Grito: a robar carteras, a vender gorditas, a
l
¡arrimárseles a las mujeres, a gritar '¡Mueran los gachu-
96
pines.'Entre el gentío de la noche del Grito se nota
i
I
¡obviamente la pobreza puesto que las masas humanas están
i
i
¡constituidas por el pueblo, sin embargo esto es un verda-
j
jdero contraste con la burguesía selecta y pudiente, del
95
Paz, El laberinto de la soledad, p. 57.
96
Fuentes, "Calavera del quince," p. 238.
59
otro México que está establecido y sostenido por el partido
oficial de México el Partido Revolucionario Institucional
I
¡
Ique como su nombre lo indica ya ha sido institucionalizado.
I
¡Esta disparidad queda de manifiesto al encontrarse el Fifo
í
¡entre la muchedumbre tratando de ver hacia Palacio:
i
Entre el manantial de fuego, se perdía, lo iba masti
cando una de las multitudes. Alzó la cara: se sintió
desaparecer entre la gente. La otra multitud, la que
asomaba por las ventanas de Palacio, se veía tan
nítida.
Cantar de ciegos
i
i
!
El título de esta colección de cuentos, Cantar de
ciegos:
l
¡ ... alude a la antigua creencia de que los ciegos son
j adivinos, "videntes" autorizados a leer las verdades
í ocultas en los corazones de los hombres y a revelar
¡ sus delitos secretos. La tradición ha consagrado a
| los vates y oráculos ciegos de la antigüedad.98
En los siete cuentos de la colección, Fuentes nos
I
¡presenta el contraste del México de nuestros días. Por las
|
¡páginas de Cantar de ciegos desfilan personajes de la bur-
i
¡guesía mexicana, surgida de la Revolución; además vemos en
98
Harss, Los nuestros, pp. 371-372.
60
99
yuxtaposición a los eternos "maceguales" en la base de
¡la pirámide de la sociedad mexicana. Luis Harss ha dicho
que Cantar de ciegos:
... satiriza la supercheríe, la afectación, la frivoli
dad, el culto a la moda y en general toda la cosmética
de la sociedad mexicana, Fuentes nos invita a uno de
| los grandes cosmoramas de nuestra literatura.'*'®®
"Las dos Elenas" nos muestra a la alta burguesía
con sus caserones de las lomas. En este primer cuento
Elena, esposa de Victor, después de ver la película "Jules
et Jim" se independiza y piensa quedar totalmente comple
mentada con otros hombres y que hasta es posible que el
l
|propio Victor se lo pida. Es verdaderamente irónico que
|
Imientras ella imagina, Victor ya ha llevado a cabo estos
I
I
planes al tener él mismo su complemento con doña Elena, la
madre de su esposa, quien lo espera "en su cama tibia con
los ojos negros y ojerosos muy azorados y la carne blanca
í
t
'madura y honda y perfumada como la ropa en los bargueños
I
¡ . _ ,,101 En nuestra opinión este es el mejor cuento
I t3 T O D 1 C c L J L 6 S •
99
Los maceguales eran los seres de más baja condi
ción social del imperio azteca, que se dedicaban a los
peores trabajos como el de.cargar fardos.
^^Harss, Los nuestros, p. 372.
^^Fuentes, Cantar de ciegos, p. 24.
61
de Cantar de ciegos y es en sí una pequeña obra maestra.
El segundo cuento "la muñeca reina" se desenvuelve
|en un mundo que aunque real tiene toques fantasmagóricos.
El narrador, Carlos, busca con añoranza a Amilamia, una
amiguita de su niñez; lo que encuentra en lugar de su com-
!
¡pañera es a un ser tullido y jorobado encerrado y escondido
en una casa por unos padres quienes adoran a una muñeca
¡de porcelana a semejanza de Amilamia y su hermosura. En
cuanto a desilusión no se encuentra este tema en lo abso
luto.
| "Fortuna lo que ha querido," el tercer cuento, nos
presenta a un joven pintor mexicano dentro de su ambiente.
j
|En este cuento únicamente logramos interpretar como desilu
sión con la Revolución un episodio en que se presenta la
idea de que México tiene hoy día un solo grupo que controla
y que es el PRI, el cual es el partido oficial del gobierno.
l
¡Además vemos en este mismo episodio la influencia de las
i
|inversiones norteamericanas como son los propios mercados:
j Caminó mucho por la ciudad, deteniéndose durante horas
a observar los muros con la propaganda del Partido
oficial y la imagen de su candidato, los carteles de
películas mexicanas, las mercancías expuestas en mini-
max.
ÍO2 . • _ co
Ibid., p. 62.
62
El cuarto cuento, "Vieja moralidad," describe la
corrupción de un niño por medio de una tía santucha.
Alberto, el niño, vive en la provincia con su abuelo, un
viejo juarista republicano, que vive amancebado con Micaela
una joven, a quien manosea obscenamente. Cuando pasan los
l
¡curas y los seminaristas cerca de su propiedad el viejo los
injuria y Micaela se desabotona la blusa y se levanta las
i
! faldas lo cual causa que los religiosos desaparezcan tro
tando. Unas viejas tías de Alberto denuncian la inmorali- |
dad del ambiente en que vive el niño y obtienen una orden
i
¡judicial para que el niño viva con ellas en un ambiente
i
¡mejor. El nuevo ambiente de las beatas resulta falso y a
i
la vez peor ya que Benedicta, la tía solterona seduce a
Alberto con quien más tarde continúa manteniendo relaciones
sexuales. "Vieja moralidad" presenta la hipocresía de per
sonas que aparentan moralidad superficial. El cuento se
¡desarrolla en torno a este tema y de la Revolución o sus
I
i
i resultados nada es mencionado.
i ^
| "El costo de la vida," quinto cuento de la colección
narra los acontecimientos en torno de la vida y muerte de
Salvador Rentería. Debido a su tema más ligado a la desi
lusión de la Revolución, hemos postergado la discusión y
63
análisis de este cuento hasta el capítulo VI donde se tra-
'tara a fondo.
"Un alma pura, 1 1 sexto cuento de Cantar de ciegos,
tiene como tema un incesto entre hermanos. La mayor parte
de la acción acontece en la mente de Claudia quien ha ido
I
I
ja Suiza por el cuerpo de su hermano Juan Luis, quien se
i
había quitado la vida al saber del suicidio de su propia
i esposa. La acción toma lugar por medio de retrospectivas
¡
y remembranzas de correspondencia epistolar entre los dos
hermanos incestuosos. En ocaciones Claudia habla a Juan
i
¡Luis como si todavía estuviera vivo y le promete guardar el
¡
l
(secreto de sus relaciones sexuales. "Nadie tiene porque
i
(saber nada. Tü también lo prefieres así, ¿no es cierto?
jYo siempre pensaré que fue un acto secreto, que no lo
• „103
hiciste por ... No se porque pienso estas cosas.
Se puede decir que casi no existe desilusión de la
'Revolución en esta narración a no ser que se tome la idea
i
;de los extremos que existen en México y que son un verda-
1
!dero contraste económico. "Suiza termina por confortarnos
j
¡demasiado, decías en una carta; perdemos el sentido de
103
Ibid., p. 111.
64
los extremos que en nuestro país son visibles e insultan-
104
tes." Esto nos lleva a la idea de los "dos Méxicos" que
se desarrollan paralelamente y que se discutirá más amplia
mente especialmente en el sexto capítulo. Fuera de esto
no encontramos ninguna otra implicación o referencia a la
¡
Revolución o sus resultados.
| El séptimo y último cuento de la colección, "A la
i
!
¡víbora de la mar," es el más extenso de Cantar de ciegos
i
y se le podría considerar una novela corta ya que en reali
dad es aún más extenso que Aura, del propio Fuentes. Isabelj
! I
'Valle una solterona tímida e inexperta, quien ha juntado
i
jsus ahorros que le ha dejado su tienda de la calle Niza en i
;la capital mexicana, viaja por primera vez al extranjero y
lo hace por barco. A bordo se deja seducir por un joven
apuesto que se hace pasar por hijo de una familia adinerada
|
¡de Filadelfia y que resulta ser un vividor homosexual,
¡quien sólo se había interesado en Isabel para embaucarla
¡
■y así poder apoderarse del dinero de ésta. El cuento
I
¡concluye con una escena en que Harry, el embaucador, y Jack,
I
su cómplice, se hacen el amor y planean disfrutar del dinero
!
obtenido de Isabel.
104Ibid., p. 112.
65
En cuanto a desilusión se refiere, vemos una verda-
idera distinción de clases sociales, la clase dominante que
está compuesta hoy día por las viejas familias del Por-
firiato y los nuevos ricos que resultaron de la Revolución
o sea que lo que realmente ha acontecido es que un círculo
i
1
ha dado la vuelta completamente hasta tener hoy día una
especie de "neoporfirismo" ya que en la cúspide de la pirá-
¡mide social mexicana encontramos a un alta burguesía muy
parecida a la de 1910. Este tema será discutido más a
fondo cuando tratemos La región más transparente y La
i
i muerte de Artemio Cruz. Esto se refleja en parte al hablar
I
jIsabel sobre la selecta clientela de su tienda de regalos:
i La tienda merecía los mayores cuidados, pues había
costado trabajo crearle una reputación y asegurar una
clientela que no sólo incluía, como era natural, a los
viejos amigos, parientes y conocidos de las familias
honorables que habían sido dañados por la revolución,
sino a las señoras de fortuna reciente que en esta
"botique" tenían asegurado el buen gusto en todos sus
detalles, y sí, era un trabajo bonito, escoger ese
I pisapapeles, ofrecer esos guantes de cabritilla, en-
! volver esa mascada de s e d a . - * - * - ^
¡ Como puede verse la burguesía porfiriana en vez de
haber desaparecido ha sido reforzada por la clase adinerada
surgida de la Revolución y hoy día unos tienen el nombre
105 , . . .
Ibid., p. 147.
66
y otros el dinero y en muchos casos las dos cosas ya que
los unos han necesitado de los otros para mantenerse firme
mente en la cúspide de la pirámide.
En contraste con la opulencia vemos a la servi
dumbre a la cual se le trata con cierto desprecio dando la
i
I
impresión de considerar a los criados como seres inferiores.
Isabel misma siente ese aire de superioridad al hablar de
los sirvientes: "— No acostumbro hablar de la servidumbre.
106
Si se les muestra interés, lueguito se igualan." Esta
misma idea de una marcada distinción social es expresada
I
¡ , ^
¡posteriormente por la misma protagonista asi:
¡
! Digo, la tienda es mi responsabilidad y la casa le
i toca a mi tía. Además sabe lidiar a las criadas. Eso
! es lo que yo nunca podría hacer. Puedo tratar con
j comerciantes, con los de los impuestos, todo eso. Pero
no con las gatas. Las criadas me enferman, Harry.
! Marilú es distinta. Es de familia humilde pero es
respetuosa y, bueno, ya se viste de otra manera y no
se sale de su lugar. Una vez me puse mala y la criada
que teníamos se atrevió a acariciarme la frente para
! ver si tenía fiebre. Sentí un asco horrible. Además
! tienen hijos sin saber quien fue el papá. Cosas así
| me enferman, de veras.
|
j Fuentes detesta esta actitud y castiga a su prota
gonista por medio de la ironía, veamos lo que acontece
106Ibid., p. 148. 107Ibid., p. 174.
67
después de que Isabel ha besado a Jack Murphy y que éste se
i
ha expresado un tanto vulgar, al querer irse Isabel un
diálogo tiene lugar:
Entonces conoce al cabrón de Jack Murphy, que durante
ocho años ha trabajado como camarero de esta misma
bañera y ahora se ha gastado todos sus ahorros para
convivir una sola vez con los gentiles caballeros y
las graciosas damas ...
— Tú ... usted ... ¿un sirviente? ... ¿yo ... yo
besé a un criado ... ?
— Y de lo más bajo, preciosa. Con estas manitas
manicuradas he lavado retretes y recogido condones,
¿qué te parece?
— Déjeme ir ...
— Tú te sientas. Todavía me falta conocer a una
señora encopetada a la que no le guste que la ame su
criado. Emociones todas quieren emociones. ¿Con
: cuántas damas respetables me habré acostado en cada
" 1 O f i
j viajecito de estos?
j Es este un castigo bastante duro puesto que Fuentes
¡
ha tocado psicológicamente algo de lo más sensible de Isabel
y es aún más severo con lo irónico no sólo de este instante
sino al darse, nuestra protagonista, cuenta de que Jack es
jel complemento homosexual de Harry, de quién ella estaba
¡enamorada.
|
i
J "Carne, esferas, ojos grises junto al Sena"
"Carne, esferas, ojos grises junto al Sena," tiene
lugar en París, donde el personaje, Polo Phoibee, sirve
^08Ibid., p. 189.
68
como punto de unión en los acontecimientos de la narración.
I Esta técnica narrativa nos recuerda a Ixca Cienfuegos de
i
La región más transparente.
El cuento da principio con la idea de que una cosa
0 acaecimiento que ocurre la primera vez es considerado un
j
jhecho extraordinario pero que al suceder una y otra vez se
¡convierte en un lugar común.
Increíble el primer animal que soñó con otro animal.
Monstruoso, el primer vertebrado que logró incorporarse
sobre dos pies y sembrar el terror entre, los mamíferos
normales que aún se arrastraban, con alegre y natural
cercanía, por el fango creador. Asombrosos el primer
1 telefonazo, el primer hervor, la primera canción y el
! primer taparrabos. Pero la razón, ni tarda ni pere-
¡ zosa, nos indica que apenas se repite, lo extraordi-
j nario se vuelve ordinario y lo que antes pasaba por
i común y corriente ocupa el lugar de portento: arras-
| trarse por el suelo, enviar palomas mensajeras, comer
venado crudo y abandonar a los muertos en las cimas.
A través del cuento van verificándose varios sucesos
I
en los que como queda dicho, Polo Phoibee es el hilo de
¡unión. En primer lugar Madame Zahoria da a luz un niño el
j
¡cual nace con los pies por delante en vez de lo normal que
¡sería la cabeza primero. Polo atiende a Madame Zahoria
durante el nacimiento del infante.
1 109
¡ Carlos Fuentes, "Carne, esferas, ojos grises
¡junto al Sena," Revista de la Universidad de México, XXIII,
Nos. 2 y 3 (octubre-noviembre de 1968), 1.
69
Posteriormente sabemos que Polo trabaja cargando
|un anuncio del café "Le Bouquet" y lo vemos frente a la
iglesia de Saint-Germain observando a unos peregrinos que
hacen penitencia y son azotados con un látigo por un monje.
Después de ver a los penitentes Polo va a un lugar en donde
I
encuentra gran cantidad de mujeres parturientas. Subsi
guientemente va al Río Sena donde ve a una muchacha, son
;los labios tatuados, sentada a la mitad del puente. Aquí
¡
tienen lugar hechos de apariencia sobrenatural. La joven
dice haber venido a ese lugar porque en esa fecha exacta j
i !
jhabía quedado de verse con Polo; quien por su parte, se j
| i
¡encuentra aterrorizado por no recordar tal cosa y por pare-
i
leerle la joven fuera de lo común. Hay un momento en que
Polo pierde el equilibrio, cae del puente y muere. La
¡
i joven intenta atrapar a Polo por un brazo pero lo único que
¡coge es el espacio ya que Polo era manco de una extremidad.
! En una conversación con Richard Mark Reeve, Fuentes
¡explicó que este cuento sería parte de una novela; esto nos
¡hace pensar que tal vez se refiera a Las viejas que men-
jeiona José Luis Cuevas o a Los años por venir que el propio
¡Fuentes ha dicho estar escribiendo. Veamos lo que dice
I
Reeve en lo tocante a este cuento o fragmento de novela;
70
Fuentes in a conversation with this bibliographer
stated that this was to be part of a future novel.
The scene is Paris, but the time is indefinite— such
modern objects as televisión and motion pictures com
bine with events from medieval history, in particular
a crusade of penitents led by a monk.
Novela
La región más transparents (1958)
La región más transparente es la novela que pinta
los diferentes niveles sociales hacia 1951, de la ciudad de
México. Fuentes nos presenta a los seres que poblan la
capital mexicana y que forman parte de la "pirámide toto-
naca" que sigue teniendo como base a los siempre eternos
maceguales; esta base contrasta con la cúspide, que está
111
poblada por el mundo burgués "popoff," de la pirámide
social mexicana. Las diferentes clases sociales quedan
unidas por medio de una técnica cinematográfica que nos
recuerda la película "Citizen Kane," de Orson Welles; pero
en este caso el personaje Ixca Cienfuegos es quien sirve
como una especie de hilo para presentar a las diferentes
■^^Richard Mark Reeve, "An Annotated Bibliography
on Carlos Fuentes," Hispania, LUI (octubre de 1970), 626.
111
Este es un adjetivo que se le da a la aristocra
cia mexicana.
71
esferas sociales. A través de las páginas de La región más
i transparente desfilan personajes como "los pelados," los
i
sirvientes, y los grandes influyentes como lo son los ban
queros y demás miembros del alta burguesía mexicana, que
desde su cúspide se dedican a la explotación del pueblo.
En esta obra se presenta a la nueva burguesía que
ha surgido de la Revolución y que hoy día ha dejado de ser
i revolucionaria: además se nos presenta a la antigua "gente
i
decente" de los porfiristas que todo lo que les ha quedado
es el nombre, ya que sus recursos económicos han desapare-
!cido.
I
!
| Podría decirse que La región más transparente es
i
jcomo un mural o espejo que refleja fielmente a la capital
¡mexicana con su estratificación social y problemas que
j
! circundan a esa sociedad. Además cabe mencionar que la
¡
j
¡novela tiene un trasfondo de la supervivencia indígena
¡sacramental, con Teódula Moctezuma, que continúa sobre-
i
!
jviviendo en el México contemporáneo.
i
Las buenas conciencias (1959)
Las buenas conciencias, segunda novela de Carlos
Fuentes, narra la lucha de Jaime Ceballos, el joven prota
gonista, que se debate entre la hipocresía de la burguesía
72
de “buenas conciencias" y el mundo circundante de una
realidad de miseria y opresión. La acción se desarrolla
en la ciudad de Guanajuato donde el autor narra la historia
de tres generaciones de la familia de Jaime. La batalla
intensa de Jaime se decide al final al caer derrotado ante
el mundo burgués, al cual se oponía en un principio; este
triunfo consiste en el hecho de que Jaime se olvida de su
!
idealismo y decide ser una persona de "buena conciencia."
|
Es pues Jaime Ceballos el protagonista en torno a quien se
desarrolla la trama de esta obra.
i
La muerte de Artemio Cruz (1962)
La muerte de Artemio Cruz es una novela que se
desarrolla en torno a la muerte de un antiguo revolucionario
I
i
¡convertido en un fuerte influyente en la economía mexicana.
¡Las doce horas que dura la agonía de Artemio Cruz le sirven
¡a Fuentes para presentar los doce días más importantes en
¡la vida del protagonista. El uso de la técnica cinemato
gráfica de retrospectiva es el medio de que Fuentes se vale
para la construcción de esta novela. Esta obra es la his-
¡toria de un hombre que nada le ha detenido en su paso por
la vida y ha sido uno de los oportunistas de la Revolución
73
que han llegado al poder sin preocuparse por otra cosa que
su propio bienestar.
Aura (1962)
Felipe Montero un joven de 27 años historiador
educato en la Sorbona de Francia, lee un anuncio en que se
solicita un secretario con sus cualidades. Al contestar
i el anuncio del periódico queda de inmediato aceptado para i
|terminar las inconclusas memorias del general Llórente para
¡
|que puedan ser publicadas. El joven tiene que vivir en la
|casa de la señora Consuelo de Llórente, hogar también habi- j
! !
!tado por Aura sobrina de Consuelo; es en este lugar donde
|
se desarrollan los acontecimientos de esta obra. Carlos
Fuentes trastorna la realidad y la vuelve irreal y fan
tasmagórica, usando lo onírico como uno de los recursos.
¡La anciana Consuelo tanto como su sobrina Aura parecen ser
i una misma persona a través de esta novela ya que las dos
jactúan de una forma exacta. El misterio ayudado por la
lugubridad de la casa de Donceles se hace patente en la
lectura. Sin lugar a dudas el tema de la identidad y el
!de la reencarnación están tratados y ligados en Aura. El
amor en esta obra es un tema que sobrepasa las fronteras
74
de la muerte y se vuelve realidad dentro de lo mismo irreal.
Al final de la obra resulta ser que Felipe y el general
Llórente son una misma persona ya que Llórente ha reencar-
Inado en Felipe, a la vez Aura y Consuelo se convierten en
una misma al desaparecer Aura.
I
i
Felipe Montero se sorprende al ver en una foto a
Aura vestida al estilo del siglo anterior en compañía del
i
|viejo general Llórente pero al fijarse detenidamente se
aterroriza al darse cuenta de que la joven que aparece en
la foto es en realidad Consuelo y el general Llórente es
í
|nada menos que él mismo, Felipe Montero.
I
I
I Veras, en la tercera foto, a Aura en compañía del
¡ viejo, ahora vestido de paisano sentados ambos en una
banca, en un jardín. La foto se ha borrado un poco:
Aura no se verá tan joven como en la primera fotogra
fía, pero es ella, es él, es ... eres tú.
Pegas esas fotografías a tus ojos, las levantas
¡ hacia el tragaluz: tapas con una mano la barba blanca
del general Llórente, lo imaginas con el pelo negro
I y siempre te encuentras, borrado, perdido, olvidado,
j pero tú, tú, tú.^^
j Al ir a buscar a Aura la encuentra en la cama de
Consuelo en donde sostienen un diálogo en la oscuridad a la
vez que Aura no le permite que la toque y al ir a besarla
un rayo de luz se filtra y Montero se da cuenta de que
112
Fuentes, Aura, p. 56.
75
quien verdaderamente se encuentra en el lecho es el pequeño
cuerpo arrugado y de senos flácidos de Consuelo/ quien por
medio de lo sobrenatural había logrado que su antigua juven
tud retornará. La novela termina con los dos personajes
abrazados y Consuelo/ refiriéndose a Aura, su juventud, le
dice a Felipe: "Volverá, Felipe, la traeremos juntos. Deja
113
que recuperes las fuerzas y la haré regresar."
Aura es en verdad un tratamiento de lo sobrenatural
en que se rompen las barreras del tiempo y lo real. Carlos
Fuentes nos mete en la vida interior de Felipe Montero y
descubrimos que está influida por el ambiente sepulcral de
la casa del general Llórente y por eso expresa sus deseos,
sus temores, y su tal vez frustrado amor? todo esto ocurre
en el pasado, el presente, el subconsciente, y lo irreal.
De esta forma Fuentes nos presenta aspectos de la vida
humana. Sobre esto Robert G. Mead, Jr., refiriéndose a
Aura, ha expresado en uno de sus artículos:
Así logra Carlos Fuentes hacernos comprender, mejor
que en sus obras anteriores, esa verdad primordial
de lo que llamamos "la vida humana," esa verdad que
roía la conciencia de Shakespeare, de Calderón, y de
tantos otros— el hecho de que nuestra existencia es
113 , . ,
Ibid., p. 60.
76
un esfuerzo incesante de distinguir entre lo real y lo
i ideal, lo que es vigilia y el sueño, lo que es el ahora
y el entonces, y lo que es la vida y la muerte.
En esta novela no hemos logrado encontrar aspectos
|de desilusión de la Revolución ya que el tema de esta obra
¡no tiene relación alguna con la Revolución Mexicana, a no
ser que utilicemos a Consuelo como un símbolo de la bur
guesía que ha contribuido a un estancamiento del progreso
!de México.
l
Emir Rodríguez Monegal, en una entrevista con
Carlos Fuentes, le dice al autor al referirse a Aura:
j ... creo que es donde has conseguido expresar mejor en
¡ un plano a la vez poético y onírico todos estos elemen-
¡ tos del trasfondo de la burguesía mexicana, con
j ocultamientos, sus tapujos, sus malas conciencias.
i
Zona sagrada (1967)
i
! Zona sagrada es una novela que trata sobre la vida
i
¡de una gran actriz, Claudia Ñervo, y las relaciones con su
i
!hijo Guillermo. Los efectos de la soledad en que se
114
Robert G. Mead, Jr., "Carlos Fuentes, axrado
novelista mexicano," Hispania, L, No. 2 (mayo de 1967),
¡233.
i 115
i Rodríguez Monegal con Fuentes, "Situación del
jescritor en América Latina," p. 8.
77
encuentra Guillermo son reflejados en la obra, ya que un
¡complejo se desarrolla en él al darse cuenta de que no
puede ser él mismo sino que siempre sólo será "el hijo de
jClaudia Ñervo." Alrededor del argumento de la novela se ve
¡el México posrevolucionario y su sociedad.
I
Cambio de piel (1967)
i Los acontecimientos de Cambio de piel se desarro
llan en torno a dos parejas una formada por Javier y su
esposa Elizabeth, la otra la componen Franz y su amante
¡Isabel. Estos cuatro personajes viajan por la carretera
¡rumbo a Veracruz y se detienen en Cholula lugar importante
¡
para el acontecimiento de los hechos. Durante el trans
curso de la novela el autor juega con los tiempos nos trans-
iporta del presente hacia al pasado y en ocasiones hasta lo
i
¡que podría ser el futuro. El pasado es primordial ya que
¡ las retrospectivas mentales tienen gran importancia en los
¡actos de los personajes. El autor propone varios finales
¡dentro de la total ficción de la obra y para poder explicar
más detalladamente esta novela es necesario hacerlo, por su
¡complexidad e importancia en el sexto capítulo de esta
i
tesis donde se tratará el concepto de los "dos Méxicos."
78
Cumpleaños (1969)
1
Sueño o realidad, tiempo y espacio, el ser o el
no ser, el estar o no estar, rito, religión, mito, reen
carnación, existencia o inexistencia? estas son ideas sobre
lo que se discierne en Cumpleaños, una novela esencialmente
surrealista pero que a la vez, estamos de acuerdo con
Miguel González, es una novela con características barrocas
t
¡de acuerdo con la definición que nos da Humberto Eco:
j Lo barroco es la negación misma de lo definido, lo
I estático, lo inequivocado. ... La forma borroca [sicl
I es dinámica, tiende hacia un efecto no determinado—
| mediante el juego de espacios llenos y espacios va
cíos, de luz y sombra, de cuevas, de lineas rotas, de
diversos ángulos e inclinaciones— y sugiere una dila-
| tación progresiva del espacio. (Obra abierta)
No cabe duda que esta definición describe bastante
bien a la novela Cumpleaños pero sin embargo es necesario
añadir que acontece en la mente del narrador y en el mundo
¡de los sueños y el subconsciente dejando al lector con una
¡interrogación; ¿es sueño o realidad y si así es, cuales son
I
I
¡los tiempos y los espacios de este sueño o realidad?
Miguel González, "Cumpleaños la profanación
final," Siempre. 1, No. 862 (diciembre 31 de 1969), p. XI,
citando la obra de Humberto Eco, Obra abierta.
79
En Cumpleaños se hace presente el espacio de una
realidad que es aceptada por el ser humano al presentarnos
a Emily recordándole a su marido George, sobre el cumple
años de Georgie su hijo, además de encontrarnos localizados
en un país específico, Inglaterra. Miguel González escribe:
l
Al cantar el "Happy Birthday, 1 1 se reconocen los lin
deros enajenantes del tiempo y el espacio delimitados,
que se consagran en el primer nivel de la escritura—
en el nivel de la trama.
Este tipo de realidad aparece sólo ocasionalmente y lo que
se afianza firmemente de la obra es el mundo de los sueños
i y del subconsciente que se desarrolla dentro de su propia
¡realidad. Una ocasión en que se nota esta idea del sueño
i y el subconsciente es al despertar el narrador:
|
Desperté con pena; mis ojos ya habían visto lo que
iban a ver; había soñado lo que estaba viendo, impre
cisamente, a través de los polvosos mosquiteros de la
cama: esa imagen de dolor y crueldad. ... El tiempo
anterior ha sido tan lento; esta imagen lo vuelve tan
precipitado.
¡
| La idea de la existencia o la inexistencia es fre-
i
I
j cuente y queda establecida por el narrador, al ser obser-
jvado; por un niño y una mujer:
117 ^
¡ González, "Cumpleaños la profanación final,"
p. XI.
118
Fuentes, Cumpleaños, p. 43.
80
... los ojos del niño quieren decirme y decirle a
Nuncia, que estoy allí? en cambio, la mirada de la
mujer, que quiere negarme, tampoco deja de verme: me
ve sólo para decirme que no es cierto que no estoy
allí; su insistencia es mi inexistencia. Pero ahora,
ni Nuncia ni el niño pueden erarme o negarme: yo
los miro a ellos, impunemente.
El lector se queda preguntando ¿existe o no? ¿es
i
sueño o subconciencia?, ¿realidad o irrealidad?
El tiempo juega un papel importantísimo en esta
lobra, es una especie de enlace de la narración y el espacio
de Cumpleaños. El uso del tiempo ya se ha visto en la pri
mera cita de Cumpleaños para establecer la posibilidad del
i
I
■subconsciente pero veamos otros ejemplos en relación al
tiempo:
Hablo y pienso siempre de una memoria contigua y qui
zás sólo invoco una vida brutalmente interrumpida,
hace siglos: el tiempo inmediato se parece al más
lejano, en medio quedan los pantanos del olvido, siem
pre supe que la madurez es una manera de recordar
claramente todo lo olvidado (todo lo perdido): la
| infancia regresa cuando se envejece, en la juventud
I la rechazamos.
j Más adelante el narrador se formula una pregunta
i
que tiene mucho que ver con el ambiente del relato ya que
el lector nunca llega a saber cual es la realidad (si
existe), y cual es el sueño. "Esta casa la que recorro
H 9—, . „ - D
Ibid., pp. 37-38. 12°Ibid., p. 17.
81
.. 121
durante imprecisos instantes, ¿fue, es o sera?
! Veamos un último ejemplo del tratamiento del tiempo
al presentarlo como si estuviera inmóvil, o una larga con
tinuación de lo mismo. "Por fin esta noche (¿Por que
insisto en medir así el tiempo?: la oscuridad en la re
cámara es permanente? la luz al fondo del corredor, tam-
122
bien) el viejo ha dicho algo."
!
¡ El viejo, inmóvil al principio de la novela y
agonizando hacia el final, discurre sobre sus ideas teoló- i
gicas al tratar sus creencias de reencarnación. Es de
i
i notarse la gran relación que estas ideas tienen con el
¡
i tiempo y el espacio.
¡
No recuerdo todas mis vidas; esa es mi imperfección.
Mi memoria sólo se remonta al origen de mi conciencia;
detrás de ella, reinan las tinieblas; después de ella,
sólo la indiferencia (y quizás la selección involun
taria) . Recordarlo todo— ya he dicho— es olvidarlo
todo. Quizás mi memoria es total porque sólo recuerdo
lo que merece ser recordado.
Como conclusión citamos una síntesis de Cumpleaños
que seguramente fue escrita por el propio autor, Carlos
¡Fuentes.
i
121
Ibid., p. 30.
123
Ibid., p. 97.
122
Ibid., p. 92.
82
Cumpleaños, fecha en que el tiempo se hace presente y
subraya su irreversible fluir, en un cuarto ciego que
es también una casa, una ciudad, un mundo. Allí un
viejo con hábito monacal, una mujer y un niño forman
una Trinidad demasiado humana en las profundidades de
un instante eterno. Pero la eternidad no es fijeza
sino la incesante mutación. El tiempo es el espacio
narrativo de esta novela. Su relato no fue, es ni
será ya que está siendo, encarnado en identidades
mutables, conjeables— Cristo, un teólogo medieval, un
contemporáneo sin rostro ... — porque la continuidad
es la resurrección; ser engendrado, nacer, morir son
actos ajenos a nuestra libertad, el intelecto común es
inmortal y el destino humano es la dispersión caótica—
no el bien, la unidad, sino el mal; la pluralidad sin
i 04
fronteras.
Drama
Todos los gatos son pardos (1970)
í En el drama Todos los gatos son pardos, Carlos Fuen-
¡tes presenta la conquista de México incluyendo las causas
por las cuales se pudo llevar a cabo. Fuentes expone la
situación política y económica de la época de Moctezuma en
t
1
¡lo que es hoy la República de México. Este drama es una
¡
¡verdadera historia de la opresión que ha sufrido México a
I
I
I
¡través del tiempo y en todos los tiempos.
124
Ibid. La síntesis se haya en el reverso de la
pasta de la novela.
83
Moctezuma (el fatalista) sostenía una lucha inte
rior por no poder decidirse a que dios servir si a Huitzilo-
pochtli o a Quetzalcóatl. El dios Quetzalcóatl estaba por
retornar y su regreso previsto por los augures coincide con
la llegada histórica de los españoles. Moctezuma manda
i
í
llamar a los soñadores y no gustándole las profecías y ver
dades que éstos le dicen los manda asesinar. Veamos lo que
¡
¡Quetzalcóatl le manda decir a Moctezuma por medio de un
pastor que había soñado.
í
Los primeros hombres mataron para sobrevivir. Mocte- j
¡ zuma ha sobrevivido para matar. Matar a mis hijos para i
I aplacar al universo es dejar de ser hombre y pervertir !
j mi creación. Mi nombre no ha de ser más la falsa más- !
i cara de la opresión. Dile eso a tu rey Moctezuma.
| Dile que estoy por regresar. Dile que junto a mí, él
! es nadie. ^5
Esta historia ensangrentada del México indígena
i
¡tiene una absoluta relación con el México contemporáneo, en
el que los crímenes se siguen cometiendo. También el poder
I
presidencial de México es sumamente parecido al del empe
rador Moctezuma. Escuchemos lo que su consejero Tzompante-
cuhtli le dice:
Invocas a los dioses, sí; pero sólo para legitimar tu
¡ única obligación real, que no es ni con los hombres
125
Fuentes, Todos los gatos son pardos, p. 50.
84
ni con los dioses, sino con la casta de sacerdotes y
guerreros que te pusieron en el trono precisamente
porque vieron en ti al hombre dócil capaz de proteger
sus privilegios. Te han dado todos los atributos del
poder, sólo que ese poder no es tuyo: se lo debes a
tu casta.
Posteriormente Tzompantecuhtli agrega una verdad
más: "Desventurada ciudad, tributaria del sueño; desventu
rado país, donde la duda de los poderosos no conoce más
127
solución que el crimen."
La respuesta que se escucha es lo que grita Mocte
zuma "¡Mátenlos.' ¡Asesinen a los sueños.' ¡Asesinen a los
soñadores.’
Moctezuma sigue hoy día presente en México como
símbolo de la opresión, del crimen, y del sacrificio.
Observemos lo que Moctezuma dice al encontrarse derrotado.
No, no lo pierdo, no ... lo lego a los españoles ...
ellos lo continuarán ... ellos, en mi nombre, impondrán
mi mismo vasallaje a estas tierras ... ellos también
sacrificarán ... sus crímenes serán los míos ... detrás
del altar de su dios inmolado, aparecerán, haciendo
muecas, mis dioses y Cristo será el nuevo nombre de
Huitzilopochtli y de Quetzalcóatl ... los españoles
asegurarán que ésta seguirá siendo tierra de señores y
esclavos, de amos y maceguales. ... Oh, nada morirá,
126 . . _ __ _ . 127 . ._ __
Ibid., pp. 53-54. Ibid., p. 55.
*Lpp
Ibid., p. 56.
85
nada morirá. ... Moctezuma será siempre el amo de
México ... pues mientras un solo hombre pueda dominar
a los demás hombres, Moctezuma seguirá viviendo. - * - 29
El lugar del crimen sigue siendo el mismo— el mismo
desde Moctezuma, ¡Tlatelolco. 1
AUGUR 1
En Tlatelolco asesinó Moctezuma a los soñadores.
AUGUR 3
En Tlatelolco asesinó Alvarado a los cantantes.
AUGUR 4
Alvarado, rojo como Tonatiuh, mandó cerrar las
entradas, cercó a los danzantes, los lanceó y
acuchilló y atravesó con las espadas.
AUGUR 5
Todos querían huir; algunos escalaron los muros?
pero no pudieron salvarse.
AUGUR 1
A los cantantes los decapitaron; a los danzantes
les abrieron las entrañas; a los músicos les cor
taron los brazos.
AUGUR 3
Ensangrentados huyeron los viejos dioses.
AUGUR 4
Ensangrentado llegó el nuevo dios.
AUGUR 1
Tlatelolco será siempre el lugar del crimen.
[También lo fue en 1968.]^®
129
Ibid., pp. 169-170. 13°Ibid., pp. 170-171.
86
Finalmente Fuentes nos presenta a los personajes
en el México contemporáneo con lo que implica que en reali
dad nada ha cambiado y que en 1970 México seguía pertene
ciendo a Moctezuma, pero ahora con la influencia yanqui.
Se encienden varios anuncios luminosos: FORD, COCACOLA,
PAN AM, HILTON, KOTEX, YARDLEY, etc. Los mariachis
cantan "Soy puro mexicano." Aparecen el MERCADER y el
PASTOR, vestidos con huaraches y overoles, cargando
fardos; los SACERDOTES CHOCHULTECAS, vestidos como
mozos de restaurant; el MENSAJERO, vestido moderna
mente, lleva una pantarca del PRI; ... TZOMPANTECUHTLI,
un intelectual moderno con libros bajo brazo; ... apa
rece, por fin, MOCTEZUMA, vestido de negro, con la
banda presidencial mexicana (verde, blanco, y rojo; el
escudo del águila y la serpiente) sobre el pecho.
... el JOVEN sacrificado en Cholula; va vestido como
estudiante universitario; sube por la rampa; los GRA
NADEROS y los POLICÍAS disparan contra él; el JOVEN
cae muerto a los pies de MOCTEZUMA y CORTÉS.
La historia de México siempre ha sido la misma; una
historia de sufrimiento y de dolor desde el principio hasta
nuestros días por eso es que no importa quien esté en el
poder ya sea Moctezuma, Cortés, Porfirio Díaz o Gustavo
Díaz Ordaz, la tiranía sigue siendo igual aunque se cambie
de nombre y es por esto mismo que "Todos los gatos son par
dos" y Tlatelolco siempre ha sido Tlatelolco.
131
Ibid., pp. 186-187.
87
El tuerto es rey (1970)
El tuerto es rey es el drama de Carlos Fuentes que
cerró el festival de Avignon además de haberse presentado
en Viena y en París, donde ha triunfado. En una entrevista
de Carlos Fuentes con E. Deschamps R. se explica el futuro
de este drama de la siguiente forma: —
El camino de su obra "El tuerto es rey ^
I en París, con el mismo equipo de Lavelli, María Casares ¡
[sic] y Sammy Frey [sicj; Allida Valli, dirigida por
Bertolluci lo llevará al Teatro Estable de Milán; se
montará en diecinueve ciudades de Alemania; durante la
primavera será presentado en el Lincoln Center de Nueva
¡ York; Ingrid Tulin lo protagonizará en Estocolmo, y !
! Rita Macedo, su esposa, llevará "El tuerto es rey" a ¡
Barcelona y Madrid. i
I
i A continuación reproducimos la síntesis que se da
i
i
jen la pasta de El tuerto es rey:
Una señora [Donata] y su criado [Duque] habitan una
casa abandonada. Ambos están ciegos; pero cada uno
cree que sólo él está ciego y que el otro ve; cada uno
cree que el otro es su guardián, su lazarillo. La
señora espera la protección de su criado; el criado,
la protección de su ama. Y ambos esperan, desde hace
seis días, el regreso del señor, el marido de la
señora: la acción transcurre en la vigilia del séptimo
día, pero, ¿quién es este señor que todo lo ve y todo
lo sabe, este gran ausente que tan severamente fija las
reglas de conducta de su casa y luego abandona a
x 3 2
"Se necesita romper el gran silencio," Excelsior,
No. 19,574 (octubre 14 de 1970), p. 10A.
quienes la habitan a las tentaciones de la libertad?
Obra sobre la creación, ha dicho Octavio Paz de El
tuerto es rey. Y el autor, Carlos Fuentes, añade:
"La criatura quisiera asesinar al creador, si no para
usurpar su indeseable puesto, por lo menos para libe
rarse de su mirada; pero al hacerlo, iguala su propia
concepción con la muerte; entonces mima al creador,
convierte la vida en teatro, en representación de la
creación; pero no hay creación sin caída: ésta espera
al actor a la vuelta de cada palabra que pronuncia."133
Este drama no tiene absolutamente nada que ver con
~ 5 r a . " r--7 m?^rc.íón Mexicana. Trata esencialmente las relaciones
humanas de dos seres que se necesitan mutuamente sin sa
berlo. Esta pareja de ciegos es a la vez un ama y su
¡criado, una mujer y su amante. El tuerto es rey no es una
!
¡obra para ser leída sino para ser vista en escena.
I
¡ La libertad es un aspecto universal que es tratado
¡
en El tuerto es rey. Existe una libertad irónica en el
drama ya que los dos ciegos no pueden realmente hacer uso
de ella. El señor, esposo de Donata, el ser todopoderoso
¡aparece como la verdadera causa y único culpable de esta
i
'libertad irónica.
La culpa máxima del señor es que no ha sido solidario
con sus criaturas; o quizás su solidaridad es de signo
irónico: les ofreció el espejismo de la libertad sólo
133
Fuentes, El tuerto es rey.
89
para que la desearan y, al desearla, la sintieran como
una necesidad y como una pérdida. Son libres, pero
no pueden amar, ni beber, ni pensar.
Ensayo
La nueva novela hispanoamericana (1969)
Carlos Fuentes dedica a su hija Cecilia sus ensayos
críticos literarios de La nueva novela hispanoamericana
publicada en 1969. Esta obra se divide cronológicamente
en las siguientes secciones: "Civilización y barbarie"?
! "Revolución y ambigüedad"; "¿Ha muerto la novela?"; "La
l
jconstitución borgiana"; "La modernidad enajenada"; "Un nuevo
i
i
¡lenguaje"; "El afán totalizante de Vargas Llosa"; "Carpen-
tier o la doble adivinación"; "García Márquez: la segunda
lectura"; "Cortázar: la caja de Pandora"; "Juan Goytisolo:
la lengua común"? y "La palabra enemiga."
i Los novelistas discutidos en La nueva novela his-
i
i
jpanoamericana son, como puede verse, latinoamericanos con
la excepción de Juan Goytisolo ya que Fuentes lo considera
como un puente entre la novelística española y la hispano
americana por la renovación del lenguaje:
134 .
Ibid., p. 10,
- 90
... Goytisolo emprende la más urgente tarea de la
novela española: destruir un lenguaje viejo, crear uno
nuevo y hacer de la novela el vehículo de esta opera
ción. Su obra se convierte así en el puente que une
a dos fenómenos literarios de idéntico signo idiomático
aunque de actitud radicalmente opuesta ante ese
la novela española y la novela hispanoamericana.
Carlos Fuentes dio énfasis en sus ensayos literarios
al lenguaje que ha estado inexistente en América Latina
pero que hoy día está siendo renovado por los novelistas
actuales con su lenguaje nuevo y revolucionario:
Radical ante su propio pasado, el nuevo escritor
latinoamericano emprende una revisión a partir de una
evidencia; la falta de lenguaje. La vieja obligación
de la denuncia se convierte en una elaboración mucho
más ardua: la elaboración crítica de todo lo no dicho
en nuestra larga historia de mentiras, silencios, re
tóricas y complicidades académicas. inventar un len
guaje es decir todo lo que la historia ha callado.
Continente de textos sagrados, Latinoamérica se siente
urgida de una profanación que dé voz a cuatro siglos
de lenguaje secuestrado, marginal, desconocido. Esta
resurrección del lenguaje perdido exige una diversidad
de exploraciones verbales que, hoy por hoy, es uno de
los signos de salud de la novela latinoamericana.
Posteriormente agrega:
Nuestra literatura es verdaderamente revolucionaria
en cuanto le niega al orden establecido el léxico que
éste quisiera y le opone el lenguaje de la alarma, la
renovación, el desorden y el humor.
135
Fuentes, La nueva novela hispanoamericana, p. 81.
136Ibid., p. 30. 137Ibid., p. 32.
signo: sigj
135
91
I El lenguaje en Latinoamérica se encuentra realmente
corrompido y si es un lenguaje verdadero entonces es revo
lucionario. "La corrupción del lenguaje latinoamericano es
tal, que todo acto de lenguaje verdadero es en sí revolu-
. ,,138
cionarxo."
i
Finalmente Fuentes sintetiza sus ideas al hablar
sobre la función de la literatura y la creación del lenguaje
de Hispanoamérica; además expresa que el nuevo lenguaje ¡
revolucionario latinoamericano afectará al orden opresor
establecido en la América Latina.
i
I ... afirmar en el lenguaje la vigencia de todos los
j niveles de lo real.
I Esta función, la más evidente pero también la más
compleja de la literatura, es posible con particular
intensidad en Hispanoamérica porque nuestro verdadero
lenguaje (el que han vislumbrado Darío y Neruda, Reyes
y Paz, Borges y Huidobro, Vallejo y Lezama Lima, Cor
tázar y Carpentier) está en proceso de descubrirse y
j de crearse y, en el acto mismo de su descubrimiento y
I creación, pone en jaque, revolucionariamente, toda una
i estructura económica, política y social fundada en un
| lenguaje verticalmente falso. Escribir sobre América
¡ Latina, desde América Latina, para América Latina, ser
| testigo de América Latina en la acción o en el lenguaje
¡ significa ya, significará cada vez más, un hecho revo-
j lucionario. Nuestras sociedades no quieren testigos.
No quieren críticos. Y cada escritor, como cada revo
lucionario, es de algún modo eso: un hombre que niega
que vivimos en el mejor de los mundos.
i
Ibid., p. 94. ^ ^ Ibid. , pp. 94-95.
92
Casa con dos puertas (1970)
Casa con dos puertas publicada en abril de 1970
consiste en un conjunto de ensayos que Carlos Fuentes ha
escrito a través de los años y que han sido recopilados en
esta obra. "En su forma original, los trabajos que integran
el presente volumen aparecieron, en el curso de los pasados
doce años, en diversas publicaciones de América Latina y
140
Europa." En los ensayos se tratan diversos temas pero
en su gran mayoría tienen relación con el mundo literario,
como se verá por los títulos que se encuentran en Casa con
dos puertas y que a continuación apuntamos en el orden
cronológico de la colección que se divide en cuatro seccio
nes la primera intitulada "Tres maneras de narrar" y que
comprende los siguientes trabajos: "La novela como recono
cimiento: Jane Austen"; "La novela como símbolo: Hermán
Melville"; "La novela como tragedia: William Faulkner";
"Apéndice: muerte y resurrección de la novela." La segunda
sección "Notas del tiempo" contiene en su mayoría escritos
sobre personajes literarios, estos ensayos tratan sobre:
"Manuel Pedroso"; "Alfonso Reyes"; "Fernando Benítez";
140
Fuentes, Casa de dos puertas, p. 9.
93
"C. Wright Mills"; "Ernest Hemingway"; "Jean-Paul Sartre";
"Oscar Lewis"; "Sebastián Salazar Bondy"; "Elio Vittorini"?
"Socialismo y cultura"; "William Styron en México"; "El
¡tiempo de Octavio Paz." La tercera sección se intitula
|"Gran teatro del mundo" e incluye los siguientes ensayos:
i
I
"Las casas de Shakespeare"; "El auto profano de Jean Genet";
"Viento del este"; "Un espacio virtual y absoluto"; "Marco
i
j
¡Bellochio"; la cuarta y última parte de Casa con dos puertas
i
se intitula "Tres maneras de ver" en donde se presentan
tres trabajos que tratan sobre el gran cineasta español
i
¡Luis Buñuel; el pintor italiano Valerio Adami; y el mejor
I
¡
|pintor mexicano contemporáneo, José Luis Cuevas. Los tres
¡ensayos son: "Luis Buñuel: el cine como libertad"; "Lineas
para Adami"; "La violenta identidad de José Luis Cuevas."
Puesto que el interés de esta investigación está
ibasada más enfáticamente en la obra de ficción de Carlos
l
i Fuentes no hemos tratado de analizar los ensayos detenida-
jmente ya que hemos preferido usar estos trabajos como punto
¡
¡de referencia en cuanto a lo que tiene que ver con la Revo-
¡
lución y su posterior desilusión; por esta razón citaremos
secciones de estos ensayos cuando tratemos las novelas en
capítulos subsiguientes; sin embargo a continuación
94
presentamos algunas ideas de Fuentes que se refieren al
México posrevolucionario y que las expone en su ensayo
sobre Alfonso Reyes. En primer lugar Fuentes expresa la
realidad de nuestro México al presentarlo como un pueblo
¡todavía sumido en la ignorancia y la miseria debido en gran
I
parte a la corrupción del estado que ha seguido la tesis
hamiltoniana de que el enriquecimiento de pocos será la j
i
base para el enriquecimiento de los demás; no cabe duda que |
i i
I
Miguel Alemán siguió esta tesis al pie de la letra en cuantoj
se refiere al enriquecimiento de pocos puesto que él se j
l :
¡situó en primer término. Desde Alemán hasta nuestros días ¡
!
¡México ha seguido esta teoría capitalista que sólo ha ser-
¡
ívido para la riqueza individual. Veamos como lo expresa
¡
Fuentes:
Como Porfirio Díaz, seguimos exclamando con resignación
y estoicismo: "¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan
cerca de los Estados Unidos.'" Fatalismo social y polí-
\ tico: se nos recuerda asiduamente que los vicios de
j nuestra organización son definidos, con carácter fatal,
i por la ignorancia, la abulia y la miseria de nuestro
! pueblo. Fatalismo económico: se nos recuerda asidua-
¡ mente que las relaciones de producción son obras del
• azar, y que la eventual riqueza de México no será re
sultado de una política social democrática, sino del
juego fatal de intereses individuales que, al prom^v^r
su propia riqueza, acabarán por hacer la de todos.
141
Ibid., p. 94.
95
Como último ejemplo, de Casa con dos puertas, con
i
relación a la desilusión de la Revolución Mexicana que
presentamos en este segmento de nuestro estudio diremos que
Carlos Fuentes nos hace saber que la educación de tipo
positivista bajo Porfirio Díaz se acentuó al seguir los
I
pasos de la educación práctica de los Estados Unidos y al
no haber seguido la escuela humanista; el resultado es que
¡el pueblo mexicano no ha recibido una verdadera educación
ya que no es un pueblo que hoy día pueda verdaderamente
pensar:
I Pero, en México, tanto la Reforma como la Revolución
fracasaron en la educación del pueblo: aquélla pensó
que el positivismo bastaría para dar una conciencia
j moderna a nuestro país; ésta lejos de superar la edu-
| cación positivista, la acentuó al importar los raquíti
cos esquemas de la escuela "práctica" norteamericana.
En ambos casos se sacrificó la única vía de educación
l verdadera, el único camino que enseña a un pueblo a
pensar y a elaborar sin dogmas pragmáticos, místicos o
escatológicos los programas de su comunidad: el huma
nismo crítico, o la elaboración crítica de las ciencias
¡ humanas.
i
| Existen en Casa con dos puertas varios ejemplos más
¡ ^
¡relacionados con la desilusión de la Revolución pero como
i
queda dicho los usaremos posteriormente para sustanciar
puntos de vista relacionados al tema de esta investigación.
142
Ibid., p. 96.
96
Finalmente veamos algunos de los comentarios sobre
Carlos Fuentes y su libro de ensayos Casa con dos puertas:
Novelista dramaturgo, Carlos Fuentes también es
(siempre ha sido) un admirable ensayista, un crítico
inteligente, sistemático y original, [sic] Posee
además de las características inevitables de cultura,
sistema crítico, información y lucidez, un don excep
cional: la capacidad de unir los contrarios, de escribir
integrando correspondencias, afinidades, posibilidades
de fusión. Entiende una verdad contemporánea: ningún
acto de creación se margina de todos los demás actos de
creación, ningún fenómeno estético es susceptible de
| aislamiento.
Y se nos dice, al tratar de Casa con dos puertas:
i ... es el primero de los dos tomos de recopilación de j
¡ los ensayos y notas de Carlos Fuentes. Está dedicado !
básicamente a la literatura, a los homenajes personales,j
al cine, a la pintura y al entendimiento de que ninguna !
instancia del arte, de la realidad, puede ser entendida
i aisladamente (el tomo siguiente se consagra a los en-
! i'• \ 144
sayos políticos). ^
i 143
| "Fuentes," Siempre. 1, No. 893 (agosto 5 de 1970),
p. XIII.
i 144
i Ibid. El tomo a que se hace referencia no ha
‘sido publicado hasta la fecha, sin embargo parece que
jpronto se publicará bajo el título de El año 68. Eugenia
¡Wiesley Francis nos dice en su tesis: "Los ensayos políti-
|eos de Fuentes se publicarán este año en dos libros entitu-
¡lados rsic] El año 68 y Casa con dos puertas." Francis,
|"La preocupación con el pasado en la obra de Carlos Fuen
tes" (tesis de maestría no publicada escrita para el depar
tamento de español de Southern Methodist University, Texas,
1969), p. 4. Posteriormente, sin embargo, Federico Camp
bell indicó en una encuesta que los ensayos de Fuentes se
intitularán Puerta estrecha, "... en la serie 'Confronta
ciones' se reunirán sus ensayos políticos: Puerta estrecha."
Vease: "Lo que espera al lector en 1971," p. VII.
97
París la revolución de mayo (1968)
¡
j Hemos deseado dejar para el final de este capítulo
!
i
el análisis del ensayo París la revolución de mayo porque
su tema está verdaderamente relacionado con esta diserta
ción como se verá a continuación.
Entre los ensayos sobresalientes de Carlos Fuentes
es necesario mencionar París la revolución de mayo que
i
apareció en 1968 en las publicaciones ERA y trata sobre los
hechos acaecidos en mayo de 1968 en Francia. Los aconteci- j
l
mientos que trata Fuentes en este ensayo son las manifesta- |
j ciones revolucionarias por estudiantes y el proletariado. j
i t
¡Este ensayo está sustanciado por resúmenes de entrevistas
I que Carlos Fuentes hizo en Nanterre, Francia:
' Más adelante, al resumir las entrevistas y discusiones
j con estudiantes de Nanterre, con amigos franceses y
j durante los debates de los Comités de Acción Revolu-
| cionaria en las calles de París, dejaré que los propias
1 interesados hagan la crítica de los acontecimientos.
i ' "
Inmediatamente agrega que esta revolución de mayo tal vez
jhaya sido la primera del mundo industrial:
i
| Pero desde ahora podemos preguntarnos, con toda serie-
! dad, si realmente asistimos a la primera revolución
Fuentes, París la revolución de mayo, p. 9.
98
del mundo industrial: la primera prefiguración del
siglo XXI, la primera revolución que realiza las pre
visiones de Marx, hasta ahora postergadas por las
imprevistas revoluciones en el mundo subdesarrollado.
Cincuenta años en la periferia habían hecho impre
visible una revolución en el centro. ®
Fuentes ha escrito en una sección de su trabajo lo
que consideramos una síntesis de la revolución de mayo con
sus causas y razones para haber llevado a cabo esa in
surrección de 1968.
Y esto es lo primero que hay que comprender sobre
la revolución de mayo en Francia: que es una insurrec
ción, no contra un gobierno determinado sino contra el
futuro determinado por la práctica de la sociedad
industrial contemporánea. Asistimos a una revolución
de profundas raíces morales, protagonizada en primera
instancia por la juventud de una nación desarrollada.
Y estos jóvenes dicen que la abundancia no basta que se
trata de una abundancia mentirosa. Primero, porque
pretende compensar con la variedad y cantidad de los
bienes de consumo la uniformidad y la paucidad de los
contenidos reales de la vida: comunicación, amor, cul
tura, dignidad personal y colectiva, sentido de la
cualidad del trabajo, sentido de autonomía crítica de
los individuos y de las organizaciones, relaciones
concretas y decisivas entre cada hombre y lo que hace,
dice, rechaza o escoge.
Todas estas posibilidades, las verdaderamente
humanas, se han perdido en la sociedad de consumi
dores .
El idealismo revolucionario heterodoxo de Carlos
Fuentes queda de manifiesto al expresar que la palabra
141 . , _
Ibid., p. 5.
99
clave de la Revolución de Mayo es "contestation" ya que al
!
hacer esto constantemente se logrará una revolución con
tinua y permanente y es esto una revolución heterodoxa.
í
Esa conciencia proviene de un sentimiento de enaje
nación y se expresa originalmente en un movimiento de
"contestation" (palabra clave de la revolución francesa:
"contestation, contester": algo más que cuestionar,
poner en duda, someter a examen, desafiar sin tregua,
debatir a todos los niveles, impedir la consagración
esclerótica de las cosas res-puesta, poner las cosas
en su lugar, en situación crítica permanente).'1 ' 48
¡
¡ Según Fuentes sólo de esta manera se logrará un
socialismo con libertad ya que siempre se encontrará bajo
una crítica constante. Este para Fuentes es el sistema más
| ^ |
¡justo y acertado para la gran mayoría de los seres humanos. ■
!
'Por eso es que al hacer una revolución debe de ser perma
nente y no sólo quitar del poder a un grupo opresor para
reemplazarlo con otro, como a pasado en Rusia y en México.
i
Porque socialismo y libertad son inseparables. La
i dictadura del proletariado a menudo a significado la
; dictadura sobre el proletariado. Para que haya
socialismo con libertad, el movimiento debe seguir
en el verdadero plano de "contestation" en el que
149
hasta ahora se ha mantenido.
Lo referente a la dictadura del proletariado sobre
el proletariado nos recuerda el hecho de que las revolu
ciones como la Rusa y la Mexicana (aunque la Revolución
~^^Ibid. , pp. 4-5. ^4^Ibid., p. 10.
100
Mexicana fue burguesa) han dado la vuelta hacia la misma
situación de opresión que existía antes de haberse hecho la
revolución. Esto nos hace recordar a George Orwell y su
obra Animal Farm en donde un grupo de animales en una
granja se rebela guiado por los cerdos, contra la opresión
i
i
de que eran víctimas a manos del campesino borracho e in
competente; por corto tiempo la revolución triunfa y se
;logra la igualdad entre todos los animales, sin embargo la
lucha por el poder comienza entre los dos cerdos que habían
¡guiado la revolución: "Napoleón" y "Snowball," saliendo
|éste último derrotado. Al verse los cerdos ahora con
i
j"Napoleón" como único cabecilla comienzan a actuar cada vez
j
¡más como el propio campesino que había sido la razón de la
Jrevolución. Se ve más tarde a "Napoleón" negociando con
I
los humanos con su única ideología que era la de establecer
¡una dictadura personal. Es obvio que con esto la revolu
ción ha muerto, como ha sido el caso de México cuya Revolu
ición verdaderamente comenzó a fallecer después de la época
revolucionaria y de gran politización del período de Lázaro
Cárdenas, quien acaba de fallecer tal vez simbólicamente,
i
¡en el mes de octubre de 1970. Después de esa época el
partido revolucionario se institucionalizó aniquilando
i
L_ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
101
completamente a la Revolución. Retornando a "Animal Farm"
vemos que al final de la obra la situación ha vuelto a ser
tan intolerable o peor que antes con la completa institu-
cionalización de la dictadura de "Napoleón" llegando a tal
punto que hasta el nombre de la granja es cambiado de
"Animal Farm" a su nombre original "Manor Farm"; además de
no poder distinguir de quienes eran los cerdos y quienes
los hombres puesto que existia gran similitud entre ellos.
Esto nos sugiere un círculo vicioso que ha dado la vuelta
completamente hasta llegar a estar bajo la misma opresión,
miseria, crueldad, e injusticia anterior a la revolución,
que ha dejado de serlo. Esto ha sido causado por no pro
testar en contra de la forma de vida que los animales de
Animal Farm o en la realidad los seres humanos que no usan
lo que Fuentes llama "contestation" o sea "(... contesta
ción, res-puesta, poner las cosas en su lugar, en situación
crítica permanente) .
En cuanto al contenido del sentido político de
Animal Farm no queda duda alguna ya que el propio George
Orwell escribió un artículo "Why I Write" en el cual pone
de manifiesto sus intenciones de escribir en contra de
15°Ibid., p. 5.
102
los estados totalitarios.
Every line of serious work that I have written since
1936 has been written, directly or indirectly, against
totalitarianism. . . . Animal Farm was the first book
in which I tried, with full consciousness of what I was
I
doing, to fuse political purpose and artistxc purpose
into one whole.
| La revolución de mayo logró el apoyo de los obreros
al principio como solidaridad con los estudiantes, pero
esta solidaridad se desarrolló ya que los obreros se dieron
|
cuenta de que existían otras cosas, aparte de la lucha por
i
mejores salarios, como es la autonomía del individuo y la j
I
¡dignidad del trabajo. Esta actitud del proletariado se i
; ■ ¡
|logró gracias al movimiento revolucionario de mayo. Sin |
í
¡embargo la burguesía supo solucionar y evitar una verdadera
j
revolución nacional al aumentar los sueldos y reducir las
horas de trabajo; pero esto sin embargo bien pudo haber
sido la primera revolución, como ha dicho Carlos Fuentes,
|de carácter industrial en un país desarrollado.
i
Carlos Fuentes pregunta en una entrevista que sería
lo que debería hacer el proletariado y se le contestó que
C. M. Woodhouse escribió un artículo original
mente en The Times Literary Supplement (London), agosto 6
de 1954, citado en George Orwell, Animal Farm (Veinti-
ochava impresión; New York; The New American Library, sin
fecha), p. vii.
103
la revolución pero que sin ser guiada por el partido comu
nista ya que parece que ha dejado de ser revolucionario:
— Hacer la revolución. El PC [Partido Comunista]
siempre está en espera de que existan condiciones
revolucionarias favorables. Ahora ya no tiene excusa.
Hubo una situación revolucionaria en Francia y el PC
la desaprovechó. Fidel Castro no la habría desaprove
chado.
Posteriormente agrega el entrevistado:
La huelga de mayo demostró que la acción obrera puede
paralizar a una economía industrial avanzada y poner
en crisis al gobierno. La huelga se hubiese trans
formado en revolución si, simultáneamente, los obreros
dirigidos por un partido realmente revolucionario
hubiesen iniciado la autogestión en las fábricas. Al
gunas pequeñas industrias, por ejemplo la de los tran
sistores, así lo hicieron. Pero esta posibilidad
aterró a los dirigentes de izquierda. Para ellos,
prisioneros del dogma, el socialismo significa la toma
del poder y luego una larga etapa de centralismo
autoritario.
Lo que hasta hoy día ha pasado por socialismo ha sido
la aceleración hacia el capitalismo. Esto se hizo en Rusia
y en China al tratar de acumular en corto plazo lo que al
mundo capitalista le había llevado cientos de años. Esto
ha ocurrido en países subdesarrollados pero el entrevistado
piensa que en un país con desarrollo industrial se puede
152
Fuentes, París la revolución de mayo, p. 20.
^"^Ibid., p. 21.
104
pasar al socialismo de otra manera:
La toma de los centros de trabajo, no la toma del
gobierno. Para los trabajadores europeos, el poder
no está en el Palacio Presidencial o en el Parlamento.
El poder está en las fábricas. Tomar el poder es
tomar el poder en las fábricas.
Posteriormente agrega que lo ocurrido en mayo ha demostrado
que la revolución se puede lograr y que las posibilidades
de revolución se han hecho mayores. Se puede llegar a
obtener la autogestión de las fábricas y destruir a los
gobiernos burgueses capitalistas:
— Si algo nos ha enseñado el movimiento de mayo,
es que las posibilidades revolucionarias se han multi
plicado. Hay diversos grados de acción. Se puede, por
ejemplo, hacer la huelga general continuando la pro
ducción, sin enemistar a la población y rehusando toda
negociación con el estado burgués o la clase patronal.
Desde ahora el sentido de la revolución consistirá en
que la clase obrera expropie directamente los centros
de trabajo, instale la autogestión y continué la pro
ducción, sin consultar a nadie. Se trata de vaciar de
sustancia al estado burgués y a la gerencia capitalista.
Se trata de reivindicar la verdadera idea revolucio-
naria: todo el poder para los soviets.
Al verdadero revolucionario no le interesa sola
mente sustituir un gobierno por otro ya que el resultado
nos lleva inevitablemente al mismo fin como ya ha quedado
probado en Animal Farm.
154 155
Ibid. Ibid., pp. 21-22.
105
El gobierno estuvo a punto de caer. Pero esto es
secundario para nosotros. Se trata de hacer la revolu-
¡ ción no de sustituir gobiernos. Somos revolucionarios
j no golpistas. En cambio al régimen sólo le interesa
permanecer en el poder. Para hacerlo ha sacrificado su
aspecto más positivo: la política internacional.
El resultado de la revolución de mayo ha sido un
golpe para el capitalismo francés. Además la gente ha
comenzado a politizarse; solamente de esta forma podrá el
pueblo cuestionar. Cuando el gobierno intente recobrar los
incrementos que dio a los obreros, el resultado será una
radicalización nacional.
Por lo pronto, el sistema capitalista francés ha sufrido)
| una grave ruptura de equilibrio. Para recobrarlo, de- !
berá arrebatarle a la clase obrera las "ganancias" que !
acaba de darle bajo presión. A su vez, esto radicali-
! zará la lucha de clases en el que muchísimos jóvenes,
| estudiantes, obreros, intelectuales, han empezado a
politizarse por la primera vez. Por todo ello, nosotros
continuamos nuestras tareas de organización difusión de
ideas y lucha revolucionaria.
La desilusión de Fuentes con el estado enajenante
¡del gobierno mexicano queda de manifiesto al comparar al
PRI con Porfirio Díaz que representan en ambos casos lo
viejo. En las siguientes líneas Fuentes alude a una posible
revolución en México al comparar la situación mexicana con
antecedentes históricos. Cabe decir que en octubre de ese
~^^Ibid. , p. 23. ~*~^Ibid., p. 26.
106
mismo año, 1968, tuvieron lugar los acontecimientos de la
plaza de Tlatelolco en que gran cantidad de jóvenes estu-
!
j diantes fueron asesinados por las fuerzas represivas del
í . . 158
gobierno.
— Batista ganó las elecciones en Cuba cuando Fidel
Castro ya estaba en la Sierra Maestra. El Zar eligió
su Duma inmediatamente después de la revolución de
1905. Escoger entre Humphrey y Nixon no significa nada
para los problemas reales de los Estados Unidos. Y el
aparato del PRI en México gana regularmente todas las
elecciones sin que, realmente, "pase nada" salvo la
postergación de problemas que nadie atiende y que se
acumulan peligrosamente. Porfirio Díaz celebró su
Olimpiada apoteósica en septiembre de 1910; en no
viembre estalló la revolución. Las elecciones y la
revolución, decididamente son dos cosas bien distin
tas. 159
Carlos Fuentes piensa en
... los estudiantes italianos, checos, ingleses, ale
manes, que no encuentran un mundo a la medida de sus
aspiraciones, que desean cambiar la sociedad y la vida
con un impulso lleno de generosidad y valentía.
| En el año de 1968 el que esto escribe estuvo en
|la ciudad de México durante agosto y principios de septiem-
jbre, época en que se llevaron a cabo grandes manifesta
ciones estudiantiles y del pueblo en general. En esos dos
meses anteriores a octubre de 1968 se supo de varias muertes
de estudiantes. Ver Jorge Basurto, "México: el movimiento
estudiantil," Mundo Nuevo, No. 30 (diciembre de 1968),
pp. 4-11. Además: Octavio Paz, Posdata (tercera ed.;
i México: Siglo XXI Editores, S.A., 1970).
159
Fuentes, París la revolución de mayo, p. 24.
~^°Ibid., p. 32.
107
Piensa en los estudiantes porque estos sentimientos son hoy
día universales lo cual hace de la revolución algo que no
es sólo de Francia sino universal. Fuentes agrega:
Pienso en mí mismo, en mis amigos españoles y latino
americanos, en todos los que desde un principio com
prendimos que ésta no era una revolución privativa de
Francia, sino un movimiento nuestro, sin nacionalidad
y sin fronteras.
La desilusión de Fuentes se extiende más allá de
las fronteras de México y un ejemplo es en lo que atañe a
Latinoamérica y sus oligarquías controladas por los Estados
Unidos razón por la cual no atienden los verdaderos pro
blemas y ayudan a perpetrar el lamentable estado de sub-
desarrollo al sur de la frontera de "Gringolandia." Además
es obvio que el movimiento de mayo conquistó la simpatía y
apoyo de los intelectuales, artistas, escritores y estu
diantes tanto de Latinoamérica como de España:
Decididamente adverso a la xenofobia y al chovi
nismo, el movimiento revolucionario francés no podía
sino conquistar la adhesión de los artistas, escri
tores y estudiantes latinoamericanos y españoles que
en Francia aseguramos el encuentro y perspectiva que
en nuestros propios países nos son vedados. Aquél, por
la división, la incomunicación y el engaño sistemática
mente fomentados por nuestras oligarquías títeres de
los Estados Unidos. Esta, por el sofoco no menos sis
temático de cada una de nuestras naciones, encerradas
108
bajo campana neumática y empeñosamente dedicadas al
cultivo de falsas celebraciones falsos problemas,
falsas metas. ^ 2
Posteriormente menciona específicamente algunas de
las pestes que plagan a los países latinoamericanos:
En París hemos visto desnudo al Emperador. ,..
En París hemos visto en calzoncillos a los periodistas
mentirosos del Brasil, a los militares argentinos, a
los industriales chilenos a sueldo de los monopolios
del cobre, a los imbéciles que pergeñan los programas
de televisión en Perú, a la policía represiva de Guate
mala, a los líderes sindicales corruptos de México, a
los burócratas blandengues del Uruguay. • L63
La unificación de la juventud, el estudiantado, con
la clase obrera es algo que no tiene precedente anterior a
la revolución de mayo como resultado la revolución se ha
expandido a los países industrialistas y ya no es privativa
del "Tercer Mundo. 1 1
La revolución, que sólo ayer parecía privilegio del
Tercer Mundo, ha hecho su aparición en el Mundo In
dustrial neocapitalista o neosocialista. Si en Europa
y los Estados Unidos la protagonizan los hijos insatis
fechos de la burguesía, en Polonia, en Checoslovaquia,
en Yugoslavia los actores son los jóvenes estudiantes
de origen campesino y obrero.
Carlos Fuentes nos da la impresión de resumir en
una sola frase las ideas contenidas en su ensayo:
162 tx.-.o 163 - . -
Ibid. Ibid.
164t ^
Ibid.
109
La revolución contra la burguesía y la revolución
dentro de la revolución convergen en la afirmación de
la "autogestión" del trabajo y de la producción por
los hombres directamente interesados.
Hemos dado tal importancia a París la revolución
de mayo por su tema que tan ligado se halla al de esta in~
[vestigación ya que como dice Fuentes al referirse a noso
tros, los latinoamericanos: "Esta revolución también es la
,,166
nuestra.
i
165 . . 166 . .
Ibxd. Ibid.
CAPITULO III
LA BURGUESIA PROVINCIANA Y LA DESILUSION
Las buenas conciencias
Las buenas conciencias es una novela de tipo galdo-
siano que Fuentes escribió con la intención de que formara
parte de una tetralogía que nunca llegó a publicar. Las
I buenas conciencias, la primera de las cuatro novelas, fue
i
la única de la tetralogía que se publicó. Carlos Fuentes
|ha dicho, refiriéndose a esta obra:
La escribí como punto de arranque de una serie de
cuatro novelas. Quizá fue un error publicarla por
separado, ya que por sí misma no da idea de la inten
ción artística que cumple la tetralogía. Las novelas
posteriores destruyen poco a poco el mundo de Las
buenas conciencias, no sólo en cuanto a un mundo ob
jetivo sino en cuanto a un mundo de expresión. Es una
j novela tradicional, galdosiana. Hay en ella un es-
¡ quema impuesto a priori que dificulta la acción y poda
la libertad de movimiento de los personajes. Es una
novela que no me agrada.^-
Emmanuel Carballo, Diecinueve protagonistas de la
literatura mexicana del siglo XX (México: Empresas Edito
riales, S.A., 1965), p. 437.
110
111
La insatisfacción de Fuentes con esta obra es
¡notoria y el resultado fue que las restantes tres novelas
de la tetralogía intitulada Los nuevos, terminaron en
cenizas. Al preguntarle Rodríguez Monegal a Fuentes, en
una entrevista:
!
i ¿Que pasó con aquella tetralogía de la que sólo se
publicó Las buenas conciencias?
[Fuentes le contestó.] ¿Sabes que pasó?, que un
día me agarré las tres restantes y en un acto de puri-
j ficación total, parte de un mito también, de una cere-
! monia, las metí en el caldero y me tomé un baño con
ellas.2
Los títulos de esas infortunadas novelas de Carlos
i
I
¡Fuentes eran: La patria de nadie; Guadalupe Villegas; y
i
I los grandes intereses. Hemos encontrado fragmentos de estas
novelas con la excepción de Los grandes intereses. "Pala
bras del escritor" es una sección de La patria de nadie que
3
descubrimos en Revista Mexicana de Literatura. En esta
misma revista se halla "La tarde," que es un capítulo corto
i
; 4
¡de Guadalupe Villegas. En la novela La patria de nadie
¡Fuentes intentaba narrar la huelga del magisterio, tema
2
"Situación del escritor en América Latina," Mundo
Nuevo, No. I (julio de 1966), p. 16.
3No s. 8-9 (febrero-marzo de 1960), pp. 17-21.
4
Ibid., pp. 13-16.
que aparece en "El costo de la vida," cuento de Cantar de
5
ciegos, y en "Los cuates," fragmento de la novela que
trata el mismo asunto.
Veamos lo que Fuentes ha dicho, según Luis Harss,
al tratar sobre Los nuevos.
i -----------------------------------
I
| La concisión, el paso mesurado, dice Fuentes, son "muy
! conscientes y muy buscados. Por una razón muy clara,
| y esto se verá cuando termine la tetralogía de Los
j nuevos, de los cuales Las buenas conciencias es el pri-
| mer libro. Yo necesitaba tener esa base temática y
estilística para la tetralogía. Quería salir de ese
mundo de Guanajuato, que se expresa en estas formas muy
siglo diecinueve, muy Pérez Galdós, muy Balzac, para
llevar el personaje a la Ciudad de México, llevar con
currentemente un cambio de ritmo, un cambio de estilo
de la novela. Es decir, es un estilo que va a ser
destruido por las novelas que le siguen. Un estilo de
! base que cumple una función más o menos irónica en el
i total de la novela."^
En la sección, "Palabras del escritor," de la novela
La patria de nadie queda de manifiesto el estilo con tono
jirónico a que Fuentes hace referencia.
I
I ... tendremos que romper la complicidad con el ideal
! machacado mamado jeringado, la complicidad con los que
j exponen satisfechos su buena conciencia y su mejor
| reputación, con los que nacieron y morirán inocentes,
5
Casa de las Américas, I, No. 1 (junio-julio de
1960), 21-23.
I
6
Los nuestros (Tercera ed.? Buenos Aires: Editorial
Sudamericana, 1969), p. 365.
113
con los que— gente decente— practican la religión los
domingos y trafican en el templo de los días hábiles,
con los que— gente decente— invocan la dignidad de la
persona abstracta y ultrajan al prójimo concreto con
los que— gente decente— sentencian la regla moral
trasformada en chisme trasformado en calumnia, con los
que— gente decente— saben que al mundo se viene a hacer
dinero y luego la salvación de las almas, con los que—
gente decente— odian al amor y aman al odio y visten a
| unos con las prendas del otro, con los que— gente de
cente— honran la sustancia del éxito y pronuncian las
palabras del que fracasó por ellos, con los que— gente
decente— jamás sabrían perdonar la falta del otro o
entender la sangre de la redención, con los que— gente
decente— gritan desde sus cabarets y sus yates y sus
| boutiques: "Oh Dios, te doy gracias de que no soy como
los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni
como ese publicano": el escritor es el publicano de
hoy.7
Como puede verse, dentro de este segmento, existe
cierta desilusión ya que las personas de "buena conciencia"
son en realidad los explotadores del pueblo al que miran
desde la cúspide de la gran pirámide totonaca. Esta desi
lusión es más marcada y directa al expresar que el trabaja
dor ya no cree en los líderes sindicales corruptos, ni en
i
l
!la revolución institucionalizada, ni en la retórica que la
i
i acompaña.
¡
| ... ese hombre teñido de aceite y cal que quiere nom
brarse a sí mismo; ese hombre pisoteado por Yuren y
7
Revista Mexicana de Literatura, Nos. 8-9 (febrero-
marzo de 1960), pp. 13-21.
114
Velázquez; ese hombre que ya no cree en la Revolusti-
tución ni en la Istitulución; ese hombre que mantiene
la vigilia sobre el sueño de los lemas vacíos
AL TRABAJO FECUNDO Y CREADOR
¡EL PUEBLO ES PRIMERO.'
LA REVOLUCION NUESTRA GUIA
Q
Optimismo, Estabilidad, Confianza
Argumento y personajes
El argumento de Las buenas conciencias se desarrolla
jen torno del protagonista Jaime Ceballos, joven miembro de
una familia de la burguesía provinciana de Guanajuato.
j La novela da principio con una especie de prefacio
i
que no pertenece a ningún capítulo, sin embargo es impor
tante porque aquí Fuentes nos presenta una síntesis de lo
acontecido en la obra. Juan Manuel es como un símbolo con
quien se van los ideales y eventos importantes de la vida
de Jaime al sucumbir éste ante la sociedad burguesa.
i
! Jaime Ceballos no olvidaría esa noche de junio. Recar-
j gado contra el muro del callejón, veía alejarse a su
I amigo Juan Manuel. Con él se iban las imágenes de un
hombre delatado, de una mujer solitaria, del pobre
comerciante gordo que había muerto ayer.^
Q
Ibid., p. 20.
g
Carlos Fuentes, Las buenas conciencias (Primera re
impresión; México: Fondo de Cultura Económica, 1967), p. 9.
115
Después de presentar esta síntesis Fuentes da prin
cipio a Las buenas conciencias, novela que arranca desde
le. época de independencia como Carlos Fuentes nos ha dicho
en nuestra entrevista:
Yo he deseado arrancar desde el Santanismo los
problemas como en La muerte de Artemio Cruz, en la
sustitución de castas rectoras; en Las buenas con
ciencias, pues desde la independencia.ÍO
El autor nos narra la historia de la familia Ceballos desde
su llegada a México procedentes de España en 1852; fecha
que inicia la acción de la novela. Fuentes en una entre-
|vista con Emmanuel Carballo ha sintetizado parte de la
trama de la novela así:
— Tiene lugar en Guanajuato. Arranca la acción en
| 1852, arranque que da en cierta medida, el contexto
histórico de la familia del protagonista y, a la postre,
de su problema personal. La familia de los Ceballos,
de la cual se ocupa la novela, es una familia de espa
ñoles que llega a México en la segunda mitad del
siglo XIX y, poco a poco, asciende los difíciles o
fáciles peldaños de la sociedad, convirtiéndose, tras-
■ curridos varios lustros, en una de las familias más
i "distinguidas" de Guana j ua to. 1' L
; El prestigio de la familia va en alimento hasta
|llegar a presenciar una obra teatral en compañía de Porfirio
í
|üíaz en el teatro Juárez de Guanajuato. Durante la época
■^Ver infra, apéndice, PP- 303-304.
■^Carballo, Diecinueve protagonistas, p. 437.
116
de la Revolución la familia pierde un poco de su riqueza
pero no gran cosa. Los tíos de Jaime, Asunción Ceballos y
Jorge Balcárcel, parten a Inglaterra durante la etapa revo
lucionaria para regresar más tarde y llegar a ser miembros
oficiales del partido revolucionario al que anteriormente
se habían opuesto. Durante la estancia de los tíos de
Jaime en Europa Rodolfo Ceballos contrae matrimonio con
¡Adelina López, una joven de clase humilde y por lo tanto de
muy diferente nivel social. De este enlace nace Jaime
quien crece sin su madre natural ya que los tíos Balcárcel
| se oponen rotundamente a la unión de Rodolfo con Adelina
por no ser de su clase; corren a ésta de la casa y la pobre
|mujer queda reducida a la prostitución como medio de vida.
Asunción se hace cargo de Jaime y lo trata como al hijo
deseado que nunca tuvo por la esterilidad de su marido
Jorge. Es en este medio burgués que la infancia de Jaime
I
'se desarrolla. Jaime pronto se rebela en contra de la bur-
¡guesía que lo sofoca con su falsedad y "buenas conciencias"
|
que mientras predican el cristianismo hacen exactamente lo
contrario.
I
¡ Dentro de la novela surge Ezequiel Zuño, joven
minero, que huye de la autoridad que lo persigue por haber
117
tratado de organizar un sindicato de mineros. Ezequiel se
i
esconde en casa de Jaime donde recibe la ayuda de éste.
Sin embargo Balcárcel se da cuenta y entrega al fugitivo.
Además de Ezequiel aparece Juan Manual Lorenzo, un joven
indígena amigo de Jaime, quien es un personaje de altos
ideales que lee ávidamente grandes obras de la literatura
mundial. Juan Manuel estudia gracias a una beca que le ha
otorgado el gobierno pero que sin embargo no es suficiente
para mantenerse y tiene que trabajar.
El día de la muerte del padre de Jaime# éste va a ]
i' !
un burdel en donde se encuentra a Jorge Balcárcel con lo
que se da cuenta de la hipocresía de su tío, quien se en
cubría con una máscara de sobriedad y de "buena conciencia. 1 1
Es poco después cuando Jaime se somete a la ideología de la
burguesía y a ser como sus tíos, una persona de "buena con
ciencia. "
j Cabe mencionar que esta novela contiene notas per
sonales expresadas en el protagonista, Jaime Ceballos.
Jcarlos Fuentes ha dicho, refiriéndose a la novela, que:
... la escribí en un momento de ruptura mía, muy
traumática, con mi familia, con mi pasado, con mi
118
educación religiosa, burguesa y demás, que traté de
I trasladar a la experiencia del personaje.
Fuentes nos describe a Jaime Ceballos de la si
guiente forma:
— Jaime Ceballos es, fundamentalmente, un muchacho
con un impulso humano sumamente generoso, de un cris-
j tianismo muy honrado muy auténtico, que no puede desa
rrollar este impulso porque la célula familiar y el
mundo de los objetos, de la propiedad— que es el que i
representan los Ceballos— , le impide cumplir esos
fines. - * - 3
i
Sobre Juan Manuel Lorenzo el novelista nos hace
saber que:
| ... Lorenzo, que es, también, un muchacho muy positivo.
¡ Simboliza, un tanto, el tránsito de esta sociedad
nuestra que está ya muy lejos de lo que fue— de esas
raíces que todavía le cuelgan por los brazos a
Lorenzo— , y todavía muy lejos de lo que quiere ser.^
Refiriéndose a Jorge Balcárcel, quien recibió su
grado de licenciado en economía mientras estuvo en Ingla
terra, durante la época de la lucha revolucionaria, Fuentes
dice: 1 1 — El tío, el licenciado Balcárcel, es un hombre ni
i 15
¡bueno ni malo." Y agrega:
12
Rodríguez Monegal con Fuentes, "Situación del
escritor en América Latina," Mundo Nuevo, No. I (julio de
1966), p. 16.
13
Carballo, Diecinueve protagonistas, p. 438.
14 15
Ibid. Ibid., p. 439.
119
— Realmente es un hombre que no tiene un repertorio
moral, que no escoge, que va, más o menos, hacia donde
lo empujan sus intereses y la realidad en que vive.
No les pone a sus actos un marbete de buenos o malos.
Va, simplemente va.^
En cuanto a Asunción, mujer resignada a su destino,
el autor nos hace saber que:
— Asunción es un carácter [ s j l c ] un tanto más trá
gico, puesto que es una mujer mexicana, hecho que,
casi, la convierte en símbolo de tragedia. Es una
sierva. Es una mujer que no es dueña de su espíritu
ni de su cuerpo. ^
En cuanto a Rodolfo Ceballos, padre de Jaime, no
parece tener otra función que el de un ser indefenso y
bueno que es arrollado por la sociedad que lo circunda. En
lo relacionado a este personaje Fuentes expresa: "— El padre
de Jaime es otra víctima de este ambiente, de esta mentira,
de esta indiferencia ante la personalidad real y los fines
18
reales de los hombres."
La burguesía provinciana y el pueblo
Las buenas conciencias gira en torno de una familia
burguesa de provincia por medio de la cual Fuentes nos
16Ibid.
1 f t
Ibid., p. 440.
120
presenta la situación del México posrevolucionario, y la
desilusión de la Revolución queda de manifiesto.
El círculo vicioso consistente en que una casta
privilegiada reemplace a otra en el poder ha sido una
constante en la historia de México; como es el caso del
l
i
ascenso al poder de Porfirio Díaz y la caída de los ler-
distas. Cuando un nuevo grupo o hombre fuerte toma el
poder suben a la vez sus seguidores, que son oportunistas,
y aprovechan la oportunidad que se les brinda. Carlos
Fuentes ha escrito:
i
La revuelta de Tuxtepec y el ascenso de Porfirio Díaz
al poder decidieron su destino. Con el soldado oaxa-
queño llegaron a la administración central parientes
de los Montañez y amigos de los Ceballos— gente nueva
con la cual sustituir a la de Lerdo de Tejada— , y
Pepe multiplicó los viajes a México.
La desilusión con la Revolución surge al sufrir
México una especie de retroceso hacia el Porfirismo como es
l
¡el renacimiento de los grandes terratenientes y la explota-
|ción del país por compañías extranjeras, además de la
i
j creación de una nueva casta de "familias decentes. 1 1
Fuentes señala algunos de los abusos y forma de en
riquecimiento de los terratenientes durante el Porfiriato:
i
----------------------
19
Fuentes, Las buenas conciencias, pp. 20-21.
121
Se combinó con una empresa británica y hacia 1890,
recibía fuertes ingresos anuales de la explotación.
No terminó allí el rápido encumbramiento económico de
Pepe Ceballos. La Ley de Baldíos de 1894 le permitió
adquirir ilegalmente, pero con la aquiescencia de las
autoridades porfiristas, la extensión de 48,000 hec
táreas en una zona colindante con el estado de Michoa-
cán. En esta entidad compró Pepe 30,000 hectáreas más,
uniendo la producción subtropical a la de trigo, frijol
i y alfalfa del fundo guanajuatense.20
Un bien inmediato de la Revolución fue la reparti
ción de los ejidos: "La nueva Ley de Ejidos provocó la
¡
repartición de buena parte de las 78,000 hectáreas que Pepe
21
Ceballos había adquirido por bicoca." Pero aun esta
i repartición da lugar a una de las más grandes desilusiones
del pueblo mexicano. Juan Manuel Lorenzo lo expresa así:
— A mi padre le ... dieron un terreno ... para
cultivar. Esto estuvo muy bien. El propósito ... era
muy generoso. Sin embargo ... es una tierra muy
pequeña ... Sólo se pueden cultivar algunas coles ...
y berros. El maíz allí no crece. No hay agua ...
i Entonces mi padre ... tiene que buscar otra vez tra
bajo fuera de su tierra ... Vuelve a endeudarse con
un patrón ... Pero todos comemos coles y berros. La
; situación ... no cambia en realidad. La situación
¡ es ... idéntica. Pero mi padre ... solo ... no puede
¡ hacer nada ... Es preciso ... que todos se unan.
Antes hace muchos siglos ..., el ejido era la tierra
de todo el pueblo. Cada agricultor ... poseía una
parcela ... y además tenía lo que producía para todos
el ejido ... Ahora, en vez de ejido ..., sólo hay la
pobre parcela de cada uno. Porque son tan pobres ...
2^Ibid., p. 21. 21Ibid., p. 29.
122
y desgraciados ... uno solo no puede lograr nada ...
Todos juntos ... Hay que hacerlos entender ...
Todos juntos.^2
Este mismo tipo de desilusión inmediatamente poste
rior a la Revolución aparece muy claramente en el cuento
"Nos han dado la tierra," de El llano en llamas, de Juan
i
Rulfo en donde las tierras que reciben los campesinos
revolucionarios son simplemente pésimas. Pero veamos las
¡
i
;tierras que han obtenido estos labradores al ser descritas
i
en este cuento de Juan Rulfo, por medio de un diálogo de
unos campesinos con un delegado:
!
¡ Porque a nosotros nos dieron esta costra de tepetate
para que la sembráramos.
Nos dijeron:
— Del pueblo para acá es de ustedes.
Nosotros preguntamos:
— ¿El Llano?
— Sí, el llano. Todo el Llano Grande.
Nosotros paramos la jeta para decir que el llano
no lo queríamos. Que queríamos lo que estaba junto al
río. Del río para allá, por las vegas, donde están
esos árboles llamados casuarinas y las paraneras y la
i tierra buena. No este duro pellejo de vaca que se
llama el Llano.
Pero no nos dejaron decir nuestras cosas. El dele
gado no venía a conversar con nosotros. Nos puso los
papeles en la mano y nos dijo:
j — No se vayan a asustar por tener tanto terreno
j para ustedes solos.
— Son miles y miles de yuntas.
22Ibid., pp. 114-115.
123
— Pero no hay agua. Ni siquiera para hacer un
buche hay agua.
— ¿Y el temporal? Nadie les dijo que se les iba
a dotar con tierras de riego. En cuanto allí llueva,
se levantará el maíz como si lo estiraran.
— Pero, señor delegado, la tierra está deslavada,
dura. No creemos que el arado se entierre en esa como
cantera que es la tierra del Llano. Habría que hacer
agujeros con el azadón para sembrar la semilla y ni
así es posible que nazca nada; ni maíz ni nada nacerá.
— Eso manifiéstenlo por escrito. Y ahora váyanse.
Es al latifundio al que tienen que atacar, no al
Gobierno que les da la tierra.
! Es notorio que la lucha armada revolucionaria no
fue algo que causara grandes beneficios en el campesinado
l
jya que como puede verse por los ejemplos mencionados las
i
i tierras recibidas por estos mexicanos son sencillamente
j
¡tierras deslavadas e infértiles. Hay que esclarecer, sin
j
|embargo, que la Revolución Mexicana no murió inmediatamente
¡
j sino que hubo un período verdaderamente revolucionario en
México. Nos referimos por supuesto al régimen de Lázaro
i
Cárdenas quien al igual que Emiliano Zapata fue hasta su
¡muerte un gran revolucionario. Lewis Hanke ha escrito
j
¡sobre Cárdenas lo siguiente:
... Cárdenas declaró que la Revolución aún no había sido
puesta en vigencia y comenzó a llevar a la práctica un
programa de seis años. Traspasó unos 45.000.000 de
acres a los campesinos, el doble de la tierra que había
23 ^
El llano en llamas (Séptima ed.; México: Fondo de
Cultura Económica, 1965), pp. 17-18.
124
sido distribuida hasta 1934; encontró gran apoyo para
su programa en un nuevo sindicato de trabajadores que
él había patrocinado, la CTM (Confederación de Traba
jadores Mexicanos) dirigida por Vicente Lombardo
Toledano; y en junio de 1937 nacionalizó la mayoría de
las vías férreas y las entregó a un comité de sindi
catos ferroviarios, para que ellos administraran, lo
cual aumentó la confusión, pero en el ánimo de la
mayoría de los mexicanos ello era preferible al con
trol extranjero.
La expropiación de diecisiete compañías petroleras,
llevada a cabo por Cárdenas el 18 de marzo de 1938, le
hizo acreedor al título permanente de Defensor de la
Soberanía Nacional.^
i
I
Así pues puede verse que el régimen de Cárdenas fue
un período verdaderamente político revolucionario, pero
México no siguió el rumbo plantado por Cárdenas, ya que con
l
¡Manuel Avila Camacho, sucesor de Cárdenas. Desde 1940
i
hasta fines del régimen de Gustavo Díaz Ordaz, que concluyó
en 1970, México dio un viraje hacia la derecha y se mantuvo
en esa misma dirección. Carlos Fuentes nos indicó en
nuestra entrevista que consideraba la sucesión de Cárdenas
'como una traición.
l
!
í Otra instancia en la que quizá puede verse que hubo una
traición, es en la sucesión cardenista. ¿Verdad? La
política de Cárdenas, que era la política más adecuada
para el desarrollo general equitativo del país dentro
del capitalismo, fue sacrificada por sus sucesores
24
Lewis Hanke, "México avanza esforzadamente,"
Revista Nacional de Cultura, Nos. 140-141 (mayo-agosto de
1960), pp. 35-36.
125
hasta llevarnos al estado actual de corrupción, de
ineptitud de parálisis del desarrollo mexicano.^
Cárdenas se dio cuenta del cambio hacia la derecha
de la política mexicana y con ello el retorno hacia las
injusticias y nueva creación de grupos oligárquicos. A
pesar de la desilusión sufrida por cárdenas nunca le falta
ron ímpetus para continuar la lucha revolucionaria que se
estancó en México. Cárdenas nos hace saber que:
i
— Debe permitirse la plena democracia sindical.
Debe atenderse a la reclamación de los campesinos.
Pero, por encima de todo, corresponde a campesinos,
obreros, maestros, intelectuales, estudiantes y pro
fesionistas organizarse para ofrecer soluciones a los
graves problemas nacionales y evitar la tragedia de
una explosión destructiva de la riqueza creada por la
Revolución. La Revolución sigue viviendo en el es
píritu del pueblo. La estimulan las oligarquías y
las injusticias sociales. Mientras más se acaparen
riquezas, mientras más se burle la voluntad democrá
tica, más peligra nuestro país.^
La desilusión del pueblo con la Revolución Mexicana
¡
¡queda también de manifiesto tanto en la vida real como en
l
¡la obra de Carlos Fuentes. Veamos lo que expresa don Mar-
!
¡garito Flores, un viejo ejidatario que ama la tierra y como
dice Fuentes: "hombre de avanzada edad que sigue empeñado
25
Ver infra, apéndice, p. 302.
26
Carlos Fuentes, "Cárdenas: diez instantáneas,"
Siempre.1, No. 907 (noviembre 11 de 1970), p. IV.
126
en la lucha sin término por la tierra y la libertad en
27
México." Este buen viejo sintetiza su filosofía en una
frase: "’Me han querido quebrar, pero nomás Centura me
28
hacen.'" Carlos Fuentes explica el drama de este ser que
se encuentra en una situación muy similar a la de los tiem
pos del Porfiriato, o sea que ya el círculo ha dado la
vuelta hasta estar nuevamente bajo una opresión similar a
í
!la de los latifundios de la época de Porfirio Díaz. Fuen
tes expresa:
El drama de don Margarito es el de muchos campesinos
mexicanos. Siembra trigo en su tierra y se ve obligado
a entregar la cosecha a los molineros que por una co- j
secha de diez mil pesos sólo le entregan cinco mil al |
ejidatario. Los comerciantes y los pequeños propieta- i
rios, hoy, ejercen una tiranía tan temible como la del
. 29
gran terrateniente de antaño.
Esta explotación así como la desigualdad e injusta
distribución económica ha causado indudablemente una gran
desilusión; veamos lo que apunta Lewis Hanke:
i
j Otro economista, Manuel Germán Parra, señala que la
j distribución del presupuesto fue más desigual en 1955
que en 1940. 100.000 industriales y hombres de negocio
recibieron 36 mil millones de pesos en 1955, mientras
que 10 millones de trabajadores tenían 28.000 millones
27Ibid., p. V. 28Ibid.
29Ibid.
127
del ingreso nacional. De esta manera el trabajador
corriente
nacional.^
Hemos deseado presentar a grandes rasgos la situa
ción del México posrevolucionario para así poder comprender
mejor el porque existe la desilusión en el pueblo. Como
hemos podido ver México va a grandes pasos hacia una situa-
!ción porfirista caracterizada por la opresión y desigualdad
¡de bienes económicos, además de la ya bien conocida inva
sión de la industria extranjera con su gran representante
"Mrs. Pepsicoatl. 1 1 Posteriormente, al tratar La muerte de
i
|
¡Artemio Cruz, se discutirán más a fondo las inversiones
'extranjeras.
El retorno hacia una sociedad porfirista queda de
manifiesto por medio de los nuevos ricos que surgieron de
la Revolución y que llegaron a ser "la gente decente."
|Estos nuevos ricos se asociaron con los antiguos explota
dores del Porfiriato hasta llegar a ser igual que ellos.
I
j Esto se ve en Las buenas conciencias al presentarnos a
j
Balcárcel abriendo las puertas de su caserón a los nuevos
miembros de la burguesía:
participa muy poco de la expandida economía
30
"México avanza esforzadamente," p. 42.
128
| Balcárcel olvidó su título británico y se dedicó al
asiduo cultivo de la nueva regencia revolucionaria.
Se abrieron las puertas del caserón de San Roque y
penetraron por ellas las familias que, apenas diez
años antes, no hubieran soñado cenar en mansión tan
ilustre y codiciada. "¿Que se le hace que de niño yo
vendía albardas con mi padre aquí enfrente? Y hasta
me acuerdo de cuando su señora mamacita iba a misa. 1 1
j El roce social de los nuevos ricos con la antigua
|aristocracia porfiriana tuvo lugar debido a que estos dos
'grupos se necesitaban mutuamente. Este es otro aspecto de
j
desilusión ya que los nuevos ricos eran hombres que no
fueron revolucionarios porque si lo hubiesen sido no se
|hubieran enriquecido a costa de la propia Revolución.
¡Ahora estos oportunistas tratan de rozarse con familias de
i
i nombre social establecido; las cuales en turno lo hacen por
!
¡necesidad económica.
Todas las damas, por necesidad de supervivencia, fre
cuentan a las esposas de los hombres ricos de la
Revolución. Sólo estas tardes de jueves han reservado
a la estricta intimidad de antaño. El linaje más
32
reciente data del Porfirxato.
| La discriminación social ha permanecido látante en
i
¡el México posrevolucionario:
Fuentes, Las buenas conciencias, p. 39.
^Ibid. , p. 88.
129
— Antes las clases se distinguían más— dice la
señorita Pascualina— . Ahora hay mucha revoltura.
Asunción levanta los ojos del bordado.
— Por eso mismo, como dice el Padre, las familias
conocidas deben estar más unidas que nunca.^
Al hablar con Jaime, Asunción expresa un aspecto
más de discriminación social, lo que nos vuelve a recordar
i
jal Porfirismo:
— Tu madre no era una mujer de nuestra clase ...
! — ¿Y de que clase soy yo?— preguntó Jaime con una
! mueca que delataba el asco que le producía la mentira
dicha con semejante convicción.
La tía se irguió hasta su postura habitual, la
postura heredada de la tiesa Guillermina. — Tú eres
un Ceballos. Los Ceballos siempre han sido paradigma
de caballeros ... de gente decente.^
í
Es obvio que dentro de esa sociedad conservadora
|se seleccionaban las amistades, y un joven burgués como
Jaime no podía tener un amigo como Juan Manuel ya que este
joven indígena era pobre y sin nombre de la alta sociedad
provinciana, razones más que suficientes para hacer im
posible una amistad entre tan diferentes grupos sociales.
|Esto queda de manifiesto al hablar el tío Balcárcel con
I
¡Jaime y Asunción en presencia de Rodolfo.
i
¿Quién es tu mejor amigo?
— Un amigo ... de la Preparatoria.
— ¿Como se llama?
— Juan Manuel.
34Ibid., p. 107.
130
— ¿Juan Manuel qué?
— Juan Manuel Lorenzo.
— Asunción: ¿Tú conoces a alguna familia amiga que
se apellide Lorenzo? Yo tampoco. Y te diré por qué.
Porque es una familia de campesinos, y porque su hijo
estudia aquí gracias a una beca del gobierno.
— Hijito, deberías tener más cuidado con quien te
juntas ... dijo doña Asunción, colocando la mano sobre
el hombro de Jaime. ...
— No he terminado— sentenció el tío con un dedo
rígido— . Y aquí, decididamente entra la responsa
bilidad de usted, Rodolfo. ¿Les parece a ustedes
correcto que un muchacho en plena formación ande mez
clándose con el más bajo pueblo en toda clase de
romerías y fandangos populares?"^
Esto nos lleva decididamente a la realidad de que
existen hoy día "dos Méxicos" que se desarrollan paralela
mente o sea el México que tiene y el que no tiene. Esta
idea se manifiesta, con otro ejemplo, en la propia iglesia,
al quedar el pueblo segregado de las "personas decentes."
La tía y el sobrino han regresado de la misa
matutina de San Roque. La primera mitad, casi vacía,
de las bancas, ha sido ocupada por media docena de
personas decentes. En la segunda mitad rezaban las
viejas desdentadas y sofocadas por trapos oscuros, se
cruzaban de brazos los campesinos vestidos de azul,
con los ojos pardos y los pies embarrados de lodo que
bradizo. Doña Asunción recorrió las cuentas del ro
sario acariciándolas como perlas. En las bancas de
atrás, las viejas las pesaron como granos de maíz,
como si fuesen la parte más rica de su esencial po
breza.
~ ^Ibid., p. 103. ^ Ibid., p. 101.
131
Fuentes nos presenta en otra ocasión una situación
similar al ejemplo que acabamos de presentar, aunque en
el siguiente caso la discriminación social aparece más
sutilmente.
Por eso cantaba el coro de niños el Aleluya de
Hdndel cuando ocuparon el sitio reservado a las fa
milias decentes en la Compañía. Por eso eran la misa
cantada, la voz laudante, la bendición del cirio pas-
07
cual y, por fin, la exclamación jubilosa del Exultet.
Aquí se puede ver que además de segregar a los
feligreses la iglesia de viste de gala para complacer a
"las familias decentes."
Indudablemente existe desilusión en estos pasajes
de Las buenas conciencias ya que la sociedad en México ha
Icontinuado esencialmente con dos extremos de clases socia-
i
les aun después de la Revolución. Aunque debemos admitir
que en México se empieza a desarrollar una clase media pero
que no es una verdadera clase media, digamos, en el sentido
|estadounidense o de otro país desarrollado.
j
i A continuación tratamos otros aspectos posrevolu-
¡
cionarios que indudablemente están encarnados de desilusión.
La corrupción política indudablemente ha plagado a México
37
Ibid. , p. 58.
132
y esto se refleja en Las buenas conciencias. Veamos una
forma fácil y corrupta de hacerse rico:
Avisado oportunamente de las sucesivas devaluaciones
monetarias, intermediario de un buen porcentaje de
contratos y operaciones fiscales, rígido prestamista,
el tío Balcárcel acumuló en quince años una bonita
fortuna.38
i
i
Los caciques han vuelto a aparecer y aquí otro
aspecto de corrupción, y a la vez de explotación del pueblo:
"Ahora los pueblos están en manos de los caciquillos del
i
39
P.R.M. y hay que ir a medias en todo con ellos."
Al hablar de la explotación del pueblo salta a la
í
¡mente el abuso con los mineros durante el período de Díaz.
Esta situación queda descrita por Fuentes a grandes rasgos
inmediatamente después del entierro de Pepe Ceballos, padre
de Rodolfo, quien junto con su esposa Guillermina tenía una
mina la cual es vendida a unos socios ingleses después de
¡la muerte de Pepe. Fuentes nos hace saber que Guillermina:
1
I Suspiró: se desentendía de esas minas en cuya explota
ción sudorosa, tiránica, a menudo criminal, se fundaba
la primera fortuna de aquellos hombres de horca y
cuchillo, modales toscos y látigo presto, sus ante
pasados. . ..^0
38
Ibid., p. 40.
40
Ibid., p. 25.
39
Ibid., p. 83.
133
Presentamos esta última cita para hacer una com
paración con la situación de los mineros años después del
Porfiriato. Ezequiel Zuño es perseguido por haber tratado
de organizar un sindicato de mineros. Ezequiel logra es
conderse en la caballeriza de la casa de Balcárcel y allí
jsostiene un diálogo con Jaime. Zuño se encuentra fatigado
por sus esfuerzos de huir y antes de quedarse dormido dice
y piensa:
i
— Está bueno ... oye luego te cuento una historia
. . . pero ahora ... (11. . . no ha de saber qué es que lo
apaleen a uno ... no ha de saber las palabras que le
dicen a uno ... no ha de saber lo que es aguantarse,
i con el miedo de ceder por miedo ... no ha de saber cómo
aguantarse parece luego lo más fácil, y abrir el pico
lo difícil ... no ha
!
Simbólicamente Fuentes expresa con pesimismo las
posibilidades de éxito del joven minero.
Allí estaba Jaime, sentado sobre el suelo, con la cara
entre las manos, cuando despertó. El muchacho ob
servaba una caja de mariposas fijadas al cartón con
alfileres: la manía adolescente, ahora olvidada, de
| doña Asunción.^
Interpretamos que simbólicamente Ezequiel es como
si fuera una de las mariposas clavadas, ya que como se verá
sus ideales no tienen posibilidad de éxito dentro de la
41 42
Ibid., p. 71. Ibid.
134
sociedad burguesa, que en este pasaje queda también repre-
isentada por Asunción, quien tenía a las mariposas fijadas,
como la sociedad a Ezequiel Zuño.
Dentro de las siguientes citas referentes a Ezequiel
se verán los ideales de este minero mexicano quien se en
cuentra desilusionado con la situación de los trabajadores
de las minas. Ezequiel habla con Jaime y le expresa la
i
¡razón que tiene para esconderse así:
i
— ¿Por qué andaba escondido? Pues de repente por
tarugo. Seguro, todos te dicen: "Quién te manda."
| Ganas para irla pasando, tienes tu mujer y tus chamacos,
j que sólo Dios sabe cómo la estarán pasando ahorita ...
seguro. Pero no eres tú solo ese es el problema. Que
no está uno solo. Y luego cuando te le enfrentas al
cacique y le exiges que los demás hombres que trabajan
' contigo en la mina puedan asociarse, y hasta logras
unir a los hombres y sacarlos de las ratoneras en una
manifestación, pues ya como que no eres tú, sino los
demás. Te importa madre la familia y tu pequeño puesto
al aire libre, fuera de la mina y decides jugártela
I A *3
toda. Eso es lo que paso. J
j Nuevamente queda de manifiesto que el caciquismo
¡ha continuado a pesar de la Revolución. Como puede verse,
IEzequiel es un idealista que desea una mejor situación para
sus compañeros de trabajo, razón por lo cual había tratado
de formar un sindicato.
43
Ibid., p. 72.
135
A continuación presentamos la explotación de los
mineros mexicanos por manos extranjeras, además de la per
sistencia del caciquismo. El idealismo de Ezequiel queda
reiterado a pesar de las injusticias de que son víctimas
los mineros.
i
— Bueno, para qué te cuento. Hay todos esos pro
blemas de la silicosis, y los que se mueren o se
enferman a los treinta años y ya sólo sirven de hombres
ratas, para explorar las vetas agotadas y vender al
! precio que gusten pagarles. Entonces, figúrate cuando
los organizas a todos y los sacas de noche, con el foco
del casco prendido, frente al edificio de la adminis
tración. Eso nunca había pasado por allá. Teníamos
| fama de mansitos. Pero yo les hablé, a cada uno y a
i todos juntos, para que nos uniéramos para exigir lo
! nuestro. Los gringos ni se asomaron. Nomás me en
cerraron y me dieron de palos para que les dijera a
los muchachos que regresaran al trabajo. Pero yo ya
sabía como terminan esas cosas. Aunque hubiera dado
j órdenes contra la huelga, esos amigos me sacan de noche
j a correr por el camino y ¡tengan su ley fuga.' Por eso
¡ me escapé ahorita, chamaco, para poder regresar des
pués vivito y coleando. Para buscar a otras gentes
como las nuestras, para que todos juntos. ...
! Esta situación nos recuerda indudablemente las huel-
l
¡gas de los mineros de Caborca y las huelgas de Río Blanco
durante el Porfirismo. El estado de Ezequiel y sus demás
compañeros podría muy bien haber ocurrido dentro de la
época porfiriana ya que los sistemas utilizados para sofo-
!car las huelgas son muy similares; sin embargo todavía
44
Ibid., pp. 72-73.
136
existen idealistas como Ezequiel quienes luchan por mejoras
para el pueblo pero desgraciadamente mueren pronto en
México, como fue el caso de Emiliano Zapata en la vida real,
y el de Solís, en ficción, personaje de Los de abajo, o el
de Manuel Zamacona, de La región más transparente para men-
!
cionar a algunos.
La injusticia vuelve a triunfar al delatar el tío
Balcárcel a Ezequiel, quien es hecho prisionero y llevado
por una escolta de soldados. Así es como llegaba a su fin
otro idealista más. "Cuatro soldados conducían al hombre
i con las muñecas prisioneras. — Miren qué cara de maldito
45
tiene." Posteriormente Fuentes describe brevemente la
i
marcha de Ezequiel:
! Zuño caminaba con la mirada fija en el empedrado. El
sudor había renacido en su frente y en su espalda.
Los zapatones de minero pisaban fuerte. Las bayonetas
caladas arrojaban rayos de sombra sobre su rostro.
Ezequiel, el símbolo del pueblo oprimido, es compa
rado a Cristo, sólo que en este caso el Cristo está vivo y
sufriendo. "Ve al Cristo cercano, fijado por los clavos.
Ve a Ezequiel Zuño, más cerca todavía, y no mudo como la
45 46
Ibid., p. 77. Ibid., p. 78.
137
47
imagen crucificada." Con este ejemplo queda más clarifi
cado el simbolismo y relación existente entre Ezequiel y
las mariposas fijadas al cartón, ya que Ezequiel ha sido
Jtambién crucificado porque él es el pueblo.
! La desilusión de la Revolución no termina en esto
i
i
sino queda acentuada al describir a las personas que se
encuentran en el poder político surgido de la Revolución.
Resulta verdaderamente irónico que los que en un tiempo se
opusieron y hasta lucharon en contra de la Revolución
volvieron a quedar en el poder. Veamos el caso de Jorge
Balcárcel:
Jorge Balcárcel del Moral había sido enviado por el
Presidente Calles a realizar un detenido estudio
económico de la entidad. Su situación reclamaba la
mayor prestancia social. Balcárcel, que a los veinte
años había huido despavorido al escuchar los cascos
de la caballería revolucionaria, se recibió más tarde,
en la London School of Economics. A los veintinueve
años había regresado a México nimbado por estos nove
dosos prestigios. Cuando el general Calles procedió
a reorganizar la vida financiera del país, echó mano
del joven preparado. °
Así queda expresado que los que no lucharon en la
Revolución pero que sí fueron contrarrevolucionarios han
recibido beneficios. Esto es un verdadero contraste,
47 48
Ibid., p. 74. Ibid., p. 32.
138
digamos, con los campesinos que sí eran revolucionarios y
jque a cambio de sus esfuerzos en muchos casos sólo reci-
jbieron tierra tan dura y seca como suela de zapato.
El propio Balcárcel llegó a ser el intérprete o
expositor de los propósitos del partido oficial de la
Revolución.
El tío Balcárcel, a medida que preparaba su famoso
estudio económico, se relacionaba con los políticos
guanajuatenses y los asombraba con la exposición de
las doctrinas económicas inglesas. Si en 1915 la
Revolución armada le había llenado de pavor, en 1929
la Revolución oficial encontraba en él un complacido
exégeta. "Construir" era la palabra revolucionaria
I y Cal-Ies su ejecutor.^
Poco después vemos a Balcárcel como diputado estatal
y hasta se le ofreció ser diputado federal, puesto que no
aceptó por temor a causar sensacionalismo el que un antiguo
latifundista y explotador de minas durante el Porfiriato
fuera ahora parte de la Revolución a la que obviamente se
í
¡había opuesto. Esto, sin embargo, no quiere decir que no
I
recibiera otros beneficios monetarios como serían las comi
siones relacionadas con obras públicas, además de tener la
i
dirección del Banco.
49
Ibid., p. 37.
139
Diputado fue el señor Balcárcel en la Legislatura del
Estado, y aunque su gestión no fue memorable— o quizá,
¡ justamente, por esta razón— fue convocado a la Diputa
ción Federal. Declinó la oferta: "Decididamente, no
puedo alejarme de mi patria chica y sus múltiples
problemas, 1 1 declaró en los círculos oficiales. Pero,
para sí, pensaba en el inquietante desfile de fantasmas
del Porfiriato que lo acosaría en la capital; en la que
podría armar una revista de sensación con la presencia
de un antiguo terrateniente y rico minero en el Con
greso cardenista; en las tentaciones de la nostalgia.
Se contentó con la promesa de jugosar comisiones sobre
j contratos de obras públicas, y poco tiempo después,
! con la dirección del Banco.^
|
Indudablemente Balcárcel ha sido un oportunista que
ha sabido acomodarse según la situación política y econó
mica del país. Los oportunistas por supuesto que nos
: í >
j recuerdan a la novela Las moscas de Mariano Azuela en donde
|se nota que los personajes de esta obra, al igual que Bal-
!cárcel, actúan complacientemente con las personas que
tienen el poder y buscan la oportunidad de colocarse con
la casta priviligiada, que es la que dicta. Veamos otro
ejemplo que nos da Fuentes tocante a los oportunistas que
I
se han convertido en las moscas que se mantienen alrededor
de las inmundicias y la corrupción: "Don Norberto Galindo,
antiguo villista que se pasó al lado de Obregón después de
! 51
¡Celaya y se hizo de un buen rancho a base de abigeato."
^ Ibid. , pp. 39-40. ^Ibid., p. 80.
140
Al hablar sobre Las moscas, y por supuesto de los
oportunistas, tenemos que recordar la novela El agua
envenenada en donde Fernando Benítez nos describe a los
oportunistas y retóricos de la Revolución al presentar la
vida y actitudes de un procurador que parece en El agua
envenenada. A continuación exponemos la síntesis que nos
da Benítez de esos seres al hablar sobre el procurador por
Imedio del protagonista.
i
i
Durante su juventud, como el gobierno en turno era
revolucionario y aun socialista, se creyó en el deber
de estudiar marxismo y hablaba sin cesar de la lucha
de clases y del triunfo del proletariado que juzgaba
| inminente. Más tarde, debido a la circunstancia fatal
de que los gobiernos se inclinaron ostensiblemente a
la derecha, nuestro joven no sólo quemó los libros
nefandos en el patio de su casa rodeado del mayor de
los sigilios, sino que se transformó en un partidario
del orden, del principio de autoridad y de los métodos
policiacos.
No abrazó debemos decirlo en su honor, la nueva
doctrina de una manera superficial. Ahora creía, y lo
afirmaba enérgicamente, que el gobierno seguía siendo
un gobierno revolucionario, un gobierno democrático
¡ que basaba sus menores actos en la Constitución, y para
! respaldar estas afirmaciones, sacrificaba parte de su
i tiempo en estudiar las leyes electorales con el objeto
de justificar, guardando las apariencias de legalidad,
la imposición de los candidatos oficiales, o de hallar
en la Constitución y en los códigos artículos capaces
de reprimir las huelgas o de encarcelar a los rebeldes
sin entrar en conflicto con sus convicciones revolu-
52
clonarías. ^
52
El agua envenenada (Segunda ed. ; México: Fondo de
Cultura Económica, 1965), pp. 172-173.
141
La familia Balcárcel es representativa de los que
han asumido el poder en México, y por lo tanto los que en
cuentran con la fuerza política mexicana.
El señor Eusebio Martínez, dirigente del Partido de la
Revolución Mexicana, empeñado en que el licenciado
Balcárcel patrocine un frente juvenil para las próxi
mas elecciones presidenciales. ^
Sabemos que estas personas se dan perfecta cuenta
de la situación política y hacia donde se inclina la ba-
!
lanza. Veamos los pensamientos de las gentes de "buena
conciencia" al esperar el cambio de poder de Lázaro Cárdenas
a Manuel Avila Camacho.
i
Este va a ser el primer gobierno civil desde el del
señor Madero, un gobierno de universitarios y hombres
jóvenes. Quién quita y su sobrino llegue a diputado.
El P.R.M. se va a restructurar, de acuerdo con la
nueva circunstancia histórica de la Revolución, y
ahora los civiles vamos a repartir con la cuchara
grande. Necesitamos a los jóvenes, y también a la
gente de empresa como usted para darle la batalla a
la reacción padillista. Se lo digo yo: se acabaron
las demagogias rojillas de mi General Cárdenas (aun-
! que él es miembro disciplinado del Partido y sabe
acatar los intereses superiores de la Patria). Le
pido su consorcio revolucionario para formar el frente
de la juventud. Tráigame a su sobrino, que él tam
bién ha de ser un cachorro de la Revolución, y no es
nomás un decir.
53
Fuentes, Las buenas conciencias, pp. 79-80.
54
Ibid., p. 81.
142
Por medio de la anterior cita nos percatamos una
vez más de que México ha dejado de ser revolucionario; y
como ya lo hemos dicho desde Avila Camacho México ha seguido
una política de derecha. Vemos además que la burguesía se
encuentra indudablemente en el poder. Esto explica en
í
parte la razón por la cual el partido oficial ha dejado de
ser revolucionario. El cambio de gobierno de Cárdenas a
i
¡Avila Camacho con civiles en el poder parece significar que
los líderes mexicanos, después de Cárdenas, nunca fueron
revolucionarios sino que por el contrario al situarse a la
derecha han sido contrarrevolucionarios.
i
! Una técnica de la burguesía es la referencia cons-
!
itante a la Revolución Mexicana que se ha llegado a convertir
en un lenguaje retórico y que de revolucionario no tiene
nada.
La caballería villista en el Bajío los yaquis que
I ganaron la victoria de Obregón, la celada de Zapata en
| Chinameca. Ahora todos esos héroes habían muerto, y
| en su lugar estaban los Julián Sorel, que hablaban con
j mucha elocuencia de la Revolución Mexicana.^
Los líderes que han quedado en lugar de los verda
deros revolucionarios son en realidad simplemente retóricos
55
Ibid., p. 118.
143
de la Revolución. Hasta el lenguaje ha sido capturado por
i líderes políticos corruptos. Tanto la cita anterior como
la siguiente son pensamientos puestos en la mente del joven
indígena idealista, Juan Manuel Lorenzo, quien por medio de
la lectura se percataba de lo que acontecía.
i
... ¿por qué hablaban ciertos hombres, en ciertas
épocas, de una manera, y otros, en otros tiempos, en
un estilo diferente? El tumulto apasionante de la
prosa de Vasconcelos, por un lado, y por el otro la
claridad serena de Guzmán. ¿Y por qué hablaban estos
hombres con un tono de verdad, aunque de manera opuesta
sobre los mismos temas que en otros labios eran men
tira, basura, vulgaridad? Recordaba discursos de los
comisarios ejidales en su pueblo y de los líderes en
Irapuato; editoriales en los periódicos; declaraciones
i de funcionarios. Este era el otro idioma de México:
un idioma de lacayos.
I En lo referente al lenguaje enajenado y prisionero,
Carlos Fuentes ha escrito en un ensayo intitulado "Oscar
Lewis" que:
En México, la fuerza enajenante de un falso lenguaje
es palpable. La pirámide del status quo se mantiene
sobre los cimientos de un vocabulario secuestrado: los
¡ terratenientes hablan de reforma agraria y los ban-
j queros de revolución. Las palabras han perdido su
I sentido real; son la justificación de una máscara
"revolucionaria" y "nacionalista" que disfraza inte
reses sumamente concretos, burocráticos, de clase. ^
^6Ibid., pp. 118-119.
57
Casa con dos puertas (México: Joaquín Mortiz,
S.A., 1970), p. 115.
I .
144
Ya que el lenguaje se encuentra prisionero es nece
sario libertarlo para que vuelva a ser revolucionario.
"Debe haber otro idioma, que no sólo refleje sino que pueda
58
transformar la realidad, pensó Juan Manuel." El idealismo
de Juan Manuel queda así nuevamente reflejado. Nunca lie-
I
¡
gamos a saber el futuro de este personaje ya que Fuentes
no publicó el resto de las novelas de la tetralogía. Pen-
¡samos, sin embargo, que un individuo como este joven indí
gena no podría vivir mucho tiempo ya que el idealismo no
jpuede existir en México. Juan Manuel se vio forzado a dejar
!sus estudios por falta de recursos económicos, así que nos
í
!lo imaginamos años después como un verdadero líder sindical
¡muriendo acribillado, por su ideología. Llegamos a estas
conclusiones porque los personajes idealistas de la nove
lística mexicana siempre mueren jóvenes por las razones ya
expuestas. Juan Manuel mismo le dice a Jaime:
— Me voy de Guanajuato, Ceballos ... Me han ofre-
! cido un trabajo mejor ... con los ferrocarriles ...
i en la capital. Voy a entrar al Sindicato ... Seguiré
í estudiando, si puedo ...^
58
Fuentes, Las buenas conciencias, p. 119.
59
Ibid., p. 188.
145
Es indudable que el partido oficial ha sido contro
lado por la burguesía como ya se ha visto en parte por medio
de Balcárcel; además tratan de mantener ese control situando
y preparando a los jóvenes burgueses.
Tuvimos que reconstruir la fortuna desde la base. Ahora
i Jaime, gracias a nuestro esfuerzo, tiene las mejores
oportunidades. ¿No lo solicita Eusebio Martínez para
el frente juvenil del Partido? El muchacho puede lle
gar lejos, decididamente.^
! Después de varias insinuaciones e insistencias para
que Jaime Ceballos se hiciera miembro del partido oficial
juvenil, acepta, y con esto llega a formar parte de la gente
¡de "conciencia tranquila" como su tío Balcárcel. Jaime
mismo expresa su decisión de formar parte del orden burgués
I
establecido: "Me someto al orden, para no caer en la deses
peración. Perdón, Ezequiel; perdón Adelina; perdón Juan
Manuel.Al aceptar conformarse con el mundo de la bur
guesía Jaime sabía que se convertiría en otro retórico más
I
i de la Revolución y que además sería, por supuesto, una
í
I
persona de "buena conciencia." Fuentes lo expresa así:
Supo entonces que sería un brillante alumno de Derecho,
que pronunciaría discursos oficiales, que sería el
joven mimado del Partido de la Revolución en el estado,
60Ibid., p. 141. 61Ibid., p. 190.
146
que se recibiría con todos los honores, que las fami
lias decentes lo pondrían de ejemplo, que se casaría
con una muchacha rica, que fundaría un hogar: que
viviría con la conciencia tranquila.
La buena conciencia. Aquella noche, en el callejón
oscuro de Guanajuato, las palabras le atravesaron con
dolor la lengua. Iba a ser un hombre justo. Pero
Cristo no había venido por los justos sino por los
pecadores.
i
Los justos por supuesto que son las personas de
buena posición social en el orden establecido que circun
daba a Jaime. Eran las personas de "buena conciencia," y
todos los demás seres por supuesto que no importaban.
Así estaba ordenado el mundo en que él vivía. Cristo
quería a los justos, habitaba las buenas conciencias
I pertenecía a los hombres de bien, a la gente decente, a
| las buenas reputaciones. ¡Qué cargara el diablo con
¡ los humildes, con los pecadores, con los abandonados,
con los rebeldes, con los miserables, con todos los que
quedaban al margen del orden aceptadoj6^
Así queda Jaime vencido, en su idealismo, y entra
al mundo selecto de "Las buenas conciencias." El mismo le
dice a Juan Manuel: "— Voy a hacer todo lo contrario de lo
i
1 64
¡que quería— añadió Jaime— . Voy a entrar al orden."
!
La burguesía mexicana es una burguesía subdesarro-
llada que se preocupa sólo por su propio bienestar. Los
62_, . 63 .
Ibid. Ibid.
64
Ibid., p. 189.
147
burgueses mismos consideran ser la patria. Este grupo
enajenante queda descrito por Fuentes en la segunda sección
de su ensayo, "La violenta identidad de José Luis Cuevas,"
en donde trata a la burguesía y el muralismo mexicanos.
Veamos lo que apunta Fuentes:
Pero las burguesías desarrolladas se justifican en la
universalidad: dicen encarnar la libertad general y
abstracta de los hombres. Las burguesías subdesarro-
lladas, como la mexicana, se justifican, en cambio,
en la particularidad: dicen encarnar a la patria singu
lar, sus tradiciones seculares, sus valores prístinos?
salvaguardarlos. Lo cierto, desde luego, es que sólo
encarnan los valores privados de una clase, y sólo eso
salvaguardan.66
Posteriormente agrega:
El muralismo mexicano, al coincidir con el nacio
nalismo burgués, terminó contribuyendo a su fortaleci
miento: en cierto modo, el banquero o el funcionario
mexicanos tranquilizan sus conciencias cuando pasan
frente a los murales de Rivera en el Palacio Nacional:
sienten que son dueños de un pasado y que encarnan un
futuro: "Nosotros somos la Patria," y toda experiencia
heterodoxa merece la condenación, la burla o la cár
cel.66
^Fuentes, Casa con dos puertas, p. 247.
66
Ibid., p. 248.
CAPITULO IV
DE LOS MACEGUALES A LA BURGUESIA
Argumento y personajes de La región
más transparente
El título» La región más transparente, proviene del
epígrafe de Visión de Anáhuac de Alfonso Reyes. Domingo
Miliani nos indica el origen del título de la novela así:
... Carlos Fuentes había tomado el epígrafe de un bello
libro de ensayos que también produjo emociones estéti
cas al aparecer: Visión de Anáhuac, de Alfonso Reyes,
en cuya primera página se lee: "Viajero has llegado a
la región más transparente del aire.
La región más transparente nos pinta panorámicamente
la vida de la ciudad de México, en sus diferentes niveles
| sociales.
I ...Salvador Reyes Nevares ha escrito, refiriéndose al
i
i . .,
argumento de la novela, lo que a continuación presentamos.
La realidad mexicana en su novela de hoy (Caracas:
Monte Avila Editores, C.A., 1968), p. 80.
148
149
Las líneas del argumento de La Región rsicl más
transparente son múltiples y no siempre se enlazan para
formar un solo candel. Es posible distinguir varias
historias yuxtapuestas en la novela. Por ejemplo la de
Robles, viejo revolucionario que ahora cobra sus ries
gos y sus fatigas de ayer. Es un banquero que se
siente justificado porque, aun cuando su prosperidad
gravita sobre el pueblo, es un factor de adelanto para
el país. Otra narración autónoma o relativamente autó
noma es la que tiene por centro a Norma Larragoiti.
Norma proviene de familia modesta. Se ha avenido a las
costumbres del "gran mundo" de la capital; ha casado
con Robles y vive entre intelectuales, entre potenta
dos, entre cronistas de prensa y fiestas y temporadas
i en Acapulco. Rodrigo Pola encabeza otro de estos
cuentos parciales. Es uno de los personajes mejor
construidos de la novela. Escritor mediocre, no ha
hecho sino oscilar, en busca de elogios y de dinero.
Al lado de estas imágenes hay otras, que actúan en
i ambientes proletarios. A decir verdad, Fuentes no
| puso en estas anécdotas la misma minuciosa morosidad
que gastó en el trazado de las escenas en que inter
vienen personajes elegantes. Son las historias de
Beto, del Tuno, de Gabriel. Hombres desamparados, cuya
conducta es en ocasiones un puro desplante lépero, y en
veces un desahogo sentimental. Gladys, la cabaretera
en decadencia, y Rosa Morales, viuda de un ruletero,
encabezan a su vez sendos hilos subsidiarios de acción
ñ
en esta novela.
Emir Rodríguez Monegal ha expresado, al referirse
la esta novela, lo siguiente:
La región más transparente ofrece un panorama de Ciudad
de México en 1951, a través de las perspectivas de
muchos personajes que cruzan y entrecruzan sus destinos.
2
"Notas sobre La región más transparente," Estacio
nes, Año III, No. 10 (verano de 1958), pp. 165-166.
150
Es cierto que uno de ellos (Ixca Cienfuegos) actúa
como centro, como punto de referencia, como testigo
y, ocasionalmente, como actor. Pero la visión que
trasmite Carlos Fuentes es una visión compleja,
multitudinaria, simultaneísta, que le permite frag
mentar una reunión social en pedazos, interpolando
episodios que ocurren simultáneamente en otros luga
res, o trayendo bruscamente evocaciones que asaltan a
uno de los asistentes y que agregan a la dimensión
¡ temporal de 1951 no sólo las cuatro décadas de la re
volución sino el largo reinado de Porfirio Díaz, y
antes aún, la invasión napoleónica y se proyectan más
atrás hacia la Independencia, la Colonia, la fabulosa
época azteca.^
La impresión general que da la novela La región más
transparente es de una desilusión de la Revolución ya que
personajes de esa época se aprovecharon de las circunstan
cias y se colocaron a la cabeza de la banca y de la indus
tria, así como también actúan como hombres de paja para los
industrialistas extranjeros, especialmente norteamericanos.
La región más transparente es una novela intrincada
jy de acción cinematográfica. La obra toma lugar en 1951
!pero el autor usa retrospectivas hacia la época revolu
cionaria para trazar la vida de los personajes. Es notoria
la corrupción de los herederos de la Revolución, especial
mente notable en los nuevos ricos. Fuentes nos ha pintado
3 ^
"El mundo mágico de Carlos Fuentes," Número, Año I,
No. 2 (julio-septiembre de 1963), p. 146.
151
en esta obra un círculo ascendente y a la vez descendente
puesto que algunos de los que fueron los de abajo han evo
lucionado a ser la casta privilegiada pero que llegan a
decaer como en el caso de Federico Robles.
Federico Robles representa al nuevo rico que ha
i
surgido como resultado de la Revolución Mexicana. Se ha
elevado a una posición de riqueza e importancia siendo uno
|de los banqueros más importantes de la República, debido a
j
su éxito durante la Revolución y en los años posteriores a
ésta. Robles está seguro de que el país necesita tanto
i
a él como a gente de su clase. Debido a las maniobras de
Roberto Régules, licenciado que también se ha enriquecido,
jRobles quiebra y se viene abajo, lo cual viene a ser como
I un círculo ya que Robles al principio había reemplazado a
!
la clase privilegiada del Porfiriato. Sin embargo, después
de ser el hombre poderoso y omnipotente sucumbe y cae para
i
dejar el lugar supremo a otro que sin lugar a dudas se
enriquecerá a costa de sus demás hermanos mexicanos.
Norma Larragoiti se considera a sí misma la nueva
soldadera de la Revolución. Es un ser que se hace despre
ciable y quien busca solamente el beneficio propio. Es
una mujer avergonzada de sus pobres orígenes y niega hasta
su madre, una pobre mujer. Norma se dedica a subir la larga
152
escalera social hasta lograr encumbrarse en la cúspide al
¡
casarse con Federico Robles; el dinero era lo único que le
faltaba y por medio de este casamiento obviamente lo anhe
lado se realizaría. Al perder Robles su fortuna Norma se
da cuenta que con esto también se ha perdido su alto nivel
social. La vida de Norma concluye muriendo en un incendio
de su propia casa. Norma Larragoiti también representa un
¡círculo ya que ella había reemplazado a la vieja casta
I
privilegiada de las mujeres porfirianas, empero después de
encontrarse en la cúspide sucumbe para dejar libre un lugar
j
más en la estratificación social.
Al hablar de Robles y Norma recordamos el artículo
"La Adelita es ahora doña Adela." El autor nos pinta a los
nuevos ricos surgidos de la Revolución, quienes han dejado
de ser revolucionarios y que viven hoy día burguesmente en
las Lomas de Chapultepec.
j
j La Revolución no ha degenerado precisamente en gobierno;
| pero sí ha degenerado a secas. En otras palabras, Ade-
j lita, aquel símbolo marcial y romántico de las luchas
! rebeldes, está convertida hoy en una opulenta, obesa y
acaso diabética Doña Adela.
Y Doña Adela ya no monta a caballo porque su reuma
tismo no se lo permite. Ahora se dedica a los recuerdos
y al recuento de sus ganancias. La Revolución se con
templa a sí misma en un espejo infiel y, satisfecha y
153
oronda, recibe los elogios oficiales y el incienso de
los discursos conmemorativos.^
En un diálogo con Ixca, Norma dice: "— Si quiere
usted puede llamarme nueva rica, o social clímber o prosti-
5
tuta." Posteriormente, durante la misma conversación,
Ixca expresa.: "Piense, Norma, que es usted la auténtica
g
I soldadera."
! Manuel Zamacona es un joven intelectual que lleva
bajo el brazo El laberinto de la soledad, y que se encuentra
preocupado por el futuro de México. Este joven idealista
es asesinado friamente por un borracho; esto quizá pueda
simbolizar la imposibilidad de crear un México mejor ya que
i
|las ideas puras y verdaderas son asesinadas y no llegan a
ser más que el feto que no ha llegado a desarrollarse. Sin
embargo, se puede ver que tan sólo por medio del intelecto
no se puede lograr nada, y que en vez de ser pasivos como
|Zamacona es necesario ser más activos para poder así lograr
un México mejor.
4
i José Alvarado, "La Adelita es ahora doña Adela,”
j Siempre. 1, No. 74 (noviembre 24 de 1954) , p. 24.
! 5
Carlos Fuentes, La región mas transparente (Cuarta
ed.; México: Fondo de Cultura Económica, 1968), p. 296.
0
Ibid., p. 297.
154
Rodrigo Pola es un hombre ambicioso con deseos de
superación social. Lleno de frustraciones tiene sin embargo
ambiciones literarias. No logra triunfar sino hasta que se
pone en contacto con productores cinematográficos de pelícu
las mediocres. Toda su ambición poética queda reducida a
hacerse rico por medio de producciones baratas. Su posi
ción social sube grandemente y esto hace posible que Rodrigo
se case con Pimpinela de Ovando» quien es una mujer de
linaje social elevado de la época de Porfirio Díaz. La
familia de Ovando había decaído con la Revolución pero el
orgullo de ser "personas decentes" hacía que trataran de
mantenerse en un nivel social superior a lo que les era
iposible ya que lo único que les quedaba era el nombre. Con
el matrimonio de Pimpinela el dinero perdido se recuperaba
en parte, aunque ésta tuviera que sacrificarse casándose
con un hombre que no era de "las familias decentes por-
I
I firianas."
i
Ixca Cienfuegos es un personaje misterioso y al
parecer trazado no tanto como personaje plástico sino como
un símbolo o un fantasma» ya que no se explican sus fre
cuentes apariciones en diferentes niveles sociales. Es
i
Ixca sin lugar a dudas una técnica de Fuentes para trans
portar al lector de un nivel social a otro. Cienfuegos
155
en ocasiones parece no un ser humano sino un fantasma.
Ixca indudablemente nos recuerda al reportero de la película
"Citizen Kane" que va entrevistando a las diferentes per
sonas que conocieron a Mr. Kane. Aparte de la similitud
existente entre los dos personajes, Ixca es, como dice
I
I
¡Fuentes, "algo más; Ixca Cienfuegos es en cierto modo la
i
I 7
¡ciudad misma es una encarnación simbólica de la ciudad."
I
; Ixca al igual que Téodula Moctezuma piensa que la salvación ¡
jde México se encuentra en el pasado. Téodula es una vieja
¡india que todavía idolatra a los antiguos dioses aztecas y
i
jque quiere un sacrificio humano.
Octavio Paz considera a Ixca como;
I
i ... un personaje ambiguo, Ixca Cienfuegos; aunque no
participa en la acción, de alguna manera la precipita
y es algo así como la conciencia de la ciudad. Es la
otra mitad de México, el pasado precolombino enterrado
pero vivo. También es una máscara de Fuentes, del
mismo modo que México es una máscara de Ixca.8
Rosa Morales es la esposa de Juan Morales, un rule-
jtero que muere en un accidente automovilístico. Después de
¡la muerte de su esposo, Rosa trabaja de criada en la casa
7
Ver infra, apéndice, p. 310.
g
"Presencia de Carlos Fuentes en la literatura de
América Latina, La máscara y la transparencia," Siempre. 1,
No. 726 (mayo 24 de 1967), p. IV.
156
de Norma. Los hijos de esta pobre mujer quedan abandonados
a su propia suerte ya que su madre sólo puede verlos cada
semana. La pobreza de esta familia contrasta enormemente
con la opulencia de los nuevos ricos. Jorgito, hijo de
Rosa, muere por falta de atenciones médicas y obviamente
I
por mala nutrición. Así se puede ver que la Revolución no
ha aliviado las grandes necesidades del pueblo como es el
hambre y la educación; múltiples niños mexicanos como
Jorgito han tenido que luchar por la vida y ganarse el pan
¡vendiendo periódicos. Como resultado se quedan en la igno-
i
¡rancia por no tener la oportunidad de asistir a la escuela.
¡
¡Ixca Cienfuegos se queda a cuidar a Rosa Morales y sus
hijos, pero al volver a aparecer tres años más tarde se le
ve notablemente envejecido, seguramente por la pobreza.
La clase baja queda representada principalmente por
Gabriel, Beto, el Fifo, el Tuno, y Gladys García.
!
| Gabriel un pobre ex-paletero regresa de los Estados
¡
Unidos en donde ha vivido como bracero soportando las in
justicias de los patrones "gringos." A pesar de esto piensa
regresar porque aunque sea discriminado en aquel país, lo
considera mejor a quedarse en México y volver a vender
paletas. Prefiere partir puesto que con su empleo de
157
paletero no le alcanza ni para comer. Su problema queda
solucionado cuando es brutalmente apuñalado y muere; así
ya no tendría que luchar contra la miseria que lo rodeaba.
Es de notar que tanto la madre como el padre de Gabriel
habían luchado en la Revolución, él como soldado y ella
como soldadera y todo su esfuerzo había parado en eso:
¡pobreza.' Es, pues, la Revolución una desilusión para per-
|sonas como éstas que a pesar de haber luchado no han reci-
í
bido fruto alguno de sus esfuerzos. No obstante, riquezas
han sido acumuladas por los que sí se aprovecharon de la
Revolución.
i
| Librado Ibarra es otro personaje que había luchado
i
en la Revolución, pero que sin embargo no obtuvo fruto
alguno por sus esfuerzos. La desilusión de este individuo
con los resultados de la Revolución quedan expuestos poste
riormente en este capítulo.
En contraste con estos seres se encuentra el grupo
!
i
¡social elevado, caracterizado en La región más transparente
l
jpor personajes como "Bobo," "Charlotte," "Gus," "Pedro
i
Caseaux," "Cuquis," "Betina Regules," etcétera.
El protagonista de esta obra, sin embargo, es la
Ciudad de México ya que Fuentes nos pinta los diferentes
158
niveles sociales desde lo más bajo hasta lo más alto.
Alberto Díaz Lastra nos dice:
Siguiendo un análisis de personajes, encontramos en
La región más transparente a uno o varios represen
tantes de cada estrato social de la capital. Relacio
nados de manera particular o múltiple, los personajes
de la obra tienen todos ellos contacto entre sí.^
Con esto queda de manifiesto que el verdadero pro
tagonista de la novela es la capital mexicana.
Salvador Reyes Nevares, refiriéndose a los persona
jes, expresa:
Los personajes físicos no son más que puntos en que
el otro personaje— la ciudad, verdadero protagonista—
llega a hacerse visible y por lo tanto cobra su entera
eficacia ante el lector. Sobre ese protagonista de
tantas edades y de tantas cabezas Fuentes ha puesto en
marcha el auténtico asunto, el argumento vertebral de
su novela.
Macequales y burgueses
| La Revolución Mexicana es expuesta por Fuentes en
I
; su época de lucha por medio de retrospectivas que nos llevan
por ejemplo a la batalla de Celaya entre las tropas de
¡
¡
9
"Carlos Fuentes: La región más transparente," Cua
dernos Hispanoamericanos, Vols. 175-177 (July-September,
1964), p. 244.
"Notas sobre La región más transparente," p. 166.
159
Obregón contra los Dorados de Villa; sin embargo, también
queda vista en la época presente y sus resultados actuales
quedan presentados a través de las páginas de La región más
transparente.
En esta novela Carlos Fuentes nos presenta un cír
culo vicioso que en cuanto la Revolución se llevó a cabo,
empezó a dar la vuelta para colocar a nuevos amos burgueses
en el poder. Se va completando el círculo para llegar, a
also así, como el Porfiriato.
Este retroceso al Porfirismo queda expresado por
i Fuentes posteriormente en boca de Zamacona de la siguiente
manera:
¿0 estará dispuesto el PRI a sancionar un statu quo sin
solución alguna? Esto equivaldría a decirle al pueblo
de México: "Estás bien como estás. No es necesario que
pienses o hables. Nosotros sabemos lo que te conviene.
Quédate allí." Pero ¿no es esto lo mismo que pensaba
Porfirio Díaz?^^
i
! Esta vuelta hacia el Porfiriato es notoria con la
I
figura de Robles que al igual que Díaz era indio, su tez
blanqueada por medio del maquillaje al igual que Porfirio
Díaz; pero sin poder esconder su origen ya que los rasgos
indígenas sobresalían:
■^Fuentes, La región, p. 274.
160
Sin dejar de sonreír, Ixca pensó que esas anchas
aletas nasales, esos ojos de saurio, ese cutis cuida
dosamente blanqueado, de Robles, se semejaban a los de
Porfirio Díaz.
Robles es muy semejante a Porfirio Díaz y su ele
gante forma de vestir trataba de disfrazar, al igual que
éste, su origen:
Robles dejó caer el brazo. En la exaltación, su
color era pizarra; volvía a ser su piel del indio, tan
cuidadosamente disfrazada por el casimir, los tonos de
la camisa y la corbata, los toques de loción en el
pañuelo.
Esta es la descripción que Fuentes nos da de Robles
|
¡inmediatamente después de que éste se había expresado como
i
¡"el gran chingón" que era, y de la forma en que se debe
!
¡mantener a México que no dista mucho de época del Porfi-
rismo. Veamos como discurre Robles:
Y así inventamos el poder, Cienfuegos, el verdadero
poder mexicano, que no consiste en el despliegue de la
fuerza. Ya ve usted que falsa ha resultado esa imagen
! del mexicano sometido por la tiranía. No hace falta.
' Lo demuestra el hecho de que llevamos treinta años sin
actos proditorios. Hacía falta otra cosa: trepársele
en el cogote al país, jorobar a los demás, no dejarse,
ser los grandes chingones. Entonces, lejos de revuel
tas, hay admiración. Nada es más admirado en México
que el gran chingón.^
~ ^Ibid. , p. 112. 13Ibid., p. 111.
161
Octavio Paz ha definido muy acertadamente la palabra chin
gar, con sus derivados como "chingón" y "Gran Chingón, 1 1 de
|la siguiente forma:
La palabra chingar, con todas estas múltiples
significaciones, define gran parte de nuestra vida y
califica nuestras relaciones con el resto de nuestros
amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es
una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es
decir, de humillar, castigar y ofender. 0 a la in
versa. Esta concepción de la vida social como combate
engendra fatalmente la división de la sociedad en
| fuertes y débiles. Los fuertes— los chingones sin
escrúpulos, duros e inexorables— se rodean de fideli
dades ardientes e interesadas. El servilismo ante
i los poderosos— especialmente entre la casta de los
| "políticos": esto es, de los profesionales de los
l negocios públicos— es una de las deplorables conse
cuencias de esta situación.^
Posteriormente Paz agrega:
El "Macho" es el Gran Chingón. Una palabra resume la
agresividad, impasibilidad, invulnerabilidad, uso
descarnado de la violencia, y demás atributos del
"macho": poder. La fuerza, pero desligada de toda
noción de orden: el poder arbitrario, la voluntad sin
I CT
freno y sin cauce. °
ÍNo hay duda alguna de que Federico Robles tiene razón en
I
jcuanto que es uno de "los grandes chingones," vista la ati-
I . . .
jnada definición de Octavio Paz.
15
El laberinto de la soledad (Quinta ed.; México:
Fondo de Cultura Económica, 1967), p. 71.
~^Ibid. , p. 73.
162
Los propios porfiristas, como doña Lorenza Ortiz
de Ovando, esperan un retroceso hacia los buenos tiempos
del Porfiriato a pesar de encontrarse en Europa exiliados
de México. Cabe decir que tienen cierta razón puesto como
queda expuesto México parece vivir en un círculo que sigue
I
dando la vuelta. Doña Lorenza quiere estar siempre lista a
regresar a ocupar su sitio de "gente decente"? sobre esta
¡situación nos indica:
Tu padre, Joaquín, habría opinado algo inteligente,
como que no puede tolerarse más que bandidos sombreru-
dos hagan pedazos a México— toma, mira esta carta de
i tu tío: ahora resulta que las tierras nunca fueron
nuestras— , o que estos señores Carranza y Obregón no
son gente decente, pero lo cierto es que pronto nos
llamarán, en cuanto se cansen de todo esto, a todos, y
I hay que estar preparados para volver a ocupar nuestro
i sitio.^
Parece ser que éste es un círculo eterno para México
puesto que antes de Díaz existía otra clase privilegiada
jque era la lerdista. Fuentes nos lo explica por medio de
i
¡Pimpinela de Ovando:
— Recuerdo que mi abuelita decía que igual que la aris
tocracia porfiriana vio con horror la entrada a México
de los Villas y los Zapatas, ella y las viejas fami
lias vieron entrar a Díaz y a los suyos el siglo pasado.
17
Fuentes, La región, p. 84.
163
Entonces las gentes decentes eran lerdistas. Aunque
también ellos se habían hecho ricos con los bienes del
clero.
Mas tarde la misma protagonista expresa que México
no ha cambiado y que no cambiará porque una clase privile
giada siempre seguirá reemplazando a otra. Veamos lo que
dice: "— Ponte a pensar, ¿a quién verán entrar con horror
mañana los aristócratas de la Revolución? No hay remedio:
19
Mexiquito siempre será Mexiquito."
La frase "Mexiquito siempre será Mexiquito" nos
hizo expresar a Carlos Fuentes, durante nuestra entrevista,
lo siguiente:
— Sabe, lo que también pensé con eso de "Mexiquito
siempre será Mexiquito," fue en cierto círculo, pero
vicioso, en el sentido que unas castas van reemplazando
a otras, porque en esa parte se está refiriendo a que
en un tiempo fueron los lerdistas, después los por-
firistas, luego los revolucionarios y finalmente los
posrevolucionarios.
[Carlos Fuentes nos explicó]— Mire usted, hay un
contrapunto bastante irónico en la novela porque por
una parte hay esta pequeña mujer Pimpinela de Ovando,
en sus cocteles, diciendo "Mexiquito será siempre Mexi
quito. " Por el otro lado hay una figura profundamente
grave y misteriosa que es Ixca Cienfuegos que está
diciendo México será siempre idéntico a sí mismo, México
será siempre México; una especie de roca madre inconmo
vible en el fondo de esta laguna, de manera que una en
~ ^Ibid., pp. 155-156. ~ ^Ibid., p. 156.
164
un sentido de gravedad, la otra en un sentido de
suprema frivolidad están diciendo lo mismo.2®
La Revolución como queda dicho implantó nuevos ricos
como Federico Robles, personaje que salió de campesino a
luchar pero que más tarde se convirtió en una de las lacras
!de la Revolución ya que aprovechando la situación se dedica
a enriquecerse. Esto queda de manifiesto así:
Robles era el enigma, el insondable, el que, amo del
nuevo mundo mexicano ante el cual se arrodillaban Norma
y Rodrigo, era más que cualquiera otro su esclavo y su
rebelde, su Gran Pelado-Decente, el único que había
conocido o intuido mundos más vastos en el origen y al
margen del mundo central que, hoy, a todos los ceñía.2^
Robles, como su nombre lo indica, es como un roble
fuerte y poderoso pero ni aun él logra escapar al círculo
que sigue su marcha y cede al quedar arruinado y pasar a
ser un don Nadie. El colapso de Robles no es en realidad
sorprendente sino hasta cierto punto natural como nos dice
Charlotte: "los nuevos ricos de hoy serán la aristocracia
|de mañana, como la aristocracia de hoy fueron los nuevos
l 22
¡ricos de ayer." Aunque no lo dice, queda entendido que
i
20
Ver infra, apéndice, pp. 308-309.
21
Fuentes, La región, p. 346.
22
Ibid., p. 32.
165
la aristocracia de ayer ya había caído. Ahora trata esa
antigua aristocracia de levantarse de su propia ruina como
el mismo Federico Robles quien más tarde se dedica a culti
var un campo de algodón en el norte de México.
¡ La nueva burguesía surge en México y por lo tanto
I
jla Revolución ya está institucionalizada; ahora ya no es
tan notable el alta alcurnia que era tan patente bajo Por
firio Díaz, pero sin embargo lo que ahora cuenta para ser
í
de la clase alta es el dinero, el cual hace a las personas
en el México actual. Veamos lo que expresa Carlos Fuentes I
l i
i !
¡por medio de Natasha:
No es muy agradable vivir estos momentos de la ini-
í ciación burguesa. Me da risa estar viviendo aquí lo
que pasó en Europa hace más de un siglo. Nueva casta
dominante hecha a base de dinero y negocios turbios
sancionados por la ley.23
y más adelante:
Llegas en el momento en que se abren en México todas
las posibilidades de fortuna personal; la Revolución
está enterrada. Ahora hay una corte burguesa que sólo
respeta el dinero y la elegancia; ten eso, y serás
alguien en México.
La desilusión de la Revolución Mexicana ya se notaba
en el pueblo aun durante la época de las batallas. Los
23Ibid., p. 389.
24
Ibid.
166
soldados se descorazonan y presienten un fracaso de la
Revolución. Un fracaso en cuanto a los de abajo puesto que
son ellos, las clases pobres, los que se sacrifican luchando
contra la aristocracia, pero guiados por una burguesía que
eventualmente llega al poder y las clases campesinas y
i
obreras mejoran poco y todo regresa a su estado anterior
a la Revolución. Veamos este presentimiento de uno de los
|revolucionarios durante la Revolución misma:
i
j — Luchar sin darse cuenta, como si uno no tuviera
j recuerdos y presentimientos. ¿Crees que importa algo
j que yo y tú luchemos? Ahorita que estamos solos aquí,
i medio perdidos en un bosque, y yo con la fiebre que
! se me viene encima, ponte a pensar. ¿Qué podemos, tú
I y yo, solos aquí? ¿Qué importa lo que hagamos o diga-
! mos? ¿No se resolverá todo por su cuenta? ¿No es el
nuestro un sacrificio más, en balde? Vámonos, Gervacio,
i lejos de aquí, lejos de la bola. Que pase el viento
sobre nuestras cabezas. Nada va a cambiar.^5
"Nada va a cambiar." Esta última frase de la cita
¡anterior indudablemente implica que todo quedará igual; que
I
luna nueva casta sustituirá a otra, y como resultado la
!
|Revolución dejará de existir. Esto es lo que pasó con la
i
i , ,
jRevolución Mexicana, la cual falleció al convertirse en una
institución. Victor Flores Olea ha dicho, a este respecto:
^~*Ibid., p. 75.
167
En cuanto revolución democrático-burguesa la Revolución
se ha realizado, es decir se ha institucionalizado, y
entonces, ha muerto como tal revolución. ... A mi modo
de ver la Revolución Mexicana ha muerto a fuerza de
hacerse institución burguesa ha dejado sin resolver los
problemas de las masas populares.
Richard M. Reeve escribió en su tesis doctoral:
Seen several decades later the Revolution was a failure
or a success in the eyes of the evaluator much the same
as this person was able to succeed or fail in his per
sonal life. Robles had been a poor Indian peón before
1910; now he is a successful banker.27
I Esto es verdad hasta cierto punto pero en realidad
|la Revolución tuvo éxito porque como ha quedado expuesto
j
¡fue una revolución de la burguesía; empero, nuevamente
j queda esclarecido que el pueblo en sí quedó desilusionado
!
f
porque tal vez pudo haberse imaginado que sería una revolu
ción proletaria y campesina.
Robles quien se convirtió en un burgués como resul
tado de la Revolución indudablemente la defiende y cree que
iha sido un éxito y que personas como él fueron las que la
l
¡salvaron. Robles nos dice: "De acuerdo: mucho se perdió
26
"Tres interrogaciones sobre el presente y futuro
de México," Cuadernos Americanos, Año XVIII, CII (enero 1
de 1959), 45.
27
"The Narrative Technique of Carlos Fuentes 1954-
1964" (tesis no publicada escrita para el departamento de
español de la Universidad de Illinois, 1967), p. 199.
168
o fue traicionado. Pero algo se salvó, y lo salvamos noso-
28
tros." En otra ocasión expresa: "La Revolución ha desa
rrollado plenamente sus metas, en todos sentidos. Las ha
desarrollado con suma inteligencia, por vías oblicuas, si
29
usted quiere, pero las ha desarrollado."
Es obvio que se refiere a la revolución burguesa
puesto que él se encuentra en la cúspide de la industria y
¡
i de la banca y por eso la Revolución ha triunfado.
i
Carlos Fuentes nos explica en uno de sus artículos
que:
|
| ... la revolución de 1910, por vez primera en América
j Latina, destruyó el poder feudal de la iglesia y los
| terratenientes y creó las condiciones para la circula-
I ción de una riqueza dirigida y apropiada por la bur-
| guesía nacional que salió de las lomas de Tingambato y
desembocó en las Lomas de Chapultepec.^
Sin embargo aun dentro de la idea de una revolución
burguesa, la Revolución Mexicana no ha desarrollado y lo-
!grado todas sus metas ya que lacras como Federico Robles,
i
¡y Artemió Cruz vienen a constituir simples hombres de paja
28
Fuentes, La región, p. 363.
29
Ibid., p. 271.
30
"Carlos Fuentes habla de su vida y sus libros,"
Siempre, No. 640 (septiembre 29 de 1965), p. II.
169
para las compañías americanas; que con membrete de empresas
mexicanas explotan al país. Manuel Zamacona nos dice:
Usted sabe también que el principio de la limitación
de la participación extranjera en una empresa mexicana
ha sido y es violada, y que se trata de empresas mexi
canas de membrete. Usted sabe que las inversiones
extranjeras, si no ayudan a la creación de un mercado
interno mexicano, valen bien poco.31
Carlos Fuentes nos habla sobre la intervención de
empresas americanas:
i
Los campesinos siguen soportando el peso de la indus
trialización relativa del país, sin que sus sacrificios
sean compensados, no mediante dádivas, sino a través de
una integración planificada de la masa campesina en el
consumo, la distribución de riqueza, la cultura. La
| propia industrialización, por carecer de un mercado de
consumidores en expansión, languidece: la mitad de la
planta industrial mexicana está ociosa. La penetración
norteamericana en la industria y el comercio mexicanos
crece cada día, al grado de que hoy puede decirse que
los intereses norteamericanos dominan mayoritariamente
esas actividades. El 2% de la población recibe el 50%
del ingreso nacional y éste, en altísima medida, sólo
sirve para pagar a los Estados Unidos réditos supe
riores, cuantitativamente, a la suma de préstamos e
inversiones norteamericanas en nuestro territorio.33
|Esto nos sugiere que la industria verdaderamente mexicana
debe de tratar de impulsarse y reducir a la vez la inter
ferencia extranjera para que las ganancias de la industria
31
Fuentes, La región, p. 274.
32
"En México o Checoslovaquia. Salir del silen
cio, " Siempre. 1, No. 836 (julio 2 de 1969), p. 34.
170
queden en el país y beneficien a los mexicanos, quienes son
¡los que trabajan, pero ahora lo hacen para el beneficio de
la banca yanqui y otras empresas extranjeras. Es indudable
que para que el país progrese el capital tiene que quedarse
en México para así poder enriquecer a la República y sus
i
habitantes.
Robles, sin embargo, defiende a la Revolución y
|ataca lo que según él es apatía e incompetencia del pueblo
para oponerse políticamente al partido fuerte de México,
el PRI: "... la vida política interna no ha sido paralizada
|
¡por la Revolución, sino por la notoria incompetencia y falta I
i
33 ■
de arraigo popular de los partidos de oposición."
i
Zamacona había explicado las metas de la Revolución
Mexicana considerando a este movimiento como el primero de
más importancia del siglo XX. Zamacona discurre de esta
|forma:
| ... la Revolución, al recoger todos los hilos de la
experiencia histórica de México, nos propuso metas muy
claras: reforma agraria, organización del trabajo,
educación popular y, por sobre todas las cosas, supe
rando el fracaso humano del liberalismo económico,
anticipando el de los totalitarismos de derecha e
izquierda, la necesidad de conciliar la libertad de
33
Fuentes, La región, p. 274.
171
la persona con la justicia social. La Revolución Mexi
cana fu| el primer gran movimiento popular de nuestro
' siglo.
I
¡No obstante, la gran desilusión del movimiento revolucio-
|
Inario fue el sacrificio del individuo que debería ser ante
todo lo de mayor importancia: "El liberalismo económico
sacrificó, en aras del individuo, a la sociedad y al Estado.
El totalitarismo, en aras del Estado, sacrificó a la socie-
35
|daa y al individuo." Al estar dando México un círculo en
vuelta entera hacia el Porfiriato significa un totalitarismo
!
¡que sacrifica al individuo.
i
j Manuel Zamacona pone de manifiesto la desilusión
del pueblo con la Revolución ya que lo que ha resultado ha
i
¡sido una nueva plutocracia que se ha aprovechado de las
circunstancias:
Esa nueva plutocracia no ha tenido su germen en el tra
bajo, sino en el aprovechamiento de una situación
política para crear negocios prósperos; y su temprana
creación frustró, desde arriba, lo más puro de la Revo-
! lución.36
Zamacona hace hincapié en esta desilusión al darse
cuenta de la parálisis política del pueblo de México, en
34Ibid., p. 273.
3^Ibid., p. 274.
172
donde la burguesía ha tomado las riendas del gobierno.
Nuestra vida cultural vive en un perpetuo statu quo,
igual que nuestra vida política. Sólo la burguesía se
mueve y remueve, avanza, se apropia del país. Dentro
de diez años éste será un país dominado por los plutó
cratas. 3^
Y ¿cuál fue el resultado del triunfo burgués en la
Revolución? El haber reemplazado a los porfiristas con una
nueva casta burguesa privilegiada. Zamacona había dicho:
No puedo pensar que el único resultado concreto de la
Revolución Mexicana haya sido la formación de una nueva
casta privilegiada, la hegemonía económica de los
Estados Unidos y la paralización de toda vida política
interna.38
¿Qué es pues lo que sucedió con la Revolución sino
una vuelta al círculo vicioso de sustituir a una casta
privilegiada con otra nueva?
Rodrigo Pola se formula las siguientes preguntas,
tocante al resultado de la Revolución:
¿Qué le sucedió a su Revolución? ¿Sólo sirvió para
crear un nuevo grupo de potentados seguros de que lo
dominan todo, de que son tan indispensables como cre
yeron serlo los científicos?38
Veamos como hasta el propio Federico Robles está de
acuerdo con Pola al contestar indirecta y afirmativamente
3^Ibid., p. 359.
39
Ibid. , p. 127.
O Q
Ibid., p. 273.
173
la última pregunta en un diálogo que sostiene con Ixca Cien-
fuegos. Además los individuos que, como Robles, han salido
del anonimato se sienten con derecho a todo. Finalmente
Robles expresa que de todas las revoluciones ha surgido "una
nueva casta privilegiada."
¿Que fsicl en cada carretera nos llevamos un pico? ¿Que
[sic] los comisarios ejidales se clavaron la mitad de lo
destinado a refacciones? [Estas dos preguntas indican
la corrupción de que ha sido víctima México.] ¿Y qué?
¿Hubiera usted preferido el ideal de una honradez ange
lical? Le repito: nosotros habíamos pasado por ésas, y
teníamos derecho a todo. Porque nos habíamos criado en
jacales teníamos— así, sin cortapisas— dejrecho a una
casota con techos altos y fachadas labradas y un Rolls
| a la puerta. Lo demás es no entender qué cosa es una
revolución. Las revoluciones las hacen hombres de carne
y hueso, no santos, y todas terminan por crear una nueva
casta privilegiada. ®
En referencia al anonimato, Carlos Fuentes expuso
durante nuestra entrevista lo siguiente:
i — Oigame usted, es que el sentimiento de sojuzga-
| miento de ser nadie, de inexistencia, de anonimato
í de este país es tan grande que a veces a mí me ha in-
, teresado estudiar la gente que mediante un esfuerzo
increíble de la voluntad, de la energía física e
intelectual sale de ese anonimato y establece su iden
tidad, establece su nombre, establece su personalidad y
se siente con derecho a todo en ese momento; porque ha
logrado la hazaña más extraordinaria en México, que es
salir del anonimato, que es llamarse Porfirio Díaz o
llamarse Federico Robles, tener un nombre ¿verdad?
40
Ibid., p. 110.
174
Después sienten que ese esfuerzo les da derecho a todo,
es una constante también de la historia mexicana, yo
41
creo.
El sentido de anonimato es latente en el México
actual y Fuentes lo describe magníficamente al contrastar
!a Norma Larragoiti con seres verdaderamente anónimos. En
I
i
[Norma se nota la altivez de haber llegado a ser alguien
mientras que los demás seres tratan de ocultarse o confun-
i
¡dirse entre las sombras.
Al fondo detrás de la reja cochera, se apiñaban una
docena de caras morenas, algunas oscurecidas por som
breros de petate, otras cubiertas hasta la boca por
rebozos, todas inmóviles. Manuel trató de distinguir
j algún sentimiento particular en ellas: cada una no
revelaba otra cosa que su muda e inmóvil espera: labios
cerrados, ojos negros despojados de brillo, pómulos
altos. Manuel los imaginó, idénticos, en todas las
épocas, en todas las vidas. Como un río subterráneo,
indiferente y oscuro, que corría por debajo de cual
quier cambio o idea. Cuando el mozo y Norma apare
cieron— aquél cargado de bolsas de papel, ésta con la
barbilla en alto y un aire singular de persona que se
dispone a colmar a sus semejantes— , algunas manos
tomaron los rebozos, como para taparse y hacer aún más
anónima su presencia, otras se alargaron entre los
barrotes negros, y todas las cabezas se inclinaron.
El mozo pasó las bolsas, sin abrir la reja. Un niño
con los labios llenos de mocos comenzó a chillar en
brazos de una mujer amarilla. Después todos dieron
unas gracias, cantarinas o gruñidas, pero anónimas
también.^
41
Ver infra, apéndice, p. 307.
42
Fuentes, La región, p. 265.
175
Este mismo anonimato parece haber impulsado a seres
como Robles a aprovecharse de las circunstancias revolu
cionarias para poder tener un nombre y riqueza. Robles
declara:
Teníamos derecho a todo, porque habíamos pasado por
ésas. A éste lo había agarrado la Acordada, aquél le
habían violado a la madre, al otro robado las tierras.
Y a todos, el porfirismo no nos abría caminos, nos
había cerrado las puertas de la ambición. Ahora era la
de armarnos, Cienfuegos, la nuestra, sí, pero siempre
í trabajando por el país, no gratuitamente como los del
viejo régimen.^
Los Federicos Robles ("los grandes chingones") se
sienten tan esenciales a México que hasta lo proclaman, a
la vez que se sienten protegidos por la clase media,
jRobles lo articula así:
— Nosotros tenemos todos los secretos. Sabemos lo
que necesita el país, conocemos sus problemas. No hay
más remedio que tolerarnos, o caer de vuelta en
anarquía. Pero eso lo impidiría la clase media.
Esta actitud indudablemente ha contribuido a que
México se encuentre hoy día bajo un sistema dictatorial,
no bajo un dictador como lo fue por ejemplo Díaz en México,
Batista en Cuba, o Trujillo en la República Dominicana,
sino bajo la dictadura de un partido único, el todopoderoso
di 44
Ibid., p. 109. Ibid., p. 111.
176
Partido Revolucionario Institucional, partido que se halla
i controlado por la burguesía. Uno tendría no sé si la dicha
o la desgracia de estar en México durante el Verano de 1968,
época que fue de gran dolor para el pueblo mexicano por los
¡disturbios estudiantiles. Los estudiantes al darse por
I
I
|enterados de la situación de su país intentaron mejorar
algunos de los aspectos tan sólo para ser suprimidos por el
gobierno. Se le pidió un diálogo público al gobierno de
¡México, el cual no fue concedido simplemente porque en el
|
México de 1968 no se tenía el derecho de libre expresión.
IPor eso mismo Carlos Fuentes nos sugiere, en un artículo,
i
I j
¡que se debe crear un diálogo para que exista una comunica-
¡ción con el pueblo para resolver los problemas del país:
| ... sacar a flote los problemas que duermen un explosivo
j sueño en el fondo de un mar de aplazamientos, retóricas,
indiferencias; darle voz a los grupos sociales que hoy
carecen de ella; multiplicar los órganos representativos
de obreros, campesinos, intelectuales, profesionistas,
¡ estudiantes, empleados públicos; crear en suma, un diá-
! logo público del cual hoy carece México.
Al final del artículo agrega que esto no es un lujo sino una
verdadera necesidad de una democracia: "Salir del silencio,
llenar un vacío con signos, con opciones, con pluralidades
45
"En México o Checoslovaquia : Salir del silencio,"
p. 34.
177
humanas, no es sólo un lujo de la democracia: es su necesi-
46
dad más práctica."
Ideas similares ya habían sido expuestas anterior
mente, en La región más transparente, por boca de Zamacona,
al expresar lo que algún día el pueblo pediría.
I
No mitotes, ni balazos, ni siquiera que el PRI pase a
la oposición. No. Sólo que las cosas se puedan decir
abiertamente, que se puedan discutir las personalidades
públicas y los problemas sociales. El candidato del
¡ PRI llegará, como siempre, a ser Presidente. No es ése
el problema. Lo que el pueblo quiere, y lo querrá cada
día más, es que el candidato definitivo no sea esco
gido, a su vez, por un cónclave de ex-Presidentes.
Querrá discutir a los hombre [_sic] y, con ellos, los
! problemas. Nuestra prensa mercenaria, claro, no ayuda
! mucho.
\
Sobre el PRI Manuel Zamacona nos explica:
¡
¡ Lo que rechazo es la somnolencia que el "partido único"
ha impuesto a la vida política de México, impidiendo
el nacimiento de movimientos políticos que pudieran ayu
dar a resolver los problemas de México y que podrían
organizar y sacudir buena parte de la indiferencia en
que hoy dormitan elementos que jamás se afiliarían a
los partidos de la reacción clerical o de la reacción
1 soviética.4®
í
t
j Hay que hacer notar, sin embargo, que el actual
régimen del licenciado Luis Echeverría Alvarez se ha dado
4 6 T 1 ^
Ibid.
Fuentes, La región, p. 360.
48
Ibid., p. 274.
178
cuenta de los problemas del país. La esperanza ha vuelto
i
i
i a renacer en el pueblo mexicano ya que el presidente actual
ha prometido no interrumpir el diálogo con su pueblo,
México. Hasta la fecha no hay duda de que lo que prometió
en su campaña política, la cual nos recuerda a la de Lázaro
j
Cárdenas, lo ha seguido al pie de la letra. José Luis
jCuevas expresó en una entrevista lo siguiente:
!
| Yo creo que el régimen actual ha contribuido a
derrumbar para siempre la fachada de la prosperidad
que cinco sexenios manejaron demagógicamente. Ahora
sabemos que estamos al borde de la ruina y que la mi
tad del país vive en condiciones infrahumas. Tener
conciencia de esta realidad no es la curación, pero
| es posiblemente el comienzo de la curación.^
La Revolución Mexicana logró establecer una nueva
i
burguesía que trata de imitar a la burguesía capitalista
como lo es la de los Estados Unidos. La burguesía mexicana,
sin embargo, no es una burguesía desarrollada sino que por
¡el contrario, como ha quedado expresado anteriormente, es
I
¡una burguesía simplemente subdesarrollada. Carlos Fuentes
i
;ha indicado que:
i
i
j La revolución burguesa, nacionalista y antifeudal de
j México creó las condiciones de una sociedad moderna y
I dio origen a esa burguesía. Pero la burguesía mexicana
49 - -
José Luis Merino, "Entrevista con José Luis Cue
vas," Siempre!, No. 924 (marzo 10 de 1971), p. VII.
179
es la de un país subdesarrollado, y ha debido depender
cada vez más del capitalismo más poderoso, el norte
americano. 50
Este aspecto de subdesarrollo queda expresado por
medio de Natasha, personaje de La región más transparente,
de la siguiente forma:
¿Nuevos ricos que no saben que cosa hacer con su dinero,
que sólo tienen eso, como un caparazón de bicho, pero
no todas las circunstancias, cómo se dice ... de gesta
ción que en Europa hasta a la burguesía le dan cierta
| clase? Claro, la burguesía en Europa «ss una clase; es
Colbert y los Rotschild, pero es también Descartes y
Montaigne; y produce un Nerval o un Baudelaire que la
rechacen. Pero aquí querido, es como un regalito
imprevisto para unos cuantos, on se saurait pas se
¡ débrouiller. ... No hay cómo se dice ... ligas, se
trata de una casta sin tradición, sin gusto, sin ta
lento. Mira sus casas y, ¡sale marmite.', sus ajuares;
son una aproximación a la burguesía, son toujours les
singes ... los changuitos mexicanos jugando a imitar a
la gran burguesía.
México es un país que se ha dedicado en múltiples ocasiones
a la imitación o sea a querer disfrazarse con máscaras aje
nas que no le pertenecen. Robles, por supuesto, cree que
i
|el capitalismo es la única forma posible para enriquecer
a México y lo que sugiere es una copia de Estados Unidos:
50
Claude Couffon, "Cario [sic] Fuentes y la novela
¡mexicana," Cuadernos del Congreso por la Libertad de la
!Cultura, No. 42 (mayo-junio de 1960), p. 68.
51
Fuentes, La región, pp. 166-167.
180
Aquí no hay más que una verdad: o hacemos un país
próspero, o nos morimos de hambre. No hay que escoger
sino entre la riqueza y la miseria. Y para llegar a
la riqueza hay que apresurar la marcha hacia el capi
talismo, y someterlo todo a ese patrón. Política.
Estilo de vida. Gustos. Modas. Legislación. Eco
nomía. Lo que usted diga.^
Zamacona le contesta a Robles de la siguiente manera:
t
i
Pero es lo que hemos hecho siempre— balbuceó Zama
cona— , ¿no se da cuenta? Siempre hemos querido
j correr hacia modelos que no nos pertenecen, vestirnos
i con trajes que no nos quedan, disfrazarnos para ocul
tar la verdad: somos otros, otros por definición, los
que nada tenemos que ver con nada, un país brotado
como hongo en el centro de un paisaje sin nombre, in
ventado, inventado antes del primer día de la creación.
¿No ve usted a México descalabrado por ponerse a la
l par de Europa y los Estados Unidos? Pero si usted
mismo me lo acaba de decir, licenciado. ¿No ve usted
al porfirismo tratando de justificarse con la filoso
fía positivista, disfrazándonos a todos? ¿No ve usted
que todo ha sido un carnaval, monárquico, liberal,
comtiano, capitalista?^
México debería de forjar su propio destino creando
una forma de gobierno para las necesidades del país, pero
¿qué es lo que la nueva burguesía ha hecho por el progreso
jdel país? No otra cosa que enriquecerse y gozar a costi-
¡
!
jilas de "Mexiquito." Carlos Fuentes nos dice:
j
¡ Por desgracia, la nueva burguesía mexicana no ve más
allá de eso: su único deseo, por el momento, es
apropiarse, cuanto antes, los moldes clásicos de la
52
Ibid., p. 268. 53Ibid., p. 269.
181
burguesía capitalista. Siempre llegamos tarde a los
banquetes. Cuando creemos estar saboreando la sopa»
ésta se nos convierte en migajas de un pan duro y
roído por los ratones. Y sin embargo ... hoy podríamos
tener los ojos abiertos, y prepararnos, sin más fuerza
y orientación fundamental que la de nuestra propia ex
periencia, a crearnos desde la raíz en la verdad de una
nueva estructura social y filosófica. ¿No nos acercó
la Revolución a esta verdad? Pero que vamos a hacer
cuando todo el poder real emanado de la Revolución se
ha entregado, voluptuosamente, a las cosquillas de un
cresohedonismo sin paralelo en México?^
í Es muy patente el gran contraste que existe entre
j
¡las riquezas como la de Federico Robles y Roberto Regules,
comparada con la pobreza de personas como: Rosa Morales,
í"Gladys" (la prostituta), "Beto," "el Tuno," "el Fifo,"
jGabriel y su familia.
i Una de las razones principales por las cuales existe
i
pobreza en México y a la vez desilusión en el pueblo es sin
lugar a dudas por la falta de trabajo. Además, cuando hay
empleos, éstos pagan una miseria. Según Robles, sin em-
¡bargo, México es un país de zánganos en el cual sólo un
pequeño grupo trabaja para mantener al resto del país.
Robles se expresa así: "No crea usted; hace falta hacer
|
tanto, y éste es un país de holgazanes. Aquí un puñado
de hombres tiene que hacer el trabajo de treinta millones
54
Ibid., p. 63.
182
i.5 5
de zangaños.
Esto es muy fácil de decir, especialmente cuando
se está en una posición acomodada pero qué diría el pobre
paletero Gabriel, quien tiene que partir de bracero para
I poder sobrevivir ya que con lo que se gana en México ven-
i
i
diendo paletas no le alcanza casi ni para comer. Es bien
claro que la Revolución no ha creado los suficientes tra
bajos para mantener a la población. Los mexicanos han
tenido que salir a los Estados Unidos y soportar hasta la
discriminación racial. Esto les parece preferible ya que
|
|siquiera se les paga por su trabajo más de lo ganarían en
México. Hombres pobres como Gabriel tienen el deseo de
seguir yendo a los Estados Unidos cada año para recompensar
la falta de entrada monetaria en México.
Veamos los pensamientos de Gabriel al llegar a
México de regreso de Los Estados Unidos:
I
Ya mero, con el fajazo de dólares en la bolsa, y los
regalos relucientes para que todos vivieran mejor.
Era el primer año, y volvería todos, a como diera
lugar, con la legalidad o sin ella, exponiéndose a
las balas y hasta encuerado por el río. Eso, o andar
de paletero en las colonias del D.F. Ya se lo decía
el Tuno, cuando estuvieron juntos en la cosecha de
Texas: "Y qué que no te dejen entrar a sus pinches
55
Ibid., p. 263.
183
restoranes. Voy, voy, ¿a poco te dejan entrar al
Airibasader en México?" "Aquí mero; cóbrese." Tocó
Gabriel la puerta de tablas, las del 28-B. "Aquí
estoy con mis chivas."5®
Es verdad que la situación del mexicano ha mejorado
un poco en Los Estados Unidos, pero su situación es toda
vía bastante precaria. Esto es notorio en la obra de Fuen
tes. Los trabajadores mexicanos prefieren estar en este
país aunque sean discriminados porque pueden guardar su
dinerito para llevarlo a su patria, México, en donde les
gustaría poder trabajar pero que desgraciadamente no brinda
¡las oportunidades del coloso del norte. Gabriel conversa
con su amigo Beto sobre los abusos gringos y la desilusión
de México por no brindar la oportunidad de trabajo:
I ¿Pero qué te queda entonces? Te vas de paletero y es
la misma cosa. No mano ... Vamos al carajo, a buscar
chamba al Norte. Ahi te dan dólares te regresas a
gastarlos en tu cantón y ni quien te esté jodiendo.
¿Que te tratan como mierda los gringos? Pos ni modo,
para eso te pagan tu buena lana,
i — ¡Godán sonobich.'
| — ¡Hijos de putaj Caray, Beto, a l'hora que te
j echan ese argüende para matar pulgas encima y te en-
I cueran y a veces hasta te rapan, te entran ganas
i de ...
— De agarrar un chicote y ...
— Un montón de pelados metidos en un cuarto para
reses, Beto, todos encuerados y oliendo a la chinga-
dera esa ...
~^Ibid. , p. 42.
184
— Di Di Ti.
— Esa mera. Y un gringote de dos metros gritán-
¡ dote gríser y esculcándote todito. Pero ¡Qué caray. 1
A ése no lo vuelves a ver, ni a los otros. Luego,
cuando sales del trabajo, pues duermes en un catre a
gusto y tienes lana para ir a coger o a tomar. Se
acaba la cosecha y te despachan volando. Y cuando
cruzas la frontera, mano, pos hasta recuerdas bonito
aquellas tierras. Acá no ves más que tierra seca y
indios mugrosos, mano. Como que no crece nada, mien
tras que del otro lado ...
— Ora me dijo el Fifo que en Sonora va a haber
buenas tierras, Gabriel, con las presas ...
— A ver, ¡Qué más diera uno que trabajar bien y
ganar lana en México.'^
El trabajador mexicano resiste estas injurias de
los norteamericanos por querer mejorar la situación de él y j
I
jlos suyos. Vemos por ejemplo a Gabriel trayendo una licua-
Jdora a su madre la cual no puede ser usada simple y sen-
¡
cillamente por no tener luz eléctrica. Veamos como lo
expresa Fuentes, por medio de Gabriel y de la madre de
i .
leste:
i
j
; "Y para ti, viejecita: mira nomás, para que ya no tra-
! bajes tanto." "¿Y qué clase de chingaderita es esa,
! hijo?" "Ahorita te la enseño. Oigan, ¿y Fidelio?"
"Anda de chamba, Gabriel, en casa de unos apretados.
Pero explica este chisme." "Mira: el frasquito lo
pones encima de la cosa blanca; luego metes ahi los
frijoles, o las zanahorias, o lo que quieras y al rato
está todo bien molido, solito, en vez de que lo hagas
tú." "A ver, a ver." "No, viejecita, hay que enchu
farlo, en la electricidad." "Pero si aquí no tenemos
luz eléctrica hijo.
87Ibid., pp. 184-185. 88Ibid., pp. 42-43.
185
Si México brindara la oportunidad de trabajo no
habría necesidad de que el agricultor y el obrero mexicano
salieran de su país a ser discriminados en el extranjero.
Al regresar de los Estados Unidos y vivir un tiempo
en México, los dólares que parecieron ser muchos se esfuman
rápidamente y al no encontrar empleo el bracero comienza
a desesperarse y sentir una gran desilusión de México y el
deseo de regresar a Los Estados Unidos en donde a pesar de
todo hay trabajo; Gabriel lo expresa así:
Me siento gacho, palabra. Está bien el vacile,
pero que te cueste tantito. Los cuates andan en sus
chambas toda la mañana, y yo, ¿pos qué me hago? Fide
lio de mozo todo el día, y el viejo en Indianilla.
¿Qué me queda? Sabes, de plano me quedo todo el
! tiempo en los Esteits. Allá no falta que hacer,
i
La desilusión de la vida de la gente pobre queda
reflejada en Gabriel y sus amigos: "Beto," "el Fifo," "el
Tuno," quienes al igual que "Gladys," son víctimas de la
i
¡sociedad en que viven. Al querer ver hacia el futuro se
i
dan cuenta de que si no salen de México se quedarán en las
mismas condiciones. Por eso es que van hacia "Gringolandia"
como única posibilidad de escape:
59
Ibid., p. 212.
186
— ¿Se van a regresar a los Esteits?— preguntó Beto.
— ¡Pos a poco no.' ¿Qué tal, Tuno, las viejas que
te trinchas por allá?
— Puro latin lóber— dijo el Tuno. — Qué se me hace
que esos gringos en vez de coger sólo les hacen pipí
adentro.
— ¡Ah qué Tuno más hijo de su pelona.' Y tú, Fifo,
¿Como va la chamba?
— Pos cuál chamba, digo yo. Esa de paletero que
me dejaste tú cuando te fuiste a Gringolandia no era
más que una chapuza tras otra. Ya hasta las gatas se
me apretaban. No hay nada peor que una chamba fija;
necesitas cosas más movidas que te traigan así al
trote, y te den ese aire misteriosón que qué se traerá
éste, que de dónde sacará la lana, ¡pícales la curiosi
dad, manito.'
— Yo a veces sí quisiera chamba fija aquí en México.
Pero con futuro, ¿sabes?— dijo Gabriel. — ¿Pero dónde
te la ofrecen? Ya fui paletero, albañil, mozo de
cabaré, ¿qué me queda?
— ¡Pinche vida esta.'— gimió el Fifo.®0
¿Qué es lo que surge de la desilusión de estos
jóvenes víctimas de la sociedad sino una filosofía amarga
contra la humanidad? Esto nos recuerda de inmediato a Pito
Pérez, quién al ver las injusticias del mundo pos-revolu
cionario proclamó en su testamento toda su amargura:
"Lego a la Humanidad todo el caudal de mi amargura.
"Para los ricos, sedientos de oro, dejo la mierda
de mi vida.
"Para los pobres, por cobardes, mi desprecio, por
que no se alzan y lo toman todo en arranque de suprema
justicia. ¡Miserables esclavos de una iglesia que les
predica resignación y de un gobierno que les pide sumi
sión, sin darles nada en cambio1
60
Ibid., p. 190.
187
"No creí en nadie. No respeté a nadie. ¿Por qué?
Porque nadie creyó en mi, porque nadie me respetó.
Solamente los tontos o los enamorados se entregan sin
condición.
"¡Libertad, Igualdad, Fraternidad.'
"¡Qué farsa más ridiculaJ A la Libertad la asesi
nan todos los que ejercen algún mando; la Igualdad la
destruyen con el dinero, y la Fraternidad muere a manos
de nuestro despiadado egoísmo.
"Esclavo miserable, si todavía alientas alguna
esperanza, no te pares a escuchar la voz de los após
toles: su ideal es subir y permanecer en lo alto, aun
aplastando tu cabeza.
"Si Jesús no quiso renunciar a ser Dios, ¿qué pue
des esperar de los hombres? ...
¡ "¡Humanidad, te conozco; he sido una de tus vícti
mas. ' 61
Librado Ibarra había sido un revolucionario compa-
iñero de Federico Robles, pero que contrario a Robles no
i
!
¡había sabido enriquecerse y vivía pobremente. Ibarra fue
I
luno de los que quedaron desilusionados con la Revolución
por haber creído que era para todos. Librado lo manifiesta
J así:
I ... promesas para todos. Para eso se había hecho la
Revolución. Iban a tener las mismas oportunidades
el obrero y el campesino y el abogado y el banquero.
Sí, cómo no. En fin, así lo creíamos entonces.62
y prosigue manifestando su desilusión:
61
José Rubén Romero, La vida inútil de Pito Pérez
(Duodécima ed.; México: Editorial Porrúa, S.A., 1961),
pp. 182-183.
6 2
Fuentes, La región, p. 173.
188
... el cacique armaba a los campesinos, se hacía de
su ejército privado y explotaba las tierras igual que
antes. 0 que los hermanos y tíos del Gobernador re
sultaban pobres indios titulares de una parcelita
tras otra.^3
Librado Ibarra procede a explicar que los que apa
rentemente abogaban por los obreros se enriquecían y pronto
se olvidaban de lo que profetizaban: "Pues ahí tiene usted
a todos los profetas del proletariado con su casota en
I 64
¡Cuernavaca." Agrega que los idealistas y otros grupos
eran hechos prisioneros dejándoles, como a él, una desilu
sión de la Revolución:
... y uno de idealista que va a dar con sus huesos a
las Islas Marías. Con los comunistas, con los líderes
honrados, con los chamacos de las juventudes socialis-
! tas, con uno que otro vasconcelista taimado, sí señor.
! Ahí me tuvo usted hasta el año 34.
Más adelante concluye: "Esos fueron para mí los frutos de
66
la Revolución."
Los verdaderos líderes idealistas obreros eran
suprimidos por los nuevos burgueses capitalistas quienes
los consideraban una amenaza para el país por tener control
del proletariado. Feliciano Sánchez, uno de estos líderes
63Ibid. 64Ibid., p. 174.
65 . 66 .
Ibid. Ibid.
189
honrados/ fue mandado asesinar por Federico Robles porque
con la muerte de Sánchez se abrirían las puertas para los
industrialistas extranjeros quienes trataban de proteger
i
sus propios intereses.
Por pelear por los derechos del trabajador se le
consideraba a Feliciano como una amenaza para la patria,
Robles discurría así:
La directiva de México y nuestros amigos extranjeros
lo consideran nocivo para los intereses, no digamos
del grupo, sino de la patria. Mientras haya hombres
como este Feliciano en México, no se podrá trabajar en
paz. Los inversionistas se asustarán y no nos darán
un centavo.^
Crímenes como éste es lo que ha causado que el
pueblo se desilusione con la Revolución Mexicana por haber
pensado que sería para el pueblo.
Si el movimiento obrero e intelectual se hermanaron
con la Revolución, especialmente durante el régimen de
i Cárdenas, después, al institucionalizarse la Revolución,
!
se convirtieron en "movimientos oficiales." Zamacona lo
explica de la siguiente forma:
La Revolución se identificó con la fuerza intelectual
que México arrancó de sí mismo, de la misma manera que
se identificó con el movimiento obrero. Pero cuando
57Ibid., p. 371.
190
la Revolución dejó de ser Revolución, el movimiento
intelectual y el obrero se encontraron con que eran
movimientos oficiales. ¡Ay del que venga a remover
estas aguas. 1 Nacionalismo valores falsos, simula
ción.68
Indudablemente, Feliciano Sánchez se había atrevido
"a remover estas aguas, 1 1 y lo pagó con su vida.
Como ha quedado expuesto, en este capítulo se ha
probado que la desilusión de la Revolución Mexicana está
patente en las páginas de La región más transparente;
novela de múltiples facetas que presenta cinematográfica
mente a la gran capital mexicana. Carlos Fuentes nos ha
presentado todos los niveles de vida de la sociedad mexi-
|cana con toda la desilusión del pueblo; y aun más, él mismo
¡nos expresa el deseo de un México mejor. Fuentes ha dicho
í
jque la Revolución no fue traicionada, sin embargo, sí ha
i
|dejado una patente desilusión hasta en el propio autor.
Robert G. Mead, Jr. escribió, refiriéndose a esta obra de
Fuentes que:
... es un análisis minucioso, espiritual y poético,
de la sociedad mexicana desde sus niveles más bajos
hasta los más altos; es un testimonio apasionado de
la honda desilusión de Fuentes ante lo que él consi
dera ser la traición de los ideales de la Revolución
68Ibid., p. 359.
191
Mexicana de 1910; es una exposición aguda de la duali
dad básica del carácter mexicano, nacida ésta de la
nostalgia del pasado indígena, irremediablemente des
truido, y del esfuerzo de encontrar la manera en que
pueda desenvolverse de acuerdo con la cultura occiden
tal, pero sin perder su propia identidad.
69
"Carlos Fuentes, airado novelista mexicano,"
Hispania, L, No. 2 (May, 1967), 231.
CAPITULO V
LOS HEREDEROS DE LA MALINCHE
Argumento y personaje principal
La muerte de Artemio Cruz es la historia de un revo
lucionario que se corrompe. El tema de la novela es el
ascenso social del revolucionario que decae moralmente al
caer envuelto en la corrupción.
En una entrevista con Emmanuel Carballo, Carlos
¡Fuentes le explica La muerte de Artemio Cruz.
¡
— Se relatan aquí las doce horas de agonía de este
viejo que muere de infarto al mesenterio, mal que los
médicos no descubren sino hasta el último momento. En
el transcurso de estas doce horas se interpolan los
doce días que él considera definitivos en su vida. Hay
un tercer elemento, el subconsciente, especie de Vir
gilio que lo guía por los doce círculos de su infierno,
y que es la otra cara de su espejo, la otra mitad de
Artemio Cruz: es el Tu que habla en futuro. Es el sub
consciente que se aferra a un porvenir que el Yo— el
viejo moribundo— lo alcanzará a conocer. El viejo Yo
es el presente, en tanto que el El rescata el pasado de
Artemio Cruz. Se trata de un diálogo de espejos entre
las tres personas, entre los tres tiempos que forman la
J vida de este personaje duro y enajenado.
I — Relátame la biografía, por dentro y por fuera de
Artemio Cruz.
192
193
— En su agonía, Artemio trata de reconquistar, por
medio de la memoria, sus doce días definitivos, días
¡ que son, en realidad doce opciones. Nace en una ha-
| cienda cafetalera del Golfo; llega a la ciudad de
México (aquí le ocurre un incidente con un tal maestro
Sebastián, incidente que le llena de dolor y vergüenza);
participa en la Revolución; enamora en Puebla a Cata
lina, que llegará a ser su esposa; se convierte en un
pequeño cacique; regresa a la ciudad de México, esta
vez como diputado; asciende social y económicamente.
Su biografía espiritual es más importante que su bio
grafía física. Las negativas, las traiciones, las
I elecciones, las presiones a las que su espíritu se so-
í mete lo empujan al mundo de los objetos, en el cual él
es un objeto más. En el tiempo presente de la novela,
Artemio es un hombre sin libertad; la ha agotado a
fuerza de elegir. Bueno o malo, al lector toca deci
dirlo.
— ¿Puede decirse que La muerte de Artemio Cruz es
¡ novela de un solo personaje?
; — Sí toda ella gira en torno a Artemio. Sin em-
! bargo, existe una correspondencia constante entre él y
j Catalina. Esta lo acompaña a lo largo de toda la
¡ novela. Es la única criatura que no se doblega ante
! su presencia, ante su poder. Los demás personajes se
sacrifican para que Artemio Cruz cumpla su destino.
Cada una de sus elecciones supone el sacrificio de una
| persona, el sacrificio de un amor, de una posibilidad
| de ser.-*-
Robert G. Mead, Jr., en uno de sus artículos, nos
sintetiza el argumento de La muerte de Artemio Cruz así:
... Artemio Cruz, moribundo y tendido sobre la mesa
operatoria, evoca los acontecimientos de su vida, su
i origen humilde, su intervención en la Revolución y su
Emmanuel Carballo, Diecinueve protagonistas de la
literatura mexicana del siglo XX (México: Empresas Edi
toriales, S.A., 1965), pp. 440-441.
r
194
carrera posterior, en la cual se unió a los que se
| aprovechan del gran trastorno social para adelantar
sus propios intereses egoístas, sin pensar jamás en
el bien del pueblo. Esta evocación se logra mediante
una serie sostenida de flashbacks o episodios inter
calados que ocurren en varios niveles de la conciencia
del protagonista, y por todo el libro Fuentes exhibe
su gran habilidad de escritor y sus muchos recursos
técnicos. Los personajes que habitan esta novela tie-
i nen vida propia y voluntad autónoma, y por ellos nos
es posible comprender la vivencia mexicana de las úl
timas cinco décadas.^
La novela da principio el 10 de abril de 1959,
l
jfecha en que se encuentra moribundo Artemio Cruz. Desde su
lecho de muerte Artemio va recordando ciertos días que han
sido los de mayor importancia en su vida. Las fechas de
jlos acontecimientos son tratadas por medio de retrospecti
vas (flashbacks), sin seguir ningún orden cronológico. En
este principio de la novela, que realmente es el final de
la existencia de Artemio Cruz, Fuentes nos presenta a Cruz
con sus fabulosas riquezas y asociaciones con extranjeros.
! Para mayor claridad en la presentación del argu-
i
jmento hemos decidido presentar las fechas en orden crono-
i
l
¡lógico aunque en la novela aparecen en el siguiente orden:
!
i
¡(1941: Julio 6), (1919: Mayo 20), (1913: Diciembre 4),
2
"Carlos Fuentes, airado novelista mexicano,"
Hispania, L, No. 2 (May, 1967), 232-233.
195
(1924: Junio 3), (1927: Noviembre 23), (1947: Septiem
bre 11), (1915: Octubre 22), (1934: Agosto 12), (1939:
Febrero 3), (1955: Diciembre 31), (1903: Enero 18), y
(1889: Abril 9).
(1889: Abril 9) Es la fecha del natalicio de
I
Artemio Cruz. La madre de Artemio, Isabel Cruz o Cruz Isa
bel es ayudada por Lunero durante el nacimiento de Artemio.
¡ (1903: Enero 18) Se ve a Artemio en compañía del
mulato Lunero, hermano de Isabel. Aquí se explica que el
padre de Cruz había sido Atanasio Menchaca latifundista que
j
¡había violado a la mulata Isabel Cruz, la cual más tarde
i
!
¡fue corrida a palos.
i (1913: Diciembre 4) Los amores de Artemio con
Regina, la mujer a quien más quiso en su vida, son descri-
|tos en esa fecha. Se presenta además la lucha entre revo-
|lucionarios y federales. En una batalla Artemio huye
I
¡cobardemente de la lucha y deja que muera un soldado que
i
jnecesitaba su ayuda. Nadie se da cuenta de su cobardía y
i
¡queda como héroe. Al regresar al pueblo donde se encon
traba Regina, Artemio sufre un duro golpe al encontrar a su
amada, asesinada por los soldados, colgada de un árbol.
(1915: Octubre 22) Se presenta la huida de los
villistas perseguidos por los carrancistas. Artemio lucha
196
¡contra los villistas, cae prisionero y es llevado a la
¡
!prisión de Perales, junto con su guía el yaqui Tobías. En
la prisión conoce al joven idealista Gonzalo Bernal, her
mano de Catalina. Los tres hombres son sentenciados a
morir. Bernal y Tobías son fusilados y Artemio se salva
ya que cuando iba a pasar al paredón llegan las fuerzas de
Carranza y es salvado de la muerte.
(1919: Mayo 20) Artemio se presenta en casa del
padre de Gonzalo, don Gamaliel Bernal, cuando ha terminado
jla Revolución; cuenta los últimos momentos de la vida de
i
;Gonzalo y con esto trata de empezar a ganarse la confianza
i
|de don Gamaliel para administrar sus tierras. Artemio
¡trata de enamorar a Catalina y logra casarse con ella pero
jsin que ella lo quisiera. Artemio empieza a controlar y a
ser el nuevo amo que sustituiría a don Gamaliel.
j (1924: Junio 3) Con la muerte de don Gamaliel,
i
¡Artemio se va apoderando de las tierras de los latifundistas
jde los alrededores. Artemio había prometido repartir estas
l
tierras al pueblo pero sólo les da una bicoca. Poco a poco
se va convirtiendo en el hombre fuerte de la región, hasta
lograr ser diputado federal. Durante esta fecha se pre
senta psicológicamente a Catalina en sus relaciones de
esposa con Artemio, al cual nunca llega a querer.
197
(1927: Noviembre 23) La época de lucha de los
cristeros toma lugar. Se nos presenta la persecución de
los curas y la protección que Catalina les ofrece clandes
tinamente. Artemio aparece ya como diputado recibiendo
tierras en México para que más tarde sean fraccionadas.
(1934: Agosto 12) Artemio se encuentra con su
amante Laura, en el apartamento de ésta. Mientras está
¡Artemio con Laura suena el teléfono y es Catalina, quien es
amiga de Laura y no sabe que ésta es amante de Artemio.
Además se ve a Artemio con su hijo Lorenzo en Veracruz.
i
j (1939: Febrero 3) Lorenzo aparece en España lu-
I
i
Ichando con los republicanos en contra de los fascistas. El
!
jjoven idealista sucumbe cuando trata de escapar, con un
grupo de españoles, a Francia.
(1941: Julio 6) Artemio viaja por la ciudad de
México en su limousine la cual contrasta enormemente con la
I
¡gente pobre que la circunda. Cruz aparece como hombre de
i
jpaja para los inversionistas extranjeros. Su esposa Cata-
!lina y su hija Teresa hacen preparativos para la boda de
¡Teresa.
I
| (1947: Septiembre 11) Artemio contrata a Lilia,
i
una joven y bella prostituta, para que lo acompañe de vaca
ciones a Acapulco en donde alquila un yate. Artemio tiene
198
ya cerca de sesenta años razón por la cual unos jóvenes
hacen referencia a Lilia y Artemio como "la bella y la
bestia."
(1955: Diciembre 31) Se celebra una fiesta de año
¡nuevo en "la casa chica" de Artemio Cruz, en Coyoacán.
Artemio obliga a sus invitados a aceptar a Lilia, la joven
prostituta. Los invitados son personajes de la alta socie-
i
|dad mexicana pero que vienen a pagar homenaje al hombre,
Artemio, que se halla en la cúspide de la estructura social.
Muchos de los invitados de la fiesta son personajes que han
|aparecido en otras obras de Fuentes; por ejemplo Jaime
I
i
¡Ceballos quien se ha convertido en un ser cínico.
!
!
Artemio Cruz, heredero de la Malinche
Artemio Cruz es el hombre que ha sabido encumbrarse
a la cúspide del poder por medio de la corrupción y asocia
ciones con empresas extranjeras. Cruz es un hombre verídico
i
iya que además de simbolizar al revolucionario que se ha
[corrompido, es verdaderamente humano; es de carne y hueso.
i
Artemio es un hombre a quien llegamos a despreciar por los
abusos que comete, para poder encumbrarse. El lector se da
cuenta de que Artemio sólo trabaja para su propio beneficio;
pero sin embargo el lector llega a tener no sólo desprecio
199
sino, aunque parezca contradictorio, compasión. Se le
tiene compasión a este ser porque Fuentes nos explica los
paupérrimos orígenes del protagonista; porque Cruz es un
hombre que ha luchado solo contra el mundo; porque es un
hombre que ha sentido el amor únicamente una vez en la vida,
con Regina. Esa dicha le duró muy poco ya que terminó con
la muerte prematura de su amada. Es Artemio, además, un
padre que sufre el duro golpe de la muerte de un hijo,
Lorenzo, por el cual hubiera dado su vida. Fuentes nos ha
presentado no sólo al Artemio superficial y omnipotente
sino que ha sabido crear a un personaje plástico al cual
llegamos a conocer hasta en sus entrañas. Juzgamos que
Artemio Cruz ha quedado ya como uno de los más sobresalien
tes personajes de la literatura mexicana. Veamos a con
tinuación algunos de los aspectos de la corrupción que
forman parte del protagonista.
... tú les darás el diez por ciento a los inspectores
y el pescado llegará a la ciudad encarecido por esa
cadena de intermediarios y tú recibirás una utilidad
O
veinte veces superior al valor original del producto.
Aquí se nota en cuanto a la técnica se refiere, de
inmediato, el uso del tú en el futuro pero a la vez está
3
Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz (Segunda
ed.; México: Fondo de Cultura Económica, 1965), p. 14.
200
transcurriendo en la subconsciencia de Artemio; razón por
la cual lo que aparentemente es futuro en la subconsciencia
del protagonista/ en la realidad es el pasado puesto que la
corrupción a que aquí se hace referencia ya había tenido
lugar. Continuemos observando otros aspectos de la corrup
ción con la cual se asociaba a Cruz.
... manejo de la bolsa de valores para inflarlos,
deprimirlos, vender, comprar a tu gusto y utilidad;
j jauja, y consolidación definitivas con el presidente
Alemán: adquisición de terrenos ejidales arrebata
dos a los campesinos para proyectar nuevos fracciona
mientos en ciudades del interior, concesiones de
( explotación maderera.^
| Notamos que una de las formas en que Cruz se ha en-
jriquecido ha sido la de la adquisición de terrenos ejidales;
l
los cuales, según la Revolución, no deberían de ser vendi
dos. Veamos otro ejemplo en referencia a esto, al escu
charlo del propio Artemio:
| — Obtuvo con mi ayuda la concesión para construir
i esa carretera en Sonora. Incluso le ayudé para que
! le aprobaran un presupuesto como tres veces superior
| al costo real de la obra, en la inteligencia de que la
carretera pasaría por los distritos de riego que le
compré a los ejidatarios. Acabo de informarme de que
el lángara también compró sus tierritas por aquel rumbo
y piensa desviar el trazo de la carretera para que pase
por sus propiedades.^
4
Ibid., p. 16.
^Ibid., pp. 87-88.
201
Es obvio, con este último ejemplo, que Artemio ya
no es revolucionario y que se ha convertido en un ser ambi
cioso que está interesado en enriquecerse cada vez más.
Por supuesto que las formas para hacerse millonario por
medio de la corrupción eran variadas como por ejemplo:
... quiebras fraudulentes ... devaluaciones monetarias
reveladas de antemano ... especulación de precios ...
agio bancario ... nuevos latifundios ... reportajes a
tanto la línea ... contratos de obras públicas infla-
| dos ... jilguero en jiras políticas ... despilfarro de
la fortuna paterna ... coyotaje en las secretarias
de Estado ... nombres falsos: Arturo Capdevila.6
Artemio Cruz se encontraba asociado con personas y
i
1 t
empresas norteamericanas. Esto queda expresado por medio
del subconsciente de Artemio. "Recibirás la visita de tu
socio norteamericano, le harás ver los peligros de estos
7
mal llamados movimientos de depuración sindical." Más
adelante lo vemos actuando como "hombre de paja" de los
inversionistas americanos:
I
| ... creación de empresas mixtas méxico-norteamericanas
en las que tú figuraste como hombre de paja para cumplir
con la ley; hombre de confianza de los inversionistas
norteamericanos; intermediario entre Chicago, Nueva York
y el gobierno de México.®
0
Ibid., p. 260.
0
Ibid., p. 16.
7
Ibid., p. 15.
202
En una de las secciones "El/1 quedan confirmadas
las previas dos citas, al rescatar el pasado de Artemio,
al verlo cobrándoles a unos norteamericanos por interceder
en favor de ellos en la adquisición de una concesión para
|la explotación de domos de azufre en territorio mexicano.
|
Les pidió 2 millones de dólares al contado y ellos le
preguntaron que a cuenta de qué: ellos lo admitían
con gusto como socio capitalista con 300 mil dólares,
pero nadie podía cobrar un centavo hasta que la inver
sión empezara a producir ... él les repitió que esas
eran sus condiciones: ni siquiera se trataba de un
anticipo, de un crédito, ni nada por el estilo: era el
pago que le debían por tratar de conseguir la conce
sión; a lo mejor, sin ese pago previo no había tal
concesión: ellos recuperarían con el tiempo el regalo
¡ que ahora le iban a hacer; pero sin él, sin el hombre
de paja, sin el front-man— y les rogaba que excusaran
los términos— ellos no podían obtener la concesión y
explotar los domos.9
Cruz es un hombre que abre a su patria a los extran
jeros, aunque siempre lo hace por su propio beneficio. Vea
mos ahora lo que sucedió al exigir Artemio los 2 millones
i de dólares a los norteamericanos.
... los norteamericanos dijeron O.K. varias veces,
O.K., O.K., O.K., y él sonrió y les ofreció dos vasos
con whisky y les dijo que podían explotar el azufre
hasta bien entrado el siglo XXI, pero que no lo iban
a explotar a él ni un solo minuto del siglo XX y todos
brindaron y los otros sonrieron mientras murmuraban en
voz baja s.o.b. una sola vez. - * - 9
9 10
Ibid., p. 25. Ibid.
203
En lo referente a la asociación del capital extran
jero con la alta burguesía mexicana, Carlos Fuentes ha
escrito:
Paralización de la revolución popular. Estanca
miento de la burguesía productora, como consecuencia
de dicha paralización. Avance de la alta burguesía
¡ mediante la alianza con el capital extranjero. Pésima
distribución del ingreso nacional. Marginalidad eco
nómica, social y cultural de la masa mayoritaria del
país.11
Percibimos en La muerte de Artemio Cruz que el
protagonista está causando en verdad un estancamiento de
producción mexicana, ya que sólo sigue preocupándose por
¡enriquecerse cada vez más. Veamos lo que dice el propio
|Artemio Cruz, en un diálogo con un norteamericano:
I
I
j — ... alegan que aquí en México se pueden fabricar
I esos mismos carros. Pero nosotros vamos a impedirlo,
¿verdad? Veinte millones de pesos son un millón y
j — Plus our commissions. ^
í
De acuerdo a la definición del "malinchismo," dada
por Octavio Paz, es indudable que Artemio Cruz es uno de
los herederos de la Malinche. Paz escribió en su ensayo
"Los hijos de la Malinche" que:
"Tres interrogaciones sobre el presente y futuro
de México," Cuadernos Americanos, Año XVIII, CII (Io de
enero de 1959), 50.
12
Fuentes, Artemio Cruz, pp. 117-118.
204
... el pueblo mexicano no perdona su traición a la
Malinche. Ella encarna lo abierto, lo chingado, frente
a nuestros indios, estoicos, impasibles y cerrados. ...
De ahí el éxito del adjetivo despectivo "malinchista,"
recientemente [hacia 1950] puesto en circulación por
los periódicos para denunciar a todos los contagiados
por tendencias extranjerizantes. Los malinchistas son
los partidarios de que México se abra al exterior: los
verdaderos hijos de la Malinche, que es la Chingada
en persona.^
Para comprender mejor el significado del verbo
"chingar" es necesario presentar la explicación que nos da
Octavio Paz.
El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de
la chingada. En suma, chingar es hacer violencia
i sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel:
pica, hiere desgarra, mancha. Y provoca una amarga
resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto,
por oposición a lo que chinga, que es activo, agre
sivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre.
La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme
ante el exterior. La relación entre ambos es vio
lenta, determinada por el poder cínico del primero y
la impotencia de la otra. La idea violación rige
oscuramente todos los significados. La dialéctica de
"lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con preci
sión casi feroz.^
Nos hemos detenido en la definición del verbo "chin
gar" por la importancia que esta palabra tiene en relación
con Artemio Cruz, quien es "el gran chingón," a la vez
13
El laberinto de la soledad (Quinta ed.: México:
Fondo de Cultura Económica, 1967), p. 78.
14
Ibid., p. 70.
205
que es "hijo de la chingada." Artemio como queda dicho es
un heredero de la Malinche puesto que abre a la patria para
que sea nuevamente violada, ahora ya no por los españoles
sino por los inversionistas extranjeros. Artemio es el
hombre fuerte y poderoso que todo lo puede. Veamos algo
más de la fuerza económica de Cruz; en relación ccn sus
negocios.
... los domos de azufre en Jáltipan, las minas de
Hidalgo, las concesiones madereras en la Tarahumara,
la participación en la cadena de hoteles, la fábrica
de tubos, el comercio del pescado, las financieras
de financieras, la red de operaciones bursátiles, las
representaciones legales de compañías norteamericanas,
la administración del empréstito ferrocarrilero, los
puestos de consejero en instituciones judiciarias,
las acciones en empresas extranjeras— colorantes,
acero, detergentes— y un dato que no aparece en el
cuadro: quince millones de dólares depositados en
bancos de Zurich, Londres y Nueva York."^
Económicamente, como queda visto, había llegado a
i
la cúspide y por eso todos los demás seres le brindaban
i tributo, porque podía destruir al que quisiera. Recordamos
específicamente la fiesta que da Artemio el año nuevo en su
casa en donde a los altos burgueses les impone a Lilia, la
joven prostituta y amante de Artemio.
15
Fuentes, Artemio Cruz, pp. 15-16.
206
Pero están allí, allí, en corte ... frente al más
poderoso ... destruirlos o halagarlos con una mención
en el periódico ... imponerles la presencia de Lilia
... instarlos, con una voz secreta, a bailar, comer,
beber ... sentirlos cuando se acercan.’ *'®
Antes de llegar a ser "el gran chingón," Artemio
había recibido el siguiente consejo de un hombre gordo:
— ¿A poco no somos los meros chingones? ¿Sabes?
Escoge siempre a tus amigos entre los grandes chingones,
porque con ellos no hay quien te chigue a ti. Vamos a
beber.17
Indudablemente que Artemio siguió estos consejos
hasta lograr situarse como "el gran chingón."
Carlos Fuentes ha dedicado una sección del "Tu,"
la subconsciencia de Artemio, a la palabra "chingar" y sus
derivados; nosotros le hemos llamado a esta sección "la
letanía de la chingada." Veamos un fragmento en que se
presenta la referencia a la herencia de "la chingada":
... cadena de la chingada que nos aprisiona a todos:
eslabón arriba, eslabón abajo, unidos a todos los
hijos de la chingada que nos precedieron y nos segui
rán: heredarás la chingada desde arriba; la heredarás
hacia abajo: eres hijo de los hijos de la chingada;
serás padre de más hijos de la chingada: nuestra
palabra.18
Examinemos lo que es "la chingada" para comprender
16
Ibid., pp. 260-261.
18
Ibid., p. 145.
17Ibid., p. 129.
207
mejor este concepto. Octavio Paz lo ha explicado breve y
jacertadamente así: "La Chingada es la Madre abierta, vio
lada o burlada por la fuerza. El 'hijo de la Chingada' es
19
el engendro de la violación, del rapto o de la burla."
Aquí queda explicado el porque Artemio es "hijo de la chin
gada"; recordemos que la mulata Isabel Cruz o Cruz Isabel,
madre de Artemio, había sido violada brutalmente por el
|latifundista Atanasio Menchaca; Artemio fue el engendro de
esta violación, y por lo tanto un verdadero "hijo de la
chingada." Fuentes mismo lo expresa así:
|
eres un hijo de la chingada
del ultraje que lavaste ultrajando a otros hombres
del olvido que necesitas para recordar
i de esa cadena sin fin de nuestra injusticia20
Al dejar de ser revolucionario, Artemio cambió su
orientación ideológica hacia un pensar puramente burgués.
Observemos como ha cambiado su pensamiento:
I ... veinte años de progreso, después de la demagogia
de Lázaro Cárdenas, veinte años de la protección de
los intereses de la empresa, de líderes sumisos, de
huelgas rotas.2^
19
Paz, El laberinto, p. 72.
20
Artemio Cruz, p. 147.
^ Ibid. , p. 16.
208
Artemio Cruz es uno de los ex-revolucionarios que
han guiado a la Revolución por un camino para su interés
individual. Cruz se ha dedicado a la explotación de la
patria adquiriendo, como sus colegas, la mayoría de las en
tradas económicas del país. Joseph Sommers ha escrito con
gran acierto lo siguiente.
For Carlos Fuentes the middle class, with equal
parts of vitality and cynicism, has diverted the main
stream of the revolution into narrow channels of self
interest. In return for contributing the economic
organization and attracting outside help, the Artemio
Cruz crowd appropriates the major share of the returns.
Increasingly ignored, although never abandoned are
the original aims of the upheaval which made possible
their accession to power.22
La corrupción de "los grandes chingones" como
¡Artemio, trabajando exclusivamente para su propio beneficio
queda expresada por el propio Cruz en un diálogo con un
norteamericano, en donde además, trata de usar la ya muy
!gastada técnica de acusar de comunistas, sin serlo, a las
j
i
!personas que intentan frenar los abusos de los hombres como
t
IArtemio. Veamos lo que expone Cruz:
— Salud. Primero, quieren cancelar todos los em
préstitos de bancos norteamericanos al Ferrocarril
del Pacífico. ¿Sabe usted cuánto paga anualmente el
22
"Novéis of a Dead Revolution," Nation, CXCVII,
No. 6 (November, 1963), 115.
209
Ferrocarril por intereses sobre los empréstitos?
Treinta y nueve millones de pesos. Segundo, quieren
i correr a todos los consejeros de la rehabilitación de
los ferrocarriles. ¿Sabe cuánto ganamos? Diez mi
llones al año. Tercero, quieren correr a todos los
que administramos los empréstitos norteamericanos a
los ferrocarriles. ¿Sabe usted cuánto ganó y cuánto
gané yo el año pasado ... ?
— Three million pesos each ...
— Eso mismo. Y no termina allí la cosa. Haga el
favor de telegrafiarle a la National Fruit Express que
estos líderes comunistas quieren cancelar el alquiler
de carros refrigeradores que le reporta a la compañía
veinte millones de pesos anuales y a nosotros una
buena comisión. S a l u d . 23
i
Es verdaderamente irónico que un hombre como Cruz
sea postulado para diputado y posteriormente electo por sus
|
¡principios revolucionarios que en realidad ya no existían.
El presidente se subió a un templete y lo presentó y
lo elogió y él aceptó su postulación para diputado
federal, arreglada meses antes en Puebla y en México
con el gobierno que reconocía sus méritos revolu
cionarios, su buen ejemplo al retirarse del ejército
para cumplir los postulados de la reforma agraria y
sus excelentes servicios al suplir la ausencia de
autoridad en la comarca, instaurando por su cuenta y
j riesgo el orden.24
Ya hemos visto que de revolucionario, Artemio no
tenía nada. Además de, como ha quedado expresado, se apo-
¡
deraba de tierras ejidales. Veamos a continuación un poco
23
Fuentes, Artemio Cruz, pp. 86-87.
^Ibid., p. 109.
i
210
más de la actitud de Cruz en cuanto a la reforma agraria,
al hablar con don Gamaliel:
No se puede detener al curso de las cosas. Vamos
entregándole esas tierras a los campesinos, que al fin
son tierras de temporal y les rendirán muy poco.
Vamos parcelándolas para que sólo puedan sembrar cul
tivos menores. Ya verá usted que en cuanto tengan que
agradecernos eso, dejarán a las mujeres encargadas de
las tierras malas y volverán a nuestras tierras férti
les. Mire no más: si hasta puede usted pasar por un
héroe de la reforma agraria, sin que le cueste nada.2^
Más tarde se ve a Artemio "cumpliendo con los postu
lados de la reforma agraria," repartiendo tierras de tempo
ral y quedándose con lo mejor o sea las tierras de riego
tal como se lo había expuesto a don Gamaliel. Observamos
que el pueblo está insatisfecho y desilusionado. Pregunta
Artemio:
— ¿Hay quejas, Ventura?
[Ventura le contesta]— Pues las disimulan, amo,
porque a pesar de todo ahora están mejor que antes.
Pero se dan cuenta de que usted no más repartió pura
tierra de temporal y se quedó con la de riego.2^
Después, Artemio procede a hacer promesas falsas
para mantener conforme al pueblo.
— Cuéntales que dentro de poco voy a cobrarle las
hipotecas a Pizarro y entonces sí les voy a entregar
25
Ibid., p. 54.
26
Ibid., p. 96.
211
los terrenos de riego que le quite al viejo. Diles
que aguanten y tengan confianza, que ya verán.^
La falsedad de esta promesa queda expuesta al vol
ver a prometer lo mismo, pero Ventura ya se ha dado cuenta
de los verdaderos propósitos de su amo. Artemio arregla
esto fácilmente, pagándole a Ventura para que se quede
callado. Veamos como queda de manifiesto lo mencionado:
— Diles que se aguanten. ¿No ven que Pizarro toda
vía no se acaba de rendir? Diles que se aguanten con
sus rifles por si el viejo se atreve a meterse conmigo.
Cuando las cosas se pongan en calma, ya les repartiré
las tierras.
— Yo le guardo su secreto. Yo ya sé que las buenas
l tierras de don Pizarro ya se las anda usted vendiendo
! a unos colonos a cambio de lotes allá en Puebla.
i
— Los pequeños propietarios le darán trabajo a los
campesinos también, Ventura. Anda, toma esto y quédate
9 0
sosiego.
Artemio procede a darles una bicoca de tierras a
los campesinos para mantenerlos en calma? por supuesto, él
I
jse apodera de la mejor y mayor extensión de tierra. La
¡desilusión de los campesinos es notoria puesto que espera
ban mejor y mayor cantidad de tierra; sin embargo, se con
forman porque como dicen "peor es nada." Para asegurarse
de que no hubiera descontentos entre la gente, Artemio
manda armar a un grupo de hombres para sofocar cualquier
27
Ibid. ^Ibid. , p. 100.
212
desacuerdo. Esta clase de opresión nos recuerda a la época
de paz de Porfirio Díaz.
— Diles que me devuelvan los rifles. Ventura.
Ya no les hacen falta. Ahora cada uno tiene su par
cela y las extensiones mayores son mías o de mis
protegidos. Ya no tienen nada que temer.
— Cómo fsic] no, amo. Ellos están conformes y le
; agradecen su ayuda. Algunos andaban soñando con mucho
más, pero ahora están conformes otra vez y dicen peor
es nada.
— Escoge a unos diez o doce entre los más machos
y a ellos les das los rifles. No sea que vaya a haber
; descontentos de un lado o del otro.^
!
Otro ejemplo que nos recuerda de inmediato a la
situación del indio bajo el Porfirismo es cuando Artemio se
¡ha convertido en un verdadero opresor, sin compasión o
i
I
|escrúpulos. Cuando unos indios piden que se les pague la
i
¡deuda por talar sus bosques, Artemio ordena que el comisario
ejidal sofoque de inmediato las demandas de los indígenas.
Veamos el diálogo que sostienen Padilla y Artemio.
¡ — Sí, don Artemio. Don Artemio, hay un problema
¡ urgente. Los indios esos andan agitando. Quieren que
¡ se les pague la deuda por talar sus bosques.
| — ¿Qué? ¿Cuánto es?
i — Medio millón.
I — ¿Nada más? Dígale al comisario ejidal que me
los meta en cintura, que para eso le pago. Sólo
faltaba ... ^
El interés individual, sin preocuparse por los
29
Ibid., p. 101. ^Ibid. , pp. 163-164.
213
demás, así como el deseo de mantenerse siempre en el poder,
sin compartirlo o renunciar a él, queda expuesto por Puen
tes. El autor nos presenta a los antiguos revolucionarios
que hoy día no están dispuestos a sacrificar lo más mínimo
de su bienestar. Con el poder todo lo que gusten hacer les
será aceptado; precisamente por esto es que no desean dejar
la autoridad y ésta es la misma razón por la que Porfirio
Díaz tampoco quería renunciar a su dominio. Estos hombres
han venido así a reemplazar al antiguo régimen porfirista.
El subconsciente le dice a Artemio:
... no recordarás si ellos lo dicen, si tú lo dices,
con la voz fría que no sería la voz de los hombres: la
voz fría del poder y del interés: deseamos el mayor
bien posible para la patria: mientras sea compatible
con nuestro bienestar personal: seamos inteligentes:
podemos llegar lejos: hagamos lo necesario no lo im
posible: determinemos de una vez todos los actos de
fuerza y crueldad que nos sean útiles de una vez: para
no tener que repetirlos: vamos escalonando los bene
ficios para que el pueblo los saboree: la revolución
puede hacerse muy de prisa: pero mañana nos exigirían
más y más y más: y entonces no tendríamos nada que
ofrecer si ya lo hemos hecho y dado todo: salvo acaso
nuestro sacrificio personal: ¿para qué morir si no
vamos a ver los frutos de nuestra heroicidad?: tengamos
siempre algo en reserva: somos hombres no mártires:
todo nos será permitido si mantenemos el poder: pierde
el poder y te chingan: date cuenta de nuestra fortuna:
somos jóvenes pero estamos nimbados con el prestigio
de la revolución armada y triunfante: ¿para qué pelea
mos?; ¿para morirnos de hambre?: cuando es necesario
la fuerza es justa: el poder no se comparte:
214
¿Y mañana? estaremos muertos, diputado Cruz; que
se las arreglen como puedan los que nos sucedan;31
i
I
Esto es muy parecido a las características de
Federico Robles, de La región más transparente, ya que
tanto él como Artemio Cruz son personajes que han logrado
salir del anonimato y al tener el poder en sus manos pien
san que eso les da derecho a todo.
El pueblo tenía la ilusión de que con la Revolución
¡las cosas cambiarían; el campesinado tenía fe en ella y
por eso surgió la desilusión. Veamos la fe que sentía el
¡pueblo en que su situación cambiaría al haber terminado la
j
jépoca de batallas de la Revolución.
¡
! ... los campesinos se le pusieron revoltosos y se fue
ron a sembrar a las tierras ociosas. Le alegaron que
si no les regalaba las tierras que no se trabajaban,
ellos no volverían a sembrar en lo cultivado. Y él
por puro orgullo se negó y se quedó sin cosecha. Antes,
los rurales hubieran metido al orden a los revoltosos,
pero ahora ... ya canta otro gallo.
| — Y no sólo eso. También los deudores se le ale-
! brestaron; ya no quieren pagarle más. Dicen que con
los intereses que ha cobrado ya está pagado de sobra.
¿Ve usted mi coronel? Todos tienen tanta fe en que
ahora las cosas cambiarán. ^
El resultado, sin embargo, fue que surgieron indi
viduos rapaces y ambiciosos como Artemio Cruz dispuestos
a arrasar con todo y con todos; Carlos Fuentes le dice
33~Ibid., p. 124. 32Ibid., p. 44.
215
a Cruz, por medio del subconsciente: "... y sabrás que te
opondrás a cada individuo, porque cada individuo será un
33
obstáculo más para alcanzar las metas de tu deseo."
Notamos como Artemio va arruinando a los viejos latifundis
tas para él llegar a situarse por encima de todos. Veamos
el diálogo que tiene lugar entre el latifundista Pizarro y
Artemio:
¡
i — Ya sé que redujo usted a la ruina a don León
| Labastida. Esas tres casotas de Puebla valen una
fortuna.
— Ya ve usted, Pizarro. Labastida nada más pide
y pide préstamos, sin importarle los intereses. El
mismo tejió la reata para colgarse.
— Ha de gozar viendo como se derrumban los viejos
orgullos. Pero conmigo no se va a poder. Yo no soy
ningún catrín poblano como ese Labastida. ^
Pizarro sucumbe ante Artemio a pesar de que creía
jque a él no lo podía destruir. Observamos a Pizarro, un
Ipoco más tarde, en la ruina tratando de proteger lo único
que le queda, el casco de la hacienda. Escuchemos lo que
conversan Ventura y su amo Artemio.
— Ahí está todo el día el viejo Pizarro sentado
frente al casco de la hacienda, con una escopeta entre
las manos. Ya nomás le queda el casco.
— Sí, Ventura. No más le queda el casco.
33
Ibid., p. 62.
34
Ibid., p. 98.
216
— También le quedan unos muchachos que se dicen
muy valiosos y que le son fieles hasta la muerte.
— Sí# Ventura. No te olvides de sus caras.
Artemio había llegado a sustituir a la antigua
casta privilegiada; así con la caída de muchos se logro el
ascenso de Cruz. "Este hombre había venido a destruirlos:
36
los había destruido ya." Artemio se convirtió en el nuevo
amo y señor de la región/ quien llegó a ser un verdadero
i latifundista con vastas extensiones de tierra.
i
Sólo el gavilán, desde lo alto, podía distinguir la
mancha húmeda y feraz que rodeaba los cascos de las
tierras del nuevo señor, que fueron antiguas tierras
de Bernal, Labastida y Pizarro.3^ 7
Al igual que los amos anteriores, Artemio se con-
!virtió en agiotista.
¡
I
— Pues que usted sigue cobrando intereses por lo
que presta, igual que don Gamaliel antes.
— Mira, Ventura. Ve y explícales que los intereses
de verás [sic] altos se los estoy cobrando a los lati
fundistas como este Pizarro y a los comerciantes.
Ahora que si ellos se sienten lesionados con mis prés-
| tamos, yo los suspendo. Creía que les estaba haciendo
¡ un servicio.3®
Causa una verdadera desilusión el ver que nada ha
cambiado, que una nueva casta opresora ha sustituido a la
anterior. El mismo don Gamaliel se daba cuenta que otros
^ Ibid. , pp. 99-100.
~^Ibid. , pp. 105-106.
OC
Ibid., p. 104.
OQ
Ibid., p. 96.
217
nuevos seres surgidos de la Revolución, como Artemio Cruz,
llegaban a suplantarlo.
Artemio Cruz. Así se llamaba, entonces, el nuevo
mundo surgido de la guerra civil; así se llamaban quie
nes llegaban a sustituirlo. Desventurado país— se dijo
el viejo mientras caminaba, otra vez pausado, hacia la
biblioteca y esa presencia indeseada pero fascinante— ;
desventurado país que cada generación tiene que des
truir a los antiguos poseedores y sustituirlos por
nuevos amos, tan rapaces y ambiciosos como los ante
riores.
Esta idea de la opresión que ha sufrido México queda
j
j
expuesta lúcidamente por el escritor mexicano Fernando
¡Benítez.
México no es una excepción. A semejanza de todos los
países ha luchado heroicamente por la libertad, sólo
que nunca ha logrado conquistarla. En la hora del
triunfo, sus libertadores se han convertido en sus nue
vos opresores y lo han defraudado, de modo que nuestro
pueblo es un pueblo que no ha disfrutado una hora de
libertad, que se ha sacrificado por ella y se la han
escamoteado, se la han robado en una forma o en otra,
lo cual no ha hecho sino aumentar su deseo y su hambre
de poseerla.^®
Como puede verse ese círculo constante y vicioso de
sustituir una casta privilegiada con otra ha sido en México
casi una institución que ha plagado al país a través de su
historia.
39Ibid., p. 50.
40 ^
El agua envenenada (Segunda ed.; México: Fondo de
Cultura Económica, 1965), p. 93.
218
Esta constante queda presentada en La muerte de
Artemio Cruz en diferentes etapas de la historia de México.
Ya hemos visto como Artemio reemplazó en el poder a los
latifundistas del Porfiriato. Otro ejemplo de este círculo
vicioso de sustitución queda patente con la caída de los
Menchaca quienes eran los latifundistas durante la época de
Santa Anna, su protector. La misma madre de los Menchaca
j
j lo expresa así:
i
i
— ¿Vienes a decirme que ya no hay tierras ni gran
deza para nosotros, que otros se han aprovechado de
nosotros como nosotros nos aprovechamos de los primeros,
de los originales dueños de todo?^
Posteriormente prosigue:
i — ¿Qué? ¿Que nada podía durar? ¿Que aquella
; fuerza se fundaba en las puras galas, en una injus
ticia que debía perecer a manos de otra injusticia?
¿Que los enemigos a quien mandamos fusilar para se
guir siendo los amos; que los enemigos a quienes tu
padre mandó cortar la lengua o las manos para seguir
siendo el amo; que los enemigos a quienes tu padre
arrebató las tierras para empezar a ser el amo pasa-
í ron un día victoriosos y prendieron lumbre a nuestra
l casa; pasaron un día y nos quitaron lo que no era
| nuestro, lo que teníamos por nuestra fuerza y no por
nuestro derecho?^
i
Observemos ahora lo que sucede junto al lecho de
muerte de Artemio. Padilla, el asistente de Artemio,
41
Fuentes, Artemio Cruz, p. 296.
42Ibid., pp. 298-299.
219
conversa con otra persona.
— ¿Cómo lo ve, señor Padilla?
— Mal, mal.
— Deja todo un imperio.
— Sí.
— ¡Tantos años a la cabeza de sus negocios.'
— Será muy difícil sustituirlo.
— Le diré. Después de don Artemio, nadie más indi
cado que usted ...
— Sí, estoy compenetrado ...
— ¿Y quién tomaría el puesto de usted, en ese caso?
— Sobran gentes preparadas.
— Entonces ¿se calculan varios ascensos?
— Como no. Toda una nueva distribución de responsa-
vilidades.^
Como puede verse, Padilla es el nuevo ser que susti
tuirá el antiguo amo, Artemio. Además vemos que existen
personas todavía anónimas que tratan de congraciarse con
jlos amos, o sea con "los grandes chingones." Así queda
expuesto que el círculo vicioso de sustitución de castas
rectoras sigue su marcha.
Otro aspecto que causa desilusión en el México
Iactual es el de la existencia de dos Méxicos. Veamos la
!
máscara que se le ha puesto al país para ocultar al verda
dero México de los ojos del turista extranjero, especial
mente el norteamericano.
43
Ibid., p. 203.
220
Desde la mesa, se veía la explanada del nuevo frente
moderno de Acapulco, levantado con premura para satis
facer la comodidad del gran número de viajeros norte
americanos a los que la guerra había privado de
Waikiki, Portofino o Biarritz, y también para ocultar
el traspatio chaparro, lodoso, de los pescadores desnu
dos y sus chozas con niños barrigones, perros sarnosos,
riachuelos de aguas negras, triquina y bacilos. Siempre
los dos tiempos, en esta comunidad jánica, de rostro
doble, tan lejana de lo que fue y tan lejana de lo que
quiere ser.^
Los "pescadores desnudos," "niños barrigones," y
"perros sarnosos," contrastan con la opulencia de los nuevos
ricos surgidos de la Revolución. Veamos un ejemplo al con
templar a los invitados de Artemio en su fiesta de año
|
nuevo.
Olió, miró los perfumes de las mujeres, las redonde-
| ces de los escotes, el secreto afeitado de los sobacos,
i los lóbulos cargados de joyas, los cuellos blancos y
los talles estrechos de donde arrancaba el vuelo de la
tafeta, la seda, la malla de oro; aspiró ese olor de
lavanda y cigarrillos encendidos, de pintura labial y
máscara, de zapatillas femeninas y coñac derramado, de
digestiones pesadas y laca de uñas. Levantó la copa y
él mismo se puso de pie; el criado le colocó entre los
dedos las correas de los perros que le acompañarían
durante las horas restantes de la noche; estalló la
gritería del nuevo año: las copas se estrellaron contra
el piso.4^
Una ocasión en que se observa el contraste entre la
opulencia y la pobreza es cuando percibimos a Artemio en su
limousine la cual es rodeada por gente del pueblo, que es
44 45
Ibid., p. 151. Ibid., pp. 258-259.
221
el otro México.
... acarició la banda de seda del sombrero de fieltro
marrón y con la punta del pie hizo que se columpiara
la correa del asiento dobladizo de la limousine, en
frente de él: los mosaicos azules de Sanborn's y la
piedra labrada y negruzca del convento de San Francisco.
El automóvil se detuvo en la esquina de Isabel la Cató
lica y el chofer le abrió la puerta y se quitó la gorra
y él, en cambio, se colocó el fieltro, peinándose con
los dedos los mechones de las sienes que le quedaron
fuera del sombrero y esa corte de vendedores de bille
tes y limpiabotas y mujeres enrebozadas y niños con el
labio superior embarrado de moco lo rodearon hasta que
pasó las puertas giratorias y se ajustó la corbata
frente al vidrio del vestíbulo y atrás, en el segundo
vidrio, el que daba a la calle de Madero, un hombre
idéntico a él, pero tan lejano, se arreglaba el nudo
| de la corbata también, con los mismos dedos manchados
¡ de nicotina, el mismo traje cruzado, pero sin color,
! rodeado de los mendigos. °
Gonzalo Bernal, el joven idealista, hermano de Cata
lina, quien muere fusilado en el paredón de la prisión de
Perales se había metido a la lucha aunque sabía que la
Revolución no tendría éxito; se puede decir que Gonzalo
Bernal sentía una desilusión de la Revolución aun antes de
que terminara. Veamos lo que le expresa a Artemio en la
prisión:
Ver a mi padre, mi viejo don Gamaliel, tan noble, tan
ciego. Tratar de explicarle porque me metí en esto.
El nunca comprendió que hay deberes que es necesario
cumplir aunque se sepa de antemano que se va al fracaso.
^ Ibid., pp. 21-22.
222
Para él aquel orden era eterno; las haciendas, el agio
disfrazado, todo eso. ... ^
Gonzalo se había ilusionado con la Revolución cuando
Icreyó que era para todos.
¡ No sé si te acuerdas del principio. Fue hace tan poco,
I pero parece tan lejano ... cuando no importaban los
jefes. Cuando esto se hacía no para elevar a un hom
bre, sino a todos.48
Al darse cuenta que la Revolución comenzó a degene
rar en facciones, el joven idealista quedó desilusionado.
— Sí. Hasta el yaqui, que primero salió a pelear
por sus tierras, ahora sólo pelea por el general Obregón
y contra el general Villa. No, antes era otra cosa.
Antes de que esto degenerara en facciones. Pueblo por
; donde pasaba la revolución era pueblo donde se acababan
j las deudas del campesino, se expropiaba a los agiotis-
j tas, se liberaba a los presos políticos y se destruía
a los viejos caciques. Pero ve nada más cómo se han
ido quedando atrás los que creían que la revolución no
era para inflar jefes sino para liberar al pueblo.48
Gonzalo expresa su desilusión al considerar que al
corromperse la Revolución dejó de ser para el pueblo, lle
gando a ser sólo para un pequeño grupo que se convertiría
i
l
I
en la casta rectora que reemplazaría a la antigua casta
privilegiada de Porfirio Díaz.
Una revolución empieza a hacerse desde los campos de
batalla, pero una vez que se corrompe, aunque siga
47
Ibid., p. 196.
49
Ibid.
48
Ibid., p. 194.
223
ganando batallas militares ya está perdida. Todos
hemos sido responsables. Nos hemos dejado dirigir por
los concupiscentes, los ambiciosos, los mediocres.
Los que quieren una revolución de verdad, radical, in
transigente, son por desgracia hombres ignorantes y
sangrientos. Y los letrados sólo quieren una revolu
ción a medias, compatible con lo único que les interesa:
medrar, vivir bien, sustituir a la élite de don Por-
C O
firio. Ahí está el drama de México.
Inmediatamente después de mencionar a verdaderos
revolucionarios sin ambiciones personales, Gonzalo Bernal
procede a atacar a Venustiano Carranza por considerarlo el
eje que dividió a la Revolución en una lucha de facciones.
— Se lo dije desde el año '13 a Iturbe, a Lucio j
! Blanco, a Buelna a todos los militares honrados que j
| nunca pretendieron convertirse en caudillos. Por eso
no supieron pararle el juego al viejo Carranza, que
toda su vida se ha dedicado a sembrar cizaña y a divi
dir, porque de otra manera, ¿quién no le iba a comer el
mandado, viejo mediocre? Por eso ascendía a los medio
cres, a los Pablo González, a los que no podían hacerle
sombra. Así dividió a la revolución, la convirtió en
51
guerra de facciones.
Carlos Fuentes sintetiza su desilusión y desengaño
de la Revolución Mexicana por medio de la subconsciencia de
j
Artemio, al describir el testamento que será aceptado por
los parientes de Artemio.
... aceptarán tu testamento: la decencia que conquis
taste para ellos, la decencia: le darán gracias al
pelado Artemio Cruz porque los hizo gente respetable;
50 51
Ibid., pp. 194-195. Ibid., p. 195.
224
le darán gracias porque no se conformó con vivir en
una choza de negros; le darán gracias porque salió a
jugarse la vida: te justificarán porque ellos ya no
tendrán tu justificación: ellos ya no podrán invocar
¡ las batallas y los jefes, como tú, y escudarse detrás
de ellos para justificar la rapiña en nombre de la
revolución: pensarás y te asombrarás: ¿que justifica
ción van a encontrar ellos? ...
legarás las muertes inútiles, los nombres muertos,
los nombres de cuantos cayeron muertos para que el
nombre de ti viviera; los nombres de los hombres despo
jados para que el nombre de ti poseyera; los nombres de
los hombres olvidados para que el nombre de ti jamás
fuese olvidado:
legarás este país; legarás tu periódico, los codazos
y la adulación, la conciencia adormecida por los discur
sos falsos de hombres mediocres; legarás las hipotecas,
legarás una clase descastada, un poder sin grandeza,
una estulticia consagrada, una ambición enana, un com
promiso bufón, una retórica podrida, una cobardía
institucional, un egoísmo ramplón;
les legarás sus líderes ladrones, sus sindicatos
sometidos, sus nuevos latifundios, sus inversiones
americanas, sus obreros encarcelados, sus acaparadores
y su gran prensa, sus braceros, sus granaderos y agen
tes secretos, sus depósitos en el extranjero, sus
agiotistas engominados, sus diputados serviles, sus
ministros lambiscones, sus fraccionamientos elegantes,
sus aniversarios y sus conmemoraciones, sus pulgas y
sus tortillas agusanadas, sus indios iletrados, sus
trabajadores cesantes, sus montes rapados, sus hombres
gordos armados de agualung y acciones, sus hombres fla
cos armados de uñas: tengan su México: tengan tu
herencia
Artemio Cruz es el símbolo de los ex-revolucionarios
que se corrompieron y se aprovecharon de la Revolución para
su propio bienestar, causando así una desilusión en el
52Ibid., pp. 276-277.
225
pueblo. H. Ernest Lewald ha escrito que:
El protagonista Cruz representa a los que vendieron los
ideales de la Revolución y llegaron a compartir el
poder con los nuevos magnates industriales, orientados
hacia Wall Street, y los sempiternos políticos corrom
pidos. Voraz, cínico e insensible, Cruz es una reco
pilación de los burgueses que animan las páginas de La
región más transparente.^
!
La muerte de Artemio Cruz es úna novela que trata
sobre el nuevo rico que ha surgido como producto de la
jRevolución.
El protagonista es como un personaje-tipo que sim
boliza o representa a la nueva casta rectora brotada de la
Revolución. Alberto Díaz Lastra explica superficialmente
lo que significa Artemio Cruz.
Pero en todo tiempo— y ésa es la tónica fuerte del
libro— está presente el político inmoral. El represen
tante tipo de la nueva clase entronizada por la revolu
ción, o al abrigo de ésta. No el político preparado en
las aulas universitarias, ni el crecido al abrigo de la
normalidad de un sistema de Gobierno, sino el nacido
de la lucha.
El personaje-tipo lo hemos visto aparecer previa
mente en la literatura mexicana como: Pedro Páramo, símbolo
53
"El pensamiento cultural mexicano en 'La región
más transparente1 de Carlos Fuentes," Revista Hispánica
Moderna, Año XXXIII, Nos. 3-4 (julio-octubre de 1967),
p. 221.
54
"Carlos Fuentes y la revolución traicionada,"
Cuaderno s Hi spanoamer i cano s, No. 661 (mayo de 1965), p. 373.
226
del hacendado de la novela del mismo nombre, de Juan Rulfo;
el cacique, Ulises Roca, de la novela de Fernando Benítez,
El agua envenenada; Federico Robles de La región más trans
parente, que al igual que Artemio Cruz simboliza al nuevo
¡rico surgido de la Revolución. Es sin embargo necesario
i
anotar que Artemio no es sólo un personaje-tipo sino que es
a la vez un personaje, literariamente hablando, verdadera
mente plástico. Es un ser humano al cual llegamos a cono-
!
cer no sólo por lo que representa, sino que Fuentes nos
presenta las entrañas de ese hombre duro que también sabe
¡sentir como es el caso de su relación con las mujeres, o el
dolor por la muerte de su hijo Lorenzo. Simbólicamente
j
!Lorenzo había sido como una continuación de la vida revolu
cionaria de Artemio. Lorenzo muere como verdadero revolu-
i
cionario luchando contra los fascistas en España. La muerte
de Lorenzo viene a poner fin, figurativamente, a cualquier
I
¡vínculo revolucionario que Artemio pudiera tener; así que
con la muerte de Lorenzo muere también por completo el
último ápice de revolucionario que pudiera haber tenido
Artemio. La idea de que Lorenzo había sido una continuación
de la vida revolucionaria de Artemio hasta el fin, que es
la muerte, queda expuesta por el propio protagonista al
227
refirirse a su hijo:
j ... el cadáver abandonado, el hielo y el sol que lo
sepultaron, los ojos abiertos para siempre, devorados
por las aves:
ay, gracias que me enseñaste lo que pudo ser mi
vida,
ay, gracias, que viviste ese día por mí,
| que hay algo más doloroso
I
Los demás personajes de la novela son tratados
sólo superficialmente, y se puede decir que son únicamente
personajes-tipo que representan una clase o ideología.
Tenemos, por ejemplo, a Gonzalo y a Lorenzo como símbolo de
los jóvenes revolucionarios que mueren por su ideología.
Regina es la representante de la joven soldadera enamorada.
Catalina, por supuesto, es el prototipo de la mujer mexi-
j
|cana de la alta burguesía. Don Gamaliel, Labastida,
Pizarro, y los Menchaca son el símbolo de los antiguos
terratenientes venidos a menos. Se podía decir que Lunero
¡y su hermana Isabel Cruz, o Cruz Isabel representan al
I
¡pueblo que ha vivido bajo la opresión. Todos estos per
sonajes son, sin embargo, de poca importancia ya que La
muerte de Artemio Cruz es una novela de un solo personaje,
Artemio, porque todo se desarrolla en torno de su persona.
55
Fuentes, Artemio Cruz, p. 244.
228
Carlos Fuentes ha creado con La muerte de Artemio
Cruz una obra con técnica tanto literaria como cinematográ
fica. Es una novela que necesita una llave para entender
la técnica que usa Fuentes, la cual queda de manifiesto por
medio de las tres personas que usa: "Yo, Tú, El," las cuales
a su vez reflejan en orden cronológico el presente, el sub
consciente, y el pasado. Se puede considerar que la obra
consiste de tres dimensiones: el presente que dura las doce
horas de agonía del protagonista; el subconsciente que es
a la vez el futuro que queda reflejado en las secciones en
que se trata el "Tú"; el pasado presentado en la tercera
persona, "El," nos presenta los días de mayor importancia
en la vida de Artemio.
Algunos de los antecedentes de la complejidad de
la técnica estilística de Fuentes quedan expuestos por Emir
Rodríguez Monegal al expresar:
Ya la crítica se ha encargado de señalar antecedentes
de este método. El más obvio es La modification, de
Michel Butor, en que el personaje también es interpe
lado como Tú (vous). Antes de Butor lo habrían usado,
fragmentariamente, McCarthy en The Company She Keeps
y Eduardo Mallea en algún pasaje de La bahía del
silencio. La evocación en trance de agonía tiene nume
rosos ejemplos, de los cuales los más notorios son As
I Lay Dying de William Faulkner, La amortajada, de
María Luisa Bombal, Malone meurt, de Samuel Beckett.
Incluso el recurso de mezclar la cronología y hacer
229
que las evocaciones se den en varios tiempos ya estaba
en Eyeless in Gaza, de Aldous Huxley.^6
Consideramos de importancia señalar cierta simili
tud entre Artemio Cruz y el ciudadano Kane, protagonista
de la película de Orson Welles. Tanto la novela de Fuentes
como la película de Welles se desarrollan en torno a un
solo personaje que ha llegado a la cúspide económica y que
Jtanto uno como el otro ha sido un "self-made man," surgido
¡de humildes orígenes.
Por medio del uso de una técnica estilística lite
raria y cinematográfica, Carlos Fuentes ha logrado darnos
i
una obra de arte, en donde además nos ha presentado la
Revolución Mexicana y la posterior desilusión que surgió
al ver a los que se aprovecharon de la Revolución para su
propio beneficio, por medio de la corrupción, hasta llegar
a ser "los grandes chingones" y verdaderos herederos de
la Malinche.
i
56 . .
"El mundo mágico de Carlos Fuentes," Numero,
Año I, No. 2 (julio-septiembre de 1963), pp. 148-149.
CAPITULO VI
LOS DOS MEXICOS
En este capítulo trataremos el México actual el cual
se divide en dos Méxicos, o sea el México que va progre-
I
|sando y que contrasta enormemente con el México realmente
subdesarrollado al cual hace referencia Oscar Lewis con la
terminología de cultura de la pobreza. En referencia a
esta expresión Octavio Paz ha escrito:
Para referirse al México subdesarrollado, algunos an
tropólogos usan una expresión reveladora: cultura de
la pobreza. La designación no es inexacta sino insufi
ciente: el otro México es pobre y miserable; además, es
efectivamente otro.^
Nosotros nos limitaremos a tratar sobre el México
que es pobre, contrastándolo a su vez con el México más o
menos desarrollado. Haremos mención, sólo superficialmente,
del "otro" México al que hace referencia Octavio Paz; es el
México que se encuentra sumergido y reprimido pero que
^Posdata (Tercera ed.; México: Siglo XXI Editores,
S.A., 1967), p. 102.
230
231
reaparece en el México actual. 0 sea que lo indígena sigue
latente habiendo seguido una continuidad hasta nuestros
días. Continuidad que se ha convertido en una dialéctica,
o sea que ha surgido una dualidad en México. Esto queda de
manifiesto al referirse Paz a los sucesos de la plaza de
Tlatelolco del día 2 de octubre de 1968.
Lo que ocurrió el 2 de octubre de 1968 fue, simultánea
mente, la negación de aquello que hemos querido ser
desde la Revolución y la afirmación de aquello que so
mos desde la Conquista y aún antes. ... Doble realidad
del 2 de octubre de 1968: ser uno hecho histórico y ser
una representación simbólica de nuestra historia sub
terránea o invisible.^
A continuación damos otro ejemplo de Paz concer
niente a la continuidad dual mexicana.
El tlatoani [sumo sacerdote y jefe institucional de
los aztecas, como por ejemplo Moctezuma] representa la
continuidad impersonal de la dominación; una casta de
sacerdotes y jerarcas ejerce el poder a través de una
de sus momentáneas encarnaciones: el Señor presidente
es el PRI durante seis años pero al cabo de ese término
surge otro presidente que es una encarnación distinta
del PRI. Distinta y la misma; doble exigencia de la
institución presidencialista mexicana.3
El México indígena surge constantemente en la obra
de Carlos Fuentes como ya lo hemos visto en Los días enmas
carados, Aura y con dos de los personajes de La región más
2
Ibid., p. 107. 3 Ib id. , p. 138.
232
transparente, Ixca Cienfuegos y Teódula Moctezuma. El
trasfondo indígena aparece en casi toda su obra de ficción.
En este capítulo discutiremos la novela Cambio de piel/ la
cual encuentra su significado mexicano en el sacrificio de
la pirámide de Cholula. El propio Carlos Fuentes lo ha
j
dicho en un diálogo con Emir Rodríguez Monegal, al tratar
la muerte de Franz. Rodríguez Monegal dice:
| En el meollo del libro hay un sacrificio, un sacrificio
i en una pirámide.
[Fuentes le contesta]— Es el sentido mexicano de la
novela. Por eso culmina ahí.^
Retornando, sin embargo, al tema que aquí tratamos
diremos que en la entrevista que le hicimos a Carlos Fuen
tes nos habló sobre el México subdesarrollado, que es el
México de "la cultura de la pobreza" de Oscar Lewis. Fuen
tes nos indicó que
... se han llegado a crear en México dos naciones, una
nación más o menos progresa y tiene una cierta pros-
; peridad mal repartida y cada vez más saturada, y por
j el otro lado una nación de gente que no tiene nada, de
gente que no ingresa al consumo, de gente que no in
gresa a la productividad, de gente que es desatendida
absolutamente y está quedándose una nación, y los
4 . .
j Rodríguez Monegal con Fuentes, "Situación del es
critor en América Latina," Mundo Muevo, No. 1 (julio de
1966), p. 11.
233
mismos problemas y la necesidad de un cambio estructu
ral profundo en el país.5
Además de utilizar Cambio de piel para presentar
los dos Méxicos y la desilusión, usaremos también "El costo
de la vida" y una sección de "Las dos Elenas," ambos cuentos
de la colección Cantar de ciegos; así como la novela Zona
¡saqrada.
|
"El costo de la vida"
El quinto cuento de Cantar de ciegos "El costo de
la vida" presenta los problemas económicos de Salvador Ren-
I
tería, un profesor de escuela, que se ve obligado a suple-
mentar su raquítico salario de maestro trabajando extra
como taxista ya que el costo de la vida es superior a sus
ingresos. El mismo día en que empieza a trabajar se en
cuentra a Cristóbal, profesor amigo suyo, y lo lleva a una
¡imprenta para recoger unos volantes llamando a los maestros
a la huelga. Un hombre apodado "El Desmadre" y sus secuaces
dan muerte a Salvador para impedir la huelga que tan justa
mente era necesaria.
Ver infra, apéndice, p. 303.
234
La desilusión con la Revolución Mexicana se hace
patente y mucho más visible en "El costo de la vida" que en
los demás cuentos de Cantar de ciegos. Existe una verda
dera desilusión de principio a fin de la narración ya que
todo el argumento se desenvuelve alrededor de la situación
económica de un maestro de escuela que debería vivir desaho
gadamente pero que apenas le alcanza para comer. La pobreza
en México queda manifiesta en las páginas de este cuento y
es uno de los rasgos fundamentales de esta pequeña obra.
El vivir en un cuarto en una azotea de una vecindad es un
signo de pobreza y no de riqueza como sería un "Penthouse."
El estado económico de Salvador queda descrito cuando éste
se halla con su esposa en su habitación; y posteriormente
al salir a la calle.
Salvador se sentó a su lado y le tomó la mano y le dijo
que no se preocupara, que pronto volvería a trabajar.
Los dos se quedaron callados y miraron el ropero de ma
dera, el cajón con trastos y provisiones, la hornilla
eléctrica, el aguamanil y los montones de periódicos
viejos. Salvador le besó la mano a su mujer y salió
del cuarto a la azotea. Bajó por la escalera de ser
vicio y luego atravesó los patios del primer piso y
olió las mezclas de cocina que llegaban de los otros
cuartos de la vecindad. Pasó entre los patines y los
perros y salió a la calle.®
g
Carlos Fuentes, Cantar de ciecros (Tercera ed. ;
México: Joaquín Mortiz, S.A., 1907), p. 95.
235
Los eternos maceguales continúan en la base de la
pirámide social; este signo de atraso queda de manifiesto
con los cargadores del mercado de la Merced.
Caminó un rato por la Merced y se divirtió viendo las
cajas llenas de jitomates, naranjas y calabazas. Se
sentó a fumar un rato en la plaza, junto a los carga
dores que bebían cervezas y ojeaban los diarios depor
tivos. 7
El hecho de que el gobierno no puede proveer una
I
jmejor educación para los niños mexicanos es notorio, puesto
que además de los pobres salarios de los profesores las
escuelas se encuentran en ocasiones en condiciones pau
pérrimas como es el hecho de no contar con mapas, borradores
i
|y mayor cantidad de tizas. Veamos como Fuentes implica la
!
¡pobreza de las escuelas al describir algunos de los aspec
tos .
El único foco colgaba de un largo cordón. [Salvador]
Se quedó mirando los trazos de color que indicaban las
sierras, las vertientes tropicales, los desiertos y
la meseta. Nunca había sido buen dibujante: Yucatán
! resultaba demasiado grande, Baja California demasiado
¡ corta. ...
Salvador caminó hasta el pizarrón y borró el mapa
con un trapo mojado. Cristóbal sacó un paquete de
cigarrillos y los dos fumaron y el piso grujía mientras
acomodaban los pedazos de tiza en su caja.8
7
Ibid., p. 100. ^Ibid., p. 104.
236
Es verdaderamente triste que en México exista
hoy día un gran número de analfabetos, a pesar de que el
gobierno mexicano gasta gran parte de su presupuesto en
educación; sin embargo, es un probleiflS. que todavía no es
atendido lo suficiente como para lograr una educación
general.
Existe una gran desilusión al saber que maestros
de escuela tienen que conseguir trabajos extras para poder
vivir más humanamente. El profesor Rentería logró conse
guir como queda dicho un puesto como taxista. "Salvador le
dijo que necesitaba el trabajo para complementar el sueldo
de maestro y Olmedo se puso a hurgar entre sus grandes
9
cuadernos negros." Empero, nuestro protagonista no es el
único de los maestros que tiene que complementar su sueldo
ya que otros profesores al tratar de hacer una huelga, muy
justa por cierto, se quejaban de lo mismo.
El director dijo que nadie se moría de hambre y que
todo el mundo pasaba trabajos y los maestros se eno
jaron y uno dijo que ponchaba boletos en un camión
después de dar dos turnos y otra que trabajaba de
noche en una lonchería de Santa María la Redonda y
otro que tenía una miscelánea puesta con sus ahorros
y sólo había venido por solidaridad. Durán [el
director] les dijo que iban a perder la antigüedad,
9
Ibid., p. 99.
237
las pensiones y de repente hasta los puestos y les
pidió que no se expusieran. • L0
Existe entre la gente del pueblo una especie de
resignación a continuar viviendo dentro de la pobreza puesto
que les parece simplemente imposible lograr subir en la
¡escala social. Piensan que por haber nacido pobres, pobres
han de morir; esto es una verdadera desilusión puesto que
la única ambición que tienen es subsistir y como se dice
i"hay que irla pasando." Esta resignación se ve especial
mente al ir Salvador a ver a su padre, Pedro, para decirle
¡que "Ana [mujer de Salvador] estaba muy mala y no iba a
! 11
(poder trabajar en todo el mes y que necesitaban lana."
¡ ■
¡Necesitaban dinero y como él mismo lo dice: "Es que de
l
12
plano no me va a alcanzar." Esta resignación fatalista
queda expresada directamente por el padre de Salvador al
sentirse imposibilitado para poder ascender económicamente;
13
¡"Bruja nací y bruja he de morirme." Este cuento es un
j
¡verdadero contraste con la opulencia de la alta burguesía
mexicana y sus caserones en Las Lomas que está de manifiesto
10Ibid. , p. 104. i:LIbid. , p. 97.
12 Ibid.
13 . .
Ibid. En este caso la palabra bruja significa
falto de dinero, o sea pobre.
238
en "Las dos Elenas," como, por ejemplo, en la siguiente
descripción:
... yo observo el mobiliario de brocado color palo-de-
rosa, los jarrones chinos, las cortinas de gasa y las
alfombras de piel de vicuña de esta casa rectilínea
detrás de cuyos enormes ventanales se agitan los euca
liptos de la barranca. Don José sonríe cuando Higinio
le sirve las enchiladas copeteadas de crema y sus
ojillos se llenan de una satisfacción casi patriótica,
la misma que he visto en ellos cuando el Presidente
agita la bandera el 15 de Septiembre, aunque no la
misma— mucho más húmeda— que los enternece cuando se
sienta a fumar un puro frente a su sinfonola privada
y escucha boleros. - * - 4
Luis Harss ha escrito sobre Cantar de ciegos,
refiriéndose al conjunto de la colección, lo siguiente:
... contiene algunas de las mejores páginas de Fuentes.
Fuentes está entre los poquísimos escritores latino
americanos que dominan las rigurosas disciplinas del
cuento. ¿Será por la simpatía tan especial que siente
por la literatura norteamericana, donde florece el
género? El dice de buena gana: "Yo amo la forma mu
chísimo. A mí me encanta la construcción redonda
total.' " El cuento además se presta idealmente a la
pirueta brillante que siempre tienta a Fuentes. Es el
arte de la baraja y el torniquete, y nadie lo sabe
mejor que él, que maneja la forma como si la hubiera
inventado.
Zona sagrada
Carlos Fuentes ha escrito Zona sagrada por su gran
~ * ~ ^Ibid., p. 17.
15
Los nuestros (Tercera ed.; Buenos Aires: Editorial
Sudamericana, 1969), p. 371.
239
interés en la mitología.
Me importa mucho la zona mítica y cuando hablo de zona
sagrada claro» estoy estableciendo un territorio, un
recinto. Es la idea antiquísima del templo, del templo
como defensa contra la epidemia, contra el sitio, y
sitio a su vez; es el dónde: es el lugar que es todos
los lugares y en el que tiene su sede el mito." 1 " 6
Según Fuentes tanto la cultura como la literatura
de América han pasado por tres períodos que son: "la utopía,
17
la epopeya y el mito," la utopía propuesta por Tomás Moro
es inmediatamente destruida por los hechos históricos de
la conquista, razón por la cual la utopía se convierte en
|epopeya, Fuentes agrega:
i
j Hemos vivido bajo el signo de la epopeya casi toda
i nuestra vida; nuestras novelas han sido épicas y nues-
¡ tro arte ha sido épico, pero en el momento en que se
agota esta capacidad épica parece que no nos queda sino
una posibilidad mítica, una posibilidad de recoger ese
pasado que es pura historia, historia mostrenca para
entrar en la dialéctica. Salir de la historiografía de
la redacción de la historia y hacerla con los mitos
que nos dan los hilos de Ariadna de todo ese pasado
utópico y épico para convertirlo en otra cosa. A tra
vés del mito, re-actuamos el pasado, lo reducimos a
redacción humana.18
La época histórica de Zona sagrada corresponde al
México posrevolucionario, al México institucional, al México
■^Rodríguez Monegal con Fuentes, "Situación del es
critor en América Latina," p. 14.
17,., 18 .
Ibid., p. 15. Ibid.
240
de la época de los hoteles como el María Isabel. En esta
obra apenas se menciona la Revolución de 1910 y de hecho
tiene muy poco que ver con este suceso. A pesar de que los
acontecimientos de esta novela tienen lugar después de la
Revolución no hay la intención de analizar o criticar a
i
fondo como lo ha hecho Fuentes en novelas como La región
más transparente o en La muerte de Artemio Cruz.
I
I
Argumento de Zona sagrada
Zona sagrada es una novela que tiene un fondo mito-
j
I lógico pero que ha sido transportado con una realidad del
!
Ipresente ya que trata sobre la vida de una actriz mexicana,
!
i conocida internacionalmente, en la cual se reflejan caracte
rísticas de María Félix, como lo son: la ceja arqueada, el
lunar negro y la voz ronca; además de tener un hijo como la
propia María. La obra presenta las relaciones entre Claudia
jNervo y su hijo Guillermo, quien es un ser desdichado y
falto de amor maternal que llega a ser como un mito para su
progenitora. Es como si no existiera para su propia madre,
ya que ella misma lo llama "Mito." Sobre esta obra el
autor ha dicho: "La novela parte de las relaciones de una
gran estrella de cine, de una hechicera que al mismo tiempo
241
es madre, con su hijo."
Eugenia Francis ha escrito:
Como el héroe de la tragedia clásica [refiriéndose a
Guillermo] es destinado desde el momento de nacer— su
fin es previsto. Através de situaciones simbólicas y
alusiones a la mitología clásica Fuentes ha creado un
mito materno basado en elementos r e a l e s . ^
Desilusión
Guillermo representa el deseo de ser alguien, de
¡
ser conocido, el deseo de lograr salir del anonimato, el
querer dejar de ser simplemente: "el hijo de Claudia Ñervo,"
Iquiere tener un nombre. Además Guillermo, "Mito," es uno
de los "delfines"— niños bien— cuyos padres les proporcionan
una vida material cómoda pero sin amor y sin lograr el ser.
Es Guillermo un personaje triste y sin personalidad que
nunca puede llegar a ser hombre a pesar de sus veintinueve
años, debido a que ha sido protegido por el "nicho," su
¡
i
madre, sin poder haberse valido nunca por sí mismo.
Estas ideas del anonimato, el ser, los delfines,
20
"La preocupación con el pasado en la obra de Car
los Fuentes" (tesis de maestría no publicada escrita para el
departamento de español de Southern Methodist University,
Texas, 1969), p. 82.
242
y aun el hecho de que ahora en México se gobierna ya no
con un gobierno revolucionario sino con una política re
tórica queda puesto de manifiesto por Carlos Fuentes así:
Yo soy el hijo de Claudia Ñervo: ése es mi nicho, esa
es mi etiqueta social. Nada más. Pero esto, en una
nueva sociedad de delfines donde todos somos, ahora,
hijos de alguien, es suficiente. Ya no se conoce a
nadie que no sea alguien porque es el hijo del minis
tro, del banquero, del director del peiiódico. No se
nos exige sino tomar un curso de administración de
negocios o desaparecer discretamente. Ser delfín sin
j poder dedicarse al ocio más extravagante revela nuestra
| mala conciencia, creo. Como el político sigue hablando
! de la revolución, el señorito tiene que seguir fin
giendo que es un self-made man. Si no, los ejidatarios
nos cortarán las orejas.2^
|
¡ Claudia Ñervo es una verdadera capitalista que
maneja sus inversiones en la bolsa de valores de Nueva York.
Es esta mujer como un símbolo de la burguesía mexicana que
hoy día representa a México. Claudia misma nos dice: "Ya
sabes que yo cargo con el honor de la patria. ... Ni te
cuento: antes la imagen de México era Pancho Villa y ahora
i
! 22
soy yo." Con esta última frase se demuestra que México
jya ha dejado de ser revolucionario puesto que la imagen
de este país es ahora una burguesa capitalista y no el
21
Zona sagrada (Segunda ed.; México: Siglo XXI Edi
tores, S.A., 1967), pp. 54-55.
243
centauro del norte.
El hecho de que Estados Unidos se vaya apoderando
cada vez más de la economía mexicana es obvio, puesto que
las inversiones de las empresas norteamericanas han subido
|en gran porcentaje desde el Porfiriato, hasta estar hoy en
i
su nivel más alto, lo cual quiere decir que México le per
tenece cada vez más a los Estados Unidos. El poder norte-
|americano se hace sentir al tener México la mayor parte del
comercio internacional con los Estados Unidos.
Hoy en día [hacia 1960] las inversiones privadas estado-
! unidenses llegan a unos 700 millones de dólares, los
cuales representan más o menos la misma cantidad y el
mismo valor monetario que la suma invertida a comienzos
de la Revolución. Sin embargo, las inversiones estado
unidenses representan ahora un porcentaje mucho mayor
que el total de las inversiones extranjeras en la época
anterior.^3
Fuentes satiriza al proponer por medio de "Mito" y Claudia:
— Sí que México se haga un Estado americano, y
mandamos a Washington un montón de diputados y líde
res . ..
| — ¡ Bórralo Mito.’ ¡Los obligamos a vender garna-
i chas en la escalinata del Capitolio.'
i — Los corrompemos a base de mordidas.
23
Lewis Hanke, "México avanza esforzadamente,"
Revista Nacional de Cultura, traducido al español por María
Josefina Forjonel, Año XXII, Nos. 140-141 (mayo-agosto de
1960), p. 45.
244
— Ay sí, a poco crees que no saben. No, te digo
que por el estómago les ganamos, santito. ...
Aquí es indudable que Fuentes siente la desilusión
de la Revolución especialmente porque "La corrupción, tan
arraigada y extendida en el Gobierno, angustia a muchos
25
mexicanos." La mordida es ya una característica de México
y parte de la misma infección.
Alemán y sus allegados oficiales se hicieron famosos
| por la agitada corrupción que acompañó el avance
i material de México; la "mordida" llegó a ser una insti
tución tan sagrada como la revolución misma.
Fuentes nos presenta, satíricamente, los resultados
de la Revolución en cuanto a lo económico se refiere:
— ... santito haz una campaña presidencial con
birria y pulque de fresa, chipocles y cuaresmeños,
tacos de cachete y tortas de tuna y todos se nos hin
can pidiendo perdón.
— Sacrificios humanos en el jardín de rosas de la
27
Casa Blanca ...
En cuanto a los sacrificios humanos, ya se sabe que
tienen lugar desde los tiempos de los aztecas.
I
México es todavía un país subdesarrollado en donde
Zona sagrada, p. 47.
25
Hanke, "México avanza esforzadamente," p. 39.
^ Ibid., p. 37.
27
Zona sagrada, p. 47.
245
se encuentran los extremos de la pobreza y la riqueza; es
i un país que no ha logrado desarrollar una verdadera clase
media a la que pertenezca la mayoría de la gente. Es
México pues un contraste en el que se desarrollan en reali
dad dos Méxicos, uno que más o menos progresa y otro que
verdaderamente está atrasado; la mayoría de los mexicanos
pertenecen a este segundo México. Tenemos por un lado a
jlos "delfines" quienes reciben su mensualidad sin tener que
hacer absolutamente nada. El "delfin" Guillermito recibe
28
su "mensualidad de ocho mil pesos." Este señorito puede
j
jdarse el lujo de tener sirvienta y toda clase de comodida
des materiales sin tener que hacer absolutamente nada. La
burguesía mexicana/ en general, tiene ese sentido de opu
lencia y superioridad; son generalmente gentes que han
I
llegado a ser nuevos ricos, personajes que en lugar de
hacer algo por el pueblo van a derrochar el dinero en cen-
jtros de lujo como en el bar del Hotel María Isabel donde se
i
encuentra Guillermo. Veamos como nos describe Puentes a
esta nueva burguesía:
Así quiero sentirme, lánguido y alejado, en medio de
todos los espectros de la ciudad, cerca de los siervos
encumbrados que la habitan, a la mano de las mujeres
28
Ibid., p. 85.
246
feas y tontas y cursis y de los hombres ridículos,
conquistadores efusivos, chistosos, que vienen a con
tarse amores repugnantes y negocios chuecos y juegos
de palabras. Todos huelen a lavanda Yardley y acaban
de estrenar el saco de tres botones y solapas angostas.
Todos tienen caras moradas y los bigotes espesos. Usan
anteojos oscuros y anillos de plata. Sus trajes bri
llan como aeroplanos. Observan las uñas manicuradas
de sus manos regordetas, se rascan las nalgas gordas.^9
Esta es la burguesía mexicana que ha surgido de la
Revolución. Dejando a un lado la descripción física, pase
mos a escuchar la forma de expresión en la cual es notoria
la opulencia de estos seres posrevolucionarios.
— Oyes Nacho ¿ya sabes de la vieja que quería ser
como la Constitución para que la violaran a cada rato?
Ah Chihuahua. Ahorita me acuerdo de otro y mientras
túpanle que al fin yo disparo. Hombre no faltaba más,
si todavía no me estoy muriendo de hambre: hay con que
responder. Pues luego vamos a ver quien aguanta más.
... A ver, que llamen al negro de los alipuses. Pinche
servicio. ¿Qué clase de burdel es este? No, si luego
vamos, pero primero hay que ponerse a tono, ¿no cree?
Viera qué gordas. Sí de veras que usted ya ha estado.
A cada rato me preguntan que cuando vuelve. Mi viejo
por aquí y mi viejo por allá. Hay con que responder,
¿a poco no es cierto? Ah pero esta noche convido yo,
ah eso sí.^°
Es un hecho que en México hay una nueva casta pri
vilegiada como se puede ver en parte por el párrafo ante
rior. Es también un hecho que entre esta burguesía y la
clase humilde existe un verdadero abismo. En muchos casos
30
Ibid., pp. 114-115. Ibid., p. 115.
i
247
la gente pobre se encuentra en la misma condición en que se
hallaba bajo el Porfirismo.
Un economista mexicano afirma que aunque la producción
nacional se ha elevado definitamente un 50% desde 1945,
la mitad de la población tiene un nivel de vida gue no
es más elevado de como era cincuenta años atrás.
Esto quiere decir que la situación está sufriendo
un retroceso hacia al Porfirismo ya que las masas como
queda visto no han avanzado a la par del desarrollo del
país sino que se encuentran estancadas viviendo económica
mente igual como si fueran gobernados por Porfirio Díaz.
Otro economista/ Manuel Germán Parra/ señala que la
distribución del presupuesto fue más desigual en 1955
que en 1940. 100.000 industriales y hombres de negocio
recibieron 36 mil millones de pesos en 1955, mientras
que 10 millones de trabajadores tenían 28.000 millones
del ingreso nacional. De esta manera el trabajador
corriente participa muy poco de la expandida economía
mexicana.
El abismo económico que existe entre la burguesía y
el pueblo es notorio simplemente en la relación de estas
dos clases sociales. Veamos la conversación de Guillermo
y su sirvienta Gudelia, referente a un suéter de Claudia
que el "delfín" le había regalado a su criada; cabe decir
31
Hanke, "México avanza esforzadamente," p. 42.
32
Ibid.
248
que Guillermo se encontraba en el cuarto de Gudelia cuando
el dialogo tiene lugar.
— Vine ,.. vine a devolver el suéter— digo sin
convicción y dejo de mirarla.
— No hay cuidado, don Guillermo. — Y ella me sigue
mirando— . Lo busqué por toditos lados? hasta creí que
me lo habían robado. — ¿Sonríe?— . Si fue su voluntad
regalármelo, ha de ser su voluntad volvérselo a poner.
— No, no. Es tuyo.
— Usted ha de perdonar, don Guillermo, que esté
medio chamagoso.
— Tú eres muy limpiecita, Gudelia.
— Pues yo sí, pero ...
— Anda dime.
— La mera verdad . . .
— ¿Lo usó Jesús?
— Ay señor . . .
— Dime no tiene importancia. Si la miro por el
rabo del ojo tiene razón en sonreír.
— Es que se le veía muy chicho. Puedo acariciar la
nuca de Faraón, por ejemplo.
— Entonces los lamparones y los círculos de sudor
• • •
— Qué quiere usted, señor. Tuvo que llevarlo al
trabajo, para apantallar.
— Quieto, Faraón ... Y contigo, ¿nunca?
— Es que es rete suavecito. — Qué risilla más
humilde— . Hasta da gusto frotarse en él, perdo
nando . . .
Puedo mirarla a los ojos, con dignidad. — Quéda
telo, Gudelia. Y perdona que haya entrado a tu cuarto
sin pedirte permiso.
— Ay señor, no será suya la casa. ¿Qué vamos a
protestar las gatas?^
En este diálogo es patente la diferencia social.
La sirvienta trata a Guillermo como si fuera un ser superior
33
Fuentes, Zona sagrada, pp. 56-57.
249
al llamarle "don," a pesar de ser éste simplemente un niño
bien. La diferencia en este caso es obviamente la timidez
de la sirvienta en contraste con el poder material de
"Mito."
La necesidad de unos y la abundancia de otros que
distinguen a los dos Méxicos que se van desarrollando para
lelamente vuelve a ser palpable en las relaciones del siervo
con el amo; Guillermo expresa:
Y, si persiste en sentirse herida, no tendré más reme
dio que deshacerme de alguna vieja prenda para que
Gudelia se la dé a Jesús. Gudelia la acepta sonriente
y trata de besarme las manos y yo vuelvo a ser el Señor.
No sé que haría sin Gudelia. Le gustó la vieja camisa
de polg que le regalé; para mi no significó nada dár
sela. ^ *
La mayor desilusión en Zona sagrada es, no obstante,
el enorme contraste del lujo y la opulencia de los pocos
privilegiados, como los del Hotel María Isabel, con las con
diciones paupérrimas de una gran cantidad de la población.
Aunque parezca sorprendente, en las madrugadas se ven niños
descalzos por las calles de México tratando de ganarse unos
cuantos centavos. Hay niños que por el fuerte sufrimiento
de la vida se avejentan y nunca viven una infancia.
34
Ibid., p. 85.
250
Un sombrero de charro y un laso rsicl saltarín anun
cian, con gas neón, el cabaret; un gallo de colores
el restaurant. Si hubo niños durante el día ahora
duermen; esos pobrecitos que tratan de vender el
último ejemplar de la Extra no han de ser niños, pero
son la única vida de la calle, con las cabezas mal
rapadas y los pies negros, descalzos, con una costra
rosácea.^5
Cambio de piel
La acción de esta novela tiene lugar durante la
j
semana santa y especialmente el 11 de abril de 1965. El
argumento se desarrolla en torno a dos parejas— Elizabeth,
judía neoyorquina esposa de Javier, quien es un escritor
|
mexicano fracasado, e Isabel, joven mexicana amante de
iFranz, un checoslovaco nazi, radicado en México— quienes
¡
viajan a Veracruz pero tienen que quedarse en Cholula, por
dificultades mecánicas del Volkswagen en que viajan. En
Cholula visitan las pirámides; es aquí donde se encuentran
j a seis "hippies," los "Monks," quienes viajan en un viejo
|Lincoln convertible. La novela da principio con tono épico
í
¡refiriéndose a Hernán Cortés y sus "teúles" durante la
I
Conquista de México. Carlos Fuentes juega constantemente
con el tiempo ya que nos transporta al pasado y nos retorna
~ ^Ibid., p. 138.
251
al presente de Cholula; además viajamos por medio del pen
samiento de los personajes a distintos países como por
ejemplo, Alemania, Checoslovakia, Estados Unidos y Grecia.
El narrador viaja por la super carretera México-Puebla.
El 11 de abril de 1965 es el Domingo de Ramos y los
personajes se encuentran en un lugar que fue centro reli
gioso de los aztecas y cuyas pirámides han sido cubiertas
¡por iglesias traídas por los españoles. Es allí donde
l
Cortés y sus hombres dieron muerte a los sacerdotes y prín
cipes aztecas antes de marchar sobre la gran Tenochtitlán. i
¡
¡Causa pues este principio épico de Cambio de piel un impacto
dramático— El drama de México que ha sido el de siempre,
i
jsufrimiento y opresión. En contraste con lo épico, el autor
presenta a un pueblo lleno de pobreza, a turistas como los
"hippies," y las parejas ya mencionadas; además de hoteles
desconchados y pulguientos sin tener comparación alguna con
¡un Cholula Hilton.
f
! La novela se divide en tres partes. La sección más
¡pequeña es la primera con 12 páginas, la segunda sección es
I la parte central de la novela con 341 páginas; la última
¡parte consiste de 77 páginas. La primera parte es presente
y pasado en Cholula. Es el momento de la Conquista; además
es el presente con la llegada del grupo de "hippies,"
252
"The Monks." En la última parte aparecen nuevamente "The
Monks" y los cuatro personajes importantes— Elizabeth,
Javier, Franz e Isabel. En esta última parte se presenta
el juicio que los "hippies" le hacen a Franz por haber tra
bajado como ingeniero en la construcción de los campos
nazis de concentración y de muerte. Fuentes nos presenta
este juicio de una manera surrealista. Es en esta sección
donde ocurre el sacrificio en la pirámide y el Narrador,
Freddy Lambert, el taxista, Xipe Totee, Nuestro Señor el
Desollado, cambia de piel, ya que todos son uno y uno es
todos.
Los cuatro personajes de Cambio de piel intercam
bian parejas en el transcurso de la novela, o sea que vemos
sexualmente a Franz con Elizabeth y a Javier con Isabel.
Las dos mujeres dan la impresión de ser la misma en distin
tos momentos de su vida? existe la posibilidad de que Javier
y Franz también podrían ser uno. Emir Rodríguez Monegal, en
un diálogo con Fuentes, expresó:
No me parecía casual que las dos mujeres, por ejemplo,
tuvieran el mismo nombre: Elizabeth e Isabel. De alguna
manera sentía que eran permutables, que se trataba de
la misma mujer en distinta altura de la situación vital
o en distinta circunstancia. Los dos hombres, Javier y
Q /■ ■ *
Franz, también podrían ser el mismo.
36
"Situación del escritor en América Latina," p. 10.
253
Al escuchar esta opinión Fuentes dijo: "Iría más
37
lejos: el Narrador podría ser todos." Por eso es que
como queda dicho todos son uno y uno es todos, o sea, que
se cambia de piel. Posteriormente, al referirse al narrador
en su relación con las dos mujeres, Fuentes expresó que el
I
narrador:
Tiene una manera para dirigirse a Elizabeth, a la dra
gona, y otra parte dirigirse a Isabel, la novillera.
Pero en realidad está dirigiéndose a las dos y a la
misma, porque como tú decías está potenciando en Eliza
beth posibilidades de Isabel y viceversa. En un sen
tido, para el Narrador, no sé si para nadie más,
J Elizabeth es lo que Isabel puede ser y lo que no debe
i ser al mismo tiempo. Isabel es una repetición de
! Elizabeth a otro tiempo, a otro ritmo. De ahí el tema
del hombre que está buscando a otra mujer fuera de la
| suya sólo para encontrar nuevamente un reflejo de esa
j mujer.88
Posteriormente Fuentes agrega:
Cambio de piel es una novela sobre inminencias románti
cas: el mundo definido por la percepción individual
es aberrante y puede conducir a la poesía o al crimen:
a Javier o a Franz, que son dos rostros del mismo sueño.
Por eso, toda la novela está sometida en tela de juicio,
: se está sometiendo a sí mismo en tela de juicio. ¿Es
realmente el Narrador un señor que manejaba un taxi o
es una historia más que inventa Javier, como las his
torias repetidas de sus encuentros con una mujer que
podría ser Elizabeth? Por eso es que hablo de una fic-
cionalización radical.
39
Ibid., p. 11.
254
En realidad Cambio de piel es una novela que se
tiene que leer precisamente como absoluta ficción. Es ade
más una novela con bastantes rasgos surrealistas como el
hecho de meter a un enano muerto a un refrigerador; o el
ver a los muñecos monstruosos, de ese mismo enano, con los
sexos cambiados; además de la escena del juicio ficticio de
Franz llevado a cabo por los "Monks." Fuentes considera
que la única manera de comprender esta novela es aceptando
la ficción radical de que consiste.
Digo, la única manera de entender esta novela es si
se acepta su ficcionalidad absoluta. Absoluta ¿verdad?
Es una ficción total. No pretende nunca al [sic] re
flejo de la realidad. Pretende ser una ficción radical,
hasta sus últimas consecuencias.40
Fuentes considera la ficción de vital importancia
en esta novela ya que constituye la unidad de la obra.
Creo que es esa la unidad de la novela, una novela
que a veces parece no tener unidad. Para mí la unidad
profunda es esa que acabamos de decir: la Historia es
ficción, la realidad es apócrifa, el Nuevo Testamento
fue escrito por Julio Verne.4' 1 '
Sam Hileman, traductor al inglés de las obras de
Carlos Fuentes, comenta y explica Cambio de piel en una
carta personal a Roger Straus. Veamos lo que expresa en
cuanto a la novela en su totalidad.
40 .
Ibid., p. 10.
41
Ibid., p. 11.
255
As a whole, however, putting all the characters to-
gether and looking at the book as a painting rather
than a classical novel disguised, the book is about
madness . . . the collective madness of the Nazis, the
madness of the Russian communists, the madness of the
United States, that of México, that of the middle ages,
that of existence itself: its absurdity. In such a
subject, a loose and cracy organization has a definite
function. I am not one who ordinarally [sic] approves
flashy structure, but in this novel it seems to me very
justified.^2
Así como la serpiente cambia de piel y sigue siendo
serpiente, así la humanidad en sus diferentes momentos his
tóricos ha seguido siendo humanidad. La furia, la locura,
el crimen, el frenesí y el erotismo han sido una constante
en el ser humano que al ocurrir en diferentes personas sólo
cambian de piel. No cabe duda que Cambio de piel es la
obra literaria más compleja que ha escrito Carlos Fuentes
pero a la vez es su novela que tiene más alcance universal.
En una carta personal a Carlos Fuentes, Julio Cortázar
escribió en relación a Cambio de piel lo siguiente.
. . . what is consented and applauded when Durrell or
Jean Genet do it, musn't [sic] be done by a Latin
American writer. To hell with them, Carlos; you and
I know what we're doing and if we have lived with the
Carta de Sam Hileman a Roger Straus de la compañía
editora Straus fechada noviembre 13, 1965, p. 5. Sam Hile
man Papers (MSS of Carlos Fuentes1 novéis translated into
English, also personal letters, Special Collections, Uni-
versity of California, Los Angeles).
256
thousand eyes of Argos and with the übiquity of the
Wandering Jew, I don11 see why we should not universal-
ize our novéis. Perhaps Goethe's advice is also valid
in an inverted sense, and it is thanks to universality
that we will achieve particularity, [in] your México
and my Argentina.^
Los dos Méxicos de Cambio de piel
Antes de dar principio a la discusión de los dos
Méxicos de Cambio de piel haremos mención de algunos deta
lles de interés biográfico reflejados en la novela. Es
indudable que Javier tiene varios rasgos biográficos de
Carlos Fuentes. Al igual que Fuentes, Javier es un escritor
I
que sufre del intestino. "Javier dijo lentamente: — una
44
colitis crónica no se cura nunca." En el transcurso de
la novela vemos a Javier cargando con una serie de medici
nas para su malestar. La relación entre personaje y autor,
como escritores, es obvia puesto que originalmente Cambio
!de piel se iba a intitular El sueño; vemos que Javier al
escribir su primer libro lo intituló precisamente El sueno.
43
Esta carta está en Sam Hileman Papers y no está
fechada. Suponemos que Fuentes la tradujo al inglés y
posteriormente se la envió a Hileman, de París a Santa
Monica, California.
44
Carlos Fuentes, Cambio de piel (Segunda ed.;
México: Joaquín Mortiz, S.A., 1968), p. 229.
257
"Y yo lo sé Elizabeth, porque leí ese libro. El sueño.
45
El primer libro de Javier." Hay además varias otras
similitudes entre Fuentes y Javier, como es el hecho de
haber vivido ambos en los Estados Unidos siendo los dos de
nacionalidad mexicana.
Lo que se nos presenta como desilusión, en Cambio
de piel, es el hecho de la existencia de la pobreza tan
arraigada en el México actual. El narrador dice, dirigién
dose a Elizabeth:
... y te cubres los ojos con una mano porque ya no
quieres ver estos pueblos mexicanos, iguales desde que
llegaste, inmóviles, miserables, dormidos. Y cuando
piensas— para engañarte— que esto es lo que viniste
buscando ... Ah, sí, México romántico, el país de tu
esposo. Si él, tan bello, tan poético, era así, cómo
sería su tierra. La miseria, los andrajos, la enfer
medad no son poéticos.
Esa era una parte de México. La otra, la de un
país que deja de ser pobre para empezar a ser vulgar,
para imitar al tuyo, tampoco ...
La pobreza de México se ve reflejada constantemente
a través de las páginas de la novela. Observemos esta
pobreza por medio de las habitaciones y sus moradores:
... camino de chozas de carrizo e inclinados techos de
paja, buitres que volaban bajos y perros sueltos,
niños vestidos con cortas camisetas agujeradas, con
sus pequeños penes oscuros, barrigones, olvidados por
^ Ibid., p. 269.
46
Ibid., p. 35.
258
los padres de camisas azules y huaraches mojados que
se doblaban sobre los arrozales, guiando con las manos
el agua que debía distribuirse equitativamente a lo
largo de los meandros del plantío. ^
Carlos Fuentes usa los pueblos y sus casas, los
perros, y las personas, especialmente los niños, para poner
de manifiesto la pobreza de México. Veamos la descripción
de Cholula que nos da Fuentes al principio de la novela:
Pero alrededor de ellos, en estas calles polvosas,
j sólo pululaba una población miserable: mujeres de
| rostros oscuros, envueltas en rebozos, descalzas, em
barazadas. Los vientres enormes y los perros calle
jeros eran los signos vivos de Cholula este domingo
11 de abril de 1965. Los perros sueltos que corrían
en bandas, sin raza, escuálidos, amarillos, negros,
desorientados, hambrientos, babeantes, que corrían por
todas las calles, rascándose, sin rumbo, hurgando en
las acequias que después de todo ni desperdicios
tenían: estos perros con ojos irritados y enfermos,
estos perros que renqueaban penosamente, con una pata
doblada y a veces con la pata amputada, estos perros
adormilados, infestados de pulgas, con los hocicos
blancos, estos perros cruzados con coyotes, de pelam
bre raída [sic], con grandes manchas secas en la piel:
esta jauría miserable que acompañaba, sin ningún pro
pósito, el pulso lento de este pobre pueblo, el viejo
panteón del mundo mexicano. Un pueblo miserable de
perros roñosos y mujeres panzonas que ríen al contarse
bromas y noticias secretas, en una voz inaudible, de
inflexiones agudas, de sílabas copuladas. No se oye
lo que dicen.
Esta magnífica descripción proyecta la enorme po
breza de que es víctima México. Esos perros callejeros tan
47 48
Ibid., p. 97. Ibid., pp. 11-12.
259
magistralmente descritos reflejan por sí mismos esa miseria
mexicana. Vemos a los perros negros, y amarillos, con
hocicos blancos y ojos rojos de mirada oblicua, buscando
desperdicios que ni siquiera existen; estos animales simbo
lizan indudablemente el hambre del pueblo mexicano. Veamos
ahora un ejemplo en donde se nos presenta a un niño jugando
con un perro sarnoso:
... cantó Isabel y frenó abruptamente, con los ojos
cerrados, sudando, frente a un muro de adobe con
caliche descascarado donde un niño de dos años, des
nudo, se revolcaba con un perro sarnoso y lloraba y
reía sin cesar.
Gritaste, Elizabeth, gritaste como si hubieras
parido;
— ¡No quiero este terror.' ¡No aguanto más el
terror de esta gente.'^
En una ocasión Fuentes nos da una descripción,
verdaderamente naturalista, de un perro muerto:
Huele ese hedor insoportable. Alarga la mano. Tira
de la cola el cadáver de ese perro amarillo, agusanado,
rígido, con la piel llena de costras de sangre coagulada
y la boca abierta. Lo suelta y la náusea se mezcla con
la acidez y saca la pastilla de Stelabid y la traga con
saliva. ... El perro cae sin ruido sobre el fondo de
periódicos y envolturas. Los gusanos se contraen, se
estiran, vuelven a acomodarse en la carroña amarilla.^®
Esta idea de presentar cadáveres corrompidos de
perros puede muy bien significar que los problemas y las
49 50
Ibid., p. 241. Ibid., p. 47.
260
necesidades del pueblo no son atendidos, como es el de la
sanidad pública.
La pobreza y la ignorancia llegan a ser causes para
cometer crímenes.
La ignorancia fue el motivo principal del asesinato de
los tres niños y la pobreza, el otro factor. El marido
dio el consentimiento y, ayudado por el amigo, conforme
iba recibiendo a los recién nacidos, tres en lugar del
único que esperaban, los asfixió y luego Hernández
Lucio y Gabriel García sirvieron de e n t e r r a d o r e s .
La pobreza del pueblo lo lleva hacia la muerte y si
ésta se alia a la ignorancia entonces el resultado puede
ser el crimen. El pueblo necesita ser sacado de la ignoran-
I
cia y de la pobreza. Estos, sin embargo, son problemas que
no ha resuelto el gobierno mexicano.
El México pobre que hemos presentado encuentra su
contraste con el México más desarrollado. Fuentes en varias
ocasiones nos presenta a los dos Méxicos simultáneamente.
j
Veamos un ejemplo de los dos Méxicos y el contraste que
i
existe entre ambos:
Trompetean las bocinas de los nuevos automóviles negros,
altos, sin capote, que recorren lentamente la avenida
central del bosque; van llenos de gente joven ["los
51Ibid., p. 275.
261
juniors"] y de coche a coche corren las miradas solici
tantes, los signos de reconocimiento, las frases y los
pudores alarmados o satisfechos. ... Hay la banda de
pérgola y los guitarristas y los galerones de antojitos.
Los organilleros tocan en las calles olvidadas a las
que se asoman las sirvientas que no han salido de paseo.
Las trompetas achacosas de los cirqueros ambulantes.
Los discos rayados de las ferias, que acompañan el
girar de los caballitos de madera.
El contraste de los dos Méxicos queda expuesto al
presentarnos a la antigua zona aristocrática de los alrede
dores de la calle Niza, convertida hoy día en zona comercial
por donde transitan automóviles lujosos que de inmediato
quedan contrastados con el México paupérrimo.
Tú qué [sic] ibas a ir ahí; permanecerías en estas
calles que entonces eran tranquilas, antes de que las
viejas familias empobrecidas vendieran sus casas y Niza,
Hamburgo, Génova, Londres se convirtieran en calles de
restaurants y boutiques y cabarets de lujo y cafés al
aire libre; ves hoy estas calles, por donde pasan los
Lancia y los Jaguar y los vampíricos de suéter negro y
media calada y los artistas gringos emigrados y todos
los héroes existenciales del Café Tirol y el Kinneret,
los de la revolución por dentro para acabar pronto, y
para ti que sigue habiendo allí una barrera contra la
gangrena de la ciudad oscura, contra la invasión de
chozas de adobe y lámina, los basureros, los pies des
calzos, los pepenadores, la tiña, la mendicidad, la
violencia, las miradas de intención criminal o escato-
lógica o magica. J
Estos aspectos de pobreza causan una verdaders
desilusión: "... oh México, pobre metrópoli con pies de
52Ibid., p. 120. 53Ibid., pp. 201-202.
262
lodo, pobre aldea untada como queso de tuna a lo largo y
ancho de un valle baldío, pobre palacio de sal que espera
54
la marea del azufre."
La desilusión de la Revolución queda expuesta en
algunos otros aspectos aparte de los dos Méxicos. Carlos
Fuentes nos indica que una revolución sólo logra que una
casta reemplace a otra en el poder, al dirigirse el narra
dor a Elizabeth así: 1 1 — Mira, dragona. Una revolución
!
destruye un statu quo y crea otro. Eso es todo. Pero en
55
medio hay momentos muy padres. Y eso sí que es todo."
En Cambio de piel vuelven a aparecer varios per
sonajes de novelas anteriores de Carlos Fuentes. Uno de
ellos es Padilla, el antiguo asistente de Artemio Cruz,
quien se convirtió en el heredero del poder de Cruz; esto
indudablemente significa ese continuo círculo vicioso que
les la sustitución del poder. Elizabeth dice:
j
Nuestro anfitrión, Reynaldo Padilla, el heredero de
los negocios de Artemio Cruz, ¿recuerdas?, cuando el
viejo aquel murió hace seis o siete años y los perió
dicos sólo hablaron de él durante quince días o un mes;
¿recuerdas cómo nos reímos leyendo esos elogios post-
morten? Cualquiera hubiera dicho que aquel viejito
millonario era un héroe de la nación y una figura mun
dial.
54Ibid., p. 389.
56Ibid., pp. 242-243.
^Ibid. , p. 163.
263
Es en verdad irónico que muchos lucharon en la
Revolución Mexicana sólo para que unos cuantos fueran bene
ficiados. "Juan Soriano dijo que su papá anduvo a caballo
en la Revolución para que las familias decentes pudieran
57
andar en Cadillac por el periférico. 1 1 Hoy día viven toda
vía hombres que lucharon en la Revolución y que sin embargo
no recibieron beneficio alguno porque no se aprovecharon
como los Artemio Cruz o Federico Robles.
Otro aspecto que refleja desilusión es el de la
corrupción del México institucional posrevolucionario. Al
hablar con el narrador, Elizabeth lo expresa así:
— Who knows? Mientras tanto, han domesticado el
tigre a base de corrupción. ¿Sabes que dejé de mane
jar? Todos los días tenía que dar una mordida institu
cional a un policía institucional que está en combina
ción con los rateros institucionales que periódicamente
me roban el apartamento. Lo único que no es institu
cional es mi vida, y por eso estoy a la merced de los
mexicanos, que han sacrificado sus vidas privadas a la
institución. It stinks, man. Es un clan de amorosos
parientes que se roban los unos a los otros. El ratero
roba al ciudadano y le entrega parte del botín al poli
cía y el policía roba al ciudadano y le entrega parte
del botín al jefe y el jefe roba y comparte el botín
con el presidente municipal, y el presidente municipal
con el comisario ejidal y éste con el delegado del PRI
y éste con el gobernador y el gobernador con el ministro
y el ministro con el Presidente. ¿Sabes? En México
uno acaba dándose la mordida a uno mismo. El delirio.
8^Ibid. , p. 414.
58Ibid., pp. 161-162.
264
Tocante a la corrupción, Fuentes expresó durante la
entrevista en Cuernavaca:
Siempre he dicho que una de las verdaderas revoluciones
de la Revolución Mexicana fue la corrupción, la genera
lización de la corrupción, convertirla casi en un
derecho civil de los mexicanos, en un derecho consti
tucional. En Nicaragua, en Guatemala, treinta familias,
cuarenta familias tienen derecho a la corrupción; en
México gracias a la Revolución pueden ser corruptos
desde el presidente de la República hasta el último
bolero.
¡ Finalmente como último aspecto de la desilusión pero
i
a la vez de esperanza es que en México existe un tigre dor
mido que en cualquier momento puede despertar. En Cambio
j de piel el narrador dice, al referirse a México: "— Es que
es un país con un tigre dormido en la barriga, y todos los
60
mexicanos tienen miedo de que un día vuelva a despertar."
Al llegar a México de su autoexilio Fuentes concedió una
entrevista al periódico Excélsior en donde trata la idea
del tigre domesticado. Veamos el diálogo que sostuvo con
Guillermo Ochoa, reportero de Excélsior:
— Un crítico del "The New York Times," Gallagher,
desmenuza su novela "Cambio de piel" y dice que en ella
da usted la visión de un tigre encadenado, pero no
muerto. ¿Es exacta la apreciación del crítico?
59
Ver infra, apéndice, p. 304.
^°Fuentes, Cambio de piel, p. 161.
265
Carlos Puentes sonrió.
— Sí. Yo creo que en México hay un tigre domesti
cado pero que ese tigre está bien vivo, que de repente
da muestras de que está vivo, ¿verdad? Se le han dado
demasiadas inyecciones de pentotal pero el tigre aún
está vivo no muere.
— ¿A qué llamaría pentotal?
— A la retórica oficial, a los núcleos oficiales,
al PRI, a todo un sistema político hueco que impera en
México.
— El PRI cumple mañana (hoy) 40 años.
— ¡Happy Birthday.',— repuso Puentes con ironía? pero
en seguida, recobró su ardorosa actitud: — Sí, el PRI
cumple 40 años nada más que el país ya no es el mismo
al que el PRI puede regir adecuadamente, es decir, sus
estructuras son vacías frente a la realidad económica
y social del país de hoy. Creo que el sistema escle
rótico que el PRI ha impuesto a México ha llegado a su
límite y constituye un estorbo. Hay un profundo dese
quilibrio entre el desarrollo económico en los últimos
50 años, que es muy grande, y el desarrollo social,
que es muy relativo, y el desarrollo político que ha
sido nulo. Se ha llegado al agotamiento de una etapa
de México, que es el desarrollo económico sin libertad
política. Quizá fue necesario; en todo caso, es un
hecho. Pero hoy es necesaria una reestructuración,
digamos un "neocardenismo" que signifique continuación
del desarrollo económico con libertad política y con
desarrollo social.®1
Ese tigre anestesiado por pentotal simboliza la
esperanza de un resurgimiento de una verdadera revolución
con cambios heterodoxos continuos; es el símbolo de un
"neocardenismo" que parece estar despertando con el actual
régimen de Luis Echeverría. David Gallagher escribió:
61
Excélsior, 4 de marzo de 1969, p. 5.
266
Por Fuentes, México is a tiger that has been arti-
ficially tamed. He appears to wish that the energies
of the enchained animal be authentically unleashed.
"A Change of Skin" is his most ambitious— if not his
best— novel to date, because his notion of the stifled
tiger is extended in it beyond México to the whole of
mankind. ^
Así hemos visto como Carlos Fuentes, con una técnica
verdaderamente literaria, nos ha presentado por medio de
Cambio de piel varios rasgos de carácter universal; además
de habernos dado particularidades del México subdesarrollado
y del México que más o menos progresa; y que en este estudio
han quedado simbólicamente como los dos Méxicos.
/• r\
David Gallagher, "Stifled Tiger," New York Times
Book Review, February 4, 1968, p. 5.
CAPITULO VII
CONCLUSION
En este estudio se ha tratado de probar que existe
una desilusión con la Revolución Mexicana vista en la obra
i
jde Carlos Fuentes. Se ha demostrado que Fuentes, a pesar
de tener una posición acomodada, ha luchado por mejorar la
situación socio-económica de los necesitados, que consti
tuyen la mayoría del pueblo mexicano. En su obra, Fuentes
l
nos ha presentado los diferentes niveles sociales de México
y la desilusión surge al presenciar las injusticias y desi-
quilibrio social en el México posrevolucionario.
| Ya en el curso de esta investigación tratamos de
jprobar que la Revolución no fue traicionada, pero que sí ha
I
|dejado una gran desilusión en el pueblo, al imaginarse que
la Revolución sería de tipo social y no burguesa como lo ha
sido hasta hoy día. Hay, sin embargo, críticos que piensan
que la Revolución fue traicionada, pero se olvidan que ésta
fue guiada por una pequeña burguesía cuyos intereses no
268
tenían base social sino política, como en el caso de Fran
cisco I. Madero. Es, sin embargo, verdad que la nueva
clase surgida de la Revolución Mexicana se aprovechó de
esta Revolución para el bienestar de los nuevos oligarcas.
Robert G. Mead, Jr. escribió:
... Carlos Fuentes nos hace comprender como han sido
traicionados los altos ideales de la Revolución por una
oligarquía nacida de ella, la cual, como los antiguos
"científicos" del porfiriato, no ha vacilado en unirse
j a empresarios extranjeros (principalmente norteameri
canos) en una perfecta relación simbiótica. Estos
nuevos plutócratas de la política que se aprovecharon
de la Revolución para adelantar sus propios intereses
y explotar las masas del pueblo, están dominados por
un materialismo egoísta, y apaciguan sus conciencias
con decir "nuestro progreso significa 'progreso' para
México. 1,1
Es muy cierto que después de la Revolución nació
una plutocracia que se aprovechó de la situación para crear
una nueva aristocracia, un cresohedonismo, que se ha enri
quecido a costa de las masas. Ya discutimos en los capítu
los anteriores el círculo vicioso de la sustitución de
castas de que ha sido víctima México a través de su his
toria. Una clase privilegiada siempre ha caído para dejar
el paso a otra nueva casta. Los porfiristas reemplazaron
a los lerdistas, y a los porfiristas los generales de la
^"Carlos Fuentes, airado novelista mexicano, " His-
pania, L, No. 2 (May, 1967), 231-232.
269
Revolución y a éstos los han sustituido los políticos,
banqueros e industrialistas burgueses del México actual.
La burguesía es en la actualidad la directora única del
Estado.
En lo que no concordamos con el magnífico artículo
de Robert G. Mead, Jr. es que los ideales de la Revolución
hayan sido traicionados porque como ya ha quedado estable
cido la Revolución fue dirigida por la burguesía y muy
distante de ser traicionada, surgió triunfante en su pro
pósito de establecer una nueva oligarquía en el poder.
Roberto Fernández Retamar es más acertado, en este
aspecto, al tratar sobre La muerte de Artemio Cruz, y
expresar:
... acabar de entender esa revolución mexicana, no tanto
«traicionadaA según sugieren algunos, como cumplida
en su inmediata misión histórica: que no era la de ser
una revolución proletaria, sino una revolución que lle
varía al poder a cierta burguesía nacional.^
No hay duda de que México ha avanzado bastante desde
la época del porfirismo, pero a la vez ese gran contraste
entre la riqueza y la pobreza continúa siendo muy notorio.
Esto hace pensar que tal vez no falte mucho para que el
2
"Carlos Fuentes y la otra novela de la Revolución
Mexicana," Casa de las Américas, IV (octubre-noviembre de
1964), 126.
270
círculo termine de dar la vuelta hasta regresar a la época
de Porfirio Díaz. Este retroceso hacia el Porfiriato ha
sido discutido, por Fuentes, tanto en su obra literaria
como en sus artículos y entrevistas. Fuentes ha expresado
su desencanto y desilusión en sus escritos, como en lo
siguiente:
Tratamos de pensar para el futuro, pero estamos
capturados en un presente, un presente que en nuestro
propio país, detrás de las fachadas retóricas, aún
asesina a campesinos, los despoja de tierras y les
niega el derecho a trabajar. Hoy en la mañana he
leído el extraordinario reportaje de Elena Garro en el
suplemento cultural de Siempre! Allí se revela que,
aquí mismo, en Tlaxcala, hay treinta mil peones aca-
sillados que trabajan a cambio de dos pesos diarios en
las haciendas intactas del Porfiriato. Esto afecta mi
vida de hombre y de escritor, como la afecta que los
medios de comunicación en México estén reducidos, en
nombre del consenso nacional y la estabilidad polí
tica, a una miserable condición de acatamiento y men-
3
tira.
En el primer capítulo de este estudio se presentó
el problema, el propósito, la justificación, y la organiza
ción de esta disertación.
En el segundo capítulo, el más extenso, hemos pre
sentado la vida y obra de Carlos Fuentes. Inmediatamente
después de la parte biográfica se hizo un análisis crítico
3
Conferencia de Carlos Fuentes, Narradores ante el
público (México: Joaquín Mortiz, S.A., 1966), p. 153.
271
literario de las obras de Fuentes incluyendo novelas,
dramas, cuentos, y ensayos. Las obras de mayor importancia
para esta tesis fueron mencionadas brevenente ya que las
estudiamos más detalladamente en los capítulos posteriores.
En el tercer capítulo la desilusión de la Revolu
ción Mexicana ha sido manifestada a través de Las buenas
conciencias, obra que presenta a la burguesía que ha sabido
aprovecharse de la situación revolucionaria para situarse
en puestos oficiales. Hemos visto como personajes que en
un tiempo se oponían a la Revolución son ahora los intér
pretes oficiales de este acontecimiento. Fuentes nos pre
senta la situación del México posrevolucionario en la
provincia, quedando así expresada la desilusión de la Revo
lución Mexicana. Surge la desilusión esencialmente al
presentarnos un retroceso hacia el Porfiriato con el re
surgimiento de grandes explotadores además de la creación
de una nueva casta surgida de la Revolución. Otro punto
esencial es el hecho de que personas reaccionarias, de
familias de antiguos porfiristas, han logrado entronizarse
en el poder político como es el caso del personaje Jorge
Balcárcel? oportunista que supo acomodarse a la situación
política de la nación. Además se ha discutido la falsedad
de las burguesías provincianas, quienes se consideran
272
"gente decente" y de "buena conciencia."
El cuarto capítulo está dedicado exclusivamente a
La región más transparente, novela que nos da un panorama
de la Ciudad de México, en el año 1951. Las diferentes
esferas sociales son expuestas por medio del personaje Ixca
Cienfuegos, quien sirve como una especie de hilo de unión.
La presentación de las clases sociales por medio de una
técnica cinematográfica nos recuerda la película "Citizen
Kane" de Orson Welles. La sociedad mexicana ha sido pre
sentada como una "pirámide totonaca" que sigue teniendo
como base a los eternos maceguales. Esta base contrasta
con la cúspide que se encuentra ocupada por los seres
privilegiados. La desilusión surge asimismo al ver a la
nueva burguesía salida de la Revolución, la cual queda
caracterizada por el personaje Federico Robles, quien llegó
a reemplazar a la antigua casta porfirista en el poder.
Causa una verdadera desilusión el ver a los nuevos ricos
unidos a la añeja aristocracia del Porfiriato, contrastando
con el pueblo y la pobreza de sus barrios. Esto da la
impresión de que un "neoporfirismo" está desarrollándose.
La región más transparente es, en suma, como un mural o
espejo que pinta y refleja fielmente la estratificación
social de la capital mexicana.
273
El quinto capítulo se desarrolla en torno a La
muerte de Artemio Cruz. Artemio Cruz es el símbolo del
revolucionario que se corrompe y se convierte en explotador
del pueblo a la vez de ser un negociante sin escrúpulos,
además de actuar como hombre de paja, para las empresas
extranjeras. Artemio es el ejemplo máximo en la obra de
Fuentes de los nuevos ricos surgidos de la Revolución que
se aprovecharon de ella, sin importarles otra cosa que su
propio bienestar. Artemio es el heredero de la Malinche
puesto que al igual que Doña Marina continúa abriendo y
vendiendo la patria al extranjero. Es Artemio el ser todo
poderoso que llegó a ser tan voraz como los antiguos amos
del Porfiriato. La desilusión de la Revolución gira en
torno de todo lo que es y representa el protagonista,
Artemio Cruz.
El capítulo sexto trata la idea de los "dos Méxi-
cos," el México subdesarrollado y el México que más o menos
progresa. Para hacer el análisis crítico-literario de los
dos Méxicos reflejados en la obra de Carlos Fuentes, utili
zamos el cuento "El costo de la vida" de Cantar de ciegos,
y las novelas Zona sagrada y Cambio de piel. Causa en
verdad una gran desilusión el ver que se están desarrollando
en México dos naciones, una pobre y subdesarrollada que
274
contrasta con el México burgués y opulento.
En conclusión, en la obra literaria de Carlos Fuen
tes se encuentra la fusión de la cultura indígena con la
cultura europea que se manifiesta en el México contempo
ráneo. Está la extrema pobreza del campesinado y el prole
tariado que se han mantenido al margen del progreso del
país. Hemos visto asimismo como surgió una nueva clase
enriquecida a costa de la Revolución, y que hoy día se ha
convertido en la burguesía rectora que reemplazó al Por
firiato en el círculo vicioso de la historia de México de
sustitución de castas. Se ha presentado además la estrati
ficación social tanto en la Ciudad de México como en la
provincia, siendo notorio el abismo que existe entre los
"dos Méxicos."
Al presentarnos sus ideas, Carlos Fuentes no ha
sacrificado el sentido estético literario de su obra, ya
que ha introducido a la literatura mexicana técnicas euro
peas y norteamericanas, además de emplear un procedimiento
cinematográfico. Fuentes es un maestro en el juego de la
cronología del tiempo, en el manejo de retrospectivas men
tales, y en el uso de la subconsciencia con lo que logra
crear uno de los personajes más plásticos de la literatura
mexicana, Artemio Cruz. Además ha producido en su libro
275
más complicado. Cambio de piel, una novela de absoluta
ficción que a la vez es su obra de más alcance universal.
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APENDICE
298
ENTREVISTA
La personalidad de Carlos Fuentes es casi tan in
candescente como sus novelas. Moreno y delgado, con un
rostro de ojos penetrantes y boca muy sensible, una
nariz que la vehemencia de la conversación hace saltar
y afilarse, las manos danzando delante de la cara para
trasmitir con sus arabescos la figura exacta de lo que
está contando, la voz algo ronca pero al mismo tiempo
incisiva, la fluidez natural del discurso de quien
practica varias lenguas modernas: estos elementos con
figuran exteriormente una de las personalidades más
vivas y polémicas de las letras latinoamericanas de
hoy.1
Esta magnífica descripción se debe al crítico uru
guayo Emir Rodríguez Monegal, quien entrevistó a Carlos
Fuentes en París. Posteriormente agrega:
Como Fuentes es un verdadero dinamo, muchas veces basta
con insinuar la pregunta para que se dispare con una
larga contestación, totalmente articulada y riquísima
de sugestiones, que a su vez generan más y más pregun
tas en un infinito contrapunto.^
Tomando café sentados a un lado de la piscina de su
casa de Cuernavaca dió principio nuestra entrevista.
^"Situación del escritor en América Latina, 1 1 Mundo
Nuevo, No. 1 (julio de 1966), p. 5.
^Ibid.
299
300
Durante el transcurso de nuestra charla las características
mencionadas van apareciendo junto a su amabilidad, mientras
fuma un cigarrillo tras otro y contesta nuestras preguntas.
D.F.— Se ha hablado de la Revolución traicionada,
pero yo no la he interpretado así, sino más bien como una
desilusión que existe en el pueblo porque no ha sido México
lo que debería de ser. ¿Qué piensa usted sobre esto?
C.F.— Sí, yo creo que es muy difícil hablar de una
Revolución traicionada; digo, se puede sostener como tesis
de un personaje dado dentro de una novela; es lo que sucede
en algunas novelas mías, La región más transparente, o en
La muerte de Artemio Cruz. Hay personas que hablan de la
traición de la Revolución a veces con la perspectiva de
varias décadas, otras veces dentro de la lucha misma de
facciones como en la escena de la prisión de Perales en
La muerte de Artemio Cruz. Yo creo que no se puede hablar
de traición estrictamente a la Revolución Mexicana porque
la Revolución es lo que ha sido, porque esto debía ser; sus
gérmenes ideológicos, las fuerzas sociales que la condujeron
la tenían que llevar más o menos a lo que ha sido en sus
distintas etapas. No creo que estrictamente se pueda hablar
de una traición; la Revolución finalmente fue un movimiento
301
de la burguesía naciente de México contra un sistema opre
sor semi-feudal que le impedía desarrollarse. Le impedía
desarrollar un capitalismo moderno y las fuerzas rectoras
de la Revolución fueron los pequeños comerciantes, profe
sionistas, industriales, esa burguesía sin salida que
quería estructurar una nación moderna con una clase media
más o menos pujante con otras oportunidades con un capi
talismo moderno, etcétera. En ese sentido no se puede
decir que la Revolución haya sido traicionada. Que esas
fuerzas utilizaron al pueblo mexicano como carne de cañón
para lograr un poco, entonces es otro problema. El problema
máximo en que se podría hablar de una traición, pero si lo
vemos no hubo tal traición, es el del enfrentamiento de la
revolución local más arraigada, más consumada que fue el
movimiento zapatista en Morelos contra el Carrancismo. Ahí
es donde realmente se puede hablar de choque profundo de
¡
dos visiones de lo que debería ser la Revolución Mexicana.
Para Zapata, para el movimiento del sur, la revolución era
una realización de tipo estrictamente local, fundada en
tradiciones locales, en leyes aceptadas por la comunidad;
la gente se conocía entre sí, sabía lo que tenía que hacer
y lo hizo, pero en un nivel estrictamente local muy pequeño
302
y con un enorme éxito; Zapata restauró la economía de More-
los en un año y medio, gracias a la Revolución Zapatista.
Frente a esta revolución local, había una Revolución nacio
nal encabezada por Carranza, y sus lugartenientes: Pablo
Gonzales, Alvaro Obregón, etcétera, que necesitaba imponer
un desarrollo desde el centro a toda la nación por encima
de las particularidades locales, de las realizaciones
locales. Triunfó eventualmente la Revolución nacional
sobre la Revolución local. No se puede hablar de una trai
ción; la muerte de Zapata fue una emboscada y una traición,
pero en realidad lo que hay, es esta lucha entre las posi
bilidades de desarrollo nacional; entonces, no se puede
hablar estrictamente de una traición. Otra instancia en la
que quizá puede verse que hubo una traición es en la suce
sión Cardenista. ¿Verdad? La política de Cárdenas, que
era la política más adecuada para el desarrollo general
equitativo del país dentro del capitalismo, fue sacrificada
por sus sucesores hasta llevarnos al estado actual de co
rrupción, de ineptitud de parálisis del desarrollo mexicano.
Entonces ¿que hay desilusión? Sí hay desilusión. ¿Por
qué? Porque los problemas no son atendidos, porque se ha
creado una casta, una pequeña oligarquía estructuaria de
303
ciertos negocios o que gobierna con la retórica de 'la Revo
lución, pero que son incapaces de atender los intereses de
pequeños grupos de la industria, de la banca, del comercio,
de las inversiones extranjeras. De esta manera se han
llegado a crear en México dos naciones, una nación que más
o menos progresa y tiene una cierta prosperidad mal repar
tida y cada vez más saturada, y por otro lado una nación de
gente que no tiene nada, de gente que no ingresa al consumo,
de gente que no ingresa a la productividad, de gente que es
desatendida absolutamente y está quedándose una nación y
los mismos problemas y la necesidad de un cambio estructural
profundo en el país. Esto es más o menos lo que tendría
que decirle.
D.F.— En cuanto a eso de una casta nueva privile
giada, parece que hay un círculo vicioso en que se ve reem
plazando una casta a la siguiente, en un tiempo los lerdis-
tas, después los porfiristas.
C.F.— Desde el principio de nuestra historia
independiente.
D.F.— Esto me parece a mí bastante notorio en su
obra, este círculo como lo expresan, pues digamos Pimpinela.
C.F.— Yo he deseado arrancar desde el Santanismo
304
los problemas como en La muerte de Artemio Cruz, en la
sustitución de castas rectoras; en Las buenas conciencias,
pues desde la independencia. Ahora lo que ha pasado con la
Revolución es que la posibilidad del ascenso de la porosi
dad social ha aumentado notablemente. Siempre he dicho que
una de las verdaderas revoluciones de la Revolución Mexicana
fue la corrupción, la generalización de la corrupción, con
vertirla casi en un derecho civil de los mexicanos, en un
derecho constitucional. En Nicaragua, en Guatemala, treinta
familias, cuarenta familias tienen derecho a la corrupción;
en México gracias a la Revolución pueden ser corruptos
desde el presidente de la República hasta el último bolero.
i
Pero para hablar en serio, lo que hay en México es una
enorme porosidad y una posibilidad de ascenso que es por
ejemplo lo que hace de la clase obrera mexicana una clase
básicamente conservadora. El hecho de que esta posibilidad
I
de ascenso los ha arrancado en una generación del campo, de
una situación que ellos consideran inferior a la que actual
mente tienen. Se sienten privilegiados y no asumen su con
dición, o su conciencia más bien, de clase proletaria, si
no que son en cierto modo un apéndice de la clase media,
para poner un ejemplo. Ahora en cuanto a las castas lo que
305
ha pasado también es que los burócratas, la gente del régi
men, con esta sucesión sexenal institucionalizada al dejar
el gobierno inmediatamente ingresa a la burguesía, a la
alta burguesía, y se convierte en parte de la reacción, de
manera que el gobierno es una especie de seminario de
reaccionarios burgueses, ¿no? Muchos de ellos empiezan
como abogados con pocas esperanzas, con mucho trabajo, muy
dedicados, con mucho esfuerzo, con una visión nacionalista,
patriótica, revolucionaria, llegan a los altos puestos,
dicen mis seis ahitos, tengo que armarme aquí a ver que
hago después. Establecen todos sus "links" con la banca,
con el comercio, con los inversionistas, salen, ingresan a
la alta burguesía mexicana. Es así como se va resolviendo
el problema de las castas en México, a través de un gobierno
seminario de burgueses.
D.F.— Me parece que existe una tendencia, que no sé
en que consiste, del mexicano que cuando llega a un alto
puesto trata de olvidarse de los necesitados. Me ha dado
esa impresión gente que conozco, que al empezar a subir
comienza a olvidarse.
C.F.— Sí, pero ahí interviene un problema muy grave
que es el problema de la información en México, más bien
306
de la falta de información, de la falta de crítica; los
gobernantes viven en México bajo campana neumática, oyen a
sus "yes men" nada más, a sus pequeños consejeros áulicos,
que están pensando en su propio ascenso; no están pensando
en decir la verdad. Los periódicos, usted sabe lo que son
en México; grupos de presión, auténtica independencia sin
dical, auténtica independencia parlamentaria, pues no
existen. El gobernante vive aislado totalmente sin infor
mación, sin crítica; es absolutamente natural que termine
por asumir simplemente el mando de un poder estático rígido
que es el signo de México desde tiempos de Moctezuma Ilhui-
camina, ¿verdad?
D.F.— Otra de las cosas que quería preguntarle en
cuanto a la desilusión como la veo en sus obras, es la
realidad misma ¿no? Por ejemplo, gente parte de aquí hacia
Estados Unidos por la necesidad y falta de trabajo que
existen en México.
C.F.— Sí.
D.F.— Además he interpretado que hay un retroceso
hacia al Porfirismo en cierta forma, por ejemplo, Robles de
La región más transparente.
C.F.— Sí.
307
D.F.— Ya se asimila mucho a Díaz hasta en el sen
tido de ser un indio polveado, blanqueado, y con maneras
finas pero sin embargo no deja de ser indio.
C.F.— Oigame usted, es que el sentimiento de sojuz
gamiento de ser nadie, de inexistencia, de anonimato de
i
este país es tan grande que a veces a mí me ha interesado
estudiar la gente que mediante un esfuerzo increíble de la
voluntad, de la energía física e intelectual sale de ese
anonimato y establece su identidad, establece su nombre,
establece su personalidad y se siente con derecho a todo en
ese momento; porque ha logrado la hazaña más extraordinaria
en México, que es salir del anonimato, que es llamarse Por-
í
firio Díaz o llamarse Federico Robles, tener un nombre
¿verdad? Después sienten que ese esfuerzo les da derecho
a todo; es una constante también de la historia mexicana,
yo creo.
i
D.F.— En cuanto a unos personajes que hay en sus
dos novelas que son, con sus ideas, los que tratan más
sobre la Revolución, en La región Zamacona y en La muerte
de Artemio Cruz, Gonzalo Bernal, quien hubiera sido cuñado
de Artemio; ¿qué significado tendría la muerte de estos dos
personajes? Porque me parece que son idealistas, ¿no?
308
C.F.— Si, son los que mueren pronto en México.
D.F. — ¡Eso, eso es lo que pensaba.'
C.F.— Es un país que necesita héroes muertos. Se
les da oportunidad de seguir adelante; entran a la dialéc
tica de la corrupción y dejan de ser héroes. ¿Se imagina
usted a Emiliano Zapata como ministro de agricultura de
Miguel Alemán?, pues no sería héroe ¿verdad? Al héroe hay
que matarlo en México, y un poco el idealista busca la
muerte, busca la salida de la muerte porque sabe que sólo
así podrá ser un héroe, que sólo así sus días podrán tener
vigencia.
D.F.— Pues me da gusto que haya podido interpretar
esa parte, y quien más que usted comprobándome lo que yo
había interpretado. Porque eso me parece como parte de la
misma desilusión. También en cuanto a Pimpinela de Ovando,
menciona eso de "Mexiquito siempre será Mexiquito."
C.F.— Sí.
D.F.— Eso se refiere al círculo vicioso.
C.F.— Sí, sí, a la pequeña ciudad, a los pequeños
círculos, una frase que se oye mucho en los cocteles, de la
gente "popoff" de México.
D.F.— Sabe, lo que también pensé con eso de "Mexi
quito siempre será Mexiquito" fue en cierto círculo, pero
309
vicioso, en el sentido que unas castas van reemplazando a
otras, porque en esa parte se está refiriendo a que en un
tiempo fueron los lerdistas, después los porfiristas, luego
los revolucionarios, y finalmente los posrevolucionarios.
C.F.— Mire usted, hay un contrapunto bastante
irónico en la novela, porque por una parte hay esta pequeña
mujer, Pimpinela de Ovando, en sus cocteles, diciendo
i"Mexiquito será siempre Mexiquito." Por el otro lado hay
i
|una figura profundamente grave y misteriosa que es Ixca
j Cienfuegos que está diciendo México será siempre idéntico a
i
sí mismo, México será siempre México; una especie de roca
madre inconmovible en el fondo de esta laguna, de manera
i
que una en un sentido de gravedad, la otra en un sentido de
suprema frivolidad están diciendo lo mismo.
D.F.— En cuanto a Ixca Cienfuegos es un personaje
que me parece bastante misterioso y pienso que usted lo ha
¡
I
usado principalmente como una técnica, para unir los dife
rentes niveles sociales de México. ¿Es esto correcto?
C.F.— Bueno, hay muchas cosas. Técnicamente yo hice
unas declaraciones en la revista "Siempre. 1 " No se si las
3
leyó, en el último número de la revista "Siempre. 1 " Es una
3
La revista a que se refiere es el No. 844 de
SiempreJ, con fecha de agosto 27, 1969, p. IV.
310
entrevista bastante extensa y yo admito que decidí ser
escritor el día que vi una película que me conmovió, yo
tenía doce o trece años, que fue "Citizen Kane," de Orson
Welles. Recuerda usted que la unidad narrativa de esa
película es dada por una serie de entrevistas por un repor
tero a la gente que conoció al ciudadano Kane. Bueno, hay
algo de esto en la figura de Ixca Cienfuegos, pero al mismo
tiempo es algo más; Ixca Cienfuegos es en cierto modo la
ciudad misma, es una encarnación simbólica de la ciudad.
D.F.— He leído que representa la conciencia de
¡México.
C.F.— Eso sería inexacto porque conciencia es un
compuesto de todo lo que aparece ahí; la conciencia de
México es en parte Federico Robles, en parte Zamacona, en
parte Rodrigo Pola, en parte Pimpinela de Ovando, en parte
El Beto, El Tuno y El Fifo, en parte Gladys García. La
conciencia está formada por esa suma concurrente de per-
sonalidades. Cienfuegos es una liga de unión y es una
advertencia, es una noche de la ciudad, es un pasado que
está ahí reencarnado, simplemente.
D.F.— Una cosa que se me ha quedado en la mente es
que en algunas secciones de la novela Ixca Cienfuegos me
311
pareció afeminado.
C.F.— Sí, sí, porque yo creo que los dioses origi
narios, y él tiene que ver con ellos, son sexualmente
ambivalentes; el dios original tiene que fecundarse a sí
mismo. En todas las mitologías existe esto, tiene que ser
hombre y mujer, tiene que ser andrógino para hacer una
autofecundación, de la cual nace el estirpe de los dioses.
D.F.— En la situación que me dio esa impresión ...
C.F.— Hay una especie de seducción de un niño.
D.F.— Esa, exactamente, en el zócalo. Era en la
que estaba yo pensando porque ...
C.F.— Puede ser una seducción sexual, pero puede
también tener un sentido ritual de sacrificio ¿verdad?
D.F.— Sí, y hacia el final, ya cuando Ixca se ve
por última vez Rodrigo Pola le dice: "Has de ser ... no sé,
puto o algo." En cuanto a los personajes: "El Beto," "El
Fifo," "El Tuno" y "Gladys" ¿qué papel jugarían ahí; como
ciertas víctimas de la sociedad? ¿Le parecería a usted?
C.F.— Socialmente es parte del lumpenproletariado.
Una ciudad que tiene un bastísimo lumpenproletariado
¿verdad? como México, de gente desocupada, sin ubicación, y
por algo se llama el capítulo dedicado a ellos "Maceualli."
312
Es una constante, una continuación de los maceualli azteca,
de los cargadores de la gleba, de los que llevaban los far
dos, gente que no tenía otro destino que el de cargar.
D.F.— En estos personajes es donde yo también inter
preto, como digo, la desilusión de la Revolución en el
pueblo, porque sienten la desilusión. Dicen, si yo tuviera
tierras aquí en México, yo las trabajaría, pero no las
hay ...
C.F.— Aquí me quedaría; no tendría que irme a
Gringolandia.
D.F.— A Gringolandia, sí, exactamente; entonces es
desilusión en cierta forma de la Revolución.
C.F.— Sí, sí, es un pueblo totalmente jodido. No
sabe bien donde ubicar la responsabilidad de las cosas por
que es un pueblo despolitizado, el régimen, el PRI, se ha
encargado de despolitizar al pueblo durante 30 o 40 años.
Durante 30 años para ser exactos, porque hubo una gran
politización con Cárdenas.
D.F.— Es cierto con lo de la expropiación del
petróleo y distribución de tierras. Como le digo la tesis
que pienso desarrollar es, "La desilusión de la Revolución
Mexicana de 1910, vista en la obra de Carlos Fuentes,1 1 así
313
que quisiera usar algunas otras novelas que tienen que ver
con esta desilusión para respaldar los puntos de vista que
se ven en su obra, y algunas de las que tengo en mente
serían como por ejemplo, de Azuela Los de abajo.
C.F.— Los de abajo donde está la desilusión inme
diatamente. La lucha armada no sube.
D.F.— Mi general de López y Fuentes, ¿habrá cierta
comparación sobre, como por ejemplo con Federico Robles, un
general que sube y luego cae?
C.F.— Sí, sí, sí. No pero vea usted El llano en
llamas de Rulfo ¿no? Pedro Páramo interviene con un cinismo
absoluto.
D.F.— Quisiera saber si usted podría recomendarme
algunas otras obras que pudiera usar en relación con esto.
C.F.— Bueno depende del momento en que nos ubiquemos
porque realmente hay un trasfondo de desilusión en casi
i todas las novelas contemporáneas de México, incluso las más
alejadas del tema. Hay, ponga usted, las novelas psicolo-
gistas mexicanas, que a mí no me interesan mayormente, no
tratan temas políticos para nada, es tabú para ellos; sin
embargo todos reflejan un desacomodo, una desilusión, un
desencanto, una imposibilidad de acomodarse, un estar mal
314
en la sociedad y en las relaciones personales. Es decir,
aunque ellos no lo digan implícitamente hay un marco social
que nos está diciendo que las cosas están del carajo ¿ver
dad? Casi en cualquier novela mexicana que escoja usted,
si el tema es inagotable. Digo una novela como Gazapo de
Gustavo Sáinz, este resultado final que son esos jóvenes
que se la pasan en Sanborn's, o viendo como van a tirarse
a la novia. De perfil, de José Agustín.
D.F.— Hay una novela que yo no he leído pero que la
tengo, y la quiero leer, es El agua envenenada, de Fernando
Benítez.
C.F.— Ah, sí es muy buena.
D.F.— ¿No tiene alguna relación?
C.F.— Sí, sí, mucho, mucho sí, El rey viejo, del
asesinato de Carranza. También ataca mucho a los militares
de la Revolución.
D.F.— Los albañiles, de Leñero, tuve la oportunidad
de ver el drama en México, ¿no lo ha visto?
C.F.— No, no he visto la obra, muy buena novela,
¿está bien verdad?
D.F.— Sí. En cuanto a Cantar de ciegos también
hay cierta desilusión que vi especialmente en el cuento
315
"El costo de la vida."
C.F.— Está en contrapunto con los otros cuentos,
además, la vida de "Las dos Elenas."
D.F.— Sí, sí. Es un magnífico cuento.
C.F.— Los hermanos incestuosos, del pintor que des
cubre "el pop art" en México, etcétera.
D.F.— Pero principalmente veo más desilusión en
"El costo de la vida" en sí, puesto que el protagonista es
un profesor que por la falta de recursos, debido a su
pésimo sueldo tiene que trabajar de "ruletero" y en su
j
primer día en este trabajo muere asesinado por cuestiones
sindicales. Es esto lo que interpreto como desilusión.
C.F.— Sí muy bien, está bien visto eso.
D.F.— En cuanto al año que usted nació no hay mucha
seguridad unos críticos dicen 1928 otros 1929.
C.F.— No, no, sí hay absoluta seguridad, ¡ja, ja,
i
ja.'
D.F.— No, no, digo, en cuanto a lo que yo he leído,
unos dicen 1928, otros 1929.
C.F.— No, nací en 1928. No me quito la edad.
D.F.— Así ya no me queda duda.
Señor Carlos Fuentes, ahora no tengo alguna
316
otra cosa que preguntarle y no sé que más podría decirle»
sino que estoy muy agradecido por su gentileza.
C.F.— Fueron muy precisas sus preguntas. Encantado,
espero que le haya sido útil nuestra conversación.
D.F.— Bastante útil, especialmente porque ha escla
recido algunos puntos que yo no tenía desarrollados en mi
mente. En cuanto a otras obras había una novela que pen
saba usted escribir sobre Zapata ¿no?
C.F.— Sí, precisamente por eso estoy aquí.
D.F.— ¿No se puede saber para cuándo estará termi
nada?
C.F.— No, no, no.
D.F.— Finalmente, quiero manifestarle mi admiración
a una persona que se expresa de tal manera, que tiene cono
cimientos tan profundos, y más usted que expone las ideas
tal como son, y de la forma que las interpreta y las ve.
i
Se necesita en verdad ser valiente, es lo que yo considero.
C.F.— No es valentía, es autodefensa; yo creo que
cuando uno se queda callado la boca es cuando corre peligro.
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Asset Metadata
Creator
Fuentes, Dagoberto
(author)
Core Title
La Desilusion De La Revolucion Mexicana De 1910, Vista En La Obra De Carlos Fuentes (Spanish Text)
Degree
Doctor of Philosophy
Degree Program
Spanish
Publisher
University of Southern California
(original),
University of Southern California. Libraries
(digital)
Tag
Literature, Latin American,Literature, Modern,OAI-PMH Harvest
Language
English
Contributor
Digitized by ProQuest
(provenance)
Advisor
Curtis, Robert E. (
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), Larue, Gerald A. (
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), McMahon, Dorothy Elizabeth (
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7206054
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552437
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Dissertation
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Fuentes, Dagoberto
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